El que da, no debe volver a acordarse;
pero el que recibe nunca debe olvidar
Blog
domingo, 31 de enero de 2016

Enseñanzas
de piscina

La Escribana del Reino
M. E. Valbuena


Los fines de semana suelo ir a nadar. Como ya es un hábito, porque llevo haciéndolo durante muchos años, me ha dado tiempo a aprender algunas cosas gracias a la observación.
Y me he dado cuenta de que en aquel recinto se repiten los comportamientos habituales y cotidianos de la vida.
Por ejemplo, está el que llega, ocupa una calle y se pone a nadar a su ritmo adaptándose a las circunstancias, nadando a rueda o solo, pero sin molestar.
Está quien ocupa la calle nadando como una batidora o a mariposa y literalmente te echa porque no deja sitio para nadie más. El a lo suyo, y los demás que se busquen la vida.
Hay también el típico nadador de espaldas a braza, del que no puedes evitar más de un manotazo, por supuesto sin intención y, a veces, acompañado de un “perdón”, pero que no cambia de estilo porque es lo que le gusta.
Y aquel otro que, aunque haya otros dos nadadores en la calle, se mete igual alegando que “es la que usa normalmente” (como si hubiera alguna diferencia de una calle a otra).
Otros llegan, miran y si la piscina está muy ocupada se van sin más.
En medio de todo eso yo busco mi sitio. Evito nadar en rueda porque no me gusta sentirme presionada ni fijar un ritmo que no sea el mío.  No cuento los largos, porque hacerlo me provocaba ansiedad. Y el reloj es solo una referencia, ya que he descubierto que el tiempo lo fija mi propio cuerpo: cuando me noto cansada, dejo de nadar.
Así sigo, nadando, observando y aprendiendo. Y a una conclusión he llegado: cada uno nada como es.
sábado, 30 de enero de 2016

Despertad



Eso, eso que acostumbramos a hacer, pues resulta que no es lo más sano.
Somos expertos en amargarnos la vida, en bloquearnos, en maldecir nuestra mala suerte, en criticar, en condenar, en arrojar sapos por las manos y la boca...
¡Y todo esto dispuesto para nuestra crecimiento!.

Despertad, despertad, dice el sabio
viernes, 29 de enero de 2016

Alegría



Hoy nuestro BLOG se hace eco de la propuesta de Mario Benedeti.
Hoy queremos defender la indefensa alegría.
La débil alegría. 
Frente a tantos agoreros y los nubarrones.
Defenderla más allá de las emociones y los sentimientos.
Más allá de las tristezas y las penas.. 
PORQUE MAS ALLA DE TODO LO PASAJERO, 
TRANSITORIO,
LIMITANTE Y PARADOGICO, 
está el mar de la alegría
jueves, 28 de enero de 2016

Las palabras gastadas

Enrique Martínez Lozano

Con frecuencia notamos que, a la hora de expresar nuestras vivencias, las palabras se nos quedan muy pobres. O resultan ambiguas. Que sea así parece inevitable: tanto la palabra como el concepto son incapaces de dar razón de toda la riqueza y amplitud de lo real.
El motivo es muy simple: al pensar y al nombrar algo, inevitablemente lo objetivamos; dado que la mente y la palabra funcionan a partir de un modelo dual, todo aquello a lo que nos referimos queda irremediablemente convertido en “objeto” separado. Con el añadido de que ese objeto, así delimitado, es visto y nombrado desde una perspectiva concreta, quedando otras relegadas. La conclusión es patente: El acercamiento mental a lo real es siempre objetivante, separador y parcial (relativo).
Si bien todas las palabras participan de ese carácter pobre y ambiguo, algunas de ellas parecen haber sido especialmente “maltratadas” por un uso tan excesivo como inadecuado. Cuando eso ocurre, terminan vacías de significado –por ejemplo, ¿qué decimos cuando decimos “amor”?- o provocan automáticamente malestar o rechazo.
Ahí entra la palabra “espiritualidad”. Y eso mismo parece haber sucedido con la palabra “Dios”, tal como reconocía Martin Buber: “«Dios»… Ninguna palabra ha sido tan manchada ni machacada… Generaciones de hombres han rasgado la palabra con sus partidismos religiosos; han matado o muerto por ella; lleva las huellas digitales y la sangre de todos ellos”.
En no pocos ambientes, la palabra “Dios” provoca incomodidad, malestar o rechazo. Porque en muchos oídos suena a engaño, manipulación, mentira u opresión: lo que, debido a ella, han padecido muchas personas.
Frente a esos equívocos, es bueno empezar reconociendo algo elemental: la palabra “Dios” no es Dios. No se está necesariamente más cerca de “Dios” por utilizar ese término. Y quizás necesitemos dejar de usarlo para poder rescatar su contenido.
Ante el Misterio, parece que la actitud adecuada pasa por recuperar el Silencio, el Asombro, la Admiración, la Adoración, la Gratitud, el Sobrecogimiento, la Unidad de todo, el Amor…, para dejarnos contagiar por él, percibir que nos constituye –el Misterio es la Mismidad de todo lo que es– y dejarnos vivir la Amplitud en la que nos reconocemos.
miércoles, 27 de enero de 2016

Nuestro poeta
Jose Miguel, publica su segundo libro


Es una alegría para este BLOG compartir con todos nuestros internautas que nuestro poeta, José Miguel Vicente Fraile, acaba de publicar su segundo libro de poemas "SI DESEAS ABRAZARME", lleno de emoción, de sentimientos, de sensibilidad, como es él.
El mismo nos recuerda: "Para atravesar los espacios y recorrer las distancias que separan los eventos que ocurren en la vida no necesitamos zapatos. Escribí "Si deseas abrazarme" porque quiero leerme, cuestionarme, aprenderme..."
Le hemos pedido que comparta con to dos nosotros cuál ha sido su objetivo al desnudar su alma de una forma tan clara:
"En estos poemas he tenido el valor de abrirme al mundo para contar aquellas cosas que están guardadas en el fondo de mi, en ellos fabrico escenarios infinitamente reales o de una insensatez totalmente descabellada. Soy un coleccionista de recuerdos, de historias que no existen pero merece la pena inventar".
Gracias José Miguel y buena sementera para esta siembra del corazón.
martes, 26 de enero de 2016

Nos amo

Marcos


TESTIMONIO DEL GRUPO ENCAUZANDO LAS EMOCIONES 

- Hola, por mi perfecto a las 19:30... ese rato compartirlo in person se convierte en lo mejor del día. Un abrazo bell@s.
- ¿Se puede llamar al timbre hoy?
- No razona... le daré la tarjeta del teléfono.
- María Luisa... somos UNO. Que te sientas calmada, tranquila, emponderada, alegre,  agradecida,  amparada... feliz.
- ¿Qué tal vosotros hoy? Sois realmente importantes para mi.
- Tenemos que ser fuertes y no dejarnos pisar que valemos mucho.
- Joooo!!! Camino, da mucho placer oírte.
- Hoy me siento diferente, la reunión de ayer ha movido algo en mi interior. Miro con ojos de misericordia. Me siento iluminada.
- Ánimo Elena. Es un placer estar cerca de un despertar.
- Dios aprieta pero no ahoga. Tengo que pasar por esto.
- Eres muy valiente. Mucho, de verdad.
- Permitete llorar si lo necesitas.Cuentas con todo mi apoyo.
- Ho'poropono: técnica hawaiana para la resolución de conflictos y liberación de emociones.
- Estoy abajo, Marga.
- Estamos arriba.
- Estamos abajo.
- Sigo abajo.
- Y nosotros arriba.
- Quiero que haya transparencia.
- Hay que dejarse caer.
- La cabeza nos tiene que servir para gestionar. Cuando nos salta la mente... nos salta el ego.
- Ánimo con el último día de la culpa.
- Eres genial Elena. Que lo sepas.
- Esto parece pura rabia.
- He decidido dar la vuelta a mis pensamientos negativos. Cuando sea un no puedo, será un lo intentaré. Cuando sea un tengo miedo, será vívelo. Cuando sea vas a hacer daño, será ama.
- Marga... ¿nos puedes abrir?
- Píntalo con un boli de color.
- Hoy te mando mi luz a ti para que no te apagues porfa.
- Un abrazo de corazón a corazón. 
- Respira tu calma.
- Ahí te mando luz.
- Toda mi fuerza .
- Cojonudos tus belenes .
- Un besazo de las Supremas. 
- Limpiar miedos .
- SER LIBRE.
- Cuerpos perfectos con mentes privilegiadas y espíritus divinos.

Esto sólo es un reflejo de la realidad. Un reflejo de que día tras día fuimos creando un NOS AMO muy limpio.
Por mi parte sólo queda decir al grupo que...

¿Quién soy? 
Soy el apoyo incondicional de Marga, gracias.
Soy las ganas de seguir de Camino, gracias.
Soy la entrega directa de María Luisa, gracias. 
Soy la sencillez de José Ramón, gracias.
Soy la mirada al alma de Elena, gracias.
Soy la luz de Begoña, gracias .
Gracias porque cuando me he mirado de espaldas he visto odio. 
Cuando me he mirado de frente he visto amor.
Cuando he agachado la cabeza era vergüenza.
Cuando al levantarla me di cuenta de mi propia grandeza.
Cuando no quise ver, me fui.
Cuando quise ser, me quedé. 
¿Qué importa de dónde vengamos o dónde vayamos? 

Gracias encauzando.
lunes, 25 de enero de 2016

CAMINO DE SANTIAGO:
Desde Lorca
a Torres del Río (Navarra)
y visita al castillo de Javier

Retomamos nuestras etapas del camino de Santiago por tierras de Navarra. Volvemos al silencio y a la sabiduría del camino, al empeño de tantos hombres y mujeres de encontrarse con lo mejor de sí mismos y con el misterio escondido detrás de cada paso, invitándonos a una visión más amplia y más hermosa.
En esta jornada tendremos como novedad la visita al castillo de Javier, lugar emblemático en las tierras navarras, donde pernoctaremos y visitaremos el lugar donde nació y vivió S. Francisco Javier.
“Al límite de la provincia de Zaragoza, en la parte más elevada del pequeño pueblo de Javier, se alza la silueta rotunda del Castillo de Javier, casa natal del patrón de Navarra: S. Francisco Javier. Los orígenes del castillo se remontan a finales del siglo X , en el que se levantó una torre de señales, la torre del Homenaje”.
Quiere ser ésta una oportunidad de vivir una experiencia de encuentro, de familia, de interioridad y de contacto con la naturaleza.
Nuestra siguiente etapa será de dos días, el 9 y 10 de abril. Desde Lorca a Torres del Río. En total unos 35 Kilómetros distribuidos en dos etapas.
Días: 9 Y 10 de Abril.
Kilómetros: 35 Kilómetros, en 2 etapas.
Precio: Cada persona al apuntarse abonará la cantidad de 85 euros para su billete de ida y vuelta en autocar. Este dinero no se devolverá en caso de no asistencia. El coste definitivo vendrá determinado por el número de participantes.
En el coste de 85 euros se incluye el viaje en autocar, el alojamiento en Javier en habitación doble, cena del sábado, y desayuno y comida del domingo a base de bocadillos con sello de calidad. Las personas que deseen habitación individual abonarán 12 euros a mayores.
Material necesario: Mochila, calzado apropiado y de repuesto (con calcetines de algodón dos pares), chubasquero y ropa de recambio.
Comida: Para la comida y tentempié del sábado lo que cada uno quiera llevar y cargar, así como la bebida.
Transporte: En autocar. Salida desde el aparcamiento de la Junta de Castilla y León
Concentración: En el aparcamiento de la Junta de Castilla y León a las 6,15 de la mañana. Se ruega puntualidad. El regreso previsible será sobre las 23,00 horas del domingo.
Apuntarse: Hasta el día 11 de marzo en la sede del Teléfono de la Esperanza. No esperes al último día. Hazlo cuanto antes.
Para llevar a cabo la actividad será imprescindible que se apunten un mínimo de 25 personas. Número máximo de plazas: 55.
Queremos que el camino sea algo más que caminar, para lo cual se ofrecerán algunas posibilidades de abrir la mente y el corazón.
Responsabilidad de la actividad: Cada participante asume su propia responsabilidad en la marcha hasta Santiago. El T.E. no se hace cargo de posibles daños o accidentes.
Animamos a todos los orientadores/as, amigos/as, conocidos/as, participantes de los distintos grupos de desarrollo personal y demás familia, a que se unan a esta actividad lúdica. Tendremos tiempo para charlar, callar, disfrutar, reírnos, cansarnos, descansar, escuchar y escucharnos.

Poema de Blas de Otero
Podrá faltarme el aire,
el agua,
el pan,
sé que me faltarán.
El aire, que no es de nadie.
El agua, que es del sediento.
El pan… Sé que me faltarán.
La fe, jamás.
Cuanto menos aire, más.
Cuanto más sediento, más.
Ni más ni menos. Más.

domingo, 24 de enero de 2016

Para no olvidar

La Escribana del Reino
M. E. Valbuena


Recientemente he recibido un regalo. Como era totalmente inesperado la sorpresa ha sido doble. Y no solo por el regalo en sí sino por la forma de prepararlo.
Seguro que transmitía ilusión y alegría cuando, de regreso a casa, una amiga me paró y me preguntó por qué iba tan contenta. Yo, perdida en mis pensamientos de cómo, cuando esperas un agradecimiento, a veces lo echas en falta y en otras ocasiones la vida te sorprende tan gratamente, no supe qué contestar, pero le dije que sí, que estaba contenta y que me sentía feliz.
No sé qué cara tendría (normalmente no me la veo) pero sí recuerdo la de un amigo que, no hace mucho tiempo, me explicaba que cuando quiere a alguien disfruta demostrándoselo. Y me contaba algunos de los detalles que tenía con su novia: cartas inesperadas, poemas, regalos simbólicos llenos de doble sentido y de complicidad, encargos minuciosos e insólitos…
Mientras él me contaba todo esto yo observaba su rostro, el brillo de sus ojos, su sonrisa. Y veía felicidad, ilusión, ganas de vivir, alegría, energía… Una cara para no olvidar.
Creo que todos deberíamos tener la suerte de tener alguna vez una cara así, llena de expresiva gratitud, llena de alegría.
Mirándole, volví a constatar, una vez más, que una cara con tal luminosidad normalmente la provoca el dar, no tanto el recibir. Porque al que recibe, la cara se le puede iluminar en ese momento. Pero al que da, la cara se le ilumina antes, durante y después de dar su regalo. Y quienes la vemos no podremos olvidarla.
viernes, 22 de enero de 2016

Apuntes para una psicología de la esperanza

El rincón del psiquiatra
Alejandro Rocamora Bonilla
Psiquiatra
El “hombre doliente” de Viktor Frankl se complementa con el “hombre esperante” de Laín Entralgo. El abanico del significado de “esperanza” es extenso. Abarca desde lograr  la comida para hoy, hasta tener esperanza en la vida eterna. El ser humano, pues, se desarrolla entre las “esperas inmediatas” hasta la “esperanza última del sentido de la existencia”, pasando por los pequeños logros, que todos vamos conquistando. La esperanza es la pregunta que la persona se hace sobre su situación concreta y sobre su situación última, y se la hace desde la posibilidad (“espera”)  de encontrar una respuesta, no desde la angustia que bloquea toda acción sino desde la serenidad y confianza. La respuesta a esa pregunta es el sentido.
Laín Entralgo (1962) distingue entre aguardar, esperar y esperanza. Lo primero se refiere a un hecho concreto (“estoy esperando el tren”) y sobre lo segundo se pregunta el autor cómo espera el mineral, el vegetal, el animal y el ser humano, y responde: el mineral tiene un “futuro indeterminado”. No se cuál será, por ejemplo, el final de este trozo de piedra que tengo entre mis manos; el vegetal y el animal tienen un “futuro determinado”: su ciclo vital: nacimiento, crecimiento, reproducción, declinación y muerte. Insiste en que el animal es capaz de “esperar” (en respuesta a un estímulo conocido) pero no de tener esperanza. Por ejemplo, mi perro Coco espera  que vengan mis hijos pero es como respuesta al timbre de la puerta. Coco puede esperar, pero no puede tener esperanza. La esperanza es patrimonio de los seres humanos.
La esperanza podemos afirmar que es un “hábito constitutivo” y uno de los modos de ser “más radicales y permanentes” del ser humano. Esto no impide que existan oscilaciones incluso en el propio individuo respecto a su espera. Todos al menos esperamos seguir viviendo. Esta espera constitutiva se convierte en desesperación cuando “el futuro inmediato se muestra amenazador y su amenaza parezca exceder los recursos del esperante”; y será esperanza genuina cuando está revestida de confianza y tiene un proyecto para seguir viviendo.
La esperanza no es que sea una estado (“tengo mucha esperanza”) sino que es una forma de ser (la persona es esperanza). Así, pues, el hombre no puede no esperar, pues esto forma parte de su constitución, pero si podemos desarrollarla o perderla. Nunca será una pérdida total y absoluta, como nunca conseguiremos un nivel de esperanza máximo. Lo cierto es que el ser humano espera con esperanza o desesperanza. Pero esto es otra historia que contaremos otro día.
jueves, 21 de enero de 2016

Un día vino un
pobre a mi puerta...

Conversaciones con mi mente
M.ª José Calvo Brasa


Suscitó muchas dudas un artículo que escribí con un título parecido, permitidme entonces que lo aclare hoy abandonando un momento el lenguaje simbólico.
Lo escribí tras el encuentro con una persona que se acercó a mi ofreciéndome amistad, amor, cercanía y cariño en grandes dosis y tras este primer enunciado, pasó a especificar lo que entendía por tales dones. Ahí aparecieron tantas cosas que ya he vivido en momentos pasados y que muchas personas también han sufrido en sus carnes: todo estaba condicionado a obtener un claro beneficio personal; su amistad cuando le apeteciera o le viniera bien, su tiempo cuando le diera la gana y su supuesto cariño si obtenía a cambio llenar a mi costa el enorme vacío que portaba consigo. Claro está que esta persona, como todos los vampiros emocionales o parásitos emocionales, estaba convencida de la “grandeza” de sus “sentimientos”. Tras soportar a varios de su “especie” he comprendido que realmente creen ser “millonarios” en sentimientos cuando en realidad son “pobres” y para colmo “miserables” porque ni siquiera saben que lo son. Envuelven su cercanía en bellos oropeles, obtienen cuanto desean (tu tiempo, tu amistad, tu amor, tu lo que sea) y cuando los necesitas o se cansan, desaparecen porque no tienen nada que dar.
En el pasado yo no vi muchos “pobres” y me dejé embaucar, pero ahora sí los veo y no los quiero para nada cerca. Solo quitan y no aportan, dejando tras de si una estela de confusión y dolor.
miércoles, 20 de enero de 2016

Propósitos
de año nuevo

Pax Vostrum
Beatriz

Voy a comenzar este post haciéndote una pregunta ¿Cómo van tus propósitos de Año Nuevo? El 1 de enero, el comienzo del año, suele ser una fecha de ilusiones, propósitos, ganas de cambiar, de poner en marcha “lo que está en nuestra cabeza” y que nunca hacemos, de soltar aquello que ya no queremos en nuestra vida, de dejar lo que no nos gusta, de soltar lo que nos gusta pero no nos hace bien, de planear ir al gimnasio, dejar de fumar, cambiar de trabajo y cosas similares.
¿Qué hay de la motivación y energía con la que comenzaste esos propósitos? ¿Sigue en ti? ¿Estás a tope? ¿Te vas deshinchando?  ¿O incluso ya has tirado la toalla? 
Cuando funcionamos por motivación, ésta, es muy volátil, cambia en función de mis estados emocionales, de mis deseos, de lo que quiero en un momento puntal, cambia en función de los resultados que obtengo de fuera, en función de las circunstancias…  Si hoy estoy bien, me levanto bien, estoy motivado y a por todas!! Sí, sí y sí.
Si hoy me levanto mal, si los resultados no son lo que quiero rápido, ya y aquí y ahora, si veo que no avanzo, dejo de estar motivado y me digo: “ya si eso mañana sigo. Mañana sí, sí, pero solo por hoy, lo dejo, por una día…, no pasa nada…”.
¿Y mañana? ¿Qué pasará? ¿Qué haré? ¿Estaré lo suficientemente motivado para actuar?  ¿Confabularán los astros para que todo fluya bien? ¿Cuáles serán las circunstancias que me rodeen? ¿Soplará el viento a mi favor?
La clave para lograr cambios profundos, para conseguir y mantener propósitos no está en la motivación, está en el COMPROMISO. El compromiso, esa decisión íntima y personal de comprometerme con lo que quiero y poner toda mi energía en la tarea.
¿No te ha pasado alguna vez que un día de pronto “decides algo”, consciente e inconscientemente y nunca más vuelves a lo de atrás, a lo anterior, a lo que hacías antes? Eso es porque realmente te has comprometido y porque has decidido desde lo más profundo de ti que así sea, es porque realmente lo quieres y porque no sólo es una decisión “mental”, un “debería”, un “tengo que”, un “me han dicho que es bueno”, un me “vendría bien”. El compromiso viene de algo más profundo, de una conexión real contigo mismo y un deseo de cuidarte, crecer y avanzar.
Haz que hoy sea “1 de enero”, mantente en silencio, obsérvate, escúchate, ten un contacto real con lo que eres, y desde ahí, proponte, proponte y comprométete con lo que tu ser realmente anhele… Una decisión tomada desde ahí, no tiene vuelta atrás J.
¡A por todas GUERRERO! La PASIÓN siempre gana la partida a las excusas.  
martes, 19 de enero de 2016

Ayuda

Caligrafía de emociones
Jose

Ayúdame, enséñame.
Para crear belleza con palabras simples
para hacer un dibujo en blanco y negro.

Con nada más que los pensamientos
esos que me persiguen
que se burlan de mí
y me atan a un pasado roto.

¿Es pedir demasiado
para un extraño
que me sostenga
con la comprensión de sus ojos?
lunes, 18 de enero de 2016

Con la mano
en el corazón




TESTIMONIO TALLER DE MEDITACIÓN 
Colocar las manos, una sobre otra, a la altura del latido del corazón y percibirlo, sentir el calor sobre la piel del pecho,... igual que cuando uno se funde en un abrazo con la persona a quien se ama, disfrutar de esa caricia, sentir que se está en casa, acompañar el vaivén de la respiración, igual que las olas del mar sobre la playa.
Ser amable conmigo misma y sentir la vida realmente, cada instante de ella, esto es lo que he aprendido en el taller de meditación. Acercarme a mi propio autoconocimiento, no desde el punto de vista de la mente, que analiza, estudia, juzga y sentencia, sino desde el sentimiento profundo de encuentro conmigo.
A solas conmigo y, a la vez, unida en el corazón a los demás, al resto de compañeros, a nuestros “invitados”  que queríamos hacer presentes cada semana… El taller de meditación que he compartido durante los últimos tres meses con Valentín, nuestro guía, y con el resto de participantes ha sido el inicio, bien acompañada, de un camino que deseo seguir haciendo bajo el paraguas de una “determinada determinación” y la práctica de la amabilidad, vuelvo a repetir, conmigo misma y, por supuesto, con los demás. Creo que es una lección de vida, la que he aprendido.
Gracias al Teléfono de la Esperanza
domingo, 17 de enero de 2016

La cuesta de enero

La Escribana del Reino
M. E. Valbuena

Siempre he oído esta afirmación, pero tardé en entenderla.

Mi madre me decía que la cuesta era por la economía, porque se gastaba tanto en comida y regalos para las fiestas de Navidad y de Reyes, que costaba tirar del mes de enero. Era un mes que se deseaba que terminara pronto para cobrar el sueldo cuanto antes.

Mi abuela me explicó que la cuesta era la remontada. Después del trabajo y de los extras que suponían tanta fiesta junta, enero era el mes para recuperarnos y coger fuerzas para el resto del año.

A mí, que nací en enero, ninguna de estas teorías me gustaba, porque daban la impresión de que es un mes sin pena ni gloria, de pura transición.

Un día, observando el calendario románico agrícola - el dibujado en  la cripta de San Isidoro de León- me fijé en que enero se representa como el paso de lo viejo a lo nuevo, se cierra una puerta y se abre otra, se cambia hasta el aspecto físico (al señor le crece la barba), se mira hacia atrás pero también hacia adelante. Y entonces entendí lo de la cuesta de enero.

Enero es empezar de nuevo, cerrando lo que haya que cerrar y abriéndonos a la novedad, a acoger lo que venga. Y nos cuestan los cambios. Nos cuesta soltar agarraderas y seguridades, aunque sepamos que son falsas. Nos cuesta encarar el futuro por temor a perder el pasado. Nos cuesta dejarnos fluir.

Por capricho del calendario enero es la invitación a vivir según como creamos, a retomar, a empezar, a creernos de una vez que la sabiduría está en la vida, en su fluir, no en el control que hagamos sobre ella.

sábado, 16 de enero de 2016

Consciencia



Un solo punto cierra el círculo
En un solo día nace un árbol
Las cosas suceden en su momento
¿Por qué afanarnos en adelantar los procesos?

Todo llega cuando llega.
viernes, 15 de enero de 2016

27 horas

El rincón del optimista
Juan
¡Qué horror, he perdido mi teléfono móvil!
Hace poco tiempo perdí mi teléfono portátil, mi celular, mi preciado móvil. Cuando mi familia y amigos supieron de la pérdida se apresuraron en mostrarme sus sentimientos de pésame, como si lo que me hubiera ocurrido fuera una de las mayores desgracias que el ser humano puede padecer. Es cierto que cuando se te olvida el móvil en casa o cuando se queda sin batería tienes un sentimiento de inseguridad grande (esto al menos lo siento yo, sé que no todo el mundo), a pesar de que hace cuatro días que andamos a cuestas con estos artefactos, pero ya nos hemos convertido en ‘telefonodependientes’, la enfermedad del siglo XXI. ¡Pero si antes de que hubiera móviles vivíamos perfectamente, fijábamos citas con las personas, localizábamos a quienes queríamos localizar en un momento dado…! Pero, ay amigo, cuando te toca en primera persona…
Primero sufres al pensar que puedes perder toda la lista de contactos, teléfonos de amigos, familia, trabajo… Luego pasas por la tentación de aprovechar para desconectar y regresar a los tiempos aquellos en los que sobrevivíamos sin el diabólico aparatillo. Hasta intentas refugiarte en el ordenador y el correo electrónico para paliar esa sensación de aislamiento social. Pero la presión crece y crece en tu entorno poco a poco y, claro, acabé por sucumbir. Fueron ‘sólo’ 27 horas las que estuve incomunicado. ¡Vaya tranquilidad! Tenía tiempo para todo: desde contar nubes (no fotografiarlas) hasta leer poesía. Cuando fui a la tienda, el hábil dependiente tardó 15 minutos en hacerme una copia de la tarjeta, recuperando mi número de siempre, y gracias a que tenía los contactos sincronizados con el correo electrónico, allí aparecieron la mayoría de los teléfonos y emails que conservaba como preciado tesoro en el viejo móvil. No sé cuál es el motivo por el que algunos de ellos desaparecieron, sin posibilidad de recuperación. Y con otra desventaja, y es que al comprar un teléfono nuevo, éste es más grande y moderno, con lo que la tentación a indagar y a consultarlo es aún mayor, es decir, creo que tengo mayor dependencia que la que tenía antes de perder el viejo.
Moraleja: si quieres quitarte la adicción al móvil, no esperes a que se te pierda o que te lo roben; apágalo y pide a alguien que te lo guarde bien guardado o, directamente, pide ayuda psicológica. No te engañes, estamos atrapados y dominados por las máquinas y poco podemos hacer ya para evitarlo. Bueno, sí, empezar a reconocerlo.
Asín sea.
jueves, 14 de enero de 2016

Año nuevo.
Vida nueva

El rincón del psiquiatra
Alejandro Rocamora Bonilla
Psiquiatra


Ante un nuevo año siempre se repite la misma historia: un montón de propósitos a realizar. Es como si nuestra “esperanza” se despertara y se concretara en diversos proyectos: dejar de fumar, aprender inglés, hacer dieta para adelgazar, y un largo etcétera.
En estos días, primeros de 2016, he releído un intenso libro de Laín Entralgo, La espera y la esperanza. En ese texto el autor describe de forma magistral la estructura de la esperanza, que él define como un “hábito constitutivo” del ser humano. Es decir, la persona no puede no esperar. Al menos siempre esperamos ser uno mismo, seguir existiendo o ser algo más. De lo contrario se produciría la desesperación y la desesperanza y consiguientemente la muerte.
El inicio de un nuevo año, es como un rito de paso, y es una buena excusa para convertir nuestras esperanzas en proyectos, que siempre podemos iniciar pero que en estas fechas cobran más sentido si cabe.
Hoy también sentimos que la esperanza cobra un valor intenso como en los momentos de gran sufrimiento: diagnóstico de cáncer, muerte de un familiar, etc. Aquí la esperanza se convierte en sentido. El sentido de la vida, pues, es la concretización del “hábito de esperanza”. En esas situaciones límites solo podemos cambiar de actitud, resignificando el momento y así encontrar sentido al sinsentido de la enfermedad o la muerte.
Como sabemos el ancla simboliza a la esperanza como la paloma simboliza la paz. Por esto, en la tormenta de nuestras vidas (muertes, sufrimiento, enfermedad, pérdidas, etc.) debemos lanzar el ancla (la esperanza) y mantenernos firmes en la adversidad. La esperanza, en esas circunstancias, es el punto de apoyo de nuestra existencia. Esta es una de las razones por la que se dice que “la esperanza es lo último que se pierde” y añado yo, pero es lo primero que tiene el ser humano.
Es verdad, que “año nuevo, vida nueva” pero lo deseable es no limitar a estas fechas nuestro posible cambio sino que estemos en un continuo proceso de reactualización de nuestra esperanza. Sabiendo como sabemos, “que el cambio es lo más constante de nuestras vidas”, pues la vida es cambio y esperanza.
miércoles, 13 de enero de 2016

Ciudad de ensueño





Un amigo visitó hace unos días Salamanca y nos ha remitido estas fotografías. Son, sin duda, de alguien que está enamorado de esa ciudad. ¿Es la ciudad, son las circunstancias, son las personas o eres tu lo que hace que un lugar sea maravilloso?
martes, 12 de enero de 2016

“Somos personitas, cada una con su penita”.

Enrique Martínez Lozano

Siento no acordarme del nombre de la chica a quien escuché esta frase, en una entrevista reciente. Solo recuerdo que tiene una voz extraordinaria y, acompañada a la guitarra por un muchacho, canta desde una profunda y exquisita sensibilidad.
Mientras la entrevistaban, estaba yo atendiendo otras cosas. Pero esas palabras suyas me detuvieron y atraparon. Me sonaron, en su sencillez no exenta de humor, a “palabra inspirada” –inspirada es aquella palabra que nos silencia por dentro y produce un movimiento de desegocentración– y se me quedaron grabadas. Lo que me detuvo fue su “carga” de humildad y de invitación a la compasión.
Y nos encontramos, una vez más, con la paradoja, que me parece bueno no olvidar: es verdad que somos Plenitud…, pero no lo es menos que tal Plenitud se expresa en estas formas concretas –frágiles y necesitadas de compasión– que palpamos a diario. Lo uno y otro, en un abrazo no-dual que, finalmente, nos unifica en el Ser.
Es lo que, una y otra vez, nos recuerda el sabio, también humilde y divertido, que es Fidel Delgado.
Somos –dice Fidel– “seres-humanos”: en cuanto “humano”, soy una forma transitoria, sumamente vulnerable y amenazado de muerte, y por eso lleno de inseguridad y de miedos; sin embargo, en cuanto “ser”, soy una realidad ilimitada y siempre segura.
Esta es nuestra paradoja, que no conviene olvidar, si no queremos perdernos en la confusión: somos “ambas identidades”. Y tal paradoja encuentra una admirable convergencia con lo que ha visto la física cuántica: el Todo se halla en cada parte.
La paradoja –omnipresente en toda la realidad– expresa una doble verdad, que es también en sí misma paradójica: que toda la realidad manifiesta es polar –no existe nada sin su polo opuesto– y que esa aparente contradicción solo queda resuelta en un lugar “superior”, que abraza ambos polos en una unidad mayor. A este abrazo o unidad englobante que no destruye las diferencias es a lo que llamamos “no-dualidad”.
Polaridad y no-dualidad, por tanto, no solo no se excluyen entre sí, sino que explican el carácter paradójico de lo real. Podemos ver lo real como una infinidad de “puntos” separados que, en un nivel más profundo, son una y la misma realidad que están expresando. Si absolutizáramos el valor de los “puntos” en sí mismos, estaríamos ignorando justamente aquello que los explica y les da consistencia. Solo cuando los vemos como expresiones del Todo único, alcanzamos la compresión adecuada, integrada y holística. Pero eso requiere que nos situemos en otro “lugar” desde el que es posible una perspectiva global, un “nuevo modo” de ver.
Al aplicar todo ello a nuestro caso, descubrimos que somos, a la vez, la “parte” –un “punto” particular de la única “red”: el yo individual– y somos, más profundamente, el “Todo” –la “red” completa: el Yo Soy universal–.
Si nos reducimos al yo, todo será confusión y sufrimiento. Solo cuando advertimos nuestra identidad ilimitada, somos capaces de comprender el “juego” de la Vida, que no consiste en otra cosa sino en el despliegue admirable del Ser en cada una de las infinitas formas que lo expresan, en una hermosa e inequívoca no-dualidad. El “Yo Soy” uno se disfraza y “juega” en cada yo individual.
Si nos percibimos únicamente como yoes individuales (o “puntos” aislados en todo el conjunto), serán inevitables la soledad, el miedo y la ansiedad, la comparación, la confrontación, el juicio, la descalificación del otro… Si, por el contrario, tenemos la lucidez suficiente para colocarnos en aquel “lugar” donde los “puntos” son trascendidos, la comprensión y la compasión serán inevitables: porque todo otro, en el nivel más profundo y en el sentido más verdadero, soy también yo mismo.
Con todo ello, me parece claro que vivir ajustadamente esa realidad paradójica que somos requiere consciencia –para no olvidar nunca lo que somos de fondo, aquella realidad ilimitada y siempre a salvo– y compasión –para amar la forma frágil y vulnerable, en que se está expresando de modo transitorio–.
En realidad, la consciencia (o sabiduría) y la compasión son las dos caras de la misma realidad y de la misma actitud. Así lo han expresado los sabios, con cuyas palabras os dejo:
“El amor dice: «Yo soy todo». La sabiduría dice: «Yo soy nada». Entre ambos fluye mi vida” (Nisargadatta).
“La compasión ve al Uno en los muchos, la sabiduría ve a los muchos en el Uno” (Frances Vaughan).
“La gran compasión que surge de la experiencia de unidad se experimentará como la fuerza motriz del universo” (Willigis Jäger).
Para concluir:
El camino es simple: anclarnos en nuestra verdadera identidad, aquello que permanece cuando todo lo demás cambia: ¿qué es lo único que no ha cambiado en mí, a lo largo de mi existencia temporal? Han cambiado mi cuerpo, mis pensamientos, mis sentimientos, mis reacciones… Solo una cosa permanece: la puraconsciencia de ser, que puede expresarse como “Yo Soy”. Ese es el Fondo último de cada ser y de todo lo Real.
Si lo único que permanece siempre es la consciencia, se comprende –y aquí se da otra elegante coherencia- que nuestra única certeza sea esta: la certeza de ser. Como escribe Juan Carlos Savater, no necesitamos ninguna experiencia de “iluminación”; basta anclarnos en esa certeza innata y atestiguar su verdadera naturaleza invulnerable y eterna. “Anterior a la idea de ser tal o cual persona, anterior a cualquier tipo de razonamiento o pensamiento, hay una innata «certeza de ser». Una desnuda o pura consciencia que es y sabe que es. Esta es siempre, no la mayor, sino verdaderamente nuestra única e incuestionable certeza” (J.C. SAVATER, La certeza de ser, La Trompa de Elefante, Madrid 2012, p.35).
Permanece todo el tiempo que puedas, a lo largo de todo el día, en la única certeza: la certeza de ser.
lunes, 11 de enero de 2016

Taller de meditación




Hemos recibido en la redacción de este BLOG estos testimonios sobre el taller de meditación recientemente realizado en el Teléfono de la Esperanza que compartimos con nuestros internautas:

Meditar me ayuda a armonizar mi interior.
Que fácil es ponerse ante el espejo, desnudarse y reconocerse. Que bello cuerpo, con sus defectos, perfectamente imperfecto.
¿Cuantas marcas reconozco? Casi por completo reconozco cada una de las heridas convertidas hoy en cicatrices. Cicatrices de adulto, cicatrices de cuando fui adolescente, cicatrices que aquel niño torpe dejó mientras pasaba los veranos vendado. 
Las asumo, todas esas cicatrices difícilmente las puedo ocultar y algunas llevan tanto tiempo ahí que a veces no hecho cuentas desde cuándo están.
En esa misma estancia bien iluminada cierro los ojos, el espejo ya no me muestra nada, mi envoltorio, está ahí, lo noto pero todo recipiente tiene dos caras, ¿qué se guardó dentro? Porque no quiero ver mis cicatrices interiores, el miedo me para. Calma, yo no soy mis cicatrices, como las de fuera solo son marcas de cada una de las batallas que libré.
Confieso que no estoy en armonía con esas cicatrices, no las he observado tanto como las marcas que quedaron en mi piel. Ahora sé cómo quiero mirarlas, cómo tengo que dejarlas ahí, son prestadas y la vida se las va a llevar también.
El depósito no soy yo, en mi esencia no hay cicatrices.
Sergio

Siempre queremos saber más, ir a más sitios, hacer más cosas, conocer a más personas, más países, más paisajes, vivir más experiencias, situaciones... más y más, siempre más. Llenar nuestra mochila d objetos, recuerdos, panoramas, conversaciones, novedades, personas... aafff, aaff...
Pero descubrir el placer de parar, de no hacer, de dejarse llevar, de oír sin escuchar, de mirar sin ver, solamente estar, solamente estando, es algo que nos cuesta, no estamos preparados, y a veces 
incluso es duro, porque en ese momento es cuando nos encontramos con nosotros mismos y puede ser difícil el encuentro, por la falta de costumbre y por la falta de ternura con nosotros mismos. Pero ahí nos lleva la meditación, ahí es donde yo quería llegar a través de ella, a través d este curso contigo. Y ese camino es el que ahora quisiera poder seguir recorriendo sola, porque el destino me parece fascinante... mi interior.
Gracias por ponerme en marcha y enseñarme el trayecto a seguir, ha sido un gran aprendizaje en mi vida. 
Maite
domingo, 10 de enero de 2016

En su momento

La Escribana del Reino
M. E. Valbuena


Cuando murió mi hermano –de esto hace ahora dos años– yo me encontraba en un momento personal muy bueno. Me sentía fuerte, con mucha energía y muchas ganas de vivir, con ilusión y con alegría. De hecho, aquella mañana, antes de enterarme de la noticia, estaba pensando lo feliz que era y agradecía a la vida tantas cosas como me había dado.
Ello hizo que el golpe, duro y seco como pocos, se amortiguara y se soportara mejor. Durante meses tiré de reservas. Las lágrimas, la soledad y la impotencia y la pena hicieron su trabajo y fueron comiéndolas día a día, pero había un buen colchón emocional. Y eso se notó.
Ahora, en el momento presente, donde el cansancio me puede cada día y me desgasto intentando entender lo que no entiendo. Ahora que no me salen escritos optimistas ni esperanzados, que me cuesta hilar las emociones, que agoto mi pila energética a media mañana, que me cuesta dormir…
Ahora, justo ahora, me publican un libro.
Los que escribimos sabemos lo que esto supone. Es difícil expresar la emoción que produce ver y tocar tus palabras encuadernadas, la alegría de tener otro libro publicado, el subidón de la conquista, las felicitaciones… Sólo puedo sentir y decir gracias a todos los que han colaborado a que esta alegría sea posible.
Hace dos años di gracias porque el fatal acontecimiento llegara en tan buen momento personal. Hoy las doy por este libro que, llegando ahora, me hace feliz.
La vida –sabia– da y quita en su debido momento.
sábado, 9 de enero de 2016

Solo observar



A una gran sabio le preguntaron cual era el camino de la sabiduría y el contestó:
Durante un año entero dedícate tan solo a observar. Observar sin juzgar. Observar sin interferir. Observar sin molestar. Observa todo y sobre todo observate a ti mismo. Después de un año vuelves.
Cuando volvió ya no era el mismo
viernes, 8 de enero de 2016

Los "buenos"
y los "malos"

Conversaciones con mi mente
M.ª José Calvo Brasa


Y llegaron “los buenos” y se sentaron a comer. Estaban enfadados; despotricaban contra “el malo”, que mató, que robó, que engañó… Bien digna es su indignación, sin duda, pero… ¿Dónde estaban “los buenos” cuando el muerto vivía, cuando el engañado y el robado aún conservaban lo suyo? Cuentan por ahí que estaban también sentados a la mesa despotricando contra otro “malo”, o contra sus allegados que cometen día a día mil felonías que no agradan a “los buenos”.
Cada día hay injusticias, malestares, personas inconscientes que estallan en una u otra dirección; pero en la base no vemos las semillas de rabia y odio que cada uno sembramos. Quizá el “malo” no sea tan malo ni el “bueno” tan bueno. Quizá todos y cada uno de nosotros tengamos la responsabilidad de cambiarnos en primer lugar, puliendo todas nuestras aristas, nuestras asperezas que, de una manera o de otra, lanzamos al aire en forma de posos de malestar que acaban germinando donde menos nos lo esperamos.
Cambiemos y ayudemos a cambiar desde la comprensión y el respeto. Quizá así llegue un día en el ningún “bueno” se siente a la mesa bramando contra ese “malo”, muy ajeno a él, por supuesto que cometió esta o aquella villanía. Creemos un interior de bienestar que emane ese mismo bienestar al mundo en forma de semillas de paz y sobre todo, dejemos de lanzar balones fuera para poder observar cada vez más adentro.
No hay “buenos” y no hay “malos”, sólo conscientes e inconscientes; responsables e irresponsables.
jueves, 7 de enero de 2016

Entrevista a
Ramiro Calle

Tomado de El Mundo

PRIMERA VISTA / Te mira con los ojos cerrados y un estruendo de silencios. Ommm. Hurga en él para que te halles, ese rascarle las tripas al alma única de todos. Con usted, el pionero del yoga en España, un instalador de universos / Aquel niño devastado de los 40 es hoy un mantra de paces por el que ha pasado medio millón de seres inquietos, un cazador de santos sentados y un escritor de viajes por fuera y viceversa / Y en eso, una bacteria contra la carcasa de su espíritu casi se lo carga / Vegetariano, ovolácteo, ágil, totalmente afable, es un hombre vertical al revés, el mejor lugar para entender el mundo / Jornada de reflexión. Ommm...
1.- ¿Podremos hablar en silencio?
Una entrevista en silencio... Sería lo más hermoso porque trascenderían nuestras vibraciones profundas. Habrá que estudiarlo.
2.- ¿Cómo es la muerte por dentro?
Yo he sido un funambulista entre la vida y la muerte. A cuatro horas de la muerte me vi flotando entre las nubes. Sentí que lo único importante es el cariño y que debemos humildarnos, porque somos muy frágiles.
3.- ¿Usted adónde va tan despacio y España tan deprisa?
Yo voy a la sensación de ser, lo único permanente en lo transitorio. España debe reencontrar sus raíces preibéricas: lucidez, ecuanimidad y compasión. Los políticos están cegados por la harina de la codicia y la voluntad del poder. A España le falta absoluta compasión y solidaridad.
4.- ¿Y a usted qué le parecen los Premios Yoga?
Hay mucho supermercado espiritual; es la época del postureo y envanecimiento: alardear, soy más flexible que tú... Una degradación. El yoga no es Fitness, ni gimnasia exótica, ni deporte. Es desarrollo individual y de la consciencia.
5.- ¿Usted por qué cobra el espíritu?
Yo no cobro el espíritu, porque es insobornable. Sólo una cuota a mis alumnos, la más baja de Europa y no he subido en 10 años. El que cobra es el instructor, que debe sobrevivir. (¿Pero un pobre puede permitirse el yoga?) Yoga es 39 euros por cuatro sesiones al mes. Ocho sesiones, 50 euros. Y el que no tiene dinero, no paga. Y recibe las enseñanzas.
6.- ¿Cómo incomoda al poder y defiende a sus víctimas la vida contemplativa?
El poder siempre es putrescible. El místico es el verdadero revolucionario: ¿de qué sirve una revolución si el revolucionario no revoluciona su mente? El místico es un desafío para lo instituido. Buda, Jesús...
7.- ¿Usted se enfada?
Yo ya no me enfado. Enfadarse es no comprender. (¿Y qué no ha aprendido?) A desmantelar totalmente mi ego. Debo ir humildándome y superar cualquier trazo de autoimportancia. Lo importante es desaprender, quitarnos oscurecimientos.
8.- Como yogui, ¿qué tiene usted de dibujo animado?
El gato. Quisiera reencarnarme en mi puro, inocente e ingenuo gato. Los gatos son enigmáticos, maestros de vida, afectuosos e independientes.
9.- Hola Ramiro. Soy la campaña electoral; estoy agotada. ¿Qué puedes hacer por mí?
Los que crearon la corrupción no pueden eliminarla. Si no cambian su mente, nunca tendremos políticos de fiar, sólo robustecen su ego rascacielos. La campaña electoral es increíble, no llega al alma. La campaña electoral ha sido parole, parole, parole. (¿Y el puñetazo a Rajoy?) Lamentable. La gente está envenenada. La corrupción es una atroz forma de violencia, arruina vidas. A un lama le preguntaron: '¿Y si al final hay que dar a alguien inevitablemente una bofetada?'. Dijo: 'Se le da, pero con ecuanimidad', ja, ja. No es lo de Galicia, que era puro odio.
10.- Visto lo visto, como maestro espiritual de Rato, ¿a quién hay que suspender, a él o a usted?
El yoga es ética, control mental y sabiduría. Él se ha dejado atrapar por el ego. ¿Qué peor castigo que uno mismo? Rato me ha escrito, quiere verme. Y lo veré.
11.- ¿Comer animales es de malas personas?
Comer animales es de una evolución de consciencia deficiente, que no implica criticar a los que comen animales. Lo éticamente reprobable es el cazador y el torero. Esperanza Aguirre demuestra su paupérrimo nivel de consciencia al decir que las corridas de toros son un bien cultural. Masacrar, divertirse a costa de un animal... ¿es un bien cultural? Aquí no te dejan entrar en un hotel con tu mascota. Eso dice muy poco de nuestro grado de civilización.
12.- Usted lleva toda la vida en la Búsqueda. ¿Y si no le gusta el Hallazgo?
Por ahora me está gustando. Yo era un niño atormentado, acomplejado, inseguro, un polimorfo perverso.Pero he ido encontrando un sentido: paz, amor, compasión, quietud. Cuando voy al centro de yoga empieza la fiesta para mí. Los millones de seres sintientes nunca hemos dejado de ser uno. Por eso al herirte me hiero. Si me hieres, te hieres.
(+ 1) Y ahora cierre los ojos, abra la boca y regale al lector una reflexión para esta víspera de urnas...
Piense por usted mismo, no por lo que le han adoctrinado. Piense desde el corazón y la mente.
miércoles, 6 de enero de 2016

Aprende

Pablo Neruda

Recuerda que cualquier momento
es bueno para comenzar
y que ninguno es tan terrible para claudicar.
No olvides
que la causa de Tu presente es Tu pasado
así como la causa de Tu futuro será
Tu presente.
Aprende de los audaces,
de los fuertes,
de quien no acepta situaciones,
de quien vivirá a pesar de todo,
piensa menos en tus problemas
y más en Tu trabajo
y tus problemas sin alimentarlos morirán.
Aprende a nacer desde el dolor
y a ser más grande
que el más grande de los obstáculos.


martes, 5 de enero de 2016

Soltar



¿Qué tengo que soltar para que mi vida sea más libre y auténtica?
¿Qué tengo que dejar para que este camino sea más liviano?
¿Y sobre todo qué quiero soltar y dejar?
Solo tí amigo internauta puedes contestar
lunes, 4 de enero de 2016

A fuego lento

Maite

Testimonio a cerca del Taller de MEDITACIÓN
“Escribe algo” me dice Valentín cuando nos despedimos después de haber caminado un rato juntos hablando de “lo divino y lo humano”. 
¿Por qué me apunté al curso de meditación, qué busco en él, qué ando buscando,…? 
Abro mi cuaderno de bitácora y leo “ 6 de octubre: espero del curso de meditación que me de las herramientas necesarias para introducirme en la meditación, para ahondar en ella, para conseguir, sobre todo, una paz que necesito. 
A esta silla sobre la que se asienta mi vida le falta una pata; tengo una relativa buena-mala salud, tengo para ir a comprar mis verduritas y mi fruta los sábados a la plaza y tengo mucho amor que recibo y doy, pero…, me reafirmo, necesito la paz. 
En estas 12 semanas de compartir, de sentir, de aprehender ideas, experiencias,… con el grupo de meditación ¿qué he metido en mi mochila?. “me quiero”, “me acojo”, “te acepto” ,”confía”,… Estas palabras están  grabadas ya en ese rincón del alma  que es solo mío.
En estos últimos quince días, intensos, con viajes y reencuentros felices pero también con la experiencia diaria de sentir el dolor de los que más queremos, su decadencia física, el sentimiento de que se nos están yendo poco a poco, que se están despidiendo “ a fuego lento” de nosotros”, busco un ratito para sentir la paz de “reencontrarme” y en ese reencuentro descubro que hay cosas que no las voy a poder cambiar, pero que tengo el poder (“yo puedo”, me repito) de mirarlas, de vivirlas como yo elija y quiera. Esto también estaba en mi mochila, lo he metido en algún momento en alguno de estos días compartiendo con Valentín, Nuria, Maite, Gemma,  Jose, Amalia, Belén Carolina…
A través de estos días con ellos, he descubierto que no estoy sola en la búsqueda de esa paz que necesito, que en el fondo todos necesitamos. 
Gracias a todos por las manos unidas, los abrazos, las lágrimas, las palabras, las sonrisas,… Gracias Valentín por tu entusiasmo al transmitirnos lo que tu has encontrado con la meditación, por tu ánimo para que nosotros sigamos tu camino. 
Yo intentaré seguir con determinada determinación,… 
Feliz Navidad y PAZ para cada uno de los corazones de este mundo. Un beso.
domingo, 3 de enero de 2016

Bálsamo
para las heridas

La Escribana del Reino
M. E. Valbuena


Me preguntaron qué me gustaría que me regalasen. Sin pensarlo mucho contesté que bálsamo para las heridas. Al principio se extrañaron de mi respuesta. Cuando lo expliqué entendieron que era lo mejor que podía pedir.
Las cosas materiales se compran. Y yo creo que cuantas más tengo, menos libre me siento. Luego no quiero tener más. Ni acumular. He descubierto que no se trata de aprehender sino de desprenderme.
Las heridas, sin embargo, van a seguir viniendo sean físicas o emocionales. Y es necesario un bálsamo para tratarlas adecuadamente. Un bálsamo multiforme que se aplique de forma individualizada a cada una ellas.
¿De qué forma?
En forma de paciencia para lo que me cuesta esperar; en forma de serenidad para lo que me cuesta aceptar; en forma de humildad para lo que me cuesta reconocer; en forma de escucha para lo que me cuesta oír; en forma de silencio para lo que me cuesta callar; en forma de lucha para lo que me cuesta hablar; en forma de compañía para lo que me cuesta la soledad; en forma de comprensión para lo que me cuesta entender; en forma de luz, para lo que me cuesta iluminar…
Eso es lo que quiero. Un bálsamo siempre a mano para suavizar lo que me hiere  y hacerlo más llevadero. Para que no se levanten ampollas, ni se enquiste el mal, ni queme la herida, ni pique su curación.
No puedo evitar la herida pero sí amortiguar sus efectos gracias a este bálsamo. Lo malo es que tiene que ser de fabricación casera.
sábado, 2 de enero de 2016

Volver a ser niños



Volver a ser niños no  es volver a gritar esto es mío.
Volver a ser niños no es hacerse cabezota o egoísta
o un dormilón y perezoso
Es estrenar la vida cada día, cada segundo.
Es percibir cada paso como una oportunidad
y creer que cualquier sueño es posible
porque uno es más que Peter Pan o Blanca Nieves.
viernes, 1 de enero de 2016

Hola 16

El rincón del optimista
Juan

Afronta 2016 con optimismo, empieza el año con buen pie, sin perder el buen humor.

El 16, 2016, ya está aquí. Acabamos de tomar hace un ratito las uvas de las 12 campanadas que corresponden a los últimos segundos del 2015, brindamos para desearnos lo mejor para el año que viene (y para pasar el trago de pieles y pepitas que no acaban de bajar por el ‘coleto’). Hemos pasado otro ‘trago’ como han sido unas elecciones generales, con actuaciones estelares y circo gratis. Y ale, aquí tienes por delante 366 días para afrontarlos de la mejor manera posible. Recuerda que estamos en año bisiesto, con lo que tenemos un día más de regalo añadido al febrerico ‘el corto’. Y ojo, que este año tampoco trae libro de instrucciones, con lo que no tenemos ni idea de lo que nos va a ocurrir. Pero lo afrontamos sin miedos, con optimismo, con buen humor, con proyectos no demasiado ambiciosos, sabiendo que la vida cuidará de todos nosotros como nos merecemos.

Casi sin querer asocio el 16 al periódico Diario 16 para el que trabajé durante seis años. Mi hijo mayor tiene 16 años y recuerdo perfectamente cuando yo mismo tenía esa edad, unos recuerdos intensos, muy buenos, perdurables. Me da que el año que entra nos será propicio. Tiene buena pinta. Siempre nos cabe la duda cuando comenzamos un año, al igual que cuando nos adentramos en algo nuevo, en un proyecto que desconocemos su desenlace, sobre lo que nos puede acontecer, sobre las piedras o sobresaltos que nos pueden asaltar en el camino o los regalos y encuentros que nos puede deparar la vida. Pero siempre partimos con una ventaja que no debemos olvidar: somos libres, al menos de pensamiento. Si nuestras circunstancias físicas, familiares o laborales no nos permiten ejercer esa libertad de actuación, lo que está claro es que nadie nos podrá arrebatar nuestra libertad de pensamiento para imaginar, soñar con lo que realmente nos gusta. Sin angustias, sin agobios, sin frustraciones. Con paz y mirada limpia. Sabes lo que te suelo decir y ahora repito: un pensamiento bueno y optimista, predispone a actuaciones nobles y por consiguiente a que el viento sople a nuestro favor. El camino no será recto, te lo avanzo. En el trazado habrá curvas, baches y hasta desvíos provisionales, pero al final tomarás la senda que te llevará a la cabaña del bosque donde alguien te espera para darte un abrazo sincero y para susurrarte al oído que te quiere, que te estima.

Te invito a que este año 2016 sigas luchando para vivir con dignidad, ilusión y optimismo. Yo espero poder acompañarte en la aventura desde esta vistosa atalaya que es el blog del Teléfono de la Esperanza.

Asín sea.