El que da, no debe volver a acordarse;
pero el que recibe nunca debe olvidar
Blog
domingo, 30 de junio de 2019

Llegó la hora de decir adiós a este blog, a 200.000 visitantes


Cuesta decir adiós a las personas y cosas que ves crecer y amas. Esta criatura nació el 8 de octubre de 2009. Con mucha ilusión. Pero igual que un día abrimos la puerta para decirle hola, hoy toca despedirnos de este proyecto de comunicación y de sensibilización. Detrás de cada entrada hay TANTA VIDA, llena de lágrimas y de consuelo, de desazón y de esperanza, sí, sobre todo de esperanza!
400.000 páginas visitadas. 200.000 visitantes en estos 10 años.
Ha sido hermoso todo lo acontecido. Por este blog han pasado infinitas voces e innumerables melodías. Testimonios, entrevistas, confesiones, descubrimientos, poesías, canciones, palabras de sabiduría, en un proyecto amplio e interdisciplinar.
Ha sido nuestro campamento base durante muchos días y muchas tardes. Y hemos tratado de cuidarlo con mimo y esmero, porque como dice el poeta “no sabiendo las cosas las haremos con esmero” (León Felipe). Empezamos nuestra tarea no sabiendo.
Este es un momento para unos minutos de nostalgia y muchas horas de agradecimiento. Es un agradecimiento amplio que quiere tener nombres propios, deseando que nadie quede en el olvido:
A Alejandro Rocamora, nuestro psiquiatra y uno de los fundadores del Teléfono de la esperanza, que decidió quedarse con nosotros aún después de haberse despedido, o expulsado, de la casa madre, con su rincón del psiquiatra,
A Juan Rodríguez, nuestro periodista, siempre dispuesto a poner una nota de humor y de quehacer cotidiano, en su rincón del optimista,
A María Elena Valbuena, que cada domingo fue desgranando sus perlas y sus descubrimientos, como fuentes de agua fresca y saludable, en esas entradas que tantos comentarios provocaron,
A Beatriz Campo, con su pax vostrum, y sus palabras inspiradoras, rebuscando en los libros de la perenne sabiduría,
A María José Calvo Brasa, que conversando con su mente, nos fue dando luces y también sombras, que coronaron en un libro editado,
A Miguel Angel Cueto, psicólogo del Centro Cepteco, con sus aportaciones psicológicas precisas y necesarias para el bien vivir,
A Antonio de la Fuente, con sus fotos de luz y de horizontes, que nos hacía ver donde los demás ojos no veían y poner belleza en lugares escondidos,
A Jose Miguel, nuestro poeta de pocas palabras y fotos grandes, que nos ha ido desvelando sentires, pesares, oquedades, y algunas ilusiones, amores, desamores,
A Jesús Aguado, con sus incontables fotos de la vida y actividades del Teléfono de la esperanza y de sus encuentros luminosos con la naturaleza,
A Loreto Castro, abogada, que sus precisos artículos nos hizo caer en la cuenta de las respuestas del mundo del derecho a problemas familiares y otras cuitas en las que podemos vernos envueltos,
A Marcos Nuñez, coach, que nos abrió a respuestas cercanas y posibles para avanzar en problemas de todos los días, como la timidez,
A Tomás Covarrubias, perspicaz para descubrir nuestro talón de Aquiles y para espigar en los anales de la historia páginas acontecimientos que nunca debieron llenarse de polvo,
A María José Cabero, que con sus fotos cristalizadas, nos hizo ver la belleza de la vida y su grandiosidad,
A María Jesús González, que nos ofreció cada mes una lectura para deleitar nuestra cabeza y agrandar nuestro corazón,
A Javi Robles, verdadera sala de máquinas de este Blog, que consiguió embellecerlo y agrandarlo,
A Jovita Labrador, que cada año se encargaba de inmortalizar cada entrada y hacer un libro para la historia con lo mucho y sabroso publicado,
Al bueno de Tiquio, porque fue él el que lanzó la primera entrada de este BLOG,
A Pepi, la mayor forofa y lectora de este BLOG, por sus frecuentes comentarios y su ánimo siempre presto y decidido para apoyar esta iniciativa,
A Herminio y Valentín Turrado, los coordinadores y mantenedores de esta iniciativa, llevada a cabo en total complicidad, y sin faltar un solo día a la cita, que supieron crear un amplio equipo de colaboradores y mantener fresca y viva esta publicación.
Y especialmente GRACIAS a todas las personas que conforman de esta ONG,  organización que ha servido de base a esta iniciativa, el Teléfono de la Esperanza, realizada con total libertad y a todas las personas que han entrado en esta casa a lo largo de estos años.
Nos vamos con la sensación de haber tenido en nuestras manos algo importante y atractivo.
El camino continua. Unos levantamos ancla, ligeros de equipaje. Otros se quedarán haciendo el bien en esta grande ONG. A unos nos esperan nuevos mares sin explorar. Otros permanecerán cuidando tierras conocidas. Ambos caminos son complementarios.
Sea donde sea, encantados de habernos conocido.
sábado, 29 de junio de 2019

Vida y esperanza




¿Como quieres ir por la vida?
Depende de ti.
Apostamos por la sonrisa, la alegría, la compañía, la esperanza...
¿Te apuntas a este camino?
Quienes administramos este blog –ya hace unos cuantos años de esto– nos apuntamos... por el camino de la esperanza. Allí donde estemos.
viernes, 28 de junio de 2019

Volver a empezar




Este blog y a cargo de estos administradores está llegando a su término. Pero, volverá a empezar, de otra forma, con más experiencia. Porque el camino sigue. Todo ha sido necesario. Aunque no lleguemos a entenderlo.
jueves, 27 de junio de 2019

Gracias

El rincón del psiquiatra
Alejandro Rocamora Bonilla
Psiquiatra


Cuando mis hijos eran pequeños, en nuestro lenguaje familiar había una palabra mágica: gracias. “Gracias por tu regalo”, “gracias por tu visita”, etc. Era como un ritual, cuando alguien les obsequiaba con algo, siempre les recordábamos: “¿cómo se dice”, para que ellos contestaran: gracias.

Hoy, al finalizar mi participación en este blog, quiero repetir la palabra mágica: gracias.
GRACIAS, por vuestro reconocimiento y valoración.
GRACIAS, por compartir vuestras ideas y a veces vuestros sentimientos.
GRACIAS, por vuestra comprensión.
GRACIAS, por vuestras discrepancias, y
GRACIAS, sobre todo, por haberme permitido el seguir colaborando en esta bella institución que es el Teléfono de la Esperanza, que tanto ha contribuido a ser como soy.

Desde que en abril de 2012 comencé a participar en EL RINCÓN DEL PSIQUIATRA puntualmente todos los meses he participado con dos reflexiones, que no se “completaban” hasta que alguno de vosotros respondía. Es muy gratificante sentir que al menos dos o tres personas han leído tu escrito y han tenido la atención de contestar con alguna reflexión. Es lo que ocurre con un cuadro o con un libro que hasta que alguien lo mira o lo lee no está terminado.
De este hecho tenemos que aprender que la vida es un continuo deshacer y tejer, un comenzar y un terminar, un conseguir y perder, hasta que el circulo de la existencia se complete. La vida, pues, es un continuo que se genera con pérdidas, pero también con nuevos retos y proyectos. Pero todo contribuye a que nuestra existencia y la de los mas próximos sea mas gratificante.
GRACIAS, pues, y un abrazo.

Nota de la redacción. Alejandro, ha sido una gracia contar con tu colaboración en este blog. Gracias por estar aquí. La vida se nos abre a nuevos caminos. Muchas gracias.
miércoles, 26 de junio de 2019

El día de verano

Mary Oliver

¿Quién creó al mundo?
¿Quién hizo al cisne, y al oso negro?
¿Quién dio forma al saltamontes?
Me refiero a este saltamontes,
el que acaba de saltar en la hierba,
el que ahora come azúcar de mi mano,
el que mueve las fauces de atrás para adelante y no de arriba abajo,
el que mira a su alrededor con enormes ojos complicados.
Ahora levanta una de sus patas y se lava la cara cuidadosamente.
Ahora de pronto abre sus alas y se va flotando.
Yo no sé con certeza lo que es una oración.
Sin embargo sé prestar atención
y sé cómo caer sobre la hierba,
cómo arrodillarme en la hierba,
cómo ser bendita y perezosa,
cómo andar por el campo,
que es lo que llevo haciendo todo el día.
Dime, ¿qué más debería haber hecho?
¿No es verdad que todo al final se muere, y tan pronto?
Dime, ¿qué piensas hacer con tu única, salvaje y preciosa vida?
lunes, 24 de junio de 2019

Sexualidad y diversidad funcional

El psicólogo al habla
Miguel Ángel Cueto
Psicólogo

La necesidad de afecto y de intimidad es inherente a la naturaleza humana y tener cubierta la necesidad sexual contribuye a mantener el equilibrio psicológico y emocional. Las personas con discapacidad o diversidad funcional suelen tener sus necesidades sexuales frustradas por no ser reconocidas ni valoradas por personas de su entorno.
Históricamente se ha considerado a las personas con discapacidad como personas asexuadas. Se ha pensado que no tendrían que formar pareja, casarse, tener hijos... No obstante, manifiestan emociones e impulsos sexuales similares a las de los demás. Las familias muchas veces se centran en la educación y la rehabilitación motriz, lenguaje, conductas, habilidades de la vida cotidiana… olvidando que estas personas también necesitan recibir educación afectivo-sexual.
Se ha valorado el concepto de sexualidad sólo con finalidad reproductiva pensando que las personas con diversidad funcional no son aptas para casarse y cuidar de sus hijos. Sabemos, igualmente, que la población con discapacidad es la que mayores abusos y agresiones sexuales padece por lo que una educación afectivo-sexual en dicho colectivo podría ayudar a evitar los riesgos. Apoyar a la familia en el desarrollo de la sexualidad de la persona con diversidad funcional ayudaría a superar mitos y tabúes educativos e integrar a dicha persona en una sociedad de la manera más igualitaria posible.
Las personas con discapacidad tienen los mismos derechos que las personas que no los tienen.
Toda formación debe dirigirse y adaptarse al tipo de diversidad funcional (intelectual, sensorial, daño cerebral, enfermedad mental…). Se debe apoyar a estas personas informándoles sobre afectos y sexualidad, que desarrollen habilidades interpersonales para integrarse socialmente, fomentar actitudes positivas hacia la sexualidad propia y la de los demás. Es importante aceptar su derecho a la privacidad e intimidad y asegurarles la protección y la autoprotección. Los padres deben ayudar a satisfacer las necesidades interpersonales de sus hijos/as. Primero como agente de modelado de las relaciones en el ámbito familiar y, después, proporcionar refuerzos contingentes a las pautas comportamentales de su hijo/a.
Los derechos sexuales
Las personas con diversidad funcional tienen derecho a recibir información y ayuda en el área sexual. Ser protegidos contra el abuso, violación o acoso. A poder explorar su cuerpo y a descubrir sus posibilidades de placer sexual. A poder mantener relaciones sexuales, formar pareja, elegir su estado civil y tener o no descendencia en función de sus capacidades y posibilidades.
Pero hay una serie de obstáculos que se encuentran en cuanto a su sexualidad. Inicialmente suelen ser ellos mismos los que los ponen dado que suelen presentar actitudes negativas hacia su propia sexualidad, sin considerar que tienen las mismas necesidades emocionales y sexuales que una persona sin diversidad funcional. Suelen presentar un déficit de autoestima y confinamiento elegido a un mundo de frustración y soledad. La creencia de que no poseer un cuerpo completamente sano y/o normalizado puede interferir su conducta sexual, incluso su función reproductiva. Por otro lado, existe una falta de demanda a profesionales en cuanto a sus problemas sexológicos. Existe, igualmente, una falta de reconocimiento social y familiar al derecho de una sexualidad libre y falta de aceptación o de colaboración de la pareja, cuando esta existe.

Nota de la redacción. Agradecemos a Miguel Angel los artículos que ha publicado en este blog. Con ellos hemos aprendido a normalizar algunos aspectos de nuestras propias vidas. La tarea es permanente, porque la vida es continuo aprendizaje. Hoy le despedimos y le damos las gracias por su colaboración. Seguimos en camino.
domingo, 23 de junio de 2019

Felicidad

La Escribana del Reino
M. E. Valbuena


Tendría yo unos diez años cuando el ahijado de mi abuela vino a visitarla. Por aquel entonces –como tantos otros españoles de la época– residía en Venezuela, y la visita fue todo un acontecimiento pues, probablemente, no volverían a verse más. Como así fue.
Yo, que no le conocía, observaba lo que para mí no dejaba de ser exótico. Y aún recuerdo, a pesar de los muchos años transcurridos, su voz y su gesto mientras se despedía bajando la escalera de casa. En lugar de decir “adiós” o “hasta luego” (saludos normales) decía “felicidad” agitando su mano.
Pensándolo bien, es lo mejor que se puede desear a alguien: Felicidad.
La gente feliz suele expandir su felicidad y suele propiciar y generar ambientes felices. Y eso ya es de agradecer.
La gente feliz suele tirar para adelante,  encarando las cosas según vengan y sin hacer grandes dramas. Tal vez, porque confía en sus recursos y en los de la gente cercana con la que puede contar.
La gente feliz suele estar contenta con su suerte, queriendo lo que hace y lo que tiene. Y no envidia la de los otros, porque entiende que cada persona tiene su cara y su cruz.
La gente feliz no consume innecesariamente para alimentar un ego basado en la imagen, ni se esclaviza por ella. Y no suele dormir mal.
La gente feliz suma.
Hoy, que es mi último día en este querido blog, quiero despedirme como lo hizo el ahijado de mi abuela hace tantos años: deseando “felicidad” a todos los que habéis leído, seguido y comentado los artículos que cada domingo, desde hace nueve años, he compartido.
Felicidad siempre.

Nota de la redacción. Te deseamos igualmente "felicidad", ese es el mejor camino, el que merece la pena. Seguimos en ese mismo camino.   
jueves, 20 de junio de 2019

Nuestras heridas iluminadas

Pax Vostrum
Beatriz
Poema de Jeff Foster, del libro “Enamórate del lugar en que estás”


No escondas tus heridas, amigo.
Permite que las ilumine la luz de las velas.
No te voy a juzgar.
Verás, todos hemos sido destrozados.

No hay vergüenza en ser herido.
Tú has librado muchas batallas.

Tus heridas no son tus defectos.
Iluminadas, son recordatorios
de una sanación profunda.
Iluminadas, son invitaciones a lo Intacto.

Justo ahí, en el centro de tus heridas,
Infinitamente más profundo que la iluminación,
un silencioso Aleluya está presto a despertar.

Solo eres un “desastre”
si te comparas con alguna imagen de segunda mano
de lo que es la perfección.

Nota de la redacción. Beatriz, ha sido un regalo para este blog compartir muchas entradas en las que has puesto corazón, sentimiento, pasión. Has dado lo que te salía de lo hondo. Hoy es el final  de este sendero para "enamorarse de lo que hay". Y eso es suficiente. Y así está bien. Nos seguiremos viendo. Porque seguimos en camino. 
miércoles, 19 de junio de 2019

Diferencias entre violencia doméstica y violencia de género

Tu abogada al teléfono
Mª. Loreto Castro Sánchez


Tristemente el tema de la violencia de género aparece continuamente en los medios de comunicación, confundiéndose en no pocas ocasiones con la denominada violencia doméstica, y aunque ambos conceptos de violencia tienen en común que se contemplan en nuestro ordenamiento jurídico como una protección especial frente a la violencia física o psíquica que pudiera producirse entre los miembros de la familia, lo cierto es que se trata de dos figuras perfectamente diferenciadas.
Hasta 2004 todo tipo de acciones violentas entre los integrantes de una familia (extendiéndose a los ex cónyuges o ex parejas) estaba englobado en el Código Penal bajo el concepto de violencia doméstica, en el antiguo artículo 153. Es en ese año 2004 cuando surge el concepto independiente de violencia de género, y ello como respuesta a que, durante el transcurso del mismo, el 90,2 % de las víctimas de violencia doméstica fueron mujeres, y que de las 84 que ese año murieron víctimas de este delito 69 lo fuesen a manos de sus parejas o ex parejas. Este significativo dato condujo al legislador a percatarse de la existencia de un problema específico que precisaba de un tratamiento distinto del de otras formas de violencia doméstica, promulgándose para ello la “Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género”, donde se acuñó dicho término, refiriéndose a ella en su prólogo como “la violencia que se dirige sobre las mujeres por el hecho mismo de serlo, por ser consideradas, por sus agresores, carentes de los derechos mínimos de libertad, respeto y capacidad de decisión” y definiéndola en su artículo 1 como “la violencia que, como manifestación de la discriminación, la situación de desigualdad y las relaciones de poder de los hombres sobre las mujeres, se ejerce sobre éstas por parte de quienes sean o hayan sido sus cónyuges o de quienes estén o hayan estado ligados a ellas por relaciones similares de afectividad, aun sin convivencia.” Puntualizando, en el mismo artículo, que dicha violencia comprende todo acto de violencia física y psicológica, incluidas las agresiones a la libertad sexual, las amenazas, las coacciones o la privación arbitraria de libertad.
En definitiva, constituye violencia de género el ilícito penal consistente en la violencia física o psíquica ejercida por un hombre sobre una mujer (nunca por otra mujer) que sea o haya sido su cónyuge o haya estado ligado a ella por análoga relación de afectividad, aún sin convivencia, y que se manifieste en un ejercicio de superioridad o de poder del hombre sobre la mujer. Para considerar que ha existido esa relación afectiva o sentimental análoga a la conyugal sin convivencia (lo que ha venido siendo llamado “noviazgo”), se exige que la relación haya tenido cierta estabilidad o vocación de permanencia. Además, desde el año 2015, también son considerados víctimas de violencia de género los hijos menores de edad de las mujeres que sufren este tipo de violencia.
Y constituye violencia doméstica el ilícito penal consistente en la violencia física o psíquica ejercida tanto por el hombre como por la mujer, sobre cualquiera de las personas enumeradas en el artículo 173.2 del Código Penal, a excepción de los supuestos en los que esa violencia se ejerza por el varón sobre la mujer con los condicionantes anteriormente expuestos, dado que constituiría violencia de género. Así, se tratará de violencia doméstica en los siguientes casos:
1. Cuando la ejerza la mujer sobre el hombre o mujer que sea o haya sido su cónyuge o sobre aquella persona (hombre o mujer) que esté o haya estado ligada a ella de forma estable por análoga relación de afectividad, aún sin convivencia.
2. Cuando la ejerza el hombre sobre otro hombre que sea o haya sido su cónyuge o que esté o haya estado ligado a él de forma estable por análoga relación de afectividad, aún sin convivencia.
3. Cuando la ejerza ya el hombre, ya la mujer, contra:
- descendientes,
- ascendientes,
- hermanos por naturaleza, adopción o afinidad, propios o del cónyuge o conviviente,
- menores o personas con discapacidad necesitadas de especial protección que con él convivan o que se hallen sujetos a la patria potestad, tutela, curatela o acogimiento o guarda de hecho del cónyuge o conviviente,
- persona amparada en cualquier otra relación por la que se encuentre integrada en el núcleo de su convivencia familiar,
- personas que por su especial vulnerabilidad se encuentran sometidas a custodia o guarda en centros públicos o privados.
Por tanto, en este artículo 173.2 del Código Penal se recoge como violencia doméstica la que ejercen las mujeres contra sus parejas o ex parejas hombres, la que sufren parejas del mismo sexo y el maltrato ejercido por cualquiera contra sus abuelos, nietos o hijos, entre otras personas del entorno familiar.
Nota de la redacción. Te agradecemos Loreto tus enseñanzas de este mundo del ordenamiento jurídico que, en ocasiones, es tan complicado. Has sabido poner sencillez para explicar instituciones y situaciones complejas. Es posible que volvamos a coincidir. Ha estado muy bien todo este tiempo. Seguimos en camino.
martes, 18 de junio de 2019

Tus piernas te llevarán donde tu quieras

La foto del mes
María José Martínez Cabero

Nota de la redacción. Mª Jose, muchas gracias por todo este tiempo que has estado aquí, aportando un granito de arena para animar, empujar y vivir más felizmente. Gracias. Continuamos por otros senderos.
lunes, 17 de junio de 2019

Los hermanos siameses

El talón de Aquiles
Tomás


En el siglo XIX, el capitán de un barco estadounidense que se encontraba en Siam (la actual Tailandia), vio sorprendido como se bañaban en un río dos adolescentes cuyos cuerpos estaban unidos por el esternón. Eran los hermanos Chang y Heng. Inmediatamente llegó a un acuerdo con su madre que se los cedió, con un contrato de cinco años, a cambio de una pequeña cantidad de dinero.
Cuando llegaron a Estados Unidos los pusieron encima de un escenario y los exhibieron como si fueran monstruos. La América del siglo XIX era un lugar muy puritano y aburrido. Y los espectáculos de variedades eran una de las principales formas de entretenimiento en aquella época.
Eran anunciados como “los gemelos siameses” debido a su origen y así fue como este término se acabó convirtiendo en genérico.
Los trataban como esclavos, aunque técnicamente no eran esclavos, ya que habían firmado un contrato de 5 años. Durante el espectáculo el público les pedía que se quitasen la ropa para verificar que no había truco, los doctores les examinaban sobre el escenario...
Al pasar los cinco años del contrato y dado que ya habían alcanzado la mayoría de edad, en vez de bajarse de los escenarios, decidieron seguir exhibiéndose ante el público, pero ahora ellos se quedaban con todo el dinero. Continuaron con ese trabajo durante siete años más, amasaron una fortuna con la que compraron dos casas en Carolina del Norte a una milla una de la otra y se retiraron dedicándose plácidamente al tráfico de esclavos.
Durante los últimos años de su vida a Chang le dio por beber, lo que le provocó un infarto que le obligó a permanecer en cama guardando reposo hasta el día de su muerte, naturalmente acompañado de Heng que estaba perfectamente sano.
Por cierto, se casaron con dos mujeres blancas, Chang tuvo diez hijos y Heng once. Que ¿cómo fue eso posible?... Lamentablemente para explicarlo con detalle necesitaría más espacio del que dispongo en esta sección.


Nota de la redacción. Aquí llega a su fin la colaboración de Tomás, quien con su agudeza, nos ha hecho ver los acontecimientos históricos con algunas dudas sobre la versión tradicional transmitida. ¡Hemos disfrutado! Has sabido poner un tono de cercanía a situaciones lejanos y nos ha gustado. Gracias por haber estado aquí. Seguimos en camino.   

domingo, 16 de junio de 2019

Jugando a encontrar

La Escribana del Reino
M. E. Valbuena

El pasado fin de semana jugué al amigo invisible. Durante dos días había que descubrir y encontrar quién era nuestro amigo/a a través de los detalles que íbamos haciéndonos para dejar pistas.

Vaya por delante que mi amiga invisible me colmó de atenciones y cariño desde el primer momento, por lo que me fue muy fácil localizarla. Además, jugando a encontrar, percibí un montón de regalos: la rosa en mitad de una pradera, el pajarito en la ventana, la nube en su sitio, el paisaje envolvente, el suelo alfombrado, la suave lluvia en la cara, el murmullo de las hojas…

Descubrí a la vez otros muchos amigos y amigas visibles que me regalaron alegría con sus detalles: el pañuelo para la garganta, el chubasquero para la lluvia, los frutos secos y el chocolate para el camino, el rato de risa para la noche, las miradas cómplices y los abrazos mañaneros, las sonrisas y las palabras de apoyo para la vida…

Evidentemente, jugando a encontrar, encontré también miradas veladas o esquivas, un abrazo que no abrazaba nada, comentarios maliciosos y hasta gestos de deslealtad, desdén y manipulación. Pero como no eran lo que buscaba, los dejé estar y no los recibí.

Sin embargo, ahora sé que estos fueron otro regalo, aunque sólo sea para dar pie a la reflexión que ha motivado este escrito: la mentira, la maledicencia y la manipulación pueden ser perlas que adornan y favorecen durante un tiempo, pero, a la larga, ahogan con su peso.

Mientras la vida nos colma de regalos, de oportunidades y de detalles hay quienes, envueltos y regodeados en su malestar, son incapaces de verlos y pasan sus días esparciendo desdicha.

viernes, 14 de junio de 2019

Última etapa del
camino de San Salvador:
Pajares – Oviedo

Pili Cuadrado y Javi Fidalgo
           
Hoy, resumir la etapa del Camino, será a través de la nostalgia… nostalgia por tantos momentos vividos y compartidos entre amigos.
Nada más subir al autobús, volvimos a entonar  nuestro “grito de guerra” que quedará en nuestro recuerdo.
Llegamos a Pajares con la lección de Historia bien aprendida de la mano de Tomás y con los deberes  propuestos por Valentín: el juego del amigo invisible. ¡Qué difícil!  Porque no necesitamos ningún juego para sentirnos muy a gusto con todos, pero fue bonito buscar ese “ratito” para compartirlo con esa persona, regalarle unas flores recogidas durante el camino, prepararle su fruta antes de que él llegase al comedor, enviarle mensajes  o dedicarle una canción…
El camino nos recibió con unas vistas increíblemente hermosas, sol, riachuelos, senderos y constantes subidas y bajadas…. Así es la vida, con sus momentos agradables, relajados y momentos duros y difíciles que tenemos que aprender a  aceptar e intentar superarlos.
Después de cenar, disfrutamos de una obra de teatro donde Celia, Jose, Javi, Rosa, Marieli, Tomás y Mariví nos sorprendieron haciéndonos revivir momentos históricos y nos revelaron que entre las muchas reliquias que se guardan en la Cámara Santa de la Catedral de Oviedo, se encontraba un manuscrito, no hecho público, en el que se vaticinaba  que en el año 2019, un grupo de peregrinos del Teléfono de la Esperanza de León, iba a hacer el Camino del Salvador. ¡Algo inaudito! Esta obra ha sido  el mejor bálsamo para finalizar este duro día. Cuando ponemos todo lo que somos y todo lo que sabemos al servicio de los demás, el éxito es seguro.  También vimos las imágenes de la etapa anterior y el emotivo recuerdo que tuvimos hacia  nuestra amiga Esther.
El domingo, después de una etapa relativamente suave, nos toca descubrir quién ha sido nuestro amigo invisible, al que le vamos a regalar algo muy personal: la huella de nuestra pisada  grabada en piedra, hecha por nuestro amigo y artista Javi Robles, como símbolo de tantas etapas y tantos kilómetros caminando juntos.
Como colofón a este gran fin de semana, tenemos una visita teatralizada al casco antiguo de la ciudad de Oviedo de la mano de La Regenta trasladándonos al sigo XIX con una puesta en escena espectacular.
Cuando hace seis años iniciamos esta andadura, no sabíamos hasta dónde íbamos a llegar, si  iba a ser buena idea, si nos cansaríamos….
Llegamos a Santiago, nuestro primer objetivo. Después vimos la necesidad de continuar un poco más  y hacer nuestro camino desde Roncesvalles hasta León y lo conseguimos. Como dice el refrán:  quien va a Santiago y no a San Salvador, sirve al criado y olvida al señor, comenzamos esta ruta que hoy acabamos.
Juntos hemos caminado un montón de kilómetros, visitado y conocido rincones preciosos, estampas para enmarcar, lugares impensables, hemos reído y llorado juntos. Ha habido tiempo  para hablar, para escuchar y escucharnos, para cantar y danzar…
No puedo acabar sin agradecer a los que tuvieron esta  gran idea, que en un principio fueron Valentín y Ángel. ¡Cuántos quebraderos de cabeza os hemos dado! Gracias a Tomás, que etapa a etapa nos fue recordando nuestra historia de España. Gracias a  Javi Robles, por hacernos revivir con sus fotos y montajes  todos esos bonitos momentos. Quiero también agradecer a todos y a cada uno de nosotros por nuestro granito de arena que hemos aportado a este proyecto.
Y como me decías hace unos días, Begoña: “El verdadero camino comienza cuando lo terminas”.
¡BUEN   CAMINO  PARA TODOS!
miércoles, 12 de junio de 2019

El alma de las piedras

Un libro para el mes
M.ª Jesús González
Con “El ALMA DE LAS PIEDRAS” conoceremos el mítico origen del Camino de Santiago o, al menos, uno bastante probable. Peregrinaremos por él e iremos viendo crecer y progresar la economía, el arte y la cultura en las ciudades, levantarse catedrales, monasterios, hospitales y palacios  a nuestro paso  hasta llegar a la tumba, donde  presentaremos nuestros respetos ante el apóstol o  … al mártir o hereje  Prisciliano. ¿Quién sabe?
Esta entretenida novela histórica de Paloma Sánchez Garnica enlaza dos acontecimientos referidos a un mismo tema, en dos épocas diferentes. El primero tuvo lugar en el siglo IX  cuando el obispo Teodomiro, impulsado por el ermitaño Palio y apoyado por su ayudante Martín, gestan La Inventio, como así la llamaron, propagando al mundo el engaño de que, gracias a la intercesión de un ángel, habían hallado los restos del apóstol Santiago en el bosque de Libredón cerca de finis terrae, cuando, en realidad, el obispo sabía que los seguidores paganos, llamados priscilianos, peregrinaban desde hacía siglos hasta esa tumba.
Una vez más, se muestra como la iglesia, a lo largo de su historia, ha ido haciendo suyos y sacralizando, para mayor gloria de Dios, todos los ritos, fechas y lugares de culto paganos de la Antigüedad.  
En el  segundo, dos siglos más tarde, se cuenta como un cantero descubre la espada quebrada invertida (unas marcas en las piedras), en Montmerle, identificándola  como el símbolo de que en ese lugar descansa escondida al mundo La Inventio. Pero será Mabilia, la hija del conde  del lugar, quien   huyendo de su tío,  después de esconderse de él durante más de una década, decida regresar  a su condado, acompañada de un cantero con idea de revelarle donde se encuentra .
Así arranca esta amena novela, entretejiendo las dos tramas en las que unos pretenden ocultar la verdad y otros darla a conocer, cuyos protagonistas secundarios, aunque no menos importantes, son los canteros. Estos se encargaron de dejar reflejada la verdadera historia en las piedras  para que perdurara en la memoria y no se perdiera con tiempo.
Los canteros, picando la piedra con mazos, picos, punteros o escofinas,  sacan el alma de las piedras para contar su verdad aunque dejen un poco de la suya en ellas. Lo mismo les sucede a los maestros de esta familia que es el TE, maestros canteros de personas que, año tras año y día tras día, dedican generosamente una buena parte de su tiempo a pulir y a sacar la belleza esencial que cada persona lleva dentro, sin más herramientas que una buena dosis de comprensión, cariño, escucha y entrega. Mientras enjugan las lágrimas a unos o escuchan las penas a otros, nos alientan con una sonrisa  y un fuerte abrazo sostenido que nos devuelve  la confianza en nosotros mismos. 

Con este libro quiero rendir  homenaje
a estos canteros de personas del TE, especialmente a tres de ellos que se han sentido empujados desde dentro a abandonarnos. Es tristísimo separarse de amigos con almas grandes y generosas que lo han dado todo por esta casa durante diez años y, ahora, no haya quien les pregunte ¿por qué os vais? ¿Cómo se puede remediar? Espero que se les haga justicia y que sus nombres y nuestra gratitud hacia ellos perdure en nuestras memorias y, en las suyas, la certeza de un trabajo bien hecho.
Mis mejores deseos a los peregrinos que transitan por el Camino de las Estrellas, pero muy especialmente, a los de esta familia que han hecho que el camino y cada uno de sus pasos sea una experiencia única, espiritual, emotiva y fraternal.
Gracias, gracias, gracias y… buen camino.

Nota de la redacción. Nuestra agradecimiento a M.ª Jesús que nos ha traído a estas páginas el placer de la lectura. Con ella, amiga, has contribuido a adoptar hábitos de felicidad. Gracias. Seguimos en camino.  
martes, 11 de junio de 2019

Ser solidario: un signo de salud mental

El rincón del psiquiatra
Alejandro Rocamora Bonilla
Psiquiatra

El voluntario puede “pecar” por exceso o por defecto. Es decir, se puede cometer un doble error en la acción con el ayudado: mantener un distanciamiento defensivo (tratar fríamente al otro, para no “contagiarse de su angustia”) o por el contrario identificarse tanto con el ayudado, que le invite a comer a su casa. Entre ambos extremos se encuentra el punto medio, o la virtud: un distanciamiento amoroso. Consiste en un saber acompañar al ayudado, caminar junto a él, respetando sus necesidades, flaquezas y expresión de dolor, pero al mismo tiempo sabiendo de nuestras posibilidades, pero también de nuestros límites. Esto supone que al emigrante no hay que tratarle como a un “bicho raro”, ni al anciano hay que vestirlo y asearlo como si fuera un inútil, ni al paralítico transportarlo siempre en coche, ni a la persona deprimida dejar que esté todo el día en la cama, por poner algunos ejemplos. Es decir, debemos intentar compaginar una ayuda técnica con el afecto y la comprensión. Es lo que algún autor ha llamado “el eros terapéutico”: no es paternalismo, ni tecnicismo, sino una asociación de ambos.

Como ha dicho Dell (1983), no existe la “llave de oro” que abra la puerta de nuestros problemas, sino que, en cada momento, y dependiendo de la “cerradura” que estemos ofreciendo, habrá que actuar con una llave de oro, de platino o de bronce. Lo importante, pues, no es el instrumento utilizado, sino conseguir el encaje perfecto entre la situación angustiosa y el ofrecimiento de ayuda.

Todos los hombres nacemos con la semilla de la solidaridad, que puede evolucionar hacia un sentimiento auténtico de preocupación por los demás, o bien, convertirse en una fortaleza autosuficiente que desprecie a todo lo que no sea el mismo. Lo que nunca podremos negar es la presencia del “no-yo”, para bien o para mal. De ahí la importancia de los primeros años de la vida, donde desde nuestra primigenia indefensión, debemos ir construyendo un “yo” fuerte, que nos posibilite una interrelación con el prójimo sana y enriquecedora, pero sin caer en la autosuficiencia o narcisismo. El niño debe aprender de forma teórica y vivencialmente que no es el “centro del universo”, que no está sólo. Las necesidades de los demás y sus deseos, son el contrapunto de sus inclinaciones y proyectos. Ser adulto también es tener en cuenta a los otros y sus necesidades.

El voluntariado, pues, es una forma de abrirnos a los demás, potenciado la comunicación y sintiendo el dolor ajeno como propio. De alguna manera, el solidario, pone su mente y su corazón en la indigencia del otro, aplazando por un momento sus propias deficiencias. Además, el voluntariado favorece las relaciones interpersonales y provoca que el individuo salga de sí mismo para ayudar al más necesitado. Todas las personas que trabajan de voluntarios reconocen que “han recibido más” (afecto, valoración, respeto, autoestima, etc.) que han ofrecido: un poco de tiempo y de conocimientos. Por otra parte, también está comprobado que el voluntario, que hace de la solidaridad la bandera de su vida, su propia acción voluntaria (aunque solamente sea una hora a la semana) le ayuda a ser mejor persona, a tener menos ansiedad y a fortalecer su propia autoestima. Por esto podemos afirmar que ser solidario, es un signo de salud mental.   

lunes, 10 de junio de 2019

Date el permiso de equivocarte

Crecimiento y desarrollo personal
Marcos Núñez Pangua

Si te confundes no pasa nada; todos cometemos errores.
Cuando realizo formaciones sobre pasar a la acción para superar la timidez y conseguir nuestros objetivos, en ocasiones hago la siguiente propuesta:
· Que levante la mano quien haya cometido algún error en su vida. (Todos levantan la mano).
A continuación digo:
· Que levante la mano quien haya cometido más de cien errores en su vida. (Todos vuelven a levantar la mano).
Confundirse es natural y el error es un gran maestro que forma parte de nuestro proceso de aprendizaje.
Relativicemos la importancia de confundirnos. No tengamos miedo a quedar mal, a hacer el ridículo, a los comentarios que puedan hacer los demás, a que se rían de nosotros… El mayor error que podemos cometer es no darnos el permiso de confundirnos, ya que postergaremos nuestras actuaciones y evitaremos pasar a la acción.
Si nos damos el permiso de equivocarnos, actuaremos de una forma más libre y relajada y esto influirá de forma positiva en los resultados que obtengamos.
Tengamos en cuenta que no es necesario hacerlo todo perfecto y que, muchas veces, con hacer las cosas de forma adecuada es suficiente.
Si pasamos más a la acción, es posible que se incrementen nuestros errores pero también aumentarán los resultados positivos que obtengamos.
En el caso de que tengas un carácter tímido y reservado, comprender que es natural confundirse te ayudará a darte el permiso de dar en el cotidiano esos pasos que te encaminen a tus objetivos.
Reflexiona también sobre el hecho de que hay errores que tienen mucha gracia. Recordemos ese momento divertido que hayamos vivido debido a una equivocación que hayamos cometido. Tomémonos las cosas con alegría y buen humor.
domingo, 9 de junio de 2019

El final del Camino

La Escribana del Reino
M. E. Valbuena


Una vez escuché que lo que marca la calidad de las relaciones es el final de las mismas. Es decir, dependiendo del final que tenga, la relación habrá sido buena o mala, porque ese será el recuerdo con el que nos quedemos.
En realidad, esta afirmación vale también para otros temas.
Todos hemos oído, por ejemplo, eso de que “cada uno muere como vive” y, hasta donde yo he podido comprobar, así es. Igualmente, las calificaciones finales de un curso marcan la diferencia entre bueno y malo, tanto a nivel personal como estadísticamente hablando. Y los buenos resultados de cualquier cosa habrán coronado un buen proceso, mientras que los malos sólo acentúan los ratos y esfuerzos perdidos.
El Camino –nuestro Camino– acaba hoy. Y acaba como empezó y como ha sido siempre: con buen tiempo y mejores ánimos, con ilusión, con ganas de compartir y de seguir avanzando. No sabíamos en un principio si llegaríamos alguna vez a nuestro destino. Pero llegamos. Y volvimos a empezar. Y hemos vuelto a llegar.
En este tiempo hemos descubierto que el camino es el proceso y no la meta y que a dónde tenemos que llegar es –como decía Juan Ramón Jiménez– a nosotros mismos, sin correr y sin agobiarnos.
En el Camino hemos abierto nuestra disposición a acoger lo que venga, sea lluvia, sol, subida o bajada. Y lo que vino siempre fue bueno. Hemos aportado lo que somos desde lo que somos, sin miedo, aflorando, así, escondidas aptitudes artísticas, logísticas y de intendencia. Hemos reído, bailado, llorado, cantado… juntos. Hemos descubierto la dimensión sonora del silencio y la esencia de los detalles. En definitiva, hemos crecido juntos.
Si es verdad que el final marca la calificación de lo anterior, el Camino ha sido bueno. Muy bueno.
sábado, 8 de junio de 2019

Amor y disfraz




El amor siempre sienta bien...
El amor siempre engrandece, aligera la carga de preocupaciones, ennoblece
El amor es lo más grande
Si hay amor no hay mentira ni disfraz
El amor es noble. 
viernes, 7 de junio de 2019

Deseos





Puede que nos pasemos la vida deseando...
Nos fijamos en aquello y lo deseamos...
Vemos esto otro y lo deseamos...
Y tan pronto como lo tenemos...desaparece el deseo...
Es un ir y venir agotador, estresante...es un sin vivir
¿Y lo que estás viviendo ahora? ¿Y lo de este momento concreto?
Es posible que se nos olvide...Y dejamos de vivir... Y así se pasa la vida.
jueves, 6 de junio de 2019

Siempre
hay una bendición




Cuando no puedas más
Cuando estés harto
Cuando no sepas que hacer
Cuando estés aturdido, descentrado...
Siempre hay una bendición que descubrir.,
martes, 4 de junio de 2019

Soy feliz

Poema de Mary Oliver
del libro Felicity y la sabiduría de sentirse viva


«Parece que amas este mundo,
“Sí”, dije, “Este precioso mundo”.
¿Y no te importa la mente, que te mantiene
ocupada todo el tiempo con sus oscuras
y brillantes preguntas?
“No, estoy bastante acostumbrada. Ocupada, ocupada,
todo el tiempo”.
¿Y no te importa vivir con aquellas preguntas,
me refiero a las difíciles, a las que nadie puede
responder?
“En realidad, son las más interesantes”.
¿Y tienes a alguna persona en tu vida cuya mano
quieras apretar?
“Sí, la tengo”.
Seguramente entonces debes de ser muy feliz allí abajo
en tu corazón.
“Sí”, dije, “Lo soy”».
lunes, 3 de junio de 2019

Los gérmenes
de la infelicidad

Laura T.


"Me he sentido acompañada"
Comencé este curso creyendo, en la primera reunión, que el nombre era “Los gérmenes de la felicidad”, por haber leído mal, o por no querer creer que un curso de autoayuda pudiese tener un nombre tan “poco atractivo”. Sin embargo, durante el transcurso del mismo, caí en la cuenta de la gran importancia que tiene estar bien informados de aquellas conductas y comportamientos nocivos que casualmente muchos compartimos y de los que no somos conscientes, pero no nos permiten lograr el estado de bienestar y calma internos que añoramos de manera constante.
Cuando llegué al primer encuentro solamente vi un grupo de personas desconocidas. Bastó muy poco tiempo para que pudiese cambiar todo en un solo día. Cuando llegamos al lugar provisional de reunión mientras la nueva sede del Teléfono de la Esperanza estaba en obras, comenzamos enseguida un ejercicio sencillo y rápido para conocernos, consistente en, si no recuerdo mal, decir unas cinco cosas sobre uno mismo. Después comentamos entre todos lo que sacamos en claro sobre la impresión que nos había dado la forma de ser de cada uno de los que estábamos allí. ¡Con qué facilidad se me abrieron los ojos! Vi de repente, y con mucha claridad, que no era la única con tormentos internos. María Elena, al ir finalizando el encuentro, dijo exactamente lo mismo que yo había concluido esa mañana: vas por la calle y todo el mundo parece estar “feliz”, tener andares ligeros y ninguna preocupación, pero no sabes qué puede estar pasando por la cabeza de cualquier persona, todos tenemos problemas, todos tenemos nuestra propia lucha, nuestra propia misión.
Estaba en una temporada en la que me sentía, para variar, especialmente sola. Ese día mi soledad se mitigó un poco, me sentí acompañada. No me hizo falta haber estado hablando demasiado tiempo con nadie y… me sentí comprendida. Isabel me cogió de las manos y me dijo que mi presencia allí haría muy bien (casi se me saltaron las lágrimas). Me fui con la certeza de querer continuar con ellos hasta el final del curso, y sorprendida con la hermosa sensación que tenía de que algo había cambiado dentro de mí.
Con cada uno de los temas semanales, lo que hemos aprendido nos ha ayudado a investigar en nosotros y nosotras mismas para sacar a la luz nuestras preocupaciones personales y sincerarnos con y entre nosotros. Nos hemos convertido en un grupo en el cual se ha creado un sentimiento muy bonito de confianza y apoyo mutuos, un grupo de personas con una voluntad común: trabajar en nuestra propia felicidad. Y durante el tiempo que ha durado esta experiencia, se ha formado una especie de paréntesis en nuestras vidas en el que hemos podido trabajar a fondo y, lo mejor de todo, en compañía.
Un paréntesis en esta etapa de mi vida que es muy valioso e importante para mí y recordaré con mucho cariño.
Muchísimas gracias, María Elena, Reyes, María, Isabel, Patricia y Javier. Ha sido un enorme placer haberos conocido y haber podido disfrutar de este curso a vuestro lado.
¡Espero que nos volvamos a reunir pronto!
domingo, 2 de junio de 2019

Esos otros derechos

La Escribana del Reino
M. E. Valbuena

En la mayoría de las Constituciones occidentales vienen recogidos derechos de los ciudadanos a un trabajo digno, a un salario suficiente o a una vivienda adecuada, por ejemplo. Derechos que han surgido de luchas sociales, que se han plasmado por escrito, pero que no significa que se cumplan.

Universalmente también tenemos reconocidos por escrito el derecho a la vida y a la integridad física, a la educación, al medio ambiente… Tampoco significa que se cumplan.

Y luego hay otros derechos que no vienen reconocidos en ningún documento legal y a los que no se les da ningún tipo de importancia, pero que, a mi modo de ver, marcan las pautas de un bienestar personal.

Me refiero a derechos tales como permitirnos ser como somos, saber decir lo que pensamos y sentimos de manera asertiva en cada ocasión, a pedir explicaciones cuando nos consideramos merecedores de ellas y poder darlas cuando lo creamos conveniente, a poner límites, a poder cerrar círculos, a tener tiempo y espacio para aclarar malentendidos, a acabar bien las historias…

Estos derechos no derivan de ninguna revuelta social, sino de una lucha personal y continua en defensa de la autenticidad. Una lucha que a veces cansa y nos hace abandonar los objetivos, o no se dan las circunstancias necesarias para ejercer tales derechos, o el peso social es tan fuerte que éstos quedan diluidos bajo su impronta.

Y, en estos casos, sentimos que la vida nos debe algo, porque nos ha privado de su ejercicio y, además, no podemos reclamar nada.

Se nos olvida que cualquier derecho reconocido viene de una lucha previa por conseguirlo y aquel que no se ejercita cae por desuso.

sábado, 1 de junio de 2019

Quema lo que tienes





«Cuando me mudaba de una casa a otra
había muchas cosas para las que no tenía espacio.
¿Qué podía hacer? Alquilé un trastero.
Y lo llené. Los años pasaron.
De vez en cuando iba allí y miraba,
sin que nada ocurriera, ni una sola
punzada en el corazón.
Cuantos más años cumplía, las cosas que me importaban
eran cada vez menos, pero más
importantes. Así que un día rompí el candado
y llamé al basurero. Se lo llevó
todo.
Me sentí como el burrito al que
finalmente le quitan la carga de encima. ¡Cosas!
¡Quémalas, quémalas! ¡Haz un hermoso
fuego! ¡Habrá un espacio en tu corazón para el amor,
para los árboles! Para los pájaros
que nada poseen – la razón por la que pueden volar».


Poema de Mary Oliver, del libro
Felicity y la sabiduría de sentirse viva