Las verdades que no tengo
La redacción del blog
Este blog de la mano del escritor, pensador y vividor Raúl Rodríguez semanalmente tiene una entrada bajo el paraguas “Las verdades que no tengo” incluidas en uno de sus libros, que al final de este periplo desvelaremos para todos nuestros internautas; no pretendo –dice el autor– inculcar verdades, que por otro lado no las tengo, más bien me gustaría que cada cual aprenda a descubrir las suyas.
La redacción de este blog se ha permitido espigar dentro de las vivencias de Rául y hoy nos situamos en sus vivencias sobre el ego.
– Raúl, ¿y la reencarnación?
– Quien de verdad quiere reencarnarse es el ego, seguramente para llevar una vida anclada en el placer y en el egocentrismo. Reencarnarse es entonces una simple ambición más….
– El que tiene miedo a morir no es nuestro cuerpo, es nuestro ego
– El ego peinsa que tiene algo que perder, ya que basa su actividad en la confusión, en la maquinación y en la ocultación. Curiosamente el temor a morir es porque tememos perder el control sobre las cosas, un control ejercido muchas veces a través de mentiras y falsedades.
– Curiosamente tras la muerte ya no podremos ocultar nada a nadie
– Al ser trasvasados a otras dimensión, nuestra aura, nuestro espectro energético, contará su historia completa, su verdad desnuda, a las claras, sin trampas, sin necesidad de interpretar ningún contenido, ninguna imagen, ninguna palabra, porque eso que ocurre se lleva a cabo sin imágenes y sin contenido mental
– Es decir que eso que somos no se podrá no ver..
– Exacto. Ya en la vida somos invitados a esa transparencia. Ese es el reto de vivir.
– Tengo apuntada una cosa que dice Eckhart Tolle en uno de sus libros. “La proximidad de la muerte se puede convertir en una apertura al reino del espíritu. He conocido a personas que eran encarnaciones vivas de ese proceso. Se habían vuelto radiantes, transparentes a la luz de la conciencia”.
– En la vida dijimos sí muchas veces al odio, al rencor, al deseo de notoriedad, egoísmo, a la envidia, a la rabia, a la pena, al desaliento, al desamor.. Es la muerte la que dice no, dice basta a todo eso. Solamente al amor la muerte dice sí. La muerte es el silencio. En el silencio todo se comprende.