Nada más que lo leí me vino a la mente cuando mi sobrina era un bebe y yo la ponía sobre mi corazón de la forma más suave y entrañable que podía, percibiendo: su olor, calor, y observando: su placidez, sonrisa, felicidad, bienestar.... con la finalidad de transmitirla a ella por lo menos, todo lo a mí me daba. Para Pepi en la vida no hay nada tan maravilloso y gratificante para ella, como el dar y recibir cariño.
No hay nada comparable a sentirse querido/a
ResponderEliminarNada más que lo leí me vino a la mente cuando mi sobrina era un bebe y yo la ponía sobre mi corazón de la forma más suave y entrañable que podía, percibiendo: su olor, calor, y observando: su placidez, sonrisa, felicidad, bienestar.... con la finalidad de transmitirla a ella por lo menos, todo lo a mí me daba.
ResponderEliminarPara Pepi en la vida no hay nada tan maravilloso y gratificante para ella, como el dar y recibir cariño.