pero el que recibe nunca debe olvidar
viernes, 17 de febrero de 2017
La muerte
viernes, 30 de diciembre de 2016
La religión
Y un viejo sacerdote dijo: Háblanos de la Religión.
Y él respondió:
¿Acaso he hablado hoy de otra cosa?
¿No son todos los actos y todas las reflexiones, religión? ¿Y aún aquello que no es acto ni pensamiento, sino un milagro y una sorpresa brotando siempre en el alma, aun cuando las manos pican la piedra o atienden el telar?
¿Quién puede separar su fe de sus acciones o sus creencias de sus ocupaciones?
¿Quién puede desplegar sus horas ante sí mismo diciendo: "Esto para Dios y esto para mí; esto para mi alma y esto para mi cuerpo?"
Todas nuestras horas son alas que baten a través del espacio de persona a persona.
El que usa su moralidad como su más bella vestidura mejor estaría desnudo.
El sol y el viento no desgarrarían su piel.
Y aquél que define su conducta por medio de normas, apresará su pájaro cantor en una jaula.
El canto más libre no sale detrás de alambres ni barrotes.
Y aquél para quien la adoración es una ventana que puede abrirse pero también cerrarse, no ha visitado aún la mansión de su espíritu cuyas ventanas se extienden desde el alba hasta el alba.
Vuestra vida de todos los días es vuestro templo y vuestra religión.
Cada vez que en él entréis llevad con vosotros todo lo que tenéis.
Llevad el arado y la fragua, el martillo y el laúd.
Las cosas que habéis hecho por gusto o por necesidad. Porque en recuerdos, no podéis elevaros por encima de vuestras obras ni caer más bajo que vuestros fracasos.
Y llevad con vosotros a todos los hombres.
-Porque, en la adoración, no podéis volar más álto;ue sus esperanzas ni humillaros más bajo que su desesperación.
Y si llegáis a conocer a Dios, no os convirtáis en aclaradores de enigmas.
Mirad más bien alrededor de vosotros y lo veréis jugandp con vuestros hijos.
Y mirad hacia el espacio; lo veréis caminando en la nube, desplegando sus brazos en el, rayo. y descendiendo en la lluvia. Lo veréis sonriendo en las flores y elevándose luego para agitar sus. manos en los árboles.
martes, 13 de diciembre de 2016
La belleza

Y un poeta dijo: Háblanos de la Belleza.
miércoles, 23 de noviembre de 2016
El placer
miércoles, 9 de noviembre de 2016
La oración
miércoles, 2 de noviembre de 2016
Lo bueno y lo malo
miércoles, 12 de octubre de 2016
La amistad
miércoles, 28 de septiembre de 2016
El enseñar
Dijo, entonces, un maestro: Háblanos del Enseñar.
Y él réspondió;
Nadie puede revelarnos más de lo que reposa ya dormido a medias en el alba de nuestro conocimiento.
El maestro que camina a la sombra del templo, en medio de sus discípulos, no les da de su sabiduría, sino, más bien, de su fe-y de su afecto.
Si él es sabio de verdad, no os pedirá que entréis en la casa de su, sabiduría, sino que os guiará, más bien, hasta el umbral de vuestro propio espíritu.
El astrónomo puede hablaros de su comprensión del espacio, pero no puede daros ese conocimiento.
El músico puede cantaros el ritmo que existe en todo ámbito, pero no puede daros el oído que detiene el ritmo ni la voz que le hace eco. Y el que es versado en la ciencia de los números puede hablaros de las regiones del peso y la medida, pero no puede conduciros a ellas. Porque la visión de un hombre no, presta sus alas a- otro hombre.
Y, así como cada uno de vosotros se halla solo ante el conocimiento de Dios, así debe cada uno de vosotros estar solo en su comprensión de Dios y en su conocimiento de la tierra.
miércoles, 14 de septiembre de 2016
El conocimiento
Y un hombre dijo, entonces: Háblanos del Conocimiento propio.
Y él respondió:
Vuestros corazones saben, en silencio, los secretos de los días y las noches.
Pero vuestros oídos padecen por el sonido del conocimiento de vuestro corazón.
Querríais saber, en palabras, lo que siempre supísteis en pensamiento;
Querríais tocar con vuestras manos el cuerpo desnudo de vuestros sueños.
Y es bueno que lo hicierais.
El manantial escondido de vuestra alma necesita brotar y correr murmurando hacia el mar;
Y el tesoro de vuestros infinitos arcanos sería revelado a vuestros ojos.
Pero no pongáis balanzas para pesar vuestro tesoro desconocido.
Y no- registréis los arcanos de vuestro conocimiento con palos ni sondas.
Porque el yo es un mar inconmensurable.
No digáis: "He hallado la verdad" sino más bien. "He hallado una verdad".
No digáis: "He encontrado el alma caminando en mi senda."
Porque el alma camina sobre todas las sendas.
El alma no camina en línea recta, ni crece como un bambú.
El alma se despliega como un loto de innumerables pétalos.
miércoles, 24 de agosto de 2016
El dolor
Y una mujer pidió: Háblanos del Dolor.
Y él dijo:
Vuestro dolor es la ruptura de la celda que encierra vuestra comprensión.
Así como la semilla de la fruta debe romperse para que su corazón se muestre al sol, así debéis vosotros conocer el dolor.
Y, si pudiérais mantener vuestro corazón maravillado ante los diarios milagros de la vida, vuestro dolor no os pareciera menos prodigioso que vuestra alegría.
Y aceptaríais las estaciones de vuestro corazón así como habéis aceptado siempre las estaciones que pasan sobre vuestros campos.
Y esperaríais con serenidad a través de los inviernos de vuestra pena.
Mucho de vuestro dolor es elegido por vosotros mismos. Es la porción amarga con la que el médico que hay dentro de vosotros cura vuestro ser enfermo.
Por tanto, confiad en el médico, y bebed el remedio en silencio y tranquilidad;
Porque su mano, aunque dura y pesada, guiada está por la tierna mano del Invisible.
Y el vaso con que brinda, aunque queme vuestros labios, ha sido moldeado de la arcilla que el Alfarero ha humedecido con sus propias lágrimas sagradas.
miércoles, 10 de agosto de 2016
La razón y la pasión
Y la sacerdotisa habló de nuevo: Háblanos de la Razón y la Pasión.
Y él respondió, diciendo:
Vuestra alma es, a veces, un campo de batalla sobre el que vuestra razón y vuestro juicio combaten contra vuestra pasión y vuestro apetito.
Desearía poder ser el pacificador de vuestra alma y cambiar la discordia y la rivalidad de vuestros elementos en 'unidad y melodía. Pero, ¿cómo lo haré a menos que vosotros
mismos seáis también los pacificadores, no, los amigos, de todos vuestros elementos?
Vuestra razón y vuestra pasión son el timón y las velas de vuestra alma viajera.
Si vuestras velas o vuestro timón se rompieran, no podríais más que agitaros e ir a la deriva o permanecer inmóviles en medio del mar. Porque la razón, gobernando sola, es una
fuerza limitadora y la pasión, desgobernada, es una llama que se quema hasta su propia destrucción.
Por, lo tanto, haced que vuestra alma exalte a vuestra razón a la altura de la pasión, para que cante.
Y dirigid vuestra pasión con el razonamiento, para. que ella pueda vivir a través de su diaria resurrección y, como el ave fénix, se eleve de sus propias cenizas.
Desearía que consideráseis vuestro propio juicio y vuestro apetito como dos queridos huéspedes.
No honraríais, con seguridad, a uno más que al otro; porque quien es más atento con uno de ellos pierde el amor y la fe de ambos.
Entre las colinas, cuando os sentéis a la sombra fresca de los álamos, compartiendo la paz y la serenidad de los campos y praderas distantes, dejad que vuestro corazón diga en silencio: "Dios descansa en la razón."
Y, cuando llegue la tormenta y el viento poderoso sacuda el bosque y los truenos y relámpagos proclamen la majestad del cielo, dejad a vuestro corazón decir sobrecogido: "Dios se mueve en la pasión."
Y, ya que sois un soplo en la esfera de Dios y una hoja en el bosque de Dios, deberíais descansar en la razón y moveros en la pasión.
viernes, 29 de julio de 2016
La libertad
jueves, 14 de julio de 2016
El comprar y el vender
Y un mercader dijo: Háblanos del Comprar y el Vender.
Y él respondió:
La tierra os entrega sus frutos y vosotros no conoceréis necesidad si sabéis solamente cómo llenaros las manos.
Es en el intercambio de los dones de la tierra donde encontraréis abundancia y seréis satisfechos.
Pero, a menos que ese intercambio sea hecho con amor y bondadosa justicia, llevará a algunos a la codicia y a otros al hambre.
Cuando, en el mercado, vosotros, trabajadores del mar y los campos y los viñedos, encontréis a los tejedores y alfareros y vendedores de especies,
invocad al espíritu guía de la tierra para que vaya en medio de vosotros y santifique las medidas y para que pese al valor de acuerdo con el valor.
Y no permitáis que el de las manos estériles, el que quiere venderos sus palabras al precio de vuestra labor, intervenga en vuestras transacciones.
A ese hombre deberéis decirle:
"Ven con nosotros a los campos o vé con nuestros hermanos a la mar y arroja tu red:
Que la tierra y el mar serán espléndidos para ti como lo son para nosotros."
Y, si vienen los cantores y los bailarines y los tañidores de caramillo, comprad de sus dones.
Porque ellos son también cosechadores de frutos e incienso y lo que ellos traen, aunque hecho de sueño, es ropaje y alimento para vuestro espíritu.
Y, antes de abandonar el mercado, ved que nadie se marche con las manos vacías.
Porque el espíritu señor de la tierra no dormirá en paz sobre los vientos hasta que las necesidades del 'ultimo de vosotros sean satisfechas.
sábado, 2 de julio de 2016
La alegría y el dolor
martes, 14 de junio de 2016
El trabajo
miércoles, 25 de mayo de 2016
El comer y el beber
Entonces, un viejo que tenía una posada dijo: Háblanos del comer y del beber.