La Escribana del Reino
M. E. Valbuena
Por motivos largos de explicar me he visto obligada a pasear sola últimamente. No lo elegí, puesto que prefiero mil veces hacerlo en compañía, pero vino y no me quedó otra.
Esto que, en principio, es algo negativo para mí, me ha mostrado varias cosas. Lo primero y más importante es que se puede pasear sola, aunque nunca me lo había planteado.
De esta forma he observado más de lo habitual: me he fijado en el dibujo de las aceras, la trayectoria de las calles, los baches, las baldosas esas flojas que pisas y te salpican hasta la cintura, el ritmo de los semáforos y la sincronización de relojes, la estructura de las casas, los colores de sus fachadas, los balcones, los escaparates de tiendas viejas y nuevas… Y, sobre todo, me he fijado en los distintos rostros con los que me cruzo.
También he escuchado más: he distinguido diferentes trinos de pájaros (algunos realmente preciosos), palabras bonitas y no tan bonitas, sirenas, tráfico rodado, sesgos de conversaciones y mucha, muchísima, comunicación oral vía móvil a un tono de voz realmente elevado.
Por supuesto me he dejado empapar por el rojizo del atardecer, la niebla, las primeras luces artificiales en la noche y las primeras naturales en la mañana, el templado frío y la humedad atmosférica, la luna (a veces) y las estrellas (casi todos los días).
He descubierto otra forma distinta de pasear. Y no ha estado mal. Me he enriquecido, he aprendido. Si en lugar de ello, me hubiese quedado en casa maldiciendo mi suerte, nada de esto podría estar contando, todo lo que he experimentado se habría perdido.
Di la vuelta a la situación y esto es lo que me he encontrado.
La vida me enseño la soledad, pero prefiero la compañía
ResponderEliminarYo también.
ResponderEliminarLa soledad buscada es un momento de encuentro con uno mismo.Se necesita cierto coraje para esa aventura, necesaria para evolucionar.
ResponderEliminarUn abrazo.
Que gran mensaje: saber sacar un mensaje positivo de una situación incomoda,adversa o dolorosa en lugar de estar quejándonos y lamentándonos por nuestra mala suerte.
ResponderEliminarJF
Después de la soledad suelen venir buenas conclusiones, si se sabe ver bien.
ResponderEliminarHay que estar abiertos a aceptar los cambios que se nos presentan en la vida, y tratar de sacar lo positivo. Pepi
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