Eso, eso que acostumbramos a hacer, pues resulta que no es lo más sano.
Somos expertos en amargarnos la vida, en bloquearnos, en maldecir nuestra mala suerte, en criticar, en condenar, en arrojar sapos por las manos y la boca...
¡Y todo esto dispuesto para nuestra crecimiento!.
Despertad, despertad, dice el sabio
Y como muy bien me enseñaron en uno de los cursos del Teléfono de la Esperanza. Los problemas que se nos presentan en la vida son para "OCUPARNOS Y NO PREOCUPARNOS". Tenemos que pensar en los diferentes caminos y descubrir cual es el más beneficioso, de esta forma nos ayuda; a conocernos y crecer. Pepi.
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