El que da, no debe volver a acordarse;
pero el que recibe nunca debe olvidar
Blog
martes, 31 de octubre de 2017

¿Qué
te inquieta hoy?

Pax Vostrum
Beatriz


¿Qué te inquieta hoy? ¿Qué hay dentro de ti que no te deja vivir en paz? ¿Hacia dónde te llevan tus pensamientos? ¿Cuáles son los pensamientos repetitivos que tienes hoy dentro de ti? ¿A qué le estás dando vueltas últimamente? ¿Cuán diferente es tu vida actual de la vida “ideal” a la que tu mente te lleva?
Me gustaría que reflexionaras unos instantes y contestaras a estas preguntas.
Como puedes ver, nuestra mente nos lleva continuamente a crear separación. Existe una separación entre nuestro momento y lo ideal para nosotros. Creemos que ahora, en este mismo instante, nos falta algo, no somos completos ni enteros, estamos siempre pensando en algo y con el foco “fuera”, en ese problema, en ese proyecto, en esa mejora, en ese “algo” que nos traerá la felicidad que ahora no tenemos.
Muchos de nosotros sabemos que la felicidad es un estado mental que está dentro, sí, claro que lo sabemos, y no solo a nivel mental, sino que lo experimentamos a menudo. Pero también a menudo nos dejamos arrastrar, entramos en piloto automático y se nos olvida.
– Quiero conseguir el equilibrio. Quiero estar en paz. Quiero ser feliz. La felicidad está dentro. Etc..
– ¡Olvídate de todas estas cosas! La mente monta todas estas complicaciones. Siempre quiere más y más. Nunca está satisfecha. Tantos pensamientos, deseos, proyecciones, la cosa no acaba nunca. ¡La panza de los deseos nunca se llena! En primer lugar, conoce tu verdadero Ser y el resto no te inquietará.
Mooji, de su libro “Antes de Yo Soy”.
Por eso, este post. Porque quiero recordarme y recordarte que la felicidad no está en ningún sitio. Que nada externo nos va a traer la paz que no tengamos en este momento.
Puedes estar pensando: “Beatriz…es que yo tengo un problema gordo de dinero, salud, amor…y es normal que me sienta así, estoy convencido de que cuando se solucione, mi vida mejorará”. Por supuesto que sí, tu vida mejorará en ese área y subirás “un escalón”…, pero enseguida aparecerá otra nueva cosa “a resolver”, otro nuevo escalón al que subir, otro nuevo reto que conseguir. Y esto es genial…por un lado porque la vida es movimiento y progreso, pero por otro lado,  nos trae mucha infelicidad porque nos impide ver nuestro ahora.
El futuro nubla nuestro presente. Se nos nubla la visión y no vemos lo que tenemos delante de nuestras narices. No vemos que estamos vivos, no vemos lo que somos, no vemos que tenemos mucho que agradecer hoy, no vemos que aquí y ahora todo está bien y que hay todo un universo confabulando para que la realidad sea así, no vemos que la vida está llena de milagros, de pistas, de señales que nos guían, no vemos la cantidad de momentos que tenemos a lo largo del día para poder sentirnos bien, para poder sentir plenitud, vida, alegría.
El futuro (o también el pasado), todos estos pensamientos acerca de…, es lo que nos nubla, nos hipnotiza y nos impide ver con claridad, nos impiden ver en el día de hoy.
– A veces, la mente sopla como un tornado. ¿Cómo puedo calmarla? Parece imposible. Ni siquiera la meditación ayuda.
– Aunque el viento se convierta en un tornado, ¿cómo podría afectar o alterar el espacio? ¡Contempla esto! Tú meditas y haces todo tipo de cosas para aquietar tu mente. Déjame preguntarte: ¿Es el espacio más como el espacio cuando no sopla el viento?
Saber esto es liberarse de los esfuerzos ilusorios por controlar el viento-mente. Sé espacio, y deja que la mente deambule donde quiera. Permanece como la conciencia siempre presente. Conocer y entender la mente es trascenderla. Mente es viento y ola, Ser es océano y espacio. Identifica el “yo” con el océano, como espacio, no como ola ni como viento, e instantáneamente estás fuera de la trampa del “yo”. Aún mejor, no te identifiques con nada y permanece como eres.
“Intentar detener la mente es como intentar detener el viento, vestido de cometa”. 
Mooji, “Antes de Yo soy”
Nunca estamos contentos 100%. Nunca estamos conformes. Siempre hay algo que nos falta para sentir plenitud. Parece que siempre estamos a un paso, a dos, a tres de nuestro “yo ideal” o de nuestra “vida ideal”.
Escribo este post para recordarme y para recordarte que todo esto del progreso continuo, de la mejora continua está muy bien, que es una necesidad humana, que es toda una filosofía de vida, una muy buena que sí lleva a vivir una vida plena y abundante y que por supuesto, conformarse, quedarse en la zona de confort, no entregarse a la vida miedos no va a traer felicidad. Pero con OJO.
Con ojo a cómo te sientes hoy. Con ojo a quién eres en realidad. Con atención plena a cómo te sientes hoy y cómo estás gestionando tu día a día, tu aquí y ahora hoy. ¿Solo vives en el futuro? ¿En el pasado? ¿O vives en el presente disfrutando y entregándote mientras te expandes, creces y te desarrollas?  Esta es la mejor opción. Disfrutar de todo el camino mientras vas ascendiendo a la montaña. Pero aprendiendo a sentirte pleno hoy y con paz ahora.
Sé natural, sé tú mismo en toda situación con todo, ¡estáte a gusto con todo! Vive en ese estado de desapego sin esfuerzo. No hay interés ni desinterés.
Mooji, “Antes de Yo soy”
Ser natural, auténtica, coherente con lo que soy, vivir con presencia, con aceptación de lo que es se ha convertido en mi objetivo vital. No fingir nada (y con esto no estoy diciendo que no crea en el dicho: “Finge hasta transformarte…porque a veces si es necesario “fingir” para poder crecer).  Hacer caso a mi anhelo de unificación. que como dice Enrique Martínez Lozano, dentro de cada uno de nosotros existe, y es ese anhelo de coherencia, de ser uno con lo que somos y de sentir que lo que somos, decimos, pensamos y hacemos concuerda.
“Tener capacidad de moverse por la vida con una conciencia cristalina y vivir plenamente nuestras experiencias… “
“La causa de la frustación humana y de la ansiedad cotidiana es nuestra tendencia a vivir pensando en el futuro, lo cual es una abstracción, y nuestra forma principal de no estar presentes es abandonando el cuerpo y recluyéndonos en la mente: esa caldera hirviente de pensamientos calculadores y autoevaluadores, predicciones, ansiedad, juicios y de incesantes metaexperiencias sobre la propia experiencia”.    
Alan Watts.
¿Y qué pasa dentro de ti? ¿Cuáles son tus inquietudes? ¿Cuáles son tus anhelos? ¿Tus objetivos “sanos” y no tan “sanos”? ¿Sientes paz en tu vida? ¿Sientes que estás donde tienes que estar? ¿Sientes que te estás entregando a la vida? ¿Sientes que vives desde la autenticidad, que vives en coherencia y alineado con lo que eres? ¿O algo algo que te inquieta? ¿Hay algo que se lleva tu atención y tu energía en el día de hoy?
lunes, 30 de octubre de 2017

Entrevista a Chökyi Nyima Rimpoché

La Vanguardia

Chökyi Nyima Rimpoché, monje y maestro de budismo tibetano en Nepal
Tengo 64 años. Nací en una aldea de Tíbet y vivo en Nepal. Soy monje budista y coordino siete monasterios. Soy célibe. ¿ Política? Si el gobernante fuese bondadoso, no cometería injusticias. ¿ Dios? El salvador eres tú, está en ti. China fue budista en el pasado y volverá a ser budista
Es un prestigioso maestro de budismo tibetano y ha venido a impartir enseñanzas en la Casa del Tibet de Barcelona. Me cuenta su historia con detalle y me dice: “Tú ya la resumirás”. Insiste en su objetivo de compartir con los nepalíes todo lo que los monjes tengan, sobre todo desde el terremoto. Entiendo enseguida que la bondad es la máxima expresión de la inteligencia: el vínculo entre monjes y pueblo será indestructible. Aquí... no aprendemos. Aprovecho para preguntarle por la cabeza rapada de los monjes budistas: “Es lo más cómodo”, ríe. Y por la desaparecida monarquía nepalí: “Ahora el pueblo la añora, viendo lo corruptos que son los gobernantes que la han sucedido”. Ay.

Qué tal por Nepal?
Recuperándonos del terremoto, ayudando a la gente.
¿Los monjes ayudan?
Tras el terremoto, ordené abrir las puertas de mis monasterios.
¿Sus monasterios?
Coordino siete monasterios de budismo tibetano en Nepal, en los que formamos ahora mismo a unos 300 estudiantes, meditadores, futuros monjes...
Abrió las puertas, dice.
Les dije a mis monjes y monjas que abriesen a todo el mundo nuestras cocinas, nuestros baños, nuestros dormitorios, y montamos hospitales de campaña...
La gente ahora debe de venerarlos...
Es lo que debíamos hacer. Conseguí montar casas para 30 familias en una aldea remota, y luego vino el presidente de Nepal a apuntarse la medalla, ja ja...
Los políticos son así.
La única política justa será la basada en la bondad. Un político bondadoso, que ame al otro, jamás será injusto ni corrupto.
¿Esto enseña en sus monasterios?
Sí. Hablé hace poco con mi exalum-no Jon Kabat-Zinn, que se basó en la meditación budista para crear el mindfulness...
La conciencia o atención plena.
Le dije: si la atención plena se emplea hoy para ganar competiciones deportivas, disparar mejor, producir más beneficios..., ¿no es malbaratarla?
¿Qué dijo Kabat-Zinn?
Que se planteaba lo mismo, pero que el éxito del mindfulness ya se le había escapado de las manos, que ya no podía controlarlo.
¿Y qué le dijo usted?
Más que mindfulness (conciencia plena), toca enseñar kindfulness: bondad plena.
¿Bondad plena?
La bondad es la base de todo. Voy a decirle algo muy útil para vivir más sabiamente...
Le escucho.
Primero, calma: sin calma, no hay claridad mental ni bondad.
Calma.
Y sin bondad, no hay felicidad ni salud.
Bondad.
Y la bondad consiste en querer lo mejor para el otro, regocijarte de sus éxitos y felicidad.
Por aquí somos bastante envidiosillos...
No seréis felices, pues. Voy a recordarte las tres causas de la infelicidad...
A ver.
Una, no apreciar lo que tienes. Dos, llevarte mal con otro. Tres, envidiar el éxito de otro.
Entonces, para ser feliz...
Alégrate de lo que tienes, sea lo que sea. Pide disculpas y reconcíliate. Y regocíjate del éxito de los demás.
¿Así seré feliz?
Claro, verás que la felicidad se multiplica en ti. ¿O prefieres vivir enojado, tenso, enfermo? Es que la felicidad procura salud.
¿Están los nepalíes mejor predispuestos para la felicidad que yo?
Son muy espirituales... Le daba una manta a uno... ¡y se preocupaba de si la tenía también su vecino! He visto cómo se ensancha su corazón en los momentos duros. Todo lo comparten. ¡Qué lección me han dado!
Y eso que usted es monje budista...
Cada año imparto clases a Richard Gere, Daniel Goleman, Cher..., y les digo esto: sin bondad no hay nada bueno ni valioso, ni familia, ni sociedad, ni mundo.
¿Qué les enseñaría a los jóvenes occidentales?
Que todos somos valiosos por igual, tengamos lo que tengamos. Y aprended a estar satisfechos y contentos, sea lo que sea lo que tengáis. Y respetaos a vosotros mismos.
¿Cómo era usted de joven?
Arrogante, mi madre me enseñó humildad.
¿Cómo es eso?
De muy niño fui elegido como reencarnación de un lama, en mi Tíbet natal, y a los ocho años yo era un monje tratado como un semidiós. Pero mi amada madre me tomaba de la mano y me susurraba: “Hijo, no vayas a creerte que eres más que nadie”.
Buena lección.
Otra fue la invasión china, que nos obligó a los monjes a huir entre disparos, templos incendiados, persecuciones...
¿Lo da por bien empleado?
Aprendí que nunca estás arriba para siempre ni abajo para siempre. Sufrimos mucho, sin dinero, sin comida, sin papeles, atravesando montañas, mis padres y yo... Y nos instalamos en Nepal.
¿Por qué Nepal?
Sabíamos que había lugares sagrados importantes, y queríamos preservar ahí el budismo tibetano, ya que en Tíbet se perdía...
¿Y lo ha conseguido?
Sí: enseño budismo tibetano en monasterios nepalíes.
¿Y cómo está el budismo en Tíbet?
Mejorando. Y cada día hay más chinos atraídos por el budismo: China fue budista en el pasado, y volverá a serlo en el futuro.
Qué paradoja: quisieron conquistarles y acabarán conquistados.
A China la salvará el budismo. Es un país con tantos desequilibrios, personas muy ricas y muy pobres, unas instruidas y otras analfabetas..., que sólo el budismo podrá insuflarle el equilibrio necesario para sobrevivir.
domingo, 29 de octubre de 2017

Bienvenido
al mundo

La Escribana del Reino
M. E. Valbuena


Me acaban de comunicar el nacimiento de un nuevo ser. Lo primero que me sale es sonreír por la alegría y darle la bienvenida a este mundo. Sinceramente.
Luego, cuando observo su carita en la fotografía, con los ojos y los puños cerrados, y ajeno a cuanto le rodea, me da por pensar que llega en un momento bastante convulso. Con media península ardiendo en llamas físicas y la otra media bajo ardores independentistas; con casi trece millones de españoles sobreviviendo en el umbral de la pobreza; con un ambiente generalizado de desánimo y falta de perspectivas; con un mundo enfermo… dan ganas de no abrir los ojos.
Pero ¿quién sabe si este niño que hoy llega a nuestro mundo puede ser una pieza clave en él, de forma que ayude a su desarrollo y a su crecimiento? ¿Quién puede hoy vaticinar algo de esta vida, observando su fragilidad?
Lo maravilloso de vivir es la sorpresa.
Sabemos cómo llegamos al mundo pero no cómo acaba nuestro paso por él. La Historia está llena de ejemplos de vidas duras, que iniciaron sus primeros pasos llenas de dificultades y obstáculos, y que llegaron a destacar en campos tan dispares como la música o la ciencia o la literatura. Vidas que con su ejemplo y con su lucha lograron cambiar cosas, mejorar la que encontraron, facilitar la de todos.
Por eso, cuando alguien nace, nacen con él la esperanza y un sinfín de posibilidades a desarrollar. No sabemos lo que dará de sí su vida, si será larga o corta, si fructífera o infructuosa, si alegre o triste… Pero sabemos que alguien nuevo llega y puede que sea un motor de cambio. Hay que hacerle sitio.
sábado, 28 de octubre de 2017

Para todos los voluntarios




A todos los voluntarios
A todos los hombre y mujeres buenos que abundan por doquier
A quienes dedican parte de su tiempo a los demás
A todos los que quieran escuchar
A quien esté dispuesto a compartir...
viernes, 27 de octubre de 2017

Envidia




Todos sabemos el daño que nos hace
Y aún así, cuántas veces caemos en la envidia.
Frente a la envidia ofrécete, date, ama. Porque los demás también cuentan.
jueves, 26 de octubre de 2017

La verdad no cabe en la mente

Enrique Martínez Lozano


Los sabios han hablado de dos modos de conocer: conocimiento-representación versus re-conocimiento; conocimiento por análisis y reflexión versus conocimiento por identidad. En el primer caso hablaríamos de modelo mental de conocer; en el segundo, de modelo no-dual.
El primero de esos modelos funciona admirablemente en el mundo de los objetos pero, aun reconociendo que nos dota de una imprescindible razón crítica, se muestra radicalmente incapaz de acceder a la verdad.
La verdad no “cabe” en la mente. De ahí que el acceso a aquella requiera aprender a silenciar esta. Lo cual se logra cuando aprendemos a pasar del pensar al atender. Si el primer modelo se rige por el pensamiento, el segundo únicamente se activa gracias a –y a través de– la atención. 
Tal como escribe Marià Corbí, “quien silencia la lectura de sujetos y objetos [podríamos decir: quien silencia el pensamiento y permanece en la atención desnuda] se encuentra con Eso no-dos que todo es. El camino del silencio es el camino hacia la verdad”.
Y concluye: “La noción de conocimiento silencioso es una noción clave para comprender las tradiciones religiosas del pasado en su diversidad y en su unidad”. Por lo que se refiere a la tradición cristiana, nos vienen inmediatamente al recuerdo los nombres del Maestro Eckhart, el anónimo autor de La Nube del no-saber en el siglo XIV, Juan de la Cruz, Miguel de Molinos…
En el paso del modelo mental al modelo no-dual se resuelve la paradoja: la verdad no puede ser pensada –jamás cabrá en la mente–, pero se la conoce cuando se la es. Y se es uno con ella cuando se descubre aquel Fondo del que hablaba el citado Maestro Eckhart, que es el mismo Fondo de todo lo que es.
Hablamos, entonces, de un re-conocimiento (de lo que somos) o de un conocimiento por identidad: conocemos algo porque ya lo somos. ¿Cómo no recordar aquí aquellas admirables palabras, llenas de la más genuina sabiduría, que dijera el místico cristiano Angelus Silesius en el siglo XVII?: “Qué sea Dios, lo ignoramos…; es lo que ni tú ni yo ni ninguna criatura ha sabido jamás antes de haberse convertido en lo que Él es”. 
Esto no significa demonizar la mente ni negar el ego –entendido ahora como el centro psíquico que regula la vida mental y emocional de la persona–, sino dejar de identificarnos con ellos. El ego, la necesidad y la dualidad son formas también de Eso no-dual. El ego no está amenazado como función de vida; está amenazada únicamente la interpretación que hace de sí mismo como entidad separada. No es obstáculo el ego, sino el hecho de identificarse con él.
La matización anterior me lleva a insistir en algo que, con demasiada frecuencia, se ignora o descuida, tanto por quienes se posicionan a favor de la no-dualidad como por quienes lo hacen en contra. Me refiero a lo siguiente: se suele hablar de “no-dualidad” como si fuese lo opuesto a “dualidad”. Sin embargo, en la vivencia no-dual se aprecia nítidamente que no es así; tal contraposición es fruto solo de la mente que, debido a su naturaleza dual, no puede hacerlo de otro modo. Aquí se percibe la diferencia que hay entre la vivencia no-dual y la no-dualidad pensada, o si se prefiere, entre la vivencia y el concepto.
Quien lo ha visto, sabe bien que la no-dualidad no conoce opuesto: abraza también a la dualidad, que emerge en su seno. Y en ello reside la belleza de la Realidad: es tan abierta que permite lecturas diferentes, siendo todas ellas “expresiones” o formas que se despliegan de Eso no-dual original y originante. “Verdadero” o “falso”, “bueno” o “malo” son solo etiquetas mentales que tienen su valor dentro del propio nivel mental, pero que carecen de significado cuando se mira desde la no-dualidad, ya que todo ello no es sino un “disfraz” más que Eso no-dual adquiere.
El modelo no-dual que, como decía, está cobrando cada vez más relevancia en campos bien diferentes del saber, no tiene nada que ver con la idea que muchos de sus críticos transmiten sobre él; de la misma manera que la vivencia no-dual no tiene nada que ver con el concepto de no-dualidad. Por mi parte, estoy convencido de que nos hallamos en la emergencia de lo que bien podría denominarse la revolución de la no-dualidad que –junto con la revolución cuántica y la revolución neurocientífica (no me parece casualidad que hayan emergido prácticamente de un modo simultáneo, junto igualmente con la llamada teoría transpersonal)– va a suponer una trasformación radical en nuestro modo de comprendernos y de comprender la realidad, con todas las consecuencias que de ahí se derivan.
miércoles, 25 de octubre de 2017

La muerte
de Iván Ilich

Alejandro Rocamora Bonilla
Psiquiatra


Es el título de la obra de León Tolstoi, publicada en 1866, donde el autor narra la patografía de Ivan Ilich, desde el inicio de su enfermedad hasta la muerte. Es un bello retrato psicológico de las diferentes fases que el ser humano va pasando desde el diagnóstico mortal hasta el “morirse”. Es también uno de los libros que han dejado huella en mi vida y que leí hace muchos años. Es recomendable para todos aquellos que estén en un proceso de duelo por la enfermedad mortal de un familiar o de sí mismos. Lo puedes encontrar en Google, está en PDF.
En síntesis, podemos decir, que Iván Ilich es un hombre meticuloso, cumplidor de su deber y respetuoso con sus superiores, que no sabe asumir el fracaso profesional, que le conduce a un grave estado depresivo, compensado después con una hiperactividad y una alegría exuberante. Pero esta alegría no le satisface, y es curiosamente a través de la enfermedad y del enfrentamiento con su propia muerte donde encontrará la paz. León Tolstoi describe de forma magistral las diferentes “posiciones” por las que puede pasar todo enfermo: negación, creencia en un ser superior, el trabajo maníaco o la creencia en el poder de la medicina, etc.
Como síntesis podemos afirmar que para León Tolstoi la única forma válida de enfrentarse con la muerte es la aceptación de la propia vida y la preocupación por los demás. Ni el sentirse original, ni siquiera la creencia de un salvador calma la angustia ante la propia muerte. De hecho Iván Ilich recibe al sacerdote y recibe el sacramento del perdón  poco antes de la muerte y solo le sirve de unos momentos de paz y sosiego. Pero no es suficiente. Hay que dar un paso más.
De hecho Iván Ilich se da cuenta que está muriendo de mala manera porque ha vivido de mala manera: egoístamente, olvidándose de los suyos, preocupándose de las cosas (el dinero, el trabajo, etc.). En terminología de Heidegger había llevado una “vida inauténtica”. Sin embargo, la vida auténtica es encontrar el sentido a la vida, incluso en esos momentos finales.
Por esto, Iván Ilich rectifica en el último instante: “de pronto vio con claridad  lo que le acongojaba… le daban pena los demás; debía hacer algo para que los otros no sufrieran. Había que librar a los demás y librarse  a sí mismo de aquellos sufrimientos” (Tolstoi, 1983)
Es decir, de pronto se hace la luz en su espíritu: piensa en su mujer y en su hijo, tiene lástima de ellos y les hace salir de la habitación pues están sufriendo. Y es ese acto de amor lo que anula su sufrimiento: “se ha terminado la muerte- se dijo-. Ya no existe”.  E Iván Ilich  expiró feliz,
Podríamos concluir diciendo que para Tolstoi la solidaridad, la aniquilación del yo egoísta, la preocupación por los demás es lo que en definitiva suprime la angustia a la muerte. La muerte, pues, es vencida por el amor. Según V. Frankl se habría producido un cambio de actitud, que constituye la fuente de paz y felicidad.        
martes, 24 de octubre de 2017

Aprende a flotar sobre tus deseos

Pedro Miguel Lamet

Algunos creyeron que la mejor forma de desapegarse era huir. Simeón el Estilita escogió una columna en el desierto para alejarse del mundo. Pero la cueva y el desierto no privaron a san Antonio de las tentaciones. Nos llevamos con nosotros el saco de los deseos a la calle, al monasterio o a las antípodas de nuestro planeta.

Por eso el camino no es escapar, sino flotar como el pato en la superficie de los deseos. Muchas veces la renuncia ascética origina más deseos, los convierte en asignatura pendiente. Y el teóricamente santo se convierte en una persona con genio inaguantable, o la intachable virgen en una histérica a flor de piel.

El día en que te aceptes con tus deseos, sin pretender responder al “superego” (tu personaje, creado por la educación, la cultura), ese día habrás dado el primer paso.

Vivir sin apego es vivir con todo y sin nada, como de viaje por las cosas, mirando su transparencia, su sabor a más, su índole de trasunto, su perfume efímero, su canto de patria lejana que llama a seguir el camino, sin asir nada, sin anclarse definitivamente en nada. Por otra parte, ¿cómo aniquilar los deseos, que son facetas tan apetecibles de la vida? ¿Valdría la pena vivir sin pasión, sin risas ni lágrimas? ¿No sería mejor incluso sufrir y hasta el desengaño, después de haber gozado y tocado con la punta de los dedos la gran ilusión? Ayuda, para nadar en aguas medias, cambiar las adicciones por preferencias.

Sueñas con tener un piso de tales características. Bien, pones los medios para conseguirlo y, dentro de ti, prefieres esa posesión a no tenerla. Pero si la vida o las circunstancias no te lo permiten, entonces te quedas bien porque tú eres mucho más que tu piso. Y tú solo lo preferías. Además sabes que vendrán otros regalos y satisfacciones, porque el chorro de la vida es inagotable.

No se trata de no desear, sino de flotar sobre los deseos.

domingo, 22 de octubre de 2017

Avanzando a tientas

La Escribana del Reino
M. E. Valbuena
Asusta un poco avanzar a tientas sin saber lo que vamos a encontrar al final del trayecto y sin idea de las sorpresas que nos saldrán al paso mientras lo recorremos. Asusta.
Sin embargo, creo que la mayor parte de las veces que descubrimos y encontramos cosas importantes en la vida, ha sido caminando a tientas, dando un paso tras otro un tanto inseguros, sin apenas agarraderas, basándonos en la intuición y en esa brújula interior que nos dice que vamos en la dirección correcta sin saber muy bien adónde. Pero seguimos… y encontramos. Esta ha sido mi experiencia y la de otros muchos.
Lanzarse a escoger opciones minoritarias, incomprensibles para los más cercanos, dolorosas para algunos y absurdas para otros, nos lleva a un continuo cuestionamiento y a la tentación de renunciar a nuestra propia voz interior. Tratando de escuchar tanto a los que nos rodean, nos desoímos y nos ignoramos, sin ser conscientes del daño que ello nos produce.
Dando vueltas a este tema, llegaron –hace años– hasta mí unas palabras de San Juan de la Cruz que me iluminaron: para ir adonde no sé, tengo que ir por donde no sé.
Cierto es que para avanzar hace falta un objetivo concreto y unos pasos determinados, pero no siempre el objetivo es claro y los pasos seguros. De ahí que la clarividencia que en aquellos momentos me aportó esta frase, hace que me agarre a ella cada vez que me veo de nuevo caminando a tientas.
Tal vez no conozca dónde me lleva la opción escogida en un momento dado, pero sí sé que escuchándome y atendiéndome sabré llegar, aun desconociendo de antemano el camino.
sábado, 21 de octubre de 2017

VIVIR




El jueves recordamos a muchas personas que pasan situaciones de enfermedad y dolor, especialmente con el mal de estos tiempos, el cáncer, y más específicamente, poníamos nuestra atención en quienes vivían un cáncer de mama. Hoy queremos dar un empujón en la autoestima, en la esperanza, en la vida para quienes están pasando momentos difíciles. Y les decimos, con la canción que ayer se dio a conocer, vivir.

viernes, 20 de octubre de 2017
miércoles, 18 de octubre de 2017

Curso de Dinamizadores

Un participante


Aunque mis años no hayan sido fáciles, la vida me ha dado tanto, y ha puesto en mi camino gente tan maravillosa, que me parece justo y placentero compensar minimamente todo lo recibido, a través del voluntariado.
Y un lugar perfecto para plasmar estas inquietudes humanas que siempre he tenido, ha sido el Teléfono de la Esperanza.
Llegue a esta gran familia del T.E. hace ya bastantes años, tras la crisis personal que más ha azotado mi vida. Con su ayuda y mi necesario trabajo personal, puedo decir que actualmente soy una persona diferente, que vive y valora intensamente lo que le rodea y sigue trabajando la aceptación.
Con el tiempo y preparación necesaria estoy ejerciendo como coordinador de grupos en la sede de León, lo que me hace crecer continuamente como persona, en mi labor de acompañamiento de los grupos que tengo bajo mi responsabilidad.

Conoce todas las teorías
domina todas las técnicas,
pero al tocar un alma humana,
Sé simplemente otra alma humana
                                                                      Carl Jung

En el pasado fin de semana del 13 al 15 de Octubre, hemos celebrado en León, concretamente la casa de ejercicios de los Dominicos de La Virgen del Camino un curso de reciclaje como dinamizadores (nuevo nombre a aplicar a los coordinadores) de grupos de Teléfono de la Esperanza de toda España.
Así visto y por las fechas (coincidía con un atractivo puente), podía hacer pensar que mucha gente no se animaría a venir, pero la fuerza y el compromiso  con nuestra O.N.G., y el interés por mejorar ha permitido que resultara una experiencia maravillosa.
Eramos mas de setenta voluntarios procedentes de muchos lugares de España (de Cantabria, Zamora, Madrid, Salamanca, Murcia, Valladolid, Logroño, Extremadura, Andalucia, Galicia) e incluso del extrajero, tuvimos una compañera que vino exclusivamente desde Miami.
Nos han recordado que un buen dinamizador tiene que ser una persona, equilibrada, motivada y formada. Y a través del estudio de nuestra personalidad, (para los que nos han introducido en el conocimiento del Eneagrama como herramienta para ello) podremos dar lo mejor de nosotros mismos en los grupos

“Dinamizamos no como queremos, o como sabemos,
dinamizanos como SOMOS “



De ahí la importancia de conocer nuestros miedos, aceptar nuestras limitaciones y seguir trabajando en nuestro crecimiento personal, siendo dinamizadores coherentes, sabiendo comunicarnos tanto verbal como gestualmente, aportando esa cercanía y calidez a nuestras relaciones, evitando prejuicios, trabajando la empatía, desarrollando la capacidad motivadora, creando confianza, fe en el futuro, aprecio a vida, en resumen generando ESPERANZA...

“Quien quiere hacer algo
encuentra un medio,
quien no quiere hacer nada
encuentra una excusa”
                                                                                                         Proverbio árabe

Agradezco a mis formadores y compañeros el fin de semana tan intenso y atractivo con el que me han premiado, las experiencias de vida que han compartido conmigo y la vitalidad que me han transmitido..

… y yo, solo deciros... que afortunadamente, sigo caminando...

martes, 17 de octubre de 2017

La hora de escribir

Caligrafía de emociones
Jose


La hora de escribir llega al sangrar un poco.
Llega al mirar al campesino trabajando por amor.

La hora de escribir es incoherente vista con los ojos,
es visible con el cuerpo, flor rajada de mí mismo.

La hora de escribir nunca es puntual, escrita.
Arriba sin tener cuchillo o pistola para matarla.

La hora de escribir, es hora de estar solo,
¡estoy preso!, quítenme la cadena que me une a la pluma.

La hora de escribir se revuelca entre las sombras,
juega con mis dientes y los pinta, me salpica.

La hora de escribir es suicida de sí misma,
hora sabia, loca, toma mi sentir y mátate.

La hora de escribir cae al vacío desde mi boca,
choca con el suelo hecho de nostalgia, de dolor.

La hora de escribir siempre termina,
aquí acaba, me desangro con ella, nos morimos.
lunes, 16 de octubre de 2017

Entrevista a Gregorio Luri

La Vanguardia 2017


Gregorio Luri, maestro de escuela, pedagogo, doctor en Filosofía y escritor, 62 años. Nací en Navarra y vivo en El Masnou. Casado, dos hijos y dos nietos. Soy un conservador, no tengo suficiente con ser sólo moderno, necesito recurrir a los antiguos para entender el presente. Y un pagano que cree en Jesús.
”Es mucho más importante amarse que entenderse”

Es profesor universitario y doctor en Filosofía, un hombre leído, pero a él le basta que lo defina como maestro: “Hay que volver a subir al maestro al pedestal para exigirle lo que corresponde a una figura a la que le supones una autoridad y un crédito”. Dejó la docencia por una enfermedad, la enfermedad de Ménière, que le produce mareos, vómitos y le obliga a meterse en la cama hasta que pasa. “Al principio me deprimió muchísimo, luego decidí dejar de quejarme y comencé a escribir”. Lleva una treintena de libros publicados sobre filosofía, historia y educación. Elogio de las familias sensatamente imperfectas (Ariel) es un pequeño libro delicioso que no tiene desperdicio, un manifiesto de sensatez que se agradece.
¿Qué le han enseñado sus alumnos?
Mis límites. “Habla para que te vea”, decía Sócrates. Sólo cuando los demás hablan los ves y cuando hablas te ves a ti mismo.
¿Qué es un maestro?
Tu obligación es hacer visible a tu alumno lo que puede llegar a ser.
Un maestro así es el sueño de todo padre.
Creo que la armonía está sobrevalorada, que padres y maestros no necesariamente tienen que ir al unísono. Está bien que los niños entiendan que hay desavenencias. Crecer también es saber moverse de manera adecuada en ámbitos distintos.
La armonía es difícil también en casa.
Es irreal hacer creer a los hijos que los padres estamos de acuerdo en todo. Lo que deben ­entender es que las desavenencias se gestionan. Considero que es mucho más importante amarse que entenderse.
Eso es muy inteligente, maestro.
Mostrar a los hijos que nos queremos a pesar de que hay momentos que no nos soportamos es una lección imprescindible para llegar a ser adulto. ¿Hay algo más importante en la vida que contar con alguien que te quiere siendo consciente de todo eso de lo que no te sientes digno?
Elogia usted la familia sensatamente imperfecta.
Sí, la que está dispuesta a aprender de su propia experiencia, que no delega su responsabilidades en un especialista. Si los humanos fuésemos relojes complejos, ajustaríamos las piezas que no funcionan, pero como no lo somos, lo que necesitamos es sentido común.
Hoy no hay niño que no haya visitado a un psicólogo.
Eso indica la inseguridad de los padres. Si no tienes un problema claro y concreto, no alquiles tu responsabilidad a un especialista. Pero a menudo acudimos a ellos porque creemos que es posible una vida sin problemas.
Cierto.
Eso no existe. De lo que se trata es de cómo gestionar los problemas cotidianos sin excesivas gesticulaciones.
¿Esa mala cara, ese grito huracanado...?
Sí, todas esas cosas de las que nos avergonzamos. Pero hay que pasar página. Me gusta ese cuento zen de un monje que cuidaba primo­rosamente su jardín, y cuando había acabado le echaba una hoja seca porque decía que si no tenía ninguna imperfección no era humano.
Es usted irónico con los superpadres.
Los padres modernos siempre llevan ese Pepito Grillo que les hace estar continuamente preguntándose si en lugar de castigar no hubiera sido mejor dialogar o viceversa; esa condicionalidad en las relaciones que deberían ser espontáneas marca un comportamiento que merece el nombre de neurótico.
La reflexión es buena.
Sí, pero que no sea doliente. Es buena una cierta ironía con las propias meteduras de pata que te permita dolerte menos y aprender más.
Hoy los niños se autojustifican diciendo: “es que soy adolescente”.
Sábado: tu niño del alma, tumbado en el sofá con el mando a distancia te dice: “Me aburro”. Hay padres que consideran que deben ser los dinamizadores culturales de sus hijos, ofrecerles un menú de actividades, pero así estimulan su flojera. Mejor un “y a mí qué”, provocar que salgan de su aburrimiento autónomamente.
Entiendo.
...O el niño que ha tenido un día agotador: exámenes, entreno… Llega a casa, tira la mochila y exclama: “¡Estoy cansadísimo!”. Los padres perfectos le preparan un baño y le sirven la cena. Yo abogo por un: “Te entiendo perfectamente porque yo llego así muchos días, pero por favor recoge la mochila”.
Ya.
La adolescencia se ha convertido en un nuevo fenómeno cultural y comercial. Y a menudo la autoestima se confunde con el narcisismo que hoy se considera una conducta normal, y eso fragiliza mucho. Si te crees que el mundo está para servirte, vives en un engaño.
Hay que ser comprensivo...
Los adolescentes aprenden saltándose los límites. Tienen más energía que sentido común para controlarla y a menudo actúan sin lógica; los padres lo sabemos, pero esa comprensión te la debes guardar para ti, tú debes ser sus frenos.
Dice que sin culpabilidad no hay moralidad... suena carca.
Hoy la palabra culpa está proscrita, pero señalarles las faltas es decirles que los consideras personas responsables de sus actos y no unos insensatos que no saben lo que hacen; así podrán reflexionar y extraer alguna conclusión.
¿Con o sin castigo?
La mejor manera de librar a un culpable de sus remordimientos es ofrecerle la posibilidad de hacer borrón y cuenta nueva. El drama de nuestros jóvenes es que hay demasiados adultos confundiendo comprender con justificar.
Con lo que hacemos nos hacemos.
Así es, y defiendo otro concepto olvidado: la virtud, cuya esencia es la ambición de realizar bien lo que tengas que hacer. Me parece más útil el compromiso de los actos que eso de repetir valores: “sé bueno” “sé sincero”, “sé justo”...
...
Y creo que es más noble aprender a querer la ­vida a pesar de sus constantes zancadillas que aspirar a una felicidad que se supone se consigue renunciando a la vida, es decir: creyendo que si eliminas lo que va mal serás feliz.
domingo, 15 de octubre de 2017

Por estas mismas fechas

El rincón del optimista
Juan


Esta rueda de la vida que no para de dar vueltas nos trae recuerdos de algunos momentos de años atrás por estas mismas fechas. Pensarás que hago referencias continuas al pasado, así es, nada tiene de malo si esa vuelta atrás tiene un fin sanatorio, terapéutico o te trae la paz que  quizá te esté faltando en este momento.
Me viene a la memoria que por estas mismas fechas del mes de octubre hice una visita a mi amigo Ángel (Gelón para los amigos) que tiene un corazón proporcional al tamaño de su enorme cuerpo. Gelón es dueño de varias casas rurales en el bonito pueblo de Salamón, cerca de Lois y de Crémenes, en la Montaña de Riaño. Un grupito de aguerridos aventureros hicimos un hermoso paseo por el monte a lomos de los caballos también del mismo propietario con una otoñada espectacular. Fue aquel un año seco como este. Me quedó profundamente grabado entre mis recuerdos el color y el olor de los robles, las hayas, los cerezos… Una verdadera pasada para los sentidos. Era como estar dentro de esas postales que circulan por ahí de paisajes casi imposibles. Pero aquello fue real. No fue un sueño. He realizado otras excursiones de montaña, también en otoño, pero ninguna como aquel día que incluyó comida campestre en el alto de Lois, donde teníamos para un lado la vertiente del río Esla y para el otro la del Porma.
Hay días que cierro los ojos y me voy a revivir aquel momento. Todos tenemos ese lugar especial, ese momento intenso en el que realmente pensamos que fuimos felices. No hay nada de malo en volver por un ratín a vivir aquella emoción. Lo único malo puede ser abrir nuevamente los ojos y ver que la realidad de ahora es la que es. No hay problema. Vuelve cuando quieras. Tu mente está abierta SIEMPRE.
Asín sea.
sábado, 14 de octubre de 2017

Cuando me vaya

Carlos Alberto Boaglio


Cuando yo me vaya, no quiero que llores, quédate en silencio, sin decir palabras, y vive recuerdos, reconforta el alma.
Cuando yo me duerma, respeta mi sueño, por algo me duermo; por algo me he ido.
Si sientes mi ausencia, no pronuncies nada, y casi en el aire, con paso muy fino, búscame en mi casa, búscame en mis libros, búscame en mis cartas, y entre los papeles que he escrito apurado.
Ponte mis camisas, mi sweater, mi saco y puedes usar todos mis zapatos. Te presto mi cuarto, mi almohada, mi cama, y cuando haga frío, ponte mis bufandas.
Te puedes comer todo el chocolate y beberte el vino que dejé guardado. Escucha ese tema que a mí me gustaba, usa mi perfume y riega mis plantas.
Si tapan mi cuerpo, no me tengas lástima, corre hacia el espacio, libera tu alma, palpa la poesía, la música, el canto y deja que el viento juegue con tu cara. Besa bien la tierra, toma toda el agua y aprende el idioma vivo de los pájaros.
Si me extrañas mucho, disimula el acto, búscame en los niños, el café, la radio y en el sitio ése donde me ocultaba.
No pronuncies nunca la palabra muerte. A veces es más triste vivir olvidado que morir mil veces y ser recordado.
Cuando yo me duerma, no me lleves flores a una tumba amarga, grita con la fuerza de toda tu entraña que el mundo está vivo y sigue su marcha.
La llama encendida no se va a apagar por el simple hecho de que no esté más.
Los hombres que “viven” no se mueren nunca, se duermen de a ratos, de a ratos pequeños, y el sueño infinito es sólo una excusa.
Cuando yo me vaya, extiende tu mano, y estarás conmigo sellada en contacto, y aunque no me veas, y aunque no me palpes, sabrás que por siempre estaré a tu lado.

Entonces, un día, sonriente y vibrante, sabrás que volví para no marcharme.
viernes, 13 de octubre de 2017

Cumplimos diez años en León




Hace 10 años nacía en León el teléfono da les esperanza. Fue un sábado alegre y juguetón. La inauguración se llevó a cabo en el salón solemne de San Isidoro. Al acto asistieron diversas autoridades esperando ganar algún voto para sus colores. El público llenó el salón. El Teléfono nació como una apuesta decidida y agradecida de su Presidenta provincial, Mercedes, ante la segunda vida que le regaló la Vida. ¡Qué menos que dedicar esta segunda a algo grande y valioso! El Presidente nacional de entonces, Jesús Madrid, recordó algo importante: "El Teléfono representa los latidos del corazón" y apostar por esta ONG es apostar por la bondad y la ternura.
No faltaron los versos aquel día escritos para la ocasión por nuestro redactor Valentín Turrado y que compartimos con nuestros internautas:

Sea el teléfono
Sea el teléfono un oasis después del largo bregar por el desierto inhóspito.
Sea el teléfono la flor donde las abejas vengan a libar y donde acudan los gusanos a ovillarse en la hoja de moreda para transformarse en crisálidas.
Sea el teléfono un espacio cálido, donde se amase el pan de la vida con cientos de manos llenas de surcos de dolor y lágrimas.
Sea el teléfono un lago de esperanza y de calma donde brazada a brazada se calmen las fatigas y las ansiedades.
Sea el teléfono un nido de afectos, abrazos y besos, donde sentirse tiernos y fuertes en las columnas del querer.
Sea el teléfono el sueño plácido donde se recobra el ánimo y la alegría corre como un arroyo de montaña.
Sea el teléfono la cuna de la autoestima o el hospital de la cura del ser atrapado.
Sea el teléfono el aire respirable, la salud recién recobrada y el cayado para seguir caminando.
Sea el teléfono la casa caliente en la que te sientes a gusto, compartes los secretos escondidos y limpias la bodega de telarañas ancestrales.
Sea el teléfono el espejo donde todos podamos ver lo mejor de cada uno y donde no haya vergüenza para ventilar los malos humos del inconsciente.
Sea el teléfono la alcoba donde desabroches tu corazón y lo abres a la dulzura, a la compasión y al respeto.
Sea el teléfono un palacio donde los colores de las ideas no enfrenten a sus moradores y el ágora donde todos puedan escuchar a sus maestros.
Sea el teléfono una montaña donde los que elevan sus ojos a lo alto y los que solo creen en la tierra puedan convivir en armonía y tolerancia.
Sea el teléfono el Macondo feliz donde se aporten las capacidades y se reciba según las necesidades.
Sea el teléfono oasis, flor, espacio, lago, nido, sueño, cuna, aire, casa, espejo, alcoba, palacio, montaña, el Macondo feliz tan deseado".
Ha pasado ya una década y más de 10.000 personas se han beneficiado de la labor realizada por esta ONG.
Ha merecido la pena el camino recorrido.
Gracias a las muchas voluntarias y voluntarias que han puesto su esfuerzo y dedicación en esta tarea.

¡Adelante! Larga vida al teléfono de la esperanza de León

jueves, 12 de octubre de 2017

Entrevista a Dennis White, satyananda, monje y maestro de meditación




Tengo 67 años. Nací y vivo en Malibú (California). Soy monje y maestro de meditación. Soy célibe. ¿ Política? Derechos humanos, libertad individual, democracia universal y políticos honrados. ¿ Dios? Gozo en la verdad. Meditar es sencillo y propicia serenidad interior y bienestar
Autorrealización
Es alto y afable. Le llaman hermano Satyananda, que significa “gozo en la verdad”: “¡Eso intento!”, me sonríe. Pasa por Barcelona para impartir un taller sobre su técnica de meditación, por invitación de la Asociación de Amigos Paramahansa Yogananda de Catalunya (www.yogananda-srfbarcelona.com). Satyananda es miembro de la comunidad monástica de Self-Realization Fellowship (SRF) desde hace más de 40 años, y vive y sirve en el templo de Self-Realization Fellowship Lake Shrine (California). Sus charlas son apreciadas en medio mundo, así como su magisterio como experto meditador. Me sienta en una silla, me hacer respirar hondo y me deja a solas con mi interior.
¿Qué es meditar?
Aquietar la agitación mental para que tu paz interior aflore.
¿Cómo aquieta su mente?
Me siento en un silla con la espalda recta, cierro los párpados, respiro con calma, aspiro y espiro hondamente con gozo al hacerlo, me relajo...
¿Y qué sucede?
Me siento calmado y feliz, alejado de toda angustia, estrés y depresión.
¿Desde cuándo hace esto?
Empecé hace ya más de cuarenta años, a ­mediados de los años setenta, cuando aún era un veinteañero insatisfecho.
¿Qué tipo de veinteañero?
Fui ilustrador, me gustaba..., pero no me sentía feliz. Luego estudié en una escuela de negocios, por seguir los pasos de mi padre, que era consultor empresarial.
¿Y?
Tampoco me satisfacía, sólo experimentaba alegrías pasajeras, nada pleno y perdurable. Y yo buscaba una felicidad mayor.
¿Y qué hizo?
Dejarme crecer el pelo largo e irme por ahí en mi moto, algo que mi padre deploró mucho. Y también leía...
¿Qué leía?
Libros de filosofía oriental: circulaban entre los jóvenes en la California de los setenta. Y así topé con la Autobiografía de un yogui.
¿Qué yogui?
Paramahansa Yogananda, un sabio de India nacido en 1893 cerca del Himalaya y muerto en Los Ángeles en 1952. Gandhi había sido discípulo suyo. Y fue el principal propagador del yoga en Estados Unidos, desde los años veinte, con muchos discípulos.
¿Qué sintió al leerle?
En el capítulo 14 de su libro describe su experiencia personal en la supraconciencia o conciencia cósmica. Y aquello me cautivó.
¿Qué explica Yogananda?
Que la práctica del yoga y la meditación le conducen a tal conexión interior... que su conciencia se expande sin límites, es el cosmos. Necesité comprobar si eso era verdad.
¿Y qué hizo?
Al principio seguí con mi pelo y mi moto. ­Pero algo había empezado a cambiar en mi interior, mi conciencia se expandía... Y un día... ¡sucedió!
¿El qué?
Sentí lo mismo que Yogananda había descrito en su libro: una alegría ilimitada, todos los problemas esfumados, una profunda paz, satisfacción, ¡felicidad!
¿Espontáneamente?
Sí, y duró horas. Entendí que Yoganandano fabulaba. Cuando aquella experiencia se ­diluyó, yo ya había cambiado para siempre. Medité cómo enseñaba Yogananda, ¡y volví a sentir lo mismo! Y eso marcó el camino.
¿Hacia dónde?
Dejé la moto, me corté el pelo y decidí llevar vida monástica en el templo de la Hermandad de la Autorrealización, fundado por Yogananda. Meditar me dio plenitud. Mi padre me dijo: “Si alguien ha conseguido que te cortes el pelo, ¡tiene que ser bueno!”, ja, ja...
¿Puede alcanzarse con drogas ese estado de conciencia?
Las drogas extraen imágenes del inconsciente, pero de modo inestable e incontrolable. La meditación, en cambio, te entrena en el control de acceso a la supraconciencia.
¿Cómo es su vida hoy en día?
Gestiono el templo, por el que pasa mucha gente, llevo una dieta vegetariana, medito e imparto talleres de meditación.
¿Cuánta gente sigue esta técnica meditativa?
Se llama kriya yoga, y la siguen 1,5 millones de personas en el mundo. Aprendes fácilmente a retirar la energía del exterior para concentrarla en tu interior.
¿Qué beneficios me procuraría?
Adiós a la angustia, el estrés, la depresión y el miedo, incluido el miedo a morir. Verás serenamente pensamientos y sentimientos: así serás libre para elegir. Y serás feliz.
¿Cuál ha sido su mejor experiencia como meditador?
A veces veo un globo de luz en mi entrecejo, una luz dorada y azul, que irradia, que es dulcísima, y entonces todo es paz, relajación, confianza. Una gran plenitud.
¿Quién es el mejor meditador que haya conocido?
Mi maestra, Daya Mata, discípula de Yoga­nanda. Un día nos reunimos con abogados para una cuestión inmobiliaria importante, y estábamos encallados. Ella dijo: “Meditemos”. Los abogados se miraron, burlones...
¿Y ella qué hizo?
Meditó. Vi la felicidad en su rostro, serenísimo. Al poco, abrió los ojos, y con una sonrisa tomó todas las decisiones: ¡todas correctas!
Hábleme de alguno de los muchos discípulos meditadores que ha tenido.
Pienso en un padre que discutió con su hijo, y el hijo dio un portazo, subió al coche, tuvo un accidente y murió.
Buf.
El padre no podía perdonarse. Y meditar le ayudó. Meditando sintió la presencia de su hijo, que le dijo: “Padre, todo está bien”. Sintió que no hay barrera entre vida y muerte, que podemos seguir todos conectados. Y entonces una paz infinita le colmó.
miércoles, 11 de octubre de 2017

Mirar al sol

El rincón del psiquiatra
Alejandro Rocamora Bonilla
Psiquiatra
Es el título del libro que este verano ha caído entre mis manos. Su autor es Yalom Irvin David, psiquiatra existencialista. Su contenido se refleja en el subtítulo: La superación del miedo a la muerte. Lo puedes encontrar en Google, está en PDF.
El autor parte de un pensamiento del filósofo francés François de la Rochefoucold: “Ni el sol ni la muerte se pueden mirar de frente”.
A través de estas páginas Yalom va desgranando su pensamiento sobre la muerte. En definitiva, nos viene a decir, que la muerte, como el sol, siempre está ahí y aunque no podamos mirarlo directamente, todo ser humano sabe que algún día morirá. Pero además, como el sol alimenta a la vida, la muerte nos enseña a vivir. Es desde nuestra finitud cómo debemos aprender a ser felices y disfrutar de la existencia.
Algunas personas viven como si nunca fueran a morir, entran en una dinámica de acumular riqueza, cuando la realidad es que la muerte siempre estará al final de nuestro camino. Y otros, por el contrario,  se encuentran en permanente angustia porque se sienten morir; incluso existen personas que desafían a la muerte con conductas de alto riesgo o bien ponen su entusiasmo en la recompensa final.
La actitud mas saludable es “no mirar al sol” (no estar en angustia permanente) pero sin olvidar que está ahí y es la fuente de la vida y que somos finitos y por lo tanto debemos disfrutar de cada momento de la vida. Aunque es cierto que la muerte nos destruye, su presencia nos indica lo más valioso de la vida: la capacidad de disfrute.
Como el sol nos alimenta y calienta, la muerte, sin mirarla nos hace más humanos. Mi recomendación final es: ¡no mires al sol (la muerte), pero no olvides que está ahí¡
martes, 10 de octubre de 2017

Protestar hace daño al cerebro




CONSEJOS PARA HUIR DE ESTE HÁBITO
Descubre porqué, cuanto más protestas, más refuerzas ese mecanismo de “protesta” en tu cerebro.
Escuchar a alguien protestando seguramente te provoque ganas de salir huyendo de la persona malhumorada. La ciencia explica que una cascada de reclamaciones, además de llenar los oídos, afecta negativamente a tu cerebro y al funcionamiento de tu cuerpo. Peor: si eres tú la persona que tiene la costumbre de criticar a todo y a todos, el efecto también se aplica a tu salud mental.
Pero parece que la costumbre de protestar acaba formando parte de nuestra vida una y otra vez, ¿verdad? Para evitar (o reducir) los daños, entrevistamos a la coach de alta performance y productividad Patricia Marinho, que enseña cómo debemos lidiar con las ganas de protestar, y ofrece consejos prácticos para levantar el ánimo de quien solo ve la vida en tonos grises. Entre otros consejos, enseña la “regla del agua” para mantener el optimismo cada día. ¿Qué tal probar?
¿Por qué protestar afecta negativamente al cerebro?
El divulgador y científico de la computación Steven Parton publicó un texto en el sitio Curious Apes sobre cómo el hecho de protestar puede acabar con tu bienestar y el de los que te rodean, afectando directamente al cerebro de los individuos.
Él explica que, con cada pensamiento que tenemos, nuestro cerebro se remodela, alterando la construcción física de la realidad. Esto sucede porque el puente que se forma entre las células nerviosas (las neuronas) acaba estrechándose cada vez más para producir ese pensamiento.
“A lo largo de tu cerebro hay una colección de sinapsis separadas por un espacio vacío llamado espacio sináptico. Siempre que tienes un pensamiento, una sinapsis dispara un producto químico a través del espacio hacia otra sinapsis, construyendo así un puente por el que puede pasar una señal eléctrica, llevando consigo la información relevante que estás pensando”, detalla.
Sinapsis
“Cada vez que esa carga eléctrica se pone en marcha, las sinapsis disminuyen la distancia que la carga eléctrica tiene que atravesar. Por tanto, el cerebro está religado en su propio circuito, y se altera físicamente para hacer más fácil la realización de las sinapsis adecuadas –y esto hace que el pensamiento, en resumen, se produzca más fácilmente”.
Junto a esa capacidad cerebral, está el hecho de que las sinapsis que tienes más fortalecidas definen tu personalidad. A fin de cuentas: ese pensamiento que se repite más dentro de tu cabeza refuerza los puentes dentro de la red de tus neuronas.
“A través de la repetición del pensamiento, el par de sinapsis que representa sus inclinaciones se acerca cada vez más, y cuando surge el momento oportuno para que puedas formar un pensamiento, el pensamiento que gana es el que tiene menos distancia para viajar”.
Esto significa que, cuanto más protestas, más refuerzas ese mecanismo de “protesta” en tu cerebro.
Aceptación/disgusto
Steven apunta a otro factor que hace que las protestas, a veces, destruyan nuestro cerebro: la dualidad entre la aceptación y el disgusto, el amor y el miedo, el optimismo y el pesimismo. En una experiencia personal, el autor resolvió seguir, frente a situaciones buenas y malas, el precepto de “agradecer la experiencia y la lección”.
“La naturaleza aprecia el caos, y nuestro cerebro no es diferente. Por eso es importante subrayar que esta, obviamente, no es una práctica a prueba de idiotas que erradique completamente la negatividad de tu conciencia. A veces, la emoción es muy fuerte, y el par de sinapsis que llama la carga química será el negativo”, relata.
“Pero, como cualquier músculo, si quieres ejercitar esas sinapsis ‘amorosas’, encontrarás una nueva fuerza innata que hará que el mundo brille con más frecuencia. También te darás cuenta de que eres mucho más feliz gracias a  tu bienestar”.
Escuchar las protestas de los demás
Cuando escuchas mucho bla-bla-bla negativo, tu cerebro se relaciona con la otra persona en virtud de las “neuronas-espejo”.
En esta experiencia, la empatía con el otro hace que intentemos sentir la emoción que está sintiendo –y en ese momento, literalmente, “intercambias energías negativas” con tu interlocutor.
Qué hacer para evitar la negatividad
Patricia Marinho nos da 8 consejos de comportamiento para escapar de la gente “protestona”. Si eres una persona así, la especialista también orienta sobre la mejor manera de cambiar tu forma de ver las experiencias en la vida:
1. “Somos el resultado de las cinco personas con las que más nos relacionamos”
“Si estás junto a personas que solo protestan, en breve te convertirás en alguien así también”, comenta Patricia.
2. La palabra tiene mucho poder
“Si estás en medio de una crisis y dices que estarás así hasta finales de año, así será”, comenta la especialista. “Lleva optimismo a la conversación: ‘existe una crisis, sí. Pero ¿qué vamos a hacer para cambiar?”.
3. Procura estar al lado de personas que son altruistas y optimistas
“Un ancla constituye solo el 10% del peso de la nave, y sin embargo, basta para detenerla. No dejes que nadie sea ancla para ti”.
4. Protestar es un hábito y, por ello, puede cambiarse
“Nuestro cerebro tarda 21 días en entender que creamos un hábito. Después, se convierte en rutina”. Por eso, evita mantener actitudes negativas, como respuestas duras y mal humor.
5. Intenta cambiar de tema cuando una persona se pone a protestar
“Si dices ‘buenos días’ y esa persona responde ‘¿buen día de qué?’; pídele que respire hondo y que diga que el hecho de estar vivo ya es motivo para un buen día”.
6. Si alguien protesta a tu lado, no hagas coro a la crítica
“Ella habla mal de alguien y tú hablas bien. Un día, esa persona cambiará de comportamiento”, pondera la coach.
7. Cambia de tema siempre que te sientas arrastrado por las energías negativas del interlocutor
Si la persona protesta de algo, pregunta algo como “¿viste que el cielo está despejado?”, para forzarla a cambiar de asunto.
8. No intentes corregir a esa persona
Frases del tipo “solo saber protestar” o “hablas muy mal” no funcionan, según la coach. “Cuando alguien hace una crítica, responde con algo positivo”.
Consejo de oro: la regla del agua
La coach sugiere un hábito a las personas que tienen la costumbre de protestar siempre. “Lleva una botellita de agua, y cada vez que pienses en hablar mal de algo, bebe agua y mantén el líquido en la boca”, explica. “Es un consejo que da beneficio a la salud del cuerpo y la mente”.
Fuente: https://es.aleteia.org/2017/08/29/protestar-hace-dano-al-cerebro-un-especialista-da-consejos-para-huir-de-este-habito/
lunes, 9 de octubre de 2017

Camino de Esperanza




INICIAMOS EL CAMINO DEL SALVADOR
DE LEON A OVIEDO. 
Día 11 de Noviembre. De León a Cascantes.
El Teléfono de la Esperanza de León sigue organizando etapas hasta Santiago de Compostela. Desde la perspectiva aconfesional del T.E. Santiago es más que un lugar físico o geográfico, representa el corazón de cada persona y un lugar de encuentro para todos los que apostamos por una sociedad más justa y hermanada.
Iniciamos un camino alternativo al Camino Francés, el Camino de San Salvador, que comienza en León y termina en Oviedo y desde ahí sigue hasta Santiago.
A partir de 1075, cuando se hizo público el contenido de las valiosas reliquias del arca custodiada hoy en la Cámara Santa de la catedral de Oviedo, la capital asturiana se convirtió en el segundo lugar más importante de peregrinación tras Santiago de Compostela y, desde ese momento, además, ambas peregrinaciones quedaron vinculadas para siempre. El inventario de las reliquias, la propaganda, las leyendas y el boca a boca entre los peregrinos lograron traspasar fronteras y aún hoy resuenan entre los caminantes estos antiguos versos: "Quien va a Santiago / Y no a San Salvador / Sirve al criado / Y olvida al Señor".
Hemos decidido animaros a haceros peregrinos de vosotros mismos y del misterio hermoso que se esconde detrás de cada persona y de cada ser vivo.
La próxima etapa la haremos de un solo  día, el 11 de noviembre de 2017, desde León a Cascantes. 
Itinerario: León-Cascantes.
Kilómetros: 22 Km.
Coste: Cada persona al apuntarse abonará la cantidad de 5 euros para su billete de vuelta en autocar. Este dinero no se devolverá en caso de no asistencia. El coste definitivo vendrá determinado por el número de participantes.
Material necesario: Mochila, calzado apropiado y de repuesto (con calcetines de algodón dos pares), chubasquero. Recuerda: todo se llevará en la mochila que cada uno lleve, junto con la comida y bebida, ya que no nos acompañará el autocar como en el resto de las etapas.
Comida: Para la comida y tentempié que cada uno quiera llevar y cargar, así como la bebida. El lugar de la comida se determinará oportunamente.
Transporte: A pie la ida. Vuelta en autocar.
Concentración y salida: A las 8,30 horas. En la fachada del Hostal de San Marcos, junto a la estatua del peregrino. Se ruega máxima puntualidad. El regreso previsible será sobre las 20 horas.
Apuntarse: Hasta el día  30 de octubre en la sede del Teléfono de la Esperanza. Rogamos a las personas interesadas que se apunten lo antes posible. 
Para llevar a cabo la actividad será imprescindible que se apunten un mínimo de 25 personas. Número máximo de plazas: 55.
Queremos que el camino sea algo más que caminar, para lo cual se ofrecerán algunas posibilidades de abrir la mente y el corazón.
Responsabilidad de la actividad: Cada participante asume su propia responsabilidad en la marcha hasta Santiago. El T.E. no se hace cargo de posibles daños o accidentes.
Animamos a todos los orientadores/as, amigos/as, conocidos/as, participantes de los distintos grupos de desarrollo personal y demás familia, a que se unan a esta actividad lúdica. Tendremos tiempo para charlar, callar, disfrutar, reírnos, cansarnos, descansar, escuchar y escucharnos.

Para el viento, una cometa
Para el lienzo, un pincel
Para la siesta, una hamaca
Para el alma, un pastel
Para el silencio una palabra
Para la oreja, un caracol
Un columpio pa' la infancia
Y al oído un acordeón
Para la guerra, nada.
Para el cielo, un telescopio
Una escafandra, para el mar
Un buen libro para el alma
Una ventana pa' soñar
Para el verano, una pelota
Y barquitos de papel
Un buen mate pa'l invierno
Para el barco, un timonel
Para la guerra, nada
Para el viento, un ringlete
Pa'l olvido, un papel
Para amarte, una cama
Para el alma, un café
Para abrigarte, una ruana
Y una vela pa' esperar
Un trompo para la infancia
Y una cuerda pa' saltar
Para la guerra, nada
Para amar nuestro planeta
Aire limpio y corazón
Agua clara para todos
Mucho verde y más color
Para la tierra más semillas
Para ti, aquí estoy yo
Para el mundo eternas lunas
Pregonando esta canción
Para la guerra, nada
Poema de Marta Gómez
domingo, 8 de octubre de 2017

Un chute de optimismo

La Escribana del Reino
M. E. Valbuena


Me encontré con un viejo amigo al que veo ahora en contadas ocasiones.
Cuando lo conocí era un chico alegre, simpático, con muchos sueños por realizar y muchos recursos personales para poder llevarlos a cabo, optimista y resolutivo. Han pasado más de veinte años y ahora es un hombre alegre, simpático, con menos sueños tal vez, bastantes más recursos, optimista y resolutivo.
¿Su secreto? Creo que se posiciona ante la vida aceptando lo que venga.
No ha tenido una vida dura y difícil, pero tampoco fácil o exenta de disgustos. Se marchó a otra ciudad buscando acomodo laboral; la estabilidad en su trabajo –es autónomo– la gana día a día , manteniendo los clientes, cuidando los detalles, esforzándose; no tiene un piso lujoso ni un coche despampanante; ni hace viajes exóticos para poder presumir de ellos; tampoco ha podido cumplir su deseo de ser padre biológico o adoptivo.
Y ahí está, con su sonrisa de siempre y esa forma de encarar lo que venga tal como sea, agradecido a la vida y contento con su suerte. Aunque, a decir verdad, la suerte la tengo yo por haberlo conocido y haber disfrutado de él durante unos años.
Cada vez que nos encontramos me insufla optimismo y buen humor, me llena de energía y me reconcilia con el día. Me hace sonreír y hasta reír por nada. Me encanta.
¡Qué bien sienta un chute de optimismo en esas épocas en que, por determinadas circunstancias, te ves rodeada de victimistas recalcitrantes y de pasivos de freno y marcha atrás! ¡Qué alegría proporcionan unos escasos pero intensos minutos de armónica melodía en medio de tanta discordancia!
sábado, 7 de octubre de 2017

Oración... por lo que estamos viviendo

Dokushô Villalba
Primer lama budista español


Siendo consciente de que el fuego no puede apagar el fuego, renuncio aquí y ahora a encenderlo.

Siendo consciente de que el odio solo conduce a más odio, renuncio aquí y ahora a alimentarlo.

Siendo consciente de que la hostilidad solo conduce a más hostilidad, renuncio aquí y ahora a justificarla.

Siendo consciente de que el deseo de venganza solo conduce a más deseo de venganza, renuncio aquí y ahora a estimularlo.

Siendo consciente de que la violencia solo engendra violencia, renuncio aquí y ahora a ejercerla sobre otros.

Siendo consciente de que una mancha de sangre no puede limpiar una mancha de sangre, renuncio aquí y ahora a derramarla.

En estos momentos de aflicción, pueda yo permanecer atento y consciente, de manera que la cólera, el odio, el resentimiento, el deseo de venganza, la hostilidad no aniden en mi corazón.

viernes, 6 de octubre de 2017

Nuestro recuerdo
a Ricardo Cantalapiedra

La redacción del Blog

Hace unos días falleció en Madrid el poeta, artista y cantautor leonés RICARDO CANTALAPIEDRA.

Cantalapiedra marcó un hito en este país cuando la democracia era una quimera. Igual cantaba en una misa parroquial que en una asamblea del Partido comunista.

Se manifestaba como una persona libre, libre, siempre libre.

Sus canciones abrieron brecha a la solidaridad y a la ternura, en una época dificil y oscura.

Quien esto escribe siente una pasión singular por este ser humano y sus obras de arte y de bondad.

"Un día por las montañas amaneció un peregrino..."

Hoy ese peregrino encontró la posada anhelada y su voz será nuestra voz y su alma nuestra alma.

Gracias, amigo!!!!!!

Si quieres saber algo más de este hombre pincha aquí

jueves, 5 de octubre de 2017

Sobre las relaciones interpersonales

Enrique Martínez Lozano
Psicoterapeuta

Las relaciones interpersonales, en todos sus niveles –de vecindad, de parentesco, de amistad, de pareja–, pueden ser fuente de gozo o bien constituir un campo minado de dificultades.

Un elemento fundamental que genera sufrimiento en las relaciones es el “guion” con el que el ego se maneja. Según él, los otros están ahí para complacerme. En consecuencia, resulta inevitable que, cada vez que tal expectativa no se cumple, aparezca la frustración y, con ella, el enfado, la ira o el abatimiento.

Solo podremos salir del sufrimiento abandonando aquella expectativa o creencia errónea, gracias a la comprensión, la cual nos ofrece dos claves decisivas en toda esta cuestión:

Los otros no están para complacerme, sino para ayudarme a aprender.

Los otros –como yo– hacen siempre lo mejor que saben y pueden, por lo que carece de sentido la culpabilización.

¿Qué es lo que necesito aprender a partir de lo vivido en las relaciones?

Tal vez, tres cuestiones básicas:

  1. Conocerme y aceptarme tal como soy, integrando la sombra que había reprimido, ocultado o negado. En las relaciones se me hace patente que todo aquello que me altera de los otros se encuentra en mí sin aceptar y, con frecuencia, sin ni siquiera conocerlo.
  2. Crecer en amor incondicional hacia mí. Todos mis enfados y frustraciones que nacen en el campo relacional son, en realidad, expresión de un grito que pide amor. Sin ser consciente de ello, estoy pidiendo a los otros el amor –aprecio, reconocimiento, comprensión…- que yo mismo soy incapaz de darme. El hecho de no recibir lo que espero puede constituir una oportunidad preciosa para desarrollar en mí aquel amor incondicional que reclamo de los otros y que, aun sin darme cuenta de ello, me hace vivir mendigando afecto.
  3. Crecer en comprensión de mi verdadera identidad. De un modo u otro, todo aprendizaje culmina en este, que me permite contestar adecuadamente a la pregunta primera: ¿quién soy yo? Porque no hallaré luz ni paz hasta que no halle, por experiencia propia, la respuesta adecuada: soy no-separado de los otros. Más allá de las formas diferentes –o “disfraces” en que se expresa– todos compartimos la misma y única identidad; la nuestra es una identidad compartida, Eso que sostiene todas las formas y que en todas se expresa.