pero el que recibe nunca debe olvidar
sábado, 31 de octubre de 2015
De lluvia y sol
viernes, 30 de octubre de 2015
18 consejos prácticos para superar el insomnio
Dormir es una de las funciones más necesarias para nuestro organismo ya que es durante las horas de sueño cuando nuestro cuerpo se recupera de la actividad diaria. Aquí tienes unas recomendaciones eficaces para crear una rutina que nos ayude a evitar esas largas noches de insomnio.
jueves, 29 de octubre de 2015
¿Qué es el mar?
miércoles, 28 de octubre de 2015
El Teléfono de la Esperanza en la Feria del Voluntariado
Con un simple paseo entre las mesas de las diferentes ONG y asociaciones que se reunieron en la Plaza de Botines el pasado sábado, uno se da cuenta de lo que cada voluntario lleva en su equipaje: una maleta de ilusión, un pasaporte de entrega y un billete de ida y vuelta a la esperanza. Eso era lo que se respiraba en III la Feria del Voluntariado, cálidas sonrisas que atendían las dudas y preguntas de los que pasaron interesándose por nuestra labor. Y allí estaba el Teléfono de la Esperanza aportando su granito de arena, dejando claro a todo aquel leonés y foráneo que se acercaba, que allí tenía una voz amiga, una mano tendida a la VIDA.
martes, 27 de octubre de 2015
Convocatoria del curso: “Conocimiento
de si mismo”
lunes, 26 de octubre de 2015
Camino de Santiago: Desde Burlada a Villatuerta (Navarra)
Ante la buena acogida que tuvo la experiencia de caminar por etapas desde León hasta Santiago de Compostela, hemos retomado desde el T.E. de León dicha iniciativa desde tierras navarras, Roncesvalles.
domingo, 25 de octubre de 2015
Una canción
Sin complejos. Foto Jesús Aguado
Casi siempre estoy cantando. Cuando estoy triste, para animarme. Cuando estoy contenta, para expresarme. Y cuando estoy en mi línea habitual, para acompañarme. Lo cierto es que canto muy a menudo, aunque he de admitir que la mayoría de las veces me invento la letra o la adapto a la situación. Es decir, no soy nada fiable en cuanto a letras de canciones.
En una ocasión, una alumna me regaló escrita la letra de una canción que me oía tararear insistentemente por los pasillos del Centro. Observadora como era, se dio cuenta de que siempre repetía lo mismo, así que, a final de curso, me entregó su manuscrito como un regalo de despedida. Reconozco que me hizo mucha ilusión, no tanto por la letra en sí –que conseguí aprenderla de una vez– sino por el detalle.
Sí que fue un regalo de despedida porque no he vuelto a ver a aquella chica desde entonces pero, cada vez que abro un determinado libro, allí me encuentro la hoja de cuaderno escrita con letra redondita y decorada con dibujos, su firma y la dedicatoria. Me paro, la contemplo, a veces canto en voz alta la vieja canción y siempre, siempre, siempre, recuerdo el momento y envío mi energía y mi bendición a quien la escribió.
Hace poco me regalaron otra letra de otra canción y por otros motivos. La letra está entera pero la decoración sólo a medias. Quiero creer que esta vez no será una despedida sino un “acabemos juntos la decoración”.
Que así sea.
sábado, 24 de octubre de 2015
Reclamos inteligentes
viernes, 23 de octubre de 2015
Camino desde Roncesvalles
Esta es la crónica de nuestro viaje a Roncesvalles, un viaje apasionante e ilusionante.
Como os digo, arrancamos temprano el sábado porque el viaje iba a ser largo pero, ya a estas horas el ambiente que se respiraba era de una gran alegría.
Nos dio tiempo a dar alguna cabezadita, a conversar, a escuchar algún poema de Blas de Otero, a conocer la historia de la zona por donde íbamos a transitar, a darnos cuenta que llegar a Roncesvalles costaba lo suyo.
¡Por fin llegamos! Aquí, en Roncesvalles, nos dimos nuestro abrazo de bienvenida, nos hicimos nuestra foto para la posteridad y nos dispusimos a comenzar nuestra etapa. ¡No había tiempo que perder!
Las nubes iban disipándose y el buen día nos iba a acompañar.
Quisimos comenzar a caminar en silencio, pensando en qué sería lo que queríamos ir dejando o desprendiéndonos en este camino, qué era lo que ya no nos iba a hacer falta.
Al mismo tiempo contemplamos la belleza de la naturaleza, los senderitos por los que caminábamos, los pueblos tan bellos y cuidados que cruzamos, los contrastes de colores de las praderas y de las hojas secas del otoño.
Mas adelante nos agrupamos y decidimos ir de dos o de tres y hablar de nuestra experiencia.
Así rápido llegó la hora de la comida.
La tarde fue un poquito más dura por las continuas subidas y bajadas que iban haciendo mella en nuestras piernas pero no por eso menos atractiva e interesante.
Y así llegamos a nuestro punto final de la etapa que no era otro que Zubiri, cuyo puente nos dio el recibimiento.
Empezaba a anochecer, los rostros reflejaban el cansancio aunque no faltaba el buen humor.
Necesitábamos ya descansar y reponer fuerzas, pero todavía hubo tiempo para bailar una de nuestras danzas favoritas y para aprender los distintos tipos de abrazos que existen y lo bien que te sientes cuando recibes uno.
El domingo, una vez repuestas las fuerzas, nos dispusimos a comenzar la etapa con algunas gotitas de agua, que enseguida cesaron y el día estuvo genial, con una temperatura maravillosa, así que pudimos contemplar la niebla entre montañas, el olor de la hierba húmeda, la paz y la serenidad que da el caminar por minúsculos senderos, las arboledas que nos iban acogiendo y cubriendo...
Nuestra intención era acabar la etapa para la hora de comer y así fue.
Nos quedó un huequecito para conocer algunas de las calles y lugares emblemáticos de Pamplona antes de regresar a León.
Un viaje que se hizo relativamente corto entre ver una película, las entrevistas, los cuentos y poemas de algunos de vosotros, que tan bien sabéis contar.
Regresamos cansados pero con las pilas muy cargadas. El encontrarte, convivir, caminar, compartir unos días con personas a las que quieres y que notas que te quieren, con personas a las que te sientes cada vez mas unido... son miles los detalles que vamos compartiendo juntos. Notas el ambiente de confianza, de sinceridad, de amistad, de complicidad que hay, el ambiente que se respira de alegría, de sonreír, de pasarlo bien.
El tiempo de silencio interior, de escucha de la naturaleza, el tiempo que te dedicas a ti.
Los momentos de compartir, de caminar, de tender tu mano a otra persona, de ir en la misma dirección. De acoger a todos y que todos se sientan a gusto, la paz que te aporta el camino, el dejar a un lado el estrés, las preocupaciones, los problemas.
Ese pinzamiento o ese dolor que te impide seguir caminando, así como todos esos pequeños detalles o gestos como un abrazo, ofrecerte una flor, contar un cuento, cantar una canción o dar las gracias, todas estas cosas que parecen tan sencillas son maravillosas y son muy grandes.
Cuando inicias una aventura como esta, te pueden tachar de loco –levantarte un sábado sobre las cinco de la mañana, viajar hasta Roncesvalles, nada menos, caminar sábado y domingo y regresar para León a las once de la noche y el lunes a trabajar–, ¿dónde está el premio?
Para mí... ¡la satisfacción con la que vuelvo!
Dentro de unos días nos vamos a ir a hacer la siguiente etapa... ¡ANÍMATE!
jueves, 22 de octubre de 2015
¿Tú qué vas a hacer?

Me quejo porque esto no me gusta, aquello me molesta y lo otro está muy mal. Si se tercia insulto a quien hace lo que no quiero que haga, porque es tonto el muy necio, ya que no es capaz de hacer las cosas como deben hacerse; o lo que es lo mismo, como yo digo que se hagan. Me quejo porque la vida no funciona como debería, que viene a ser tal como yo digo que tiene que funcionar, y sobre todo me quejo porque Dios, el Universo o lo que sea, que de paso digo que no existe, no sabe hacer su trabajo, que básicamente es lo que yo pienso que es trabajar en condiciones.
Todo está mal, todo me molesta. Aquí, desde mi cómodo sofá de mi salón, del que no oso moverme para hacer algo que yo considere que puede ayudarme o ayudar a los demás, bramo contra todo y contra todos porque básicamente, menos yo, todo funciona que da pena. La gente es muy mala y tonta, por eso me permito el lujazo de insultarla, faltaría más… a ver si espabilan y empiezan a moverse para hacer algo útil… para mi. El mundo está hecho una pena; no hay nada bueno… no aparece por ningún lado el hada madrina que, a golpe de varita, lo arregle todo de un plumazo… pero eso sí, como yo le diga que tiene que arreglarlo, no se vaya a equivocar la condenada. Y ese Dios del que tantos hablan y que, por cierto, no existe, no viene a darme todo lo que quiero, cuando quiero y como quiero, faltaría más… no vaya a inmiscuirse en cosas que no le incumben.
Quizá parezca una exposición extrema, pero abunda tanto… Tanta gente, como criaturas enrabietadas, clamando contra todo sin mover un dedo para hacer nada… ¿Merece la pena quejarse de todo y de todos desde la poltrona del sofá o es mejor levantarse para poner en marcha un sueño, una idea, una solución, aunque sea dando un paso de pulga al día? Quejarse es algo demasiado fácil, mientras se espera el bendito toque de no se sabe qué varita mágica, cuando resulta que la magia la llevamos con nosotros, con nuestro empeño diario. Quizá se trate sólo de escuchar a una persona que lo necesita, o de emprender una pequeña actividad que remueva un grupo de personas o ideas, o quizá… ¡hay tantos quizás! Tantas posibilidades para poner un rayo de color en la vida, que la actitud de quienes sólo se dedican a ejercer de plañideras desde su inmovilismo resulta penosa, propia de niños cabreados y no de adultos responsables que de verdad quieren hacer algo.
¿Nos seguimos quejando o miramos qué podemos mejorar y a quien podemos ayudar? ¿Tú qué vas a hacer?
miércoles, 21 de octubre de 2015
Renacer
martes, 20 de octubre de 2015
Claves para el manejo de la agresividad

lunes, 19 de octubre de 2015
La tristeza
domingo, 18 de octubre de 2015
Palabras
para la reflexión
Quien a buen árbol se arrima... Foto Jesús Aguado
Uno de los protagonistas de una novela de Murakami le dice a otro, en un momento de confidencias, que no se líe con mujeres estúpidas porque se volverá estúpido también, pero que tampoco lo haga con mujeres demasiado buenas, porque entonces no podrá volverse atrás y se perderá, lo cual es mucho peor.
Cuando lo leí, me llamó tanto la atención, que interrumpí la lectura del libro y me dediqué durante ese día a dar vueltas al sibilino consejo que encierran estas palabras.
Al margen del contenido machista -que lo tiene y mucho- del barniz clasista que envuelve tal argumento y de la naturalidad con la que se expresa (no olvidar que es cultura japonesa) hay algo de razón en él.
Mi experiencia me ha demostrado que si nos rodeamos de gente estancada, que ni quiere moverse ni quiere avanzar, probablemente acabaremos como ella, por múltiples razones: miedo, pena, comodidad, lento convencimiento, temporización… El inmovilista ni cambia ni quiere cambios de otros a su alrededor. Al final, el acompañante se vuelve tanto o más inmovilista. Supongo que sus compensaciones tendrá.
Pero si nos rodeamos de punteras, de esos que arriesgan y van un paso por delante del resto, seguramente nos dejemos arrastrar por su ilusión y su ímpetu y perdamos, enrollados en su ritmo, nuestra perspectiva para intentar captar la de ellos. Nos perderemos, claro, pero porque habremos visto.
Y quien ve, no puede dejar de ver.
sábado, 17 de octubre de 2015
Perdona
viernes, 16 de octubre de 2015
Abrazo
Abrazar no es fácil. Pudiera parecerlo, pero no lo es. Supone salir de ti mismo. Supone estar dispuesto a ir al encuentro de otra persona. Hay una cierta desnudez en el abrazo, un reconocer una necesidad de afecto, de ternura. Pero sobre todo hay una grandeza: tú y yo somos uno, aunque seamos distintos, somos olas del mismo mar.
jueves, 15 de octubre de 2015
Geniales

- No reírse de nada es de tontos, reírse de todo es de estúpidos.
- ¡Hay tantas cosas en la vida más importantes que el dinero! ¡Pero cuestan tanto!
- Jamás olvido una cara, pero en su caso, estaré encantado de hacer una excepción.
- Bebo para hacer interesantes a las demás personas.
- Nunca pertenecería a un club que admitiera como socio a alguien como yo.
- Disculpen si les llamo caballeros, pero todavía no les conozco bien.
- Encuentro la televisión muy educativa. Cada vez que alguien la enciende, me retiro a otra habitación y leo un libro.
- ¿Por qué debería preocuparme por la posteridad? ¿Qué ha hecho la posteridad por mí?
- He pasado una noche estupenda... pero no ha sido ésta.
- Es mejor permanecer callado y parecer tonto que hablar y despejar las dudas definitivamente.

- El amor eterno dura aproximadamente 3 meses.
- No te metas en el mundo de las drogas… Ya somos muchos y hay poca.
- Todo tiempo pasado fue anterior.
- El que nace pobre y feo tiene grandes posibilidades de que al crecer, desarrolle ambas condiciones.
- La esclavitud no se abolió, se cambió a 8 horas diarias.
- Lo importante no es saber, es tener el teléfono del que sabe.
- El dinero no hace la felicidad… la compra hecha.
- La verdad absoluta no existe; y esto es absolutamente cierto.
- No te tomes la vida en serio, al fin y al cabo no saldrás vivo de ella.
- De cada 10 personas que miran televisión, 5 son la mitad.

- No sólo de pan vive el hombre. De vez en cuando, también necesita un trago.
- No creo en una vida más allá, pero, por si acaso, me he cambiado de ropa interior.
- No es que tenga miedo de morirme, tan sólo que no quiero estar allí cuando suceda.
- Si no te equivocas de vez en cuando, quiere decir que no estás aprovechando todas tus oportunidades.
- El cerebro es mi segundo órgano favorito.
- El miedo es mi compañero más fiel, jamás me ha engañado para irse con otro.
- La vocación del político de carrera es hacer de cada solución un problema.
- En realidad, prefiero la ciencia a la religión. Si me dan a escoger entre Dios y el aire acondicionado, me quedo con el aire.
- El sexo sin amor es una experiencia vacía. Pero como experiencia vacía es una de las mejores.
- En mi casa mando yo, pero mi mujer toma las decisiones.
miércoles, 14 de octubre de 2015
Feliz inicio de otoño
Las hojas no caen, se sueltan... Siempre me ha parecido espectacular la caída de una hoja. Ahora, sin embargo, me doy cuenta que ninguna hoja “se cae” sino que llegado el escenario del otoño inicia la danza maravillosa del soltarse.
Cada hoja que se suelta es una invitación a nuestra predisposición al desprendimiento. Las hojas no caen, se desprenden en un gesto supremo de generosidad y profundo de sabiduría: la hoja que no se aferra a la rama y se lanza al vacío del aire sabe del latido profundo de una vida que está siempre en movimiento y en actitud de renovación.
La hoja que se suelta comprende y acepta que el espacio vacío dejado por ella es la matriz generosa que albergará el brote de una nueva hoja. La coreografía de las hojas soltándose y abandonándose a la sinfonía del viento traza un indecible canto de libertad y supone una interpelación constante y contundente para todos y cada uno de los árboles humanos que somos nosotros.
Cada hoja al aire que me está susurrando al oído del alma ¡suéltate!, ¡entrégate!, ¡abandónate! y ¡confía! Cada hoja que se desata queda unida invisible y sutilmente a la brisa de su propia entrega y libertad. Con este gesto la hoja realiza su más impresionante movimiento de creatividad ya que con él está gestando el irrumpir de una próxima primavera.
Reconozco y confieso públicamente, ante este público de hojas moviéndose al compás del aire de la mañana, que soy un árbol al que le cuesta soltar muchas de sus hojas. Tengo miedo ante la incertidumbre del nuevo brote. Me siento tan cómodo y seguro con estas hojas predecibles, con estos hábitos perennes, con estas conductas fijadas, con estos pensamientos arraigados, con este entorno ya conocido…
Quiero, en este tiempo, sumarme a esa sabiduría, generosidad y belleza de las hojas que “se dejan caer”. Quiero lanzarme a este abismo otoñal que me sumerge en un auténtico espacio de fe, confianza, esplendidez y donación.
Sé que cuando soy yo quien se suelta, desde su propia consciencia y libertad, el desprenderse de la rama es mucho menos doloroso y más hermoso. Solo las hojas que se resisten, que niegan lo obvio, tendrán que ser arrancadas por un viento mucho más agresivo e impetuoso y caerán al suelo por el peso de su propio dolor.
Las hojas no caen, se sueltan.
martes, 13 de octubre de 2015
Inside out

Es el nombre de la película de animación de Disney Pixer, que hace unos meses se ha estrenado en España, con el título “Del revés”, con gran éxito de taquilla y de público.
Es una película para que los niños disfruten y los mayores aprendan. El espectador, como en la propia existencia, va pasando de la ternura, a la angustia, para terminar con una sonrisa, al comprobar el poder de los sentimientos, que son el gran motor de la vida.
Es una película donde se muestra la importancia de la fantasía, de los recuerdos, de los pensamientos pero sobre todo de las emociones, tanto de las positivas (alegría), como de las negativas (tristeza, cólera y asco). Es cierto que sin alegría no se puede vivir, o se vive mal, pero también es necesario una pizca de tristeza (como la sal en las comida) para poder saborear nuestra existencia. El mensaje central es: son necesario tanto los sentimientos negativos como los positivos para vivir. Una vida sin tristeza es impensable, pero una vida sin alegría nos llevaría a la muerte. Lo importante, pues, no es evitar toda tristeza (metafísicamente imposible); lo importante es “resignificar la tristeza” y desde ahí poder reconstruir una vida.
En las encrucijadas de nuestras vidas (Riley, la protagonista de la película, es una niña de 11 años que se traslada a otra ciudad con su padres) lo más importantes no son las ideas, sino las emociones y aunque a veces se produzca el caos, siempre las emociones son el punto de partida y de llegada de la felicidad.
Esta bella película nos muestra el poder de los sentimientos. Es sobre todo gracias a la sinergia de la tristeza y la alegría como la protagonista consigue su bienestar. Solo la “tristeza” no favorece el crecimiento psicológico, pero tampoco solo la alegría es suficiente. La imagen “de la tristeza y la alegría” pulsando la misma tecla para que Riley, siga madurando, es un claro ejemplo.
A través de los sentimientos es cómo vamos constituyendo nuestra propia identidad, al mismo tiempo que nos permiten relacionarnos con los demás. El bagaje de sentimientos (positivos y negativos) configura nuestra propia personalidad. Spinoza decía que mientras la razón uniforma a unos y otros, los sentimientos distinguen a unos de los otros, es decir, singularizan. Nos podemos distinguir por nuestros conocimientos y saberes, pero lo que, de verdad, nos distingue a unos de los otros es la aptitud que tomamos ante la vida y lo que nos proporciona nuestro sello de identidad propio e irrepetible. Esta película es un bello ejemplo del poder de los sentimientos.
lunes, 12 de octubre de 2015
El mundo azul.
Ama tu caos
que conviene que lean los adultos
domingo, 11 de octubre de 2015
Desencanto
sábado, 10 de octubre de 2015
viernes, 9 de octubre de 2015
"El altruismo puede salvar el planeta"

Traducción de Gonzalo Brito.
jueves, 8 de octubre de 2015
Nuevos métodos
de censura

miércoles, 7 de octubre de 2015
Cáncer

