El que da, no debe volver a acordarse;
pero el que recibe nunca debe olvidar
Blog
miércoles, 30 de enero de 2019

Entrevista a
Lujan Comas






“Entender que no existe la muerte cambia nuestra vida”.
Entrevista de Ima Sanchis a Luján Comas, licenciada en medicina, especializada en anestesiología y reanimación, en La Contra, de La Vanguardia, 2018.

69 años. Barcelonesa. Viuda, tengo tres hijos. Trabajé como médico adjunto en el hospital Vall d’Hebron 32 años y ahora lo hago en una consulta privada de medicina integrativa. Soy apolítica, pero creo que las mujeres pueden cambiar las cosas. En la vida todo tiene sentido, estamos aquí para evolucionar.

Amiga de la muerte
Ejerciendo su especialidad, anestesiología y reanimación, se preguntó qué pasa con la conciencia mientras nuestros parámetros vitales son una linea inexpresiva. Pero el empujón final para dedicarse a investigar sobre la muerte y las ECM (experiencias cercanas a la muerte) fue cuando a su marido le diagnosticaron una enfermedad terminal. Es cofundadora de la asociación sin ánimo de lucro Merry Human Life Society (Merrylife) para la evolución de la conciencia, y coautora del libro ¿Existe la muerte? junto a Anji Carmelo. Será ponente de una jornada sobre la continuidad de la consciencia más allá de la muerte que tendrá lugar el sábado 6 de octubre en la Facultad de Psicología de la Blanquerna y organiza Merrylife.
“Considero que la muerte es el momento más importante de la vida. Aquí se queda todo lo denso, te llevas tu conciencia”.

¿Cuál es su experiencia con la muerte?
Trabajé como médico adjunto en el hospital Vall d’Hebron durante 32 años, de ellos 18 como anestesióloga en cirugía cardiaca.
¿Muerte y reanimación han sido su pan de cada día?
He estado en contacto con la muerte desde dos vertientes. Una es personal: yo nací tras la muerte de una hermana, recuerdo ir al cementerio desde muy pequeña. También viví tres abortos tardíos de mi madre, la muerte de un hermano a los 26 años y la muerte de mi marido.
¿A qué edad enviudó?
A los 48 años. Fue entonces, con el diagnóstico de enfermedad terminal de mi marido, médico reumatólogo, cuando empecé a investigar la muerte y la posibilidad de un más allá para ayudarle en ese tránsito.
¿Y en lo profesional?
Debido a mi especialidad he reanimado muchos paros cardiacos y he asistido a operaciones muy graves. Fui parte del equipo del primer trasplante bipulmonar de España y el primer unipulmonar de Catalunya. Todo esto me acerca mucho a la muerte y hace que me haga muchas preguntas.
Hablemos de ellas.
Había un tipo de operaciones que hacíamos en cirugía cardiaca bajo hipotermia profunda. Casos en los que la aorta se rompe en la zona de la que salen las arterias que irrigan el cerebro. Para que el cirujano pudiera coser teníamos que parar la circulación sanguínea, el corazón y la respiración.
¿Y eso no es la muerte?
Sí, aparentemente la persona está muerta. Luego, a través del calentamiento, el oxígeno y los fármacos, su actividad vuelve a la vida. Yo no podía evitar preguntarme: ¿dónde está la conciencia mientras tanto? Si la conciencia está en el cerebro, cuando este no recibe oxígeno, ¿qué pasa con ella?
¿Qué entendió?
Que la conciencia no es un producto de nuestro cerebro sino que utiliza a nuestro cerebro. Dediqué mucho tiempo a investigar las ECM (experiencias cercanas a la muerte).
Ha colaborado usted con el cardiólogo holandés Pin Van Lommel.
Sí, que desde 1988 se ha dedicado a documentar casos incuestionables de ECM. En el 2001, en The Lancet, publicó un estudio clínico prospectivo con 344 pacientes en el que participaron diez hospitales holandeses.
¿Sobre vivencias de ECM?
Sí, pacientes que mueren clínicamente, es decir, que corazón y cerebro dejan de funcionar, y aun así pueden explicar sus percepciones sensoriales como si fueran un ser completo (las personas ciegas ven como si tuvieran vista, los sordos oyen…), y pueden sentir, recordar y pensar. Pero su cerebro no tiene rastro de actividad porque simplemente está “muerto”.
¿Y qué cuentan?
Las situaciones más comunes descritas son que han podido verse a sí mismos y lo que pasaba en aquel momento en su entorno; han revisado toda su vida en el pasado y también en el futuro y comprendido el sentido de su existencia. Han sentido una paz y un amor incondicional indescriptible.
¿Pese a que su cerebro está muerto?
Sí, por tanto esa consciencia que continúa durante este trance no se encuentra en el cerebro. Es una energía, y como energía no se crea ni se destruye, se transforma y perdura.
¿Se da algún cambio en esas personas?
La mayoría modifican su escala de valores, pierden el miedo a morir y afrontan la vida de una forma radicalmente diferente: empiezan a dedicarse a trabajos que dan sentido a sus vidas, de servicio y ayuda a los otros…
Hay médicos que afirman que esas experiencias son meras alucinaciones.
Sí, debidas a la falta de oxígeno que todos sufrimos en ese momento, pero no todos tenemos un ECM, tan solo un 20%. También dicen que son causadas por el exceso de anhídrido carbónico o por una epilepsia del lóbulo temporal, pero todas son rebatibles.
¿Cómo se lo explica usted?
En 1990, Stuart Hameroff, psicólogo en la Universidad de Arizona, y Roger Penrose, físico matemático en la de Oxford, propusieron que los microtúbulos, las unidades más pequeñas del citoesqueleto de las células, actúan como canales para la transferencia de información cuántica responsable de la consciencia.
¿Somos como aparatos de radio?
Exacto, y cuando morimos el contenido de los microtúbulos vuelve a esa conciencia cuántica y si te reaniman se puede recuperar.
¿Me está diciendo que en nosotros hay una conciencia universal?
Sí, y cuando mueres esa conciencia a la que se suman tus experiencias pasa a la conciencia cuántica, pero no se pierde la información.
¿Se trata de una conciencia que está continuamente aprendiendo?
Sí, continuamente, y que está conectada a todo. El mundo de las subpartículas de las que todo está hecho, están interconectados, usted, yo, los árboles, la mesa, todo el universo… Puede ser una explicación. Lo que está claro es que si entendiésemos que no existe la muerte, no tendríamos miedo y viviríamos de otra manera.
martes, 29 de enero de 2019

Te hablo

Valentín Turrado

Te hablo del amor
que sana y cura,
no del odio que perdura.
Te hablo del amor
que arropa y mira,
no del rechazo que no mira.
Te hablo del amor
que empuja y alza,
no de la alegría que descalza.
Te hablo del amor
que cautiva y envuelve,
no de la rutina y desidia que revuelve.
Te hablo del amor
que vibra y siente,
no del deseo que miente.
Te hablo del amor
de piel y alma,
no de la codicia que no calma.
Te hablo del amor
que fortalece y sostiene,
no del temor que te mantiene.
Te hablo del amor
que canta, ríe y descansa,
no de aquello que cansa.
Te hablo del amor
sabio y desnudo,
no de la confianza que no hubo.
Te hablo del amor
que es libre,
no de aquello que lo hace horrible.
Te hablo del amor
que en cada gesto bendigo,
no de los apegos que maldigo.
Te hablo de ti.
De mí.
De todos.
Amor, solo amor.
Lo demás no me interesa.
lunes, 28 de enero de 2019

Ten paciencia...

Pax Vostrum
Beatriz


“Ten paciencia con todo lo que no está resuelto en tu corazón y trata de amar a las preguntas mismas”.
Rainer Maria Rilke

Seguramente tú que estás leyendo esto, eres alguien a quien le gusta observarse, a quien le gusta crecer, a quien le gusta mirar hacia dentro, descubrir, tener tomas de conciencia, hacer un trabajo interior para sanar todas aquellas heridas que año tras año se han ido acumulando…  Todo ello es genial y necesario para poder vivir en plenitud.
Pero a veces, nos perdemos en esa tarea y olvidamos lo importante. En ocasiones, a través de esta búsqueda lo único que hacemos es entretenernos y alejarnos de la sanación de verdad: el AMOR.
El sentimiento de que no estamos completos, de que no estamos enteros, de que no estamos bien del todo, de que tenemos que hacer algún curso más, sanar alguna herida más o de que tiene que pasar “algo” para estar plenamente felices es algo con lo que tenemos que “lidiar” a menudo.
Y el antídoto es el AMOR. Como dice Rilke, tratar de amar a las preguntas mismas. Trata de amar el proceso, el momento, las preguntas, las no respuestas, el camino…  
Amar simplemente, amar aquello que ES, poner el foco en nuestro corazón y dedicarnos a sentir y a experimentar este instante.
Sí, esa es la gran medicina que puede sanar cualquier herida: EL AMOR. Simplemente EL AMOR.
domingo, 27 de enero de 2019

En un lugar perdido

La Escribana del Reino
M. E. Valbuena

Una de estas mañanas frías y luminosas que el tiempo invernal nos regala, di un paseo hasta un rincón mágico, de esos que suele haber en muchos lugares. Rincones abiertos y visitados, pero íntimos, donde imperan el silencio y el respeto.

Allí me encontré, sobre una piedra, una caléndula y una pequeña vela que el aire no había conseguido extinguir. Ninguna presencia humana a la vista.

Desde entonces esta imagen me visita de forma recurrente y, cada vez, me conmueve.

¿Quién colocó ahí la flor y la vela? ¿Por qué motivo? ¿Sería una ofrenda? ¿Un recuerdo? ¿Un agradecimiento? ¿Qué había pasado allí para querer honrar ese sitio? Si me dejo llevar por mi imaginación las respuestas serían múltiples y variadas, pero nunca sabré la verdad del gesto.

Y ahí está su grandeza.

Independientemente de su significado real y del motivo por el que surgió, este pequeño detalle demuestra la sensibilidad de quien preparó el diminuto altar y el valor universal de la emoción provocada por los pequeños gestos de ternura.

Sin llegar a conocer el porqué o el para quién, me adhiero a este gesto, a esta comunicación sin palabras, que ha hecho bailar mi emoción y mis sentimientos, que conmueve, que cuestiona.

No hacen falta grandes obras ni majestuosos altares. Tampoco explosivos aspavientos de tristeza o exageradas muestras de alegría.  Ni siquiera ningún tipo de concentración. Bastan una humilde flor campestre y una pequeña vela para iluminar el día, sacarnos de nuestro raquítico reducto, y dejarnos con la boca y la emoción abiertas.

viernes, 25 de enero de 2019

Sofía

El rincón del psiquiatra
Alejandro Rocamora Bonilla

Todo sucedió en una mañana lluviosa en un Madrid otoñal. En una habitación destartalada, de un viejo hospital, y en una ambiente con carga positiva por los padres, tía y abuelo, pero también con una carga negativa de una profesional seca, tajante y distante, naciste a la vida. Aquello parecía la Gran Vía una tarde navideña con entradas y salidas constantes de los profesionales, en una escenificación donde parecíamos invitados de piedra. Ni siquiera el padre o la madre se atrevieron a formular ninguna pregunta. Por la habitación pululaban palabras sueltas (cabeza, dimensiones, espalda, etc.) que como un murmullo invadían mi mente y en ocasiones aceleraban el corazón, al considerar que algo no era lo esperado. Era una de tus primeras fotografías: una ecografía.

Quiero pensar que esta imagen es una metáfora de la vida: amor y malestar, temor y esperanza, miedo y fortaleza, salud y enfermedad, son algunos de los parámetros por los que discurre la vida. Y ahí surgió como un susurro: es una niña. Sofía comenzó a existir. Es verdad que ya existía antes pero como “algo” indeterminado, sin sexo y sin nombre. El nombre le dio existencia, se convirtió en persona.

Sofía, pues fue nombrada y comenzó a existir. Fue su verdadero nacimiento. En una habitación destartalada, de una lluviosa mañana madrileña, pero arropada por el amor de sus padres, tía y abuelo. Y la “loca de la casa”, la fantasía comienza a dar forma al bebé, a la niña, a la adolescente, a la adulta Sofía, y en todos esos momentos  surge el monstruo del sufrimiento, de la maldad, de la angustia, pero también el Hada madrina del amor, de la comprensión, de la empatía. Mi deseo es que Sofía sepa neutralizar el malestar, el sufrimiento, etc. con el amor de sus padres, abuelos y tías, principalmente.

Sofía, me gustaría que te encontraras un mundo lleno de solidaridad, de paz y armonía, donde pudieras desarrollar tus capacidades de amor.

Sofía, es cierto que nuestro mundo está lleno de dificultades, de zancadillas, de competición desleal, pero también vivimos en un mundo donde la solidaridad es patente y el sufrimiento del otro, en muchas ocasiones se convierte en nuestro propio sufrimiento.

Sofía, ya vislumbro tu sonrisa, tus ganas de vivir, y agradezco a la vida este regalo.

Tomo conciencia de mi nueva condición de abuelo y pienso:

“Ser abuelo”, es como decir que he completado el círculo de mi existencia: fui hijo, hermano, tío, sobrino, esposo, padre, y por último abuelo. Es como una gran medalla que me impone la vida.

“Ser abuelo” supone que puedo disfrutar de Sofía, de su sonrisa, de sus primeros pasos, de su ternura, de sus chantajes emociones… y un largo etcétera que de alguna manera dará luz y color a mi vida. Porque ser abuelo es tener la misma responsabilidad de ser padre pero centrándose más en el disfrute que en la censura o el castigo.

“Ser abuelo” implica contemplar la vida como por el retrovisor de otra existencia mas fresca, mas vital  y mas festiva.

“Ser abuelo” inyecta una gran dosis de vida en una existencia que  tiene un largo recorrido. Es un brindis al futuro injertado en la nueva vida del nieto/a.

¡¡Soy abuelo!! Gracias Pau y Javier por este regalo a mi vida, a nuestras vidas, y espero, que a pesar del lado oscuro (profesionales distantes, amargados, etc.) sepamos transmitir el amor y cariño de unos abuelos felices.  GRACIAS.

jueves, 24 de enero de 2019

Gracias Manus

Juan Fernández Quesada


Tan sólo una llamada de teléfono y las puertas de sus vidas están abiertas. Así son Manuel Cortés Blanco y Manuel Ferrero López, los Manus, como pusimos en el Cuentacuentos del día 18 de este mes, titulado "El mundo entre tus Manus" en el Centro Cívico del Crucero, en favor del Teléfono de la Esperanza de León.
Quedamos en una cafetería conocida de León, les expuse la necesidad de recabar fondos para las obras de la nueva sede del Teléfono y ya se pusieron a desgranar lo que podrían hacer: unos cuentos del mundo.
Manuel Cortés es médico militar de profesión y ha tenido que recorrer 4 continentes para vivir en persona las calamidades de la guerra, de la miseria; por eso es un hombre de infinita paz (eso es lo que transmite). Él, mejor que nadie, sabe lo que es el dolor.
En el escenario se ganó pronto a los peques con la carrera del guepardo y el antílope, luego nos contó otros cuentos, todos traídos de esas lejanas tierras, del conejo grabado en la luna; de la sombra que la luna le robó al lobo y, por eso aúlla por las noches, reclamando su sombra. Nos contó por qué el maestro sufí no cuenta las moralejas de sus historias: cada uno tiene que elaborar su enseñanza. 
Manuel Cortés dio entrada a su amigo Manuel Ferrero, al que admira. Manu es un niño grande, un tipo de oso de peluche al que a mí me gusta abrazar. Espontáneo, juguetón, creativo. Dejó la abogacía por hacernos felices, y lo hace muy de maravilla. Tocó una flauta india americana, hizo cantar a un tubo de goma, e incluso sacarle el sonido del afilador. Saltó, nos hizo implicarnos con movimientos, con gestos, con golpes en las piernas, con canciones. Hasta sacó al muñeco Manuelín enfrascado con su pollo. Todo esto para contarnos otros cuentos del mundo; hasta el de una gota de agua que atravesaba toda la provincia de León. Qué imaginación!! 
Al final del maravilloso espectáculo los dos Manus nos dieron las bolas del mundo a Mercedes, nuestra presidenta, y, a un servidor, para agradecer, a ellos, principalmente, y a todos los que participasteis de una u otra manera el alcanzar el sueño de tener una sede propia en el pasaje entre Ordoño II y República Argentina, número 32, y, así,  seguir cuidando de la salud emocional de todos nuestros leoneses y allegados. 
Gracias, gracias y gracias.
miércoles, 23 de enero de 2019

Hipatia

El talón de Aquiles
Tomás


Hipatia nació en Alejandría (Egipto) en torno al año 360. Su padre, Teón, la educó desde niña según los ideales griegos de perfección del ser humano, cultivando tanto el cuerpo como la mente. Así la educación de Hipatia combinó el ejercicio físico con el cultivo de las artes, las ciencias y la música. Para completar su aprendizaje viajó a Roma y Atenas donde amplió sus estudios de filosofía, astronomía, matemáticas y física.
A su regreso a Alejandría empezó a enseñar en el Museo (casa de las musas), que sería el equivalente a una universidad actual, donde más tarde llegaría a ser su directora. Los conocimientos de Hipatia tanto en ciencia como en filosofía destacaban por encima de todos los filósofos de su tiempo. Una de sus frases nos puede hacer entender su afán por el conocimiento: “La vida es crecimiento, y cuanto más viajamos, más verdad podemos comprender. Comprender las cosas que nos rodean es la mejor preparación para comprender las cosas que hay más allá.”
En sus charlas explicaba los principios de la filosofía a sus oyentes, los cuales, atraídos por su fama venían de todas partes del Imperio Romano para escucharla. Entre sus alumnos había tanto cristianos como paganos y formaron un grupo muy unido de aristócratas, algunos de los cuales desempeñaron altos cargos.
Hipatia además desarrolló aparatos para medir el aire, los líquidos, perfeccionó el astrolabio y defendía el heliocentrismo (la Tierra gira alrededor del Sol y no al contrario) mil doscientos años antes de que Galileo y Copérnico lo demostraran matemáticamente.
Le tocó vivir tiempos convulsos, pues Teodosio I el Grande había convertido el cristianismo en la religión oficial del Estado por el Edicto de Tesalónica del año  380, Hipatia era pagana y los más exaltados del cristianismo consideraban todo lo pagano, incluido el conocimiento científico, como perseguible. Los filósofos como Hipatia pronto fueron objeto de fuertes presiones. Algunos se convirtieron al cristianismo, pero Hipatia se negó a ello, a pesar de los consejos de sus amigos, como Orestes, prefecto romano y alumno suyo, que se había bautizado en Constantinopla antes de ir a desempeñar su cargo en Egipto.
En esos momentos el obispo de Alejandría era Cirilo, que mantenía un enfrentamiento con el prefecto Orestes y por ello sentía hostilidad hacia Hipatia, por ser amiga de Orestes y por las enseñanzas filosóficas que impartía. Empezó entonces a correr entre los cristianos de Alejandría el rumor de que la causante de la discordia entre Cirilo y Orestes era la influyente Hipatia, amiga y consejera de su ex alumno y, presumiblemente, opuesta a los abusos del poder religioso. En plena Cuaresma, del año 415 un grupo de fanáticos cristianos se abalanzó sobre la filósofa cuando regresaba en carruaje a su casa, la golpearon y la arrastraron por toda la ciudad para después asesinarla.
El obispo Cirilo es considerado responsable de estos hechos, por ser el instigador de la campaña contra la filósofa, como medio de combatir al prefecto imperial Orestes. La muerte de Hipatia levantó un gran revuelo en la ciudad. Tras el cruel asesinato, Orestes informó de lo ocurrido y pidió a Constantinopla que interviniera. El emperador Teodosio II para castigar a Cirilo le retiró los 500 monjes que le servían de escolta durante dos años. El obispo Cirilo, patriarca de Alejandría, murió en el año 444 y fue declarado santo .
No hubo más actos violentos contra los filósofos paganos de Alejandría, cuya Escuela siguió activa hasta el siglo VII.
lunes, 21 de enero de 2019

Tengo una cita

Caligrafía de emociones
Jose


Te espero año nuevo.
Besaré tu boca
y me darás tu piel,
mudaré la mía.
Danzaré mi propio ritmo
en el movimiento con el otro
aventurándome a la fragilidad
del eterno presente.
Amándote en cada amanecer,
cabalgando entre nenúfares.
domingo, 20 de enero de 2019

El deseo
de no desear

La Escribana del Reino
M. E. Valbuena


Solemos desear a los seres queridos que se cumplan todos sus deseos. Y, cuando felicitamos en los cumpleaños, mandamos pedir un deseo para que se cumpla en el año recién estrenado. Y a veces se cumple y otras veces no.
Un amigo me ha dicho hace dos días que no quiere desear nada, que quiere aceptar lo que venga, como venga.
No es que diga nada nuevo. Uno de los pilares del Budismo es quitar el deseo para evitar el sufrimiento que todo deseo incumplido provoca. Hasta parece una frase hecha. Lo difícil es creer de verdad en ello.
Si deseamos aquello que no tenemos, nuestra mirada y nuestra vida se posicionarán en la carencia permanente y nos instalaremos en la actitud de queja, obviando aquello que tenemos y que damos por hecho. Ni lo vemos, ni lo valoramos, ni lo disfrutamos.
Si en lugar de poner el acento en lo que nos falta, lo ponemos en lo que tenemos, posiblemente nuestro ánimo y nuestra forma de vivir cambien sustancialmente. Valoraremos lo que hasta el momento pasaba desapercibido y podremos alcanzar, incluso, una sensación de plenitud.
Claro que tenemos carencias, por supuesto. Todos. Pero también –todos- tenemos motivos para agradecer, que muchas veces ni vemos. Caminamos maquinalmente en busca de no sabemos qué, que llene nuestro malestar, y no somos capaces de entender que tenemos ya, a la altura de nuestra mano, lo que necesitamos.
Cuando el deseo amenace con arruinarnos el día, démosle la vuelta a la situación, descubriendo y encontrando a nuestro alrededor aquello que contribuye de verdad a nuestra felicidad.
viernes, 18 de enero de 2019

“No te deseo un año maravilloso…”

El rincón del psiquiatra
Alejandro Rocamora Bonilla

En estos primeros días del nuevo año, el saludo entre familiares o amigos siempre está cargado de un deseo de dicha: “te deseo un próspero año”, “te deseo felicidad para el 2019”, etc. Pero la felicidad  no se consigue por arte de magia sino que es consecuencia de nuestra actitud ante los hechos “buenos” o “malos” de nuestra vida cotidiana.

Entre las diversas felicitaciones, que en estos días han llegado a mi correo electrónico, está este texto de Mirta Medici (psicóloga), que quiero compartir contigo, querido lector, con el deseo de que en 2019 seamos capaces de ir construyendo nuestras vidas y encontrar el sentido en cualquier situación de los siguientes 365 días del año. Eso es la felicidad.

Texto de Mirta Medici

“No te deseo un año maravilloso donde todo sea bueno. Ése es un pensamiento mágico, infantil, utópico.

Te deseo que te animes a mirarte, y que te ames como eres.

Te tengas el suficiente amor propio ara pelear muchas batallas, y la humildad para saber que hay batallas imposibles de ganar por las que no vale la pena luchar.

Te deseo que puedas aceptar que hay realidades que son inmodificables, y que hay otras, que si corres del lugar de la queja, podrás cambiar.

Que no permitas los “no puedo” y que reconozcas los “no quiero”.

Te deseo que escuches tu verdad, y que la digas, con plena conciencia de que solo es tu verdad, no la del otro.

Que te expongas a lo que temes, porque es la única manera de vencer el miedo.

Que aprendas a tolerar las “manchas negras” del otro, porque también tienes las tuyas, y eso anula la posibilidad de reclamo.

Que no te condenes por equivocarte; no eres todo poderoso.

Que crezcas, hasta donde y cuando quieras.

No te deseo que el 2019 te traiga  felicidad. Te deseo que logres ser feliz, sea cual sea la realidad que te toque vivir”. 

jueves, 17 de enero de 2019

El Teléfono de la Esperanza de León celebró la Navidad

Marian
Voluntaria del teléfono de la Esperanza


Como años anteriores se celebro la Navidad. El 22 de diciembre  a las 14,30 se desarrollo dicha celebración, en la Escuela de Trabajo Social. No fueron mucho las personas que asistimos, además me pareció  más un encuentro entre amigos, porque  asistieron personas de la asociación "Dones y Talentos", del proyecto "Mayores en Soledad", ex-orientadores del Teléfono de la Esperanza etc.etc.etc..
La comida fue a compartir. Se encargó una paella, y el resto, muchas, y variadas viandas, que se llevaron entre todos los asistentes. Al ser más informal, para mí ha sido más entrañable.
Percibí un ambiente muy agradable desde que llegué. Recibiendo  efusivos besos y abrazos de corazón a corazón. Me sentí muy a gusto. Me encantó encontrarme con personas que hacía tiempo que no veía, otras que conocí. Compartiendo con todos ellos: escucha, risas, bailes, .
Al final de cada día tengo por costumbre hacer una síntesis de lo sentido, y en este día todo fueron emociones positivas: de  felicidad, bienestar, alegría, y satisfacción. En definitiva una fabulosa vivencia, por todo, lo dado y recibido.
Mi agradecimiento a los organizadores, y a la dirección de la Escuela de Trabajo Social, por dejar un amplio y luminoso salón-comedor para tal evento; cuya  finalidad también era redundar en beneficio del Teléfono de la Esperanza, para recaudar fondos, e ir poniendo poco a poco entre todos; de una forma u otra, nuestra colaboración, para la instalación de la nueva sede.
miércoles, 16 de enero de 2019

¿Pareja de hecho o matrimonio?

Tu abogada al teléfono
Mª. Loreto Castro Sánchez

Esta vez, acogiendo la petición de un lector del blog, trataremos del tema de las parejas de hecho, que en la actualidad están aumentando considerablemente en detrimento de las uniones matrimoniales.

Al contrario del matrimonio, en el ordenamiento jurídico español no existe una normativa de ámbito estatal que regule esta figura, cada Comunidad ha dispuesto su propia legislación e incluso existen distintas denominaciones (pareja de hecho, unión de hecho, unión estable de pareja…) por lo que el concepto jurídico resulta difuso, aunque se podría definir como una unión estable de dos personas que conviven de forma libre, pública y notoria, durante un tiempo determinado, y entre las que existe un vínculo afectivo similar al de un matrimonio. Esta unión puede ser de carácter heterosexual u homosexual.

El matrimonio, debe registrarse en el Registro Civil. Sin embargo, la pareja de hecho, deberá ser inscrita en el Registro de Uniones de Hecho de la Comunidad Autónoma correspondiente a la residencia de sus componentes.

Algunas Comunidades Autónomas han aprobado leyes sobre parejas de hecho. Castilla y León, entre otras, no tiene ley como tal y se regula mediante decreto (Decreto 117/2002, de 24 de octubre, por el que se crea el Registro de Uniones de Hecho en Castilla y León y se regula su funcionamiento) y las disposiciones que lo desarrollan.

Los requisitos, exigencias, condiciones y procedimientos para inscribirse en cada registro pueden ser muy variables según su normativa específica. En nuestra Comunidad los miembros de la pareja deberán cumplir los siguientes requisitos a la fecha de presentación de la solicitud en el Registro:

- Convivencia que implique una relación de afectividad entre los solicitantes análoga a la conyugal, actual y durante al menos los seis meses inmediatamente anteriores, o durante seis meses continuados.

- Residencia actual en la Comunidad de Castilla y León.

- Ser mayores de edad o menores emancipados.

- No tener relación de parentesco por consanguinidad o adopción hasta el segundo grado.

- Ser su estado civil el de soltero/a o viudo/a o divorciado/a.

- No formar unión de hecho con otra persona.

- No estar incapacitado judicialmente.

Ser pareja de hecho le otorga a esta unión una serie de derechos, que son más o menos equiparables a los del matrimonio en función de la normativa de cada Comunidad Autónoma. En Castilla y León los principales son:

Pensión de viudedad: En caso de pareja de hecho no se tiene derecho directo, a diferencia de si existe matrimonio, pero se puede conceder el derecho a pensión a la pareja estable al fallecer su conviviente cuando se den ciertas situaciones:

• Que el fallecimiento sea posterior a 1 de enero de 2008.

• Que se cumplan una serie de requisitos de cotización e ingresos.

• Que la inscripción como pareja de hecho se haya producido con una antelación de dos años como mínimo con respecto a la fecha del fallecimiento.

• Que haya existido una convivencia estable y notoria con carácter inmediato al fallecimiento del causante, con una duración ininterrumpida no inferior a 5 años.

• Que, durante el período de convivencia, ningún componente de la pareja estuviera impedido para contraer matrimonio ni tuviera vínculo matrimonial con otra persona.

Relación padres e hijos: En el caso de que haya hijos en común, no hay distinción en cuanto a derechos y obligaciones, tanto si los padres están o no casados, si son o no pareja de hecho, o si viven juntos o nunca ha habido convivencia.

Régimen patrimonial: las parejas de hecho no están sometidas a ningún régimen económico, ni convencional ni legal, aunque por pacto entre las partes pueden regular sus relaciones económicas.

Impuestos: las personas que formen una unión de hecho no pueden tributar en la opción de tributación conjunta del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), sólo podrán optar a efectuar la declaración en modalidad individual.

Herencia: el de los derechos sucesorios es uno de los puntos donde mayores diferencias existen entre el matrimonio y la pareja de hecho, ya que los compañeros sentimentales no son herederos forzosos, por lo que no pueden heredar entre sí a no ser que se haya otorgado testamento en tal sentido.

Permiso laboral: el parentesco por afinidad se constituye con el matrimonio, por tanto en el caso de parejas de hecho no se tendría derecho al permiso por fallecimiento, accidente o enfermedad grave, hospitalización o intervención quirúrgica sin hospitalización de parientes, salvo que se reconociera en el convenio colectivo de aplicación.

Los funcionarios tienen derecho al permiso de 15 días de descanso tras el matrimonio o la inscripción como pareja de hecho en el correspondiente registro público. En las empresas privadas dependerá de cada caso, el permiso matrimonial retribuido se contempla en el artículo 37.3 del Estatuto de Trabajadores del siguiente modo: “Quince días naturales en caso de matrimonio”, por tanto sólo los disfrutarán cuando el convenio colectivo, y esta es la tendencia creciente, tras acuerdo entre empresarios y trabajadores, incluya en la redacción de sus acuerdos el reconocimiento de este permiso vacacional al inscribirse como pareja de hecho.  De igual modo se puede observar en la jurisprudencia de los Tribunales Superiores de Justicia la tendencia a reconocer la concesión de estos permisos basándose, fundamentalmente, en la no discriminación de los trabajadores que optan por esta opción y en aras a proteger la conciliación laboral y familiar.

Arrendamiento: en contratos de arrendamiento de vivienda posteriores al 1 de enero de 1995, en el caso de fallecer el titular del contrato puede subrogarse en el mismo la persona que hubiera venido conviviendo con el arrendatario de forma permanente en análoga relación de afectividad a la de cónyuge, con independencia de su orientación sexual, durante al menos los dos años anteriores al tiempo del fallecimiento, salvo que hubieran tenido descendencia en común, en cuyo caso bastará la mera convivencia. No es necesario que la pareja de hecho esté inscrita en ningún registro, sólo demostrar la convivencia con certificado de empadronamiento, convivencia, etc.

martes, 15 de enero de 2019

Frío

El rincón del optimista
Juan


Bajan las temperaturas, entra una ola de frío polar por los Pirineos, los termómetros se desploman, cuando el vuelo vuela bajo… No hablo del tiempo hoy como recurso socorrido para salir del paso, como lo hacemos cuando subimos o bajamos con vecinos en el ascensor, lo hago porque sí (faltaría plus) y también para recordaros que con el frío nuestra mente está más serena, más sosegada, más reflexiva. La primavera, la sangre altera; el verano y su calorazo, nos saca de quicio; el otoño nos sume en la melancolía. Pero el frío, el invierno, las heladas… nos llaman al recogimiento, al interior.
Estos días escucharás alguna de estas frases: ‘Para nevadas, las que caían antes’. ‘Llevo más capas que una lechuga’. ‘Lo peor no es el frío, es el viento’. ‘El frío es psicológico’. ‘Es bueno para el campo’. ‘Lo importante es tener los pies y la cabeza calientes’. ‘Me pienso meter en casa el viernes y no salir hasta el lunes’. ‘Lo mejor para el frío es el calor humano’. ‘En la costa hace menos frío pero cala más por la humedad’. ‘Plan de sofá y mantita’. ‘Qué ganas de que llegue ya la primavera’. ‘Esto es cosa del cambio climático’. ‘Es invierno, qué quieres que haga, ¿calor?’ ‘Esto parece el Polo Norte, solo nos faltan los pingüinos’.
Muchas veces en estas fechas trato de imaginarme que soy un oso hibernando en mi cueva, con las pulsaciones del corazón latiendo al mínimo, gastando las grasas acumuladas en otoño, pasando en mi refugio los duros meses invernales. Tampoco es plan. Nuestros cuerpos hibernan un poquito, al menos a mí me pasa, pues la armadura me funciona a cámara lenta, como si estuviera un poco oxidada, eso sin contar con los virus y las bacterias que se aprovechan de las debilidades de la carne y atacan a la más mínima oportunidad.
De pequeño me recuerdo armado de abrigo y verdugo, andando en bici por encina del riachuelo del pueblo, pues con aquellas heladas que caían, heladas de verdad, se formaba una capa curiosa de hielo que llegaba a soportar el peso de los mocosos aventureros. Ahora dicen que viene una ola de frío polar, pero nosotros entonces a eso lo llamábamos invierno.
Estos son los vocablos que me vienen a la cabeza relacionados con el frío, a los que acompaño en algún caso traducción al ‘castellano’: chupitel (carámbano), colegial (bufanda), tabardo (abrigo), verdugo (pasamontañas), calambrina (cencellada), fogatas (hogueras), sabañones, narrios (mocos), gamusinos, rodancha (teja redondeada), el gocho, la vejiga, el adobado, las tripas… Para, para, paaaaara, que la matanza es materia suficiente para otro apunte. Además, se me están quedando frías las manos de escribir, aunque mi corazón sigue calentito.
Asín sea.    
lunes, 14 de enero de 2019

Encauzando las emociones

Laura


Así se llama, el último Taller , que he realizado en el Teléfono de la Esperanza.
En mi anterior escrito al blog, el otro trimestre antes del verano, os comenté mi primer Taller ,del cual , saqué varias cosas positivas, para poner en práctica en el día a día y a mayores, conocer gente nueva con situaciones similares, que a día de hoy son personas importantes en mi vida, ya que no hemos perdido el contacto.
Al escuchar el nombre del nuevo Taller, me llamó bastante la atención. Sonaba atractivo, diferente…  algo había en esas dos palabras, que lo hacían especial.

Si separamos las palabras poniendo "CAUCE" significa según la RAE:
1. m. Lecho de los ríos y arroyos.
2. m. Conducto descubierto o acequia, por donde corren las aguas para riegos u otros usos.
3. m. Conducto, medio o procedimiento, para algo. Buscaron nuevos cauces de entendimiento.
Luego, poniendo el infinitivo del verbo, ya que "ENCAUZANDO" es gerundio, del verbo "encauzar" significa : 
1. tr. Abrir cauce.
2. tr. Encerrar en un cauce una corriente o darle dirección por él.
3. tr. Encaminar, dirigir por buen camino un asunto, una discusión, etc.
Hasta aquí, la primera palabra del título.

La segunda palabra "EMOCIÓN"
Pufffff. ¿Qué es una emoción? ¿Con total certeza lo sabemos? 
Normalmente, damos por hecho, que lo sí, sin dudarlo, pero personalmente, creo que no,  que es  más bien, una palabra introducida en una frase hecha.
Ejemplos típicos: "sentí una gran emoción al verle", "ha sido una situación emocionante", "al despedirnos me emocioné"...
Pero realmente, si profundizamos en el tema, la palabra emoción, tiene  mayor envergadura de lo que pensamos.
Una emoción, es según la RAE : 
1. f. Alteración del ánimo intensa y pasajera, agradable o penosa, que va acompañada de cierta conmoción somática.
2. f. Interés, generalmente expectante, con que se participa en algo que está ocurriendo.

Si juntamos las dos palabras  “ENCAUZANDO EMOCIONES", suena precioso, pero lo más bonito es su análisis, que lo haré al finalizar este escrito. 
En el Taller, aprendí a diferenciar, las palabras: emoción y sentimiento.
Siempre, di por hecho que era un símil, de palabras coloquiales, ahora sé diferenciar un concepto de otro:
Una emoción, es algo que ocurre en nuestra mente y cuerpo, nuestra reacción. Es una acción que nos afecta en un hecho o momento determinado. Es algo puntual.
Mientras que un sentimiento es lo que se siente en un mayor periodo de tiempo.
Si una emoción perdura días, meses, años.... en nosotros se convierte en sentimiento, ya sea bueno o malo.
Un ejemplo bastante claro, podría ser:
Subirse a la atracción conocida como "la montaña rusa". Sentirse nervio, justo antes de subir (si es la primera vez  o será diferente si ya la habías probado), adrenalina (durante el trayecto) o incluso horror, pero cuando nos bajamos, volvemos al estado normal .
En ese trayecto, hemos experimentado diferentes emociones, que tras bajar, en unos  minutos desaparecen.
Otro ejemplo, aún mejor :
El primer día, antes de comenzar el Taller, sentí algo de miedo e incertidumbre (quién estará, cómo será, me gustará).
Al comienzo del mismo, nos presentamos, hablando de uno en uno y todas esas sensaciones fueron disminuyendo, porque todos teníamos algo en común.
No estar pasando por un buen momento en nuestras vidas o intentar buscar la forma, de sobrellevar el día a día, del mejor modo posible.
Con pautas, que nos daba, una  gran y buena profesional, en cada tema o incluso entre nosotros, poniendo ejemplos de situaciones vividas, donde semana tras semana, hablamos de diferentes emociones ya fuesen buenas o malas, que nos habían ocurrido mientras tanto o ya vividas.
Una cosa, en especial a señalar, que me ha gustado y he aprendido mucho, ha sido, "hacer un papel", que aunque no fuera muy acorde con nuestra forma de ser, teníamos que defender, ante la situación propuesta. Ponernos cada uno, en el papel de una situación contada y vivida, por otro compañero haciendo el mismo  "rol" y luego con otro “rol diferente”al que esa persona nos contó.
Ver desde fuera, después de explicar "tu situación" y que otras personas hagan  "un teatro" de la misma, cómo esta cambia. 
No es fácil ser actor o actriz, lo reconozco y más en una situación difícil.
Porque que las risas, los enfados, las lágrimas.... no son del todo real, sobre todo el sufrimiento.
Ese día, fue muy peculiar y ante todo, hubo respeto, empatía e incluso momentos de apoyo entre nosotros.
He aprendido, pero lo tengo que poner muchísimo en práctica, por ejemplo que el efecto/causa, depende mucho, de cómo nos "tomamos las cosas" y el grado de  importancia que les demos.
La palabra “cauce”, creo que sólo le dí uso, durante mi etapa de estudiante, en la asignatura de Geografía, haciendo referencia, a una parte de un río o presa.
Pero, como con muchas otras palabras, solo nos ceñimos a lo habitual. "El cauce del río es bajo, alto...."
Dejamos la otra parte, que es tan importante o incluso la más, LA VIDA
“SABER  CÓMO  ENCAMINAR, DIRECCIONAR, ASUMIR Y REACCIONAR, DE LA MEJOR MANERA POSIBLE, ANTE LOS ALTIBAJOS DEL DÍA A DÍA, DURANTE  EL TRANSCURSO DE NUESTRA VIDA"
domingo, 13 de enero de 2019

Huecos

La Escribana del Reino
M. E. Valbuena


He observado que cuando quito algo en mi mesa de trabajo o en mi entorno próximo, el hueco dejado llama mi atención de forma más llamativa que cuando lo ocupaba el objeto. Esto dura un tiempo, claro. Después todo vuelve a la normalidad porque el vacío se hace familiar.
Algo parecido ocurre con las personas que se han ido de mi vida.
Al principio, su rincón, su plato, su cama, el sitio que normalmente ocupaban en su casa o en la mía… parece vacío, sin ánima. La mirada se detiene en ese hueco y se recrea una y mil veces en la figura ausente, queriendo ver lo que ya no está, deseando retener y no olvidar lo que un día fue. Pasado un tiempo, todo se recoloca. Hasta los sentimientos.
Lo que parecía imposible de olvidar (el dolor, la rabia, el asombro o la impotencia) entra poco a poco en una especie de limbo que está pero no daña. Las lágrimas que amenazaban con no detenerse nunca, se detienen por fin sin nublar la mirada. Esa sonrisa congelada en el rostro vuelve a curvarse de forma natural, sin parecer una triste mueca. Los días recobran su brillo y la vida rueda en su marcha imparable.
No sé si este fenómeno es fruto de la aceptación o del instinto por la vida o de la superación natural de los seres vivos o del mero transcurso del tiempo.
Lo que sí voy teniendo claro es que nada permanece estable para siempre. Todo avanza y cambia a su propio ritmo, por más que nos empeñemos en no verlo.
viernes, 11 de enero de 2019

La magia

Un libro para el mes
M.ª Jesús González


Quiero proponeros para empezar el año, el libro “La magia”, porque  creo, que cuando empezamos a ser agradecidos –y no digo, sólo agradecer con buenas palabras –nuestras vivencias y la forma de ir por la vida, cambian como por arte de magia.
Cuando siguiendo las pautas del libro, he empezado a centrar mi atención en los pequeños detalles, en lo bueno, agradable y satisfactorio que ha llegado a mi vida, estando agradecida por ello, mi mente se predispone a buscar más motivos por los que tenga que estar agradecida,  llevando a un segundo plano las  quejas o  críticas y empequeñeciendo lo que no me ha gustado tanto. Poco tiempo  después, me he dado cuenta, que como principalmente me he fijado en lo positivo y agradable, estoy mucho más feliz, activa, optimista y brillante,  más dispuesta a ayudar y a comprender a los demás y por supuesto, más satisfecha de  mi vida y  de mi misma.
Cuando me dejo llevar por las prisas, la pereza, y …  los miles de "deberías”, pierdo la alegría, me vuelvo  gris, opaca y mustia.
De eso trata este libro, de enseñarnos a ser agradecidos. Para eso, durante 28 pequeños capítulos, uno para cada día del mes, nos va enseñando a reflexionar y valorar todo lo que nos es dado gratuitamente.
La autora, Bhonda  Byrne, famosa por el superventas  El secreto, que trata sobre la ley natural de la atracción universal –lo que vibra en nuestra misma frecuencia es atraído– , publicó años más tarde La magia, porque según ella, la gratitud es la mejor herramienta  para atraer a nuestra vida aquello que anhelamos.
Para mi este libro fue todo un descubrimiento, espero que os sirva también para llenar vuestra  vida de pinceladas alegres.
Alguien dijo una vez
Puedo enseñarte  a decir gracias, pero no, a ser agradecido.
Me despido con una frase del libro:
Doy gracias por todo lo recibido y todo lo que recibiré.
Gracias, gracias, gracias.
Feliz Año 2019, espero que sea “mágico”.
jueves, 10 de enero de 2019

Crecimiento y desarrollo personal

Marcos Núñez


MOMENTOS DISFRUTADOS EN LAS RELACIONES CON LOS DEMÁS
Las relaciones interpersonales son importantes en nuestro día a día. Somos el fruto de una relación. Tener relaciones cercanas en las que nos podamos apoyar y compartir nuestros problemas y preocupaciones es necesario para llevar una vida plena y satisfactoria.
Puede ser que la timidez, vergüenza y miedos nos hagan tener dificultades para ampliar nuestro círculo social. En este artículo propongo tomar conciencia y darnos cuenta de aquellos momentos en que hemos disfrutado estando con otras personas para que seamos conscientes de la importancia de dar pasos en nuestro día a día para cuidar y mejorar nuestras relaciones interpersonales. Quien tiene un amigo tiene un tesoro.
Propongo que hagas un listado de aquellos momentos en que has disfrutado durante el pasado año en las relaciones con los demás. Intenta escribir al menos cuatro de ellos.
En cada uno de esos momentos detalla estas situaciones. Mientras lo escribes, date el permiso de sentir la alegría y satisfacción que te aportó vivir ese momento.
Una vez que realices el listado, elige una de estas situaciones, cierra los ojos y conecta con esas sensaciones de disfrute, satisfacción y alegría. Dedica a ello aproximadamente cinco minutos. Puede ser una buena forma de comenzar el día.
También propongo que realices alguna de las siguientes acciones para honrar, agradecer y valorar el apoyo o ayuda de tus amigos y seres queridos:
· Llamarles por teléfono para darles las gracias por su amistad.
· Elegir a una persona a la que hacer un regalo durante el próximo mes.
· Enviar una carta a uno de ellos. Porque en los tiempos en los que estamos tiene que hacer ilusión recibir una carta que no sea del banco.
miércoles, 9 de enero de 2019

Reacciones ante ataques de ansiedad

Diario El País
diciembre 2018


Los 7 consejos de este hombre para ayudar a su pareja cuando tiene un ataque de ansiedad
“Recuérdales que no están solos”
Es posible que muchos de nosotros no sepamos cómo reaccionar cuando una persona de nuestro entorno sufre una crisis de ansiedad. ¿Hemos de intentar calmarla? ¿Apartarnos? ¿Hablarle? Por eso no es de extrañar que se haya leído tanto este texto publicado en Imgur con siete consejos para situaciones parecidas. En 11 días acumula casi 150.000 lecturas y más de 500 comentarios.
En sus recomendaciones, el usuario MmmmNoodleSoup da recomendaciones como “no intentes siempre dar un abrazo. A mi pareja le llevó un tiempo que le gustara que la abrazase para calmarla”. También se centra en la respiración profunda y en sentarse a su lado: “Recuérdales que no están solos”. 
Antonio Cano, catedrático de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid y presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés, considera que estos consejos no son incorrectos, “pero son muy limitados”. De hecho, no se centran en lo que Cano considera que es lo más importante cuando estamos con alguien que pasa por un ataque de pánico: “Lo que piensa la otra persona”. Es decir, cómo está viviendo e interpretando lo que le ocurre, además de la atención que se le presta.
La ansiedad es una respuesta normal en muchas situaciones, explica Cano. Por ejemplo, podemos sentirla ante un examen o antes de hablar en público. No tiene por qué ser una sensación negativa, ya que activa nuestro cuerpo y nuestro cerebro, ayudándonos a prepararnos mejor ante un desafío o una amenaza. Sin embargo, en algunos casos puede aparecer sin explicación aparente y "resulta desproporcionada ante el estímulo, llevando a que la persona se bloquee”.
Los síntomas de un ataque de pánico no son solo la sensación de ansiedad y el miedo, sino también la taquicardia, palpitaciones y los temblores, entre otros. Cuando una persona tiene estos síntomas, el miedo y la inquietud los retroalimentan, provocando un círculo vicioso. A esto se suma que una persona que ya ha sufrido un ataque con anterioridad puede estar más sensibilizada ante estos síntomas, agravando esta retroalimentación.
Si estamos con una persona que sufre una de estas crisis, Cano recomienda dos actuaciones básicas:
1. “Quitarle importancia en la medida de lo posible”. Es decir, “acompañar a esa persona y señalar que nada de lo que le pasa puede hacerle daño”. El objetivo es “ayudar a no magnificar la crisis”. Hay personas que piensan que les está dando un infarto o que están perdiendo la cordura, pero un ataque de ansiedad nunca provoca nada de esto.
2. “Tratar de distraer su atención”. La idea es que no preste atención a estas sensaciones para evitar que sigan retroalimentándose. Para desviar de forma eficaz su atención, Cano recomienda hacer que esa persona hable de otros asuntos que no tengan que ver con lo que le está ocurriendo.
El catedrático recuerda que esto no es tan fácil como parece y lo compara a intentar desviar la atención de un dolor intenso. También apunta que los ataques de ansiedad aún no son muy conocidos, cosa a que lleva a que “las personas con estos síntomas en ocasiones no se sientan comprendidas”, ya que en ocasiones se asume que es algo que se puede controlar de forma voluntaria.
Cano añade que el tratamiento psicológico puede ayudar a las personas con problemas de ansiedad “a desarrollar hábitos más saludables de pensamiento y de manejo de emociones”. Es decir, estrategias que prevengan la aparición de crisis y ayuden a gestionarlas.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud, 1,9 millones de españoles tenían en 2015 trastornos relacionados con la ansiedad, lo que supone el 4,1% de la población del país. Según esta organización, entre el 15 y 20% de la población padecerá alguno de estos trastornos a lo largo de su vida.
“Recuérdales que no están solos”
Estos son los consejos que daba MmmmNoodleSoup en Imgur:
1. No intentes siempre darles un abrazo. A mi pareja le llevó un tiempo que le gustara que la abrazase para calmarla. Los abrazos la hacían sentir como si la estuviera reteniendo.
2. Que no respondan no significa que te estén ignorando. A veces no pueden hablar todavía. Los ataques pueden venir causados por una discusión o un desacuerdo, y a veces los he confundido con que me estén ignorando por algo que he hecho. Una nueva técnica que he aprendido es decirle: “Si quieres hablar, pero no puedes, mueve tu dedo”.
3. Respira de forma profunda. ¿Te has fijado en que cuando te abrazas a alguien acabáis sincronizando vuestra respiración? ¿O que cuando la gente respira de forma profunda cerca de ti te hace sentir como si necesitaras respirar de forma profunda? Igual incluso lo has hecho solo porque yo lo he señalado. Así que si esa persona está respirando de forma frenética, respira tranquila y profundamente y comenzará a sincronizar su respiración con la tuya.
4. Los movimientos lentos con las manos para sincronizar la respiración pueden ayudar. Quizás en el brazo o en su espalda.
5. Les puedes decir que paren o que se tranquilicen. Pero hazlo bien, no de forma brusca. Si les puedes pillar pronto puedes calmarles diciendo: “Está bien, tranquila”. Pero añade los movimientos de las manos.
6. A veces se desploman en el suelo. Siéntate con ellos, túmbate con ellos. Recuérdales que no están solos.
7. No te enfades con ellos. Los ataques de pánico pueden ocurrir por las razones más tontas. Una vez mi pareja se rio tanto de su propio chiste que tuvo un ataque de pánico. ¿Los ataques de pánico pueden ocurrir durante una discusión? Adivina, ya no estás en una discusión, nadie va a ganarla. ¡Mejor ayuda un poco!
martes, 8 de enero de 2019

Pensar y atender: diferencias

Enrique Martínez Lozano


La atención trae de la mano varios “regalos”, de los que deseo destacar los siguientes: novedad, creatividad, disfrute, amor y comprensión. (En otra entrega, me detendré en un análisis más detallado de los frutos que produce).
Donde hay atención hay novedad. En realidad, todo es siempre nuevo: ni siquiera el paso que doy en este instante es igual al paso anterior. Lo que ocurre es que la mente, al etiquetar los objetos y las acciones –pensar equivale a etiquetar–, parece arrebatarles la novedad: cuando eso sucede, ya no vemos el objeto, sino nuestros propios pensamientos acerca de aquel; del mismo modo que no vemos a la persona que tenemos delante, sino nuestro pensamiento (“etiqueta”) acerca de ella. Por ello, mientras la atención permite descubrir la novedad, la mente convierte todo en rutina.
Donde hay atención hay creatividad. La creatividad no nace de la mente –aunque luego “pase” a través de ella–, sino de la comprensión o de la sabiduría. La mente remite siempre al pasado –pensar es barajar lo ya aprendido–; la creatividad nos sorprende y se expresa, no a través de ideas o razonamientos, sino en forma de intuición. Esto explica que, en la medida en que acallamos la mente pensante –más o menos hiperactiva–, seamos testigos admirados de la creatividad que emerge en nuestra existencia.
Donde hay atención hay disfrute. No un disfrute asociado a un objeto en particular o al logro de algún resultado, sino aquel que acompaña siempre al hecho de ser, a la pura presencia, a la novedad, es decir, a la atención. A falta de atención, si no hay estímulos gratificantes, lo que aparece es aburrimiento. Así como el disfrute viene con la novedad, el aburrimiento acompaña a la rutina.
Donde hay atención hay amor. Donde hay pensamiento hay juicio, etiquetación y, con frecuencia, comparación. En esos casos, el amor genuino y gratuito se hace difícil. Por el contrario, la atención (o consciencia) es siempre amorosa. Cualquiera puede experimentar que atender equivale a amar: se espresencia para el otro. Porque se suspende radicalmente el juicio y porque –aunque la mente no lo haga consciente– atender conlleva comprender que no existe nada separado de nada, y que todo otro es no-separado de mí. La realidad es no-dual, pero la mente induce al error de pensarla separada.
Donde hay atención hay comprensión. Pensar, decía, es siempre una actividad anclada en el pasado. Porque significa poner nombre y forma a todo lo que aparece ante nosotros. Ahora bien, para poder llevar a cabo esa tarea, requiere hallar referencias previamente almacenadas en el cerebro; es ahí donde encuentra las “etiquetas” que le parecen más apropiadas para definir cualquier objeto. La atención silencia todo ello, lo cual permite que afloren luces nuevas en forma de intuición, con lo que experimentamos que la atención es fuente de creatividad.
lunes, 7 de enero de 2019

Amaneciendo





Ramón Blanco Cordero, colaborador de este BLOG, nos remite esta foto AMANECIENDO SOBRE LEON.
¿Qué te transmite, apreciado internauta esta fotografía?
domingo, 6 de enero de 2019

Va por ellos

La Escribana del Reino
M. E. Valbuena

Cuando era pequeña creía en los Reyes Magos, porque la magia y la posibilidad de ver cumplidos los deseos me hacían muy feliz. Me emocionaba sólo con verlos llegar en sus carrozas cargadas de juguetes, imaginando que alguno de ellos era para mí. Incluso cuando empecé a cuestionarme su existencia (a eso de los siete u ocho años) me negaba a admitir que fueran una invención comercial.

Después, al crecer, llegué a renegar de tales inventos porque me sentía engañada. Aquellos personajes no eran más que un cuento, no regalaban nada ni hacían posible lo imposible. Un fiasco, vamos.

Pasados los años he decidido creer en ellos. Y celebro la noche de los Reyes Magos, recreando la inocencia, ternura y esperanza que supuso, esa noche, en los primeros años de mi vida. Ellos representan fundamentalmente ilusión, magia, detalles, cariño… y a eso me aferro tanto antes como ahora.

La tradición habla de hombres que vieron algo más que otros no vieron y fueron capaces de dejar su entorno, su zona de confort, para salir en busca de ese algo más. Sólo por eso sus figuras son ilusionantes y valen la pena.

Hoy, también existen seres que ven más allá de lo aparente, que dejan su comodidad y salen a buscar lo que para ellos es su razón de vivir. No ostentan ningún título real, pero sí hacen magia cotidiana con su visión de la vida y su forma de estar en ella. Magia que contagia y reparte felicidad en el entorno. Magos que convierten el detalle en un arte y el compartir en un hábito.

Por eso –y por ellos– celebro esta noche, jugando, de paso, a imitarlos.

viernes, 4 de enero de 2019

“El día que
deje de ser”

Ángela Becerra



El día que deje de ser…
El día que sea…

Buscaré entre las nubes
los colores del vino
y me emborracharé en soles naranjas derramados.

Germinaré canciones.
Germinaré silencios.

Volaré con el viento, y cantaremos juntos
otro canto de vida más sencillo.

Me vestiré de otoño atardecido
levantando en la tierra las piedras,
las hojas caídas, con mis pasos que vuelan.

El día que no sea…
El día que sea.

Inventaré alegrías de piñas y sandías.
De pan y mantequilla con semillas de vida.

Caminaré descalza cara arriba.
Me beberé la lluvia.
Me empacharé de estrellas.

Desandaré caminos
caminando de espaldas sin mirar para atrás.
Y cuando esté cansada de desandar mis huellas,
me detendré en un árbol
y abrazaré su sombra hasta dormirme llena.

Cuando deje de ser…
Cuando no sea.

Esa noche de estrellas desvestiré las flores con mis besos.
Me acostaré en el verde con los brazos abiertos.

Dejaré qué me bañen los silencios.
Que me bese en azul mi luna plena.

Pondré fin a soñar las realidades.
Me quedaré soñando entre mis sueños.

Cuando deje de ser..
El día que sea.

Seré luz, sombra. Aire, fuego. Tierra, agua…
Seré etérea, fugaz… Como una estrella. …

El día que no sea.
jueves, 3 de enero de 2019

Los frutos
de la atención

Enrique Martínez Lozano


“La atención –ha escrito el monje benedictino y maestro zen Willigis Jäger– es el punto de partida y el corazón de todos los caminos espirituales. La vida atenta se basa en el reconocimiento de que la realidad solo puede experimentarse en el aquí y ahora. La práctica de la atención es indispensable para llegar a tener contacto con la realidad. La atención es la práctica más importante y, al mismo tiempo, la más difícil en el camino espiritual. Es expresión de la sabiduría suprema”.
Y una antigua historia zen narra el siguiente diálogo:  
— Maestro, ¿cuáles son las reglas fundamentales de la sabiduría suprema?
El maestro escribió: “Atención”.
— ¿Alguna más?
El maestro escribió: “Atención, atención”.
— ¿Eso es todo?, preguntó de nuevo el discípulo ya impaciente.
Sin perder la calma, el maestro anotó: “Atención, atención, atención”.
Se cuenta también que a la pregunta: “¿Puedes resumir toda tu enseñanza en una sola palabra?”, Ramana Maharshi contestó:“Atención”.
La atención hace posible que se produzca un “paso” decisivo, que podemos ver desde diferentes perspectivas y nombrar de modos diversos. 
  1. De marionetas de los movimientos mentales y emocionales a la libertad interior, libertad que únicamente garantiza la atención.
  2. De la reactividad a la ecuanimidad: la mente (el yo) nos lleva a reaccionar ante los estímulos; la atención permite “tomar distancia” para no reaccionar, sino responder.
  3. De la creencia de la separación a la comprensión no-dual, de la consciencia de separatividad a la consciencia de unidad: la mente nos hace creer que todo es una suma de objetos separados; la atención nos muestra la realidad de la no-separación.
  4. De la resistencia a la aceptación: la mente se resiste contra aquello que la frustra; la atención acepta, posibilitando la acción adecuada.
  5. Del juicio a la bendición: pensar significa juzgar y rechazar lo que no le agrada; la atención, alineada con lo que es, bendice.
  6. De la avidez a la gratitud: la mente es apropiación y el “yo” insatisfacción, de donde brota la avidez insaciable para tratar de compensar el vacío; la atención, al revelarnos que somos plenitud, hace vivir en gratitud.
  7. De estar “perdidos” a “volver a casa”: la mente es radicalmente incapaz de comprender qué somos, por lo que desde ella resulta imposible salir de la ignorancia; la atención nos hace comprender que somos esa misma atención –en cuanto estado de consciencia– y que esa es nuestra “casa”, de la que nunca nos habíamos alejado.
  8. Del “yo” a la Vida: para la mente soy solo este “yo separado” que ella puede delimitar y percibir, un yo que, momentáneamente, tiene vida; la atención me muestra que soy Vida, expresándose en la forma de este “yo”.
  9. Del estado mental al estado de presencia: esta es la clave que explica todos los “pasos” mencionados en los números anteriores; la atención, al silenciar la mente pensante, posibilita que sea transcendido el estado mental y que emerja el estado de presencia, con las consecuencias –los “frutos”– antes señalados.