El que da, no debe volver a acordarse;
pero el que recibe nunca debe olvidar
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jueves, 12 de mayo de 2016

Camino de Santiago: Sansol-Ventosa

Javi Fidalgo


Continuamos con nuestro camino. Hemos cogido el gustillo a madrugar para aprovechar el fin de semana a tope, seguro que va a ser estupendo. Se ve y se nota al saludarnos.

Aunque los meteorólogos nos digan que va a estar pasado por agua, no nos importa porque confiamos en que nuestros guías lo tienen todo previsto.

Durante el viaje y como siempre, Tomás continuó relatándonos de forma muy amena la historia de España, después de una parada obligada para reparar fuerzas y estirar las piernas.

Vamos a decir adiós a las tierras navarras y a sus gentes que tan buena acogida nos han dado, que tan bien nos han tratado, que tan bonitos paisajes de luces y de colores nos han brindado.

Nos adentramos en La Rioja donde el paisaje que vamos a contemplar va a ser básicamente de viñedos.

Empezamos nuestro caminar con ilusión, con ganas, teniendo presentes a las personas que por distintos motivos no nos han podido acompañar en estos días pero que nos desean que disfrutemos y saboreemos cada instante.


Hemos caminado uno tras otro como formando una serpiente multicolor, al mismo ritmo, sin ir más deprisa, ni más despacio. En un determinado momento decidimos hacer nuestro pequeño monumento depositando unas piedrecitas en la orilla que simbolizan nuestro paso por el lugar y nuestros deseos e intenciones en este día y en este camino.

Así llegamos a un bonito pueblo como es Viana. Allí paramos a reponer fuerzas. Es como una bendición porque mientras comemos se puso a llover con ganas y cuando decidimos reanudar nuestro camino las nubes se van disipando y deja de llover.

Nos adentramos en Logroño, donde contamos con un guía especial, un compañero del Teléfono de León, Marcos, que ahora vive aquí y conocimos con él, los lugares más históricos de la ciudad.

Terminamos la etapa del día en la Residencia de los Maristas, donde nos acogen maravillosamente.

Cambiamos el traje de peregrino y nos ponemos el traje de etiqueta para cenar y acabar el día bailando al son de las danzas medievales,  algunas ya conocidas y otras nuevas que vamos incorporando y que ahora, en estos días tendremos que ir practicando…. dos a la derecha, …tres a la izquierda….

Despedimos el día destacando lo que más nos ha gustado, aunque ya es tarde, nuestras caras están sonrientes, agradeciendo este día que nos hemos brindado unos a otros. 

Momentos como estos quedaran siempre en nuestro corazón.

El domingo lo comenzamos con un momento de meditación y de silencio. Necesitamos escuchar y escucharnos, confiar más en la vida, descubrir lo que nos dice la vida a través de los pequeños detalles.

Después del desayuno, retomamos nuestro camino  contemplando el paisaje y hablando sobre qué es lo que nos produce mayor satisfacción.

Vamos llegando al punto final de esta etapa. Hoy con las piernas más ágiles o quizás más compenetrados porque lo hemos hecho en un tiempo recor.

Como es un poco pronto para comer, hacemos distintos juegos como interpretar mensajes donde desde la primera a la última persona salió el mensaje al revés, al revés.


Más complicado fue el juego de los besos y abrazos:
- ¿Un qué?
- Un beso.
- ¿Un qué?
- Un abrazo.

La comida que nos ofrecieron los hermanos maristas fue estupenda, típicamente riojana y donde nuestros organizadores para terminar nos ofrecieron un chupito.

Por la tarde teníamos pensado pasear y conocer un poco más de Logroño, pero ahora sí que  la lluvia nos va a indicar que es el momento de regresar para León y solo podemos ver la ciudad desde el autobús.

El regreso no se nos hace nada largo. Primero porque nuestro productor particular, Javi Robles, nos presenta la película de la etapa anterior (impresionante, con un reparto espectacular) “aunque todavía el fantasma del castillo no ha sido localizado”.

Vimos la película” EN UN LUGAR DEL MUNDO” y finalmente Yoli nos puso la nota musical.

Esto es un gran equipo donde cada uno aporta su granito de arena.

Volvemos con las pilas cargadas, hemos compartido estos días con amigos, que ya forman parte de nosotros mismos y si alguien se incorpora al grupo, como en esta etapa, José Luis, siempre es bien recibido, siempre  intentamos que se sienta a gusto.

¡HASTA PRONTO AMIGOS!!!!!






miércoles, 11 de mayo de 2016

El dar

Entonces, un hombre rico dijo: Háblanos del dar.
Y él contestó:
Dais muy poca cosa cuando dais de lo que poseéis.
Cuando dais algo de vosotros mismos es cuando realmen­te dais.
¿Qué son vuestras posesiones sino cosas que atesoráis por miedo a necesitarlas mañana?
Y mañana, ¿qué traerá el mañana al perro que, demasiado previsor, entierra huesos en la arena sin huellas mientras sigue a los peregrinos hacia la ciudad santa? ¿Y qué es el miedo a la necesidad sino la necesidad misma?
¿No es, en realidad, el miedo a la sed, cuando el manan­tial está lleno, la sed inextinguible?
Hay quienes dan poco de lo mucho que tienen y lo dan buscando el reconocimiento y su deseo oculto malogra sus regalos.
Y hay quienes tienen poco y lo dan todo.
Son éstos los creyentes en la vida y en la magnificencia de la vida y su cofre nunca está vacío.
Hay quienes dan con alegría y esa alegría es su premio.
Y hay quiénes dan con dolor y ese dolor es su bautismo.
Y hay quienes dan y no saben del dolor de dar, ni buscan la alegría de dar, ni dan conscientes de la virtud de dar.
Dan como, en el hondo valle, da el mirto su fragancia al espacio.
A través de las manos de los que como esos son, Dios habla y, desde el fondo de sus ojos, El sonríe sobre la tierra.
Es bueno dar algo cuando ha sido pedido, pero es mejor dar sin demanda, comprendiendo.
Y, para la mano abierta, la búsqueda de aquel que recibi­rá es mayor goce que el dar mismo.
¿Y hay algo, acaso, que podáis guardar? Todo lo que tenéis será dado algún día.
Dad, pues, ahora que la estación de dar es vuestra y no de vuestros herederos.
Decís a menudo: "Daría, pero sólo al que lo mereciera." Los árboles en vuestro huerto no dicen así, ni lo dicen los rebaños en vuestra pradera.
Ellos dan para vivir, ya que guardar es perecer.
Todo aquel que merece recibir sus días y sus noches, merece, seguramente, de vosotros todo lo demás.
Y aquel que mereció beber el océano de la vida, merece llenar su copa en vuestro pequeño arroyo.
¿Y cuál será mérito mayor que el de aquel que da el valor y la confianza -no la caridad- del recibir?
¿Y quiénes sois vosotros para que los hombres os muestren su seno y os descubran su orgullo para que así veáis sus mere­cimientos desnudos y su orgullo sin confusión?
Mirad primero si vosotros mismos merecéis dar y ser un instrumento del dar.
Porque, a la verdad, es la vida la que da a la vida, mientras que vosotros, que os creéis dadores, no sois sino testigos.
Y vosotros, los que recibís -y todos vosotros sois de ellos- no asumáis el peso de la gratitud, si no queréis colocar un yugo sobre vosotros y sobre quien os da.
Eleváos, más bien, con el dador en su dar como en unas alas.
Porque exagerar vuestra deuda es dudar de su generosi­dad, que tiene el libre corazón de la tierra como madre y a Dios como padre.

(Khalil Gibrán fue (aparte de pintor) poeta, novelista y ensayista. Nació en Líbano, aunque escribió su obra en inglés, ya que gran parte de su vida residió en Estados Unidos
El profeta es un libro que mezcla espiritualidad, sabiduría y poesía en prosa. Está dividido en varias partes, en las que Almustafá (el profeta), con tono sentencioso y a la vez poético, va tratando diferentes temas esenciales del Hombre, como "el amor", "el matrimonio", "la alegría y el dolor", "la libertad", "el conocimiento"... )
martes, 10 de mayo de 2016

Solo para mujeres fenomenales

Madre Teresa de Calcuta

Siempre ten presente que la piel se arruga,
El pelo se vuelve blanco,
Los días se convierten en años…
Pero lo importante no cambia,
Tu fuerza y tu convicción no tienen edad.
Tu espíritu es el plumero de cualquier tela de araña.
Detrás de cada línea de llegada, hay una partida.
Detrás de cada logro, hay otro desafío.
Mientras estés viva, siéntete viva.
Si extrañas lo que hacías, vuelve a hacerlo.
No vivas de fotos amarillas…
Sigue aunque todos esperen que abandones.
No dejes que se oxide el hierro que hay en ti.
Haz que en vez de lástima, te tengan respeto.

Cuando por los años no puedas correr, trota.
Cuando no puedas trotar, camina.
Cuando no puedas caminar, usa el bastón.
Pero nunca te detengas!!!
lunes, 9 de mayo de 2016

Camino de Santiago: 11 y 12 de junio




Ventosa-Santo Domingo de la Calzada
Después de decir adiós a Navarra y nos adentramos en las tierras de la Rioja y sus viñedos y colores. Volvemos al silencio y a la sabiduría del camino, al empeño de tantos hombres y mujeres de encontrarse con lo mejor de sí mismos y con el misterio escondido detrás de cada paso, invitándonos a una visión más amplia y más hermosa.
El Camino de Santiago es una oportunidad de vivir una experiencia de encuentro, de familia, de interioridad y de contacto con la naturaleza.
Nuestra siguiente etapa será de dos días, el 11 y 12 de junio, desde Ventosa-Santo Domingo de la Calzada. En total más de 30 Kilómetros distribuidos en dos etapas.
Días: 11 y 12 de Junio.
Kilómetros: + de  30 Kilómetros, en 2 etapas.
Precio: Cada persona al apuntarse abonará la cantidad de 85 euros para su billete de ida y vuelta en autocar. Este dinero no se devolverá en caso de no asistencia. El coste definitivo vendrá determinado por el número de participantes.
En el coste de 85 euros se incluye el viaje en autocar, el alojamiento en el Centro de Convivencias "Marista Lardero"  (Logroño) en habitación individual o doble, cena del sábado, y desayuno y comida del domingo.
Material necesario: Mochila, calzado apropiado y de repuesto (con calcetines de algodón dos pares), chubasquero y ropa de recambio.
Comida: Para la comida y tentempié del sábado lo que cada uno quiera llevar y cargar, así como la bebida.
Transporte: En autocar. Salida desde el aparcamiento de la Junta de Castilla y León
Concentración: En el aparcamiento de la Junta de Castilla y León a las 6,15 de la mañana. Se ruega puntualidad. El regreso previsible será sobre las 23,00 horas del domingo.
Apuntarse: Hasta el día 20 de mayo en la sede del Teléfono de la Esperanza. No esperes al último día. Hazlo cuanto antes.
Para llevar a cabo la actividad será imprescindible que se apunten un mínimo de 25 personas. Número máximo de plazas: 55.
Queremos que el camino sea algo más que caminar, para lo cual se ofrecerán algunas posibilidades de abrir la mente y el corazón.
Responsabilidad de la actividad: Cada participante asume su propia responsabilidad en la marcha hasta Santiago. El T.E. no se hace cargo de posibles daños o accidentes.
Animamos a todos los orientadores/as, amigos/as, conocidos/as, participantes de los distintos grupos de desarrollo personal y demás familia, a que se unan a esta actividad lúdica. Tendremos tiempo para charlar, callar, disfrutar, reírnos, cansarnos, descansar, escuchar y escucharnos.

En el mar de la duda en que bogo
Ni aún sé lo que creo;
Sin embargo estas ansias me dicen
Que yo llevo algo
Divino aquí dentro.

G. Adolfo Bécquer

domingo, 8 de mayo de 2016

De héroes
y heroínas

La Escribana del Reino
M. E. Valbuena

Fotografía, Mariaje

Al filo de una conversación llegué a la conclusión de que hay muchos actos heroicos  a nuestro alrededor que pasan desapercibidos. Me bastó mirar por la ventana para corroborar mi tesis.

Allí estaba él, empujando la silla de su centenario padre con gesto afable y enorme paciencia. Él, veterinario, con la profesión prácticamente olvidada por haberse ocupado durante años de la educación de sus hijos y ahora del cuidado de su padre, con la serenidad que siempre lo ha caracterizado, aceptando que la vida le ha puesto delante algo en lo que ocuparse y que él ha asumido libremente.

O ella, la maestra que se olvidó de ejercer para estar con su hija, síndrome de Down, y acompañarla antes al colegio y ahora al centro ocupacional. Siempre de la mano, siempre con la sonrisa puesta en la cara de las dos.

O esa otra ama de casa, sin tiempo para ella, siempre pendiente de los suyos, que a los 56 años  necesita conducir para poder visitar cada día a su madre internada y se ha sacado el permiso a la primera. Ahí va, segura y feliz, con el subidón de autoestima que le ha supuesto verse capaz de conseguirlo.

Y la mujer de 52 años que cada día acude en bicicleta a su trabajo –parcial y de jornada partida– a pesar de las “perlas” lanzadas por ávidos y ceñudos conductores sin paciencia ni tiempo que perder.

Cuatro ejemplos de héroes y heroínas (por mal que suene la palabra) de mi entorno más cercano. ¿Cuántos no habrá en otros barrios, otras ciudades y otros lugares?

sábado, 7 de mayo de 2016

¿Qué es el éxito?



Éxito es:
-A los 3 años,... no mearse.
-A los 6 años,... recordar lo que hiciste en el día.
-A los 12 años,... tener muchos amigos.
-A los 18 años,.... tener carnet de conducir.
-A los 20 años,... tener relaciones sexuales.
-A los 35 años,... tener mucho dinero.
-A los 50 años,... tener muchísimo dinero.
-A los 65 años,... tener relaciones sexuales.
-A los 70 años,... tener carnet de conducir.
-A los 75 años,... tener muchos amigos.
-A los 80 años,... recordar lo que hiciste en el día.
-A los 85 años,... no mearse.
Hay que fastidiarse....
¡Las vueltas que da la vida!
viernes, 6 de mayo de 2016

Sonríe




En días soleados, interiormente es fácil sonreír.
En días de lluvia, la cosa es más complicada, pero en estos días grises, haz un esfuerzo y al menos SONRÍETE.
jueves, 5 de mayo de 2016

Sabiduría
de Gloria Fuertes



El sapo verde

Ese sapo verde
se esconde y se pierde;
así no lo besa
ninguna princesa.

Porque con un beso
él se hará princeso
o príncipe guapo;
¡y quiere ser sapo!

No quiere reinado,
ni trono dorado,
ni enorme castillo,
ni manto amarillo.

Tampoco lacayos
ni tres mil vasallos.
Quiere ver la luna
desde la laguna.

Una madrugada
lo encantó alguna hada;
y así se ha quedado:
sapo y encantado.

Disfruta de todo:
se mete en el lodo
saltándose, solo,
todo el protocolo.

Y le importa un pito
si no está bonito
cazar un insecto;
¡que nadie es perfecto!

¿Su regio dosel?
No se acuerda de él.
¿Su sábana roja?
Prefiere una hoja.

¿Su yelmo y su escudo?
Le gusta ir desnudo.
¿La princesa Eliana?
Él ama a una rana.

A una rana verde
que salta y se pierde
y mira la luna
desde la laguna.
miércoles, 4 de mayo de 2016

La familia sana

El rincón del psiquiatra
Alejandro Rocamora Bonilla
Psiquiatra


La familia sana psíquicamente no es sinónimo de ausencia de problemas sino que el bienestar familiar se produce cuando se ha conseguido armonizar a todos sus elementos, respetando sus posibilidades y también sus limitaciones, pero sin olvidar las exigencias del propio grupo. En este difícil equilibrio entre las necesidades del individuo y del colectivo es donde puede florecer la salud mental de todos los componentes de la familia.
Eso sí, la familia no será feliz si no consigue crear un clima de amor y seguridad, que posibilite crecer (psicológicamente) a los pequeños y robustecer las estructuras más sanas de los padres. Indudablemente toda la familia tiene el mismo objetivo: el bienestar de sus miembros, aunque en ocasiones no se ponen los medios adecuados: por ejemplo, cuando los padres tienen comportamientos patológicos (violencia, abusos sexuales, etc.) o cuando lo que predomina en el clima familiar es el temor, la desconfianza, la envidia, etc.
He aquí algunas claves que nos pueden ayudar a crear un clima de felicidad en las familias (siempre y cuando las necesidades primarias estén cubiertas: habitat, alimentación, etc.):
  • Saber escuchar: padres e hijos debemos aprender a escuchar, no solamente a oír, a los otros. La familia sana es aquella que permite decir todo lo que siente y también está capacitada para recibir (sin descalificaciones) las opiniones de los demás. En este encuadre, todos los miembros familiares deberían tener como un sexto sentido para poder captar el estado de ánimo del que tiene junto a su mesa. Convivir no solamente es compartir habitación sino estar alerta para detectar los pequeños y grandes sufrimientos del otro. 
    Por otra parte,  este talante de escuchar no se improvisa. El niño lo debe mamar desde la cuna. Debe vivir en un ambiente donde todo se pueda decir y expresar aunque sea negativo: el rencor, el odio, la envidia, etc. Lo patológico no es tener esos sentimientos, sino el no poder expresarlos: Sentir no “es malo”; “lo malo es tener que ocultar o reprimir esos sentimientos.
  • Dialogar casi siempre va unido a negociar: el diálogo es una manera de expresar una “escucha atenta”. Dialogar y negociar casi siempre van unidos: hay que renunciar a algo para que los demás ofrezcan algo. Este axioma se ve claramente en el diálogo con el adolescente: éste puede aceptar nuestras condiciones (horario, forma de vestir, etc.) siempre que compruebe que ha “vencido en algo”.
  • Saber adaptarse a las nuevas situaciones familiares: la familia como tal es una unidad dinámica y cambiante por esencia: salen y entran nuevos miembros, crecen unos, otros envejecen, etc. La familia, pues, es esencialmente cambio, y por lo tanto, todos sus miembros (padre e hijos) deberán hacer un esfuerzo para adaptarse a las nuevas situaciones. Precisamente los conflictos generacionales, entre otros, se producen por la tendencia de algunas familias a permanecer ancladas en el pasado: contemplar a los hijos como eternos bebés, o a los padres como la reencarnación de superman. Ambas posturas en nada contribuyen para conseguir una familia feliz.
  • Admitir las limitaciones del resto de los componentes familiares: tanto los padres, como los hijos, deberán exigir a los demás según sus posibilidades reales y no su fantasía, o como forma de satisfacer deseos o sueños no realizados. En muchas ocasiones, la confrontación en la familia se produce precisamente por poner el listón demasiado alto, o bien, demasiado baja. Son los padres, que al margen del hijo, se han imaginado un futuro determinado de éste; o bien, los hijos, que no desean ver las deficiencias de los padres, y siguen adorándolos como a auténticos dioses.
    Una de las consecuencias de esta actitud es que los padres aceptan las posibilidades y limitaciones de su hijo. No lo comparan ni con el vecino, ni con el primo, ni con otro hermano, ni siquiera se ponen ellos como modelos. Comentarios como: “mira que buenas notas ha sacado tu hermano...”, o “yo a tu edad estudiaba y trabajaba”, están completamente abolidos. No importa lo que logren los demás. Lo importante es que cada uno desarrolle  al máximo sus potencialidades. Ese es el verdadero éxito. Y en ello pone su empeño una “familia sana”, a cada uno se le exige y se le premia según su propio esfuerzo, no por el premiso conseguido.
  • Por último, generar un clima de amor y seguridad: el verdadero amor consiste en valorar al otro por lo que es, no por lo que tiene o consigue. Una familia feliz, que camina hacia la felicidad, será aquella que cree este clima: soy valioso para los míos. Pero además, el amor debe estar protegido por un aliento de seguridad, que se fomenta desde una información adecuada, hasta el permitir la expresión de sentimientos negativos (como reconocer los propios errores, etc.). De esta forma la familia irá construyendo su bienestar, su propio proyecto de felicidad. Es una tarea ardua, pero no difícil.
Termino, con un pensamiento de Virginia Satir: la familia nutridora (sana) en definitiva se caracteriza porque sus miembros tienen una autoestima alta, la comunicación es directa, clara, específica y sincera, las normas son flexibles y se acomodan a la propia evolución de cada familia y por último, mantiene un vínculo abierto y confiado con la sociedad que le rodea. Toda familia que cumpla estas características será una familia sana.
martes, 3 de mayo de 2016

Curso de Autonomía Afectiva

Un participante en el curso

Desde el corazón
Las casualidades existen: a veces se alinean los planetas para que ocurra lo que tiene que ocurrir. En mi caso se dieron una serie de circunstancias que me han dado que pensar, la primera fue echar un vistazo ese día el periódico, cosa que no hago diariamente y la segunda, conocer la existencia del Teléfono de la Esperanza en León a través de un pequeño anuncio en el que se hablaba de un curso sobre dependencia emocional. Llamé para informarme y tuve en cuenta que ese fin de semana mi marido no estaría en León, cosa muy importante para poder hacer el curso porque yo soy muy dependiente de él, entre otras personas. Tampoco me dejé vencer por la pereza porque suponía renunciar a un fin de semana después de una semana de trabajo.
El curso comenzó el viernes, 15 de abril.  Fue una tarde intensa, después de la presentación y de entrar en materia nos dividimos en 2 grupos. Todo  fue una sorpresa para mí porque había dado por hecho que todo iba a ser conferencias que durarían un fin de semana. Nos explicaron que tendríamos reuniones semanales durante un periodo de 8 semanas  y que había que trabajar. Cuando nos reunimos en grupo y empecé a escuchar el relato de mis compañeros, lo bien que comunicaban, cómo afloraban los sentimientos y la capacidad que tenían para hablar de cosas tan personales e íntimas con personas que la mayoría no nos habíamos visto jamás, me quede impactada. Pensé, en el buen sentido de la palabra: dónde me he metido!!!  Cuando llegó mi turno estaba nerviosísima y no me veía con fuerzas para hablar tan abiertamente de mi vida pero a pesar de no  contar a penas nada me emocioné.
Al día siguiente tuvimos las charlas en común para todos los asistentes, cantidad de información que cuesta procesar en ese momento, muchos apuntes y posteriormente el trabajo en grupo. A medida que nos reuníamos en nuestro grupo yo me iba encontrando cada vez más integrada, más cómoda, como si nos conociésemos desde hace tiempo… me sentía que formaba parte de un grupo. El contenido del curso era amplio pero la forma de explicarlo y de trabajarlo hacía que fuese muy dinámico e interesante. Cada vez estaba más satisfecha de estar haciendo el curso. Hablé con mi marido, con mi madre y con mi hermana, con una amiga y a todos les contaba que estaba encantada de haber decidido apuntarme. 
El domingo me gustó mucho comenzar con una relajación y pensé : Carmen, cuanto sabes, que bien lo haces y encima de forma altruista!.  Esa mañana todos llegamos con los sentimientos removidos, algo había pasado en nuestro interior que nos dejó a algunos sin dormir, a otros con pesadillas, a otros con la inquietud de que algo tenemos que cambiar, y todos empezando a saber un poco más sobre nuestros apegos….   En fin, fue una mañana de trabajo y poner en común muchas vivencias presentes y pasadas.  En la clausura estuvimos de nuevo todos juntos y pudimos poner en común cómo nos sentíamos  y poder expresar todo aquello que quisiésemos. Nos hicimos una foto para el recuerdo y nos despedimos, yo con la alegría de saber que el miércoles volvería a estar con mi grupo y que esa misma tarde empezaría a trabajar y a ordenar mis vivencias y recuerdos de mi pasado y de mi vida actual para poder en un futuro conocerme mejor y aplicarme lo que dice Carmen: la vida es gozo. Gracias a todos.
lunes, 2 de mayo de 2016

Ellas (I)

El rincón del optimista
Juan

A Felisa, mi madre, le gustaba decir que trabajaba en ‘el alambre’.
Era muy creativa, pero no tenía demasiados pájaros en la cabeza.
(*) Mayo es el mes de las flores, el de la Virgen María y también el de las madres y, por extensión, de las abuelas. Por eso dedicaré mis entradas del mes a recordar a mi madre y mis abuelas, comenzando por la primera, Felisa. Espero que me permitáis esta pequeña licencia. Optimista, si, pero primero persona. Esta es mi confesión a modo de homenaje. Espero no estropearos este lunes festivo.
Durante el día eran mis hermanos quienes te cuidaban, te daban de comer y te administraban las pastillas que tenías que tomar por la enfermedad que te consumía, ese cáncer de mama, el bicho maldito que llega sin avisar, sin dar explicaciones. Pero cuando llegaba la noche, cuando salía de trabajar, me esperaba la tarea más gratificante, la de aplicarte la crema hidratante por todo el cuerpo para evitar la aparición de las temidas llagas. Recuerdo tu piel, tus arrugas, los pliegues desde la frente hasta los pies. Guardabas silencio desde hacía meses y a mí siempre me quedó la duda de si no era un silencio voluntario, una lección de vida. Bien sabemos los dos que no son necesarias las palabras para comunicarnos y que el silencio es tan necesario en algunos momentos…
Reconozco que me sorprendía tu pérdida del pudor. Darte aquellos masajes de crema sobre la cicatriz del pecho que te cortaron, más bien pareciera que te lo habían arrancado, y sobre el otro que conservabas con un pezón casi escondido donde me reconocí haber estado enganchado de bien pequeñín durante horas y horas alimentándome de tu necesaria leche sabrosa y nutritiva. Y más crema sobre tus nalgas chupadas y muslos esqueléticos, rodillas prominentes, tibias ligeramente torcidas y pies con juanetes, donde nuevamente me reconocía con esa uña retorcida del dedo meñique que heredé…
Y entonces caí en la cuenta de que habíamos cambiado los papeles. Yo estaba haciendo de ti, lo que tú hiciste tantas veces conmigo. Sobre todo cuando te ponía el pañal para evitar que mojaras la cama, te vestía con el pijama, te levantaba en brazos y te acostaba con la cabeza bien levantada para facilitar la respiración, pues el bicho antes de atacarte cruelmente el cerebro se había alojado tan cómodamente en tus pulmones. Y luego te recitaba tu oración favorita, te besaba y te deseaba las buenas noches… si Dios quiere...
Siempre reconoceré que moriste por amor. Sí, ese amor inmenso que sentías por el tío Pepe, tu hermano, discapacitado para la sociedad, sabio-filósofo para nosotros, a quien te confiaron los abuelos antes de fallecer. Fue al morir Pepe en septiembre de 1999 cuando nos helaste el alma al confesarnos aquello de: “Ahora me toca a mí”. Y nos descubriste el pecho derecho arrugado por el tumor que sólo tú sabías desde cuándo habías empezado a notar. Lo primero era cuidar a Pepe, mimarlo y tras su muerte ya poder dedicarte el tema médico a ti. Pero el asunto estaba muy feo. Los reproches que te hicimos inicialmente la familia por no haber advertido antes de tu problema pasaron enseguida a acompañarte, a entenderte y a seguirte en tu proceso que, bien es cierto, llevaste con dignidad los 8 años que duró hasta el desenlace final, 8 años que nos sirvieron a quienes estábamos a tu alrededor a aprender día a día de tus grandes lecciones de humildad...
Y ahora nos vigilas a todos, nos cuidas con mayor eficacia que cuando tu cuerpo estaba con nosotros. Tu enorme energía, que tenías para regalar y ahora la has multiplicado, te permite tutelarnos desde tu nuevo estado, tu cómoda esfera universal que te permite al mismo tiempo atender a toda esa gente necesitada de la que también siempre estuviste tan pendiente. Mamá, sabes que te llevo conmigo hasta que me toque partir a mí también y nos podamos volver a abrazar. Hasta entonces seguiré hablándote y viéndote reflejada en la luna, tanto si brilla como si está oculta…
Y también te pido que eches una mano a los lectores del Teléfono de la Esperanza, pues recuerda que fue en los talleres específicos como el de la superación del duelo del Teléfono en León donde me enseñaron a escribirte y a comunicarme mejor contigo. Así podías echar un cable a quien necesite hablar y escuchar a sus ‘ausentes’ para que sientan el alivio y la tranquilidad que yo he experimentado, para que lleguen a convencerse de que una madre no muere NUNCA. ¡Ah, que ya lo estás haciendo! Claro, perdona, cómo pude dudar…
Hasta pronto mamá… o hasta que Dios quiera.
Asín sea.
domingo, 1 de mayo de 2016

Día de la madre

La Escribana del Reino
M. E. Valbuena

Fotografía de Mariaje
Me llama la atención que muchas mujeres jóvenes –cada vez más– no quieran ser madres. Y parecen tenerlo clarísimo aunque, cuando les pregunto los motivos por los que renuncian a la maternidad, no los saben a ciencia cierta. Acaban diciendo que ni se lo plantean ni les apetece.
Me llama la atención que gran parte de esas jóvenes vienen de familia estable y estructurada, lo que hace esperar justo lo contrario a lo que dicen querer.
Me llama la atención que algunas madres, jóvenes y maduras, digan que si volvieran a nacer no tendrían hijos, porque no son más que un foco de problemas, sufrimiento y gastos. (¿De verdad no son nada más?)
Me llama la atención que algunos chicos jóvenes tengan tan claro que quieren adoptar hijos, ellos solos, para no contar con la madre de la criatura, para no emparejarse de por vida, para no reñir por divergencia de criterios educativos. Quieren ser padres, no maridos ni compañeros.
Me llama la atención que, en medio de tanto cambio psicológico y sociológico, se siga celebrando el día de la madre sin ningún cuestionamiento. Ya sé que el dios consumo orquesta campañas publicitarias para la ocasión, pero aun así.
Me llama la atención que, puestos a celebrar, algunos hijos justifiquen su ausencia por motivos extrañamente justificables (observándolos con objetividad) mandando el regalito de rigor y posponiendo el cariño, el beso y la cercanía para mejor ocasión.
En fin, hay muchas cosas que llaman mi atención en este día.
sábado, 30 de abril de 2016

Experiencia


Un viejo tenía un lago en su finca.
Después de mucho tiempo, decide ir a ver si estaba todo en orden.
Cogió un cesto para aprovechar el paseo y traer unas frutas por el camino..
Al aproximarse al lago, escuchó voces animadas.
Vio un grupo de mujeres bañándose, completamente desnudas.
Al verlo, todas se fueron a la parte más honda del lago,
manteniendo solamente la cabeza fuera del agua.
Una de las mujeres gritó:
-¡No saldremos mientras usted no se aleje!
El viejo respondió:
-¡Yo no vengo hasta aquí para verlas nadar o salir desnudas del lago!
Levantando el cesto, les dijo:
- Estoy aquí para alimentar al cocodrilo....
      
Edad, experiencia y oficio siempre triunfarán sobre la juventud y el entusiasmo.



Llega un tipo a un hotel y pide habitación. El encargado le dice que sólo tiene una cama en un cuarto compartido, la cual nadie quiere porque el otro huésped ronca muy fuerte.
El fulano le responde que no hay problema y decide compartir la habitación.
A la mañana siguiente el encargado le pregunta si durmió bien.
- Perfectamente -responde.- ¡Muchas gracias!
¿Y el señor de los ronquidos?
- Mire, apenas entré en la habitación, le di un beso en la mejilla y una palmadita en la nalga; ¡y se pasó toda la noche con los ojos abiertos y con el culo pegado a la pared!

MORALEJA
No hay grandes problemas ... si no grandes soluciones
viernes, 29 de abril de 2016

Entrevista a Boris Cyrulnik, psiquiatra

Juan Barbosa
El País, marzo 2016
“Nadie sabe definir la felicidad”

El psiquiatra francés, considerado uno de los padres de la resiliencia, vaticina que el siglo XXI será el de la sumisión del hombre a la máquina

Boris Cyrulnik decidió que quería ser psiquiatra a los 11 años. Vio en esa ciencia del alma, como él mismo la define, la posibilidad de llegar a entender la locura del nazismo. Cuando tenía seis años, cuatro oficiales alemanes armados rodearon su cama y se lo llevaron detenido. Tardó en comprender que aquello ocurría porque era judío.
Recuperar a personas que han sufrido un trauma infantil. Esa acabó convirtiéndose, años más tarde, en la misión de su vida. Y, de hecho, se le considera uno de los padres de la resiliencia, ese término, ahora tan en boga, que indica la capacidad de volver a la vida tras pasar por un trauma.
Psiquiatra, neuropsiquiatra, psicoanalista, investigador y etólogo francés (de origen ruso), puso de manifiesto en 2001 con Los patitos feos que una infancia infeliz no tiene porqué determinar una vida: los traumas se pueden trabajar, se pueden superar.
Nacido en 1937 en Burdeos, rescatado de la orfandad –sus padres murieron en la guerra– por una tía, presenta ahora Las almas heridas (Gedisa, 2015), obra en la que destila el saber de los años dedicados a restañar heridas. En una sala del Instituto Francés de Barcelona, concede esta entrevista horas antes de pronunciar una conferencia.
Pregunta. Usted definió la resiliencia como “el arte de navegar en los torrentes” en su libro de 2001, Los patitos feos. En 2012, en París, en el primer congreso sobre resiliencia, se definió como “la vuelta a la vida tras un trauma psicológico”. ¿Con qué definición se queda?
Respuesta. Sí, la definición ha evolucionado. La metáfora es: nos vemos empujados a un torrente por una desgracia de la vida; algunos se dejan arrastrar y golpear, otros llegan a debatirse y, con un poco de suerte, se ponen de nuevo a flote. Cuando empezamos con nuestros trabajos sobre la resiliencia en Toulon llegamos a una que es: “Retomar un nuevo desarrollo tras una agonía psíquica o traumática”.
P. En Las almas heridas dice usted que hay 4.641 documentos y 1.023 tesis doctorales sobre resiliencia solo en Francia. ¿Se puede hablar de una moda, o de una inflamación del término, como se le ha escuchado decir?
R. Sí, ha habido un efecto de moda en la resiliencia que ha generado una inflamación de la palabra. Ocurrió con el psicoanálisis, con la genética; pasa cada vez que un concepto entra muy rápido en la cultura: todo el mundo adopta esa palabra y diluye su significado. La inflamación del psicoanálisis produjo que se dijera que Freud era un obseso sexual y que el psicoanálisis era inmoral; en el caso de la resiliencia: la inflamación semántica ha hecho que se diga que resiliencia significa que uno puede curarse de todo. Y yo nunca utilizo el término curarse. Además, uno no puede curarse de todo. Pero si no se hace nada, uno no se cura de nada. Si se hace algo, a veces se mejora un poco, aunque no siempre.
P. Sostiene usted que la resiliencia ayuda a vencer prejuicios. ¿Contra qué prejuicios lucha?
R. Contra el determinismo biológico o sociológicos únicos: “Ha sido maltratado, será un maltratador”. Si se le abandona, puede que repita ese comportamiento en un 30% de los casos. Si se abandona a esos niños, hay una maldición. Si se les apoya, no.
P. Lo mismo debe de ocurrir con los refugiados que llegan a Europa. Muchos vienen de vivir situaciones muy traumáticas. La respuesta de las sociedades que les acogen determinará la superación de su trauma.
R. Se les puede masacrar, como en Calais, y convertirlos en delincuentes. O se puede salvar a muchos de ellos. Cuando la emigración es voluntaria hay pocos traumas psíquicos. Pero la mayor parte del tiempo, la emigración no es deseada. La gente es expulsada de sus países; huye porque si no, muere.
P. Cita usted en su libro al psiquiatra Henry Ey, que decía que el hombre no es más que la naturaleza a la que se enfrenta. ¿Cómo ve usted al hombre en este comienzo del siglo?
R. La vergüenza del siglo XX fueron las guerras mundiales y los genocidios; genocidio armenio, genocidio judío, genocidio ruandés, y otros. Son consecuencia de las tecnologías, las guerras mundiales han sido terribles por culpa de la tecnología. El problema del siglo XXI va a ser la sumisión a las máquinas.
P. ¿Por qué?
R. Internet es un instrumento de comunicación asombroso. Pero también se ven cubos de basura en Internet. Hay un progreso fantástico del conocimiento, pero también un desarrollo de la delación y la difamación.
P. Hablaba usted en Los patitos feos de que las victorias en el campo de los Derechos Humanos y de la tecnología nos hacen creer en la posibilidad de una erradicación del sufrimiento. Pero el sufrimiento es parte de la vida, ¿no?
R. Los médicos, los psiquiatras, los psicólogos, somos curadores; elegimos esas profesiones para curar; somos artesanos, no somos siempre científicos. La victoria de la tecnología nos ha hecho creer que íbamos a luchar contra las injusticias sociales, pero cada vez hay más.
P. ¿Cuáles son las heridas más difíciles de sanar?
R. Hay que huir de la idea de Descartes de que una causa produce un efecto. ¡Muerte a Descartes! Hay que decir: antes de la herida; durante la herida; tras la herida. Antes de la herida: ¿qué nos permite adquirir factores que puedan protegerle a uno de una eventual herida? No hay biografía sin heridas. Todo el mundo, en mayor o menor medida, atraviesa la vida recibiendo golpes. Si uno, de pequeño, cuenta con un apego seguro, que cultiva la confianza en uno mismo, cuando llega una desgracia, la encaja porque su memoria le dice que es posible salir adelante. Se sufre menos si el golpe es lejano que si lo da alguien cercano. Cuando fui un niño mi familia fue destruida por el nazismo; y yo casi quedo destruido; el golpe venía de lejos y yo me sentí protegido por los justos, los franceses no judíos que me acogieron.
P. Si las desgracias, en la existencia, son inevitables, ¿proyectamos entonces una idea falsa de la felicidad en la sociedad occidental hoy en día?
R. Nadie sabe definir la felicidad. Durante mucho tiempo el paso por la tierra era el valle de lágrimas entre dos paraísos: el paraíso perdido, por culpa del conocimiento; y el paraíso posible, que podemos ganar tras nuestra muerte, obedeciendo a las leyes divinas. Entre los dos paraísos se sufría. El siglo XIX y la revolución francesa cambiaron esta noción de la felicidad. Si creemos que la felicidad es metafísica, creeremos que solo puede llegar después de nuestra vida, o de nuestra muerte. Es lo que ocurre con los yihadistas. El yihadismo enseña lo que los cristianos enseñaron durante mucho tiempo: morid primero, seréis felices después.
P. ¿Cómo ve el futuro de esta sociedad que nos vende esa idea de felicidad que no es tan fácil de conseguir?
R. Una de las soluciones que nos han propuesto han sido las pastillas. Es una solución falsa, la droga: tome medicamentos para ser feliz. Ahora sabemos que la felicidad es un tricotar continuo; es el placer de vivir cotidiano; es un trabajo de todos los días, no es metafísico. La artesanía de la felicidad cotidiana se tricota día a día.
jueves, 28 de abril de 2016

Curso
"La espiritualidad del Eneagrama" Eduardo Lallana

Yoli


DESPERTAR
Llevaba tanto tiempo dormida…mejor dicho, lo mío era un “ coma profundo”… Cuando llegué al T.E., allá por octubre de 2010, algunas partes de mi querían empezar a moverse… Mi proceso (todo está en proceso,  decía Eduardo) hasta ahí, había sido noche nublada, por no decir oscura (parece ser que ésta todavía no ha llegado). Con medicinas como la acogida, la escucha, el respeto, el apoyo, el cariño, la cercanía…conseguí empezar a moverme y a mover piezas del puzle de mi vida y a encajar algunas, otras ya no consiguieron encajar en su sitio, pero no necesito un puzle perfecto.
Para mí esta parte de mi proceso fue un resucitar, literalmente.
A medida que voy haciendo cursos, talleres y grupos, en cada uno de ellos, algo en mí se despierta y cada vez hay más claridad… pero tengo que estar muy atenta… muy presente… muy consciente…  porque tengo tendencia a dormirme, para no ver…, no oír…, no escuchar lo que me dice mi cuerpo o mi instinto…, en definitiva, para no sentir… (mecanismo de defensa de mi eneatipo), que al final es lo mismo que no vivir.
Llega la 3ª parte del ENEAGRAMA (la espiritualidad del Eneagrama) a estas alturas y después de una pequeña introducción en este mundo en el grupo de meditación, con nuestro Maestro y con algunas lecturas por mi cuenta, puedo decir que no sé lo que es… no sé cómo llamarlo… no sé cómo conseguir llegar a ello… pero sí sé que AHÍ hay algo… ES PAZ… ES ARMONIA... ES CALMA….y a veces lo busco, lo persigo… aunque el maestro dice que no hay que buscarlo… , que ELLO llega solo, pero es importante “una determinada determinación”.
Lo que sí sé es que el camino pasa por estar presente y consciente en cada momento, en cada instante de la vida, y también por la aceptación y la acogida de lo que “ES”.
Resumiendo el fin de semana, diré que el viernes muy interesante… para mi que he dado mis primeros pasitos como coordinadora. Muy revelador lo de la transferencia y la contratransferencia, me quedo con algo que dijo Eduardo: puede pasar… pasa… y no es malo ni bueno… pero alerta, date cuenta… analiza por qué pasa… se consciente… que hay detrás de esto?... analízalo, date cuenta y manéjalo, contrólalo… No pasa nada, es tuyo, parte de ti, acéptalo… acógelo…
El sábado, hacemos dinámicas muy esclarecedoras, CONFIANZA BASICA, lo que viene conviene… y lo que conviene viene… difícil tarea… mucho camino por recorrer para llegar a esa confianza de que sucederá lo que es óptimo…, aunque si miro hacia atrás todo mi proceso ha venido rodado… después de haber tomado la determinada determinación de no volver atrás,  todo ha ido viniendo… cada cosa en su momento… todo tiene su proceso y lleva su tiempo… calma… no tengas prisa… permanece en el aquí y ahora… escucha a tu cuerpo…
Todo esto me resuena y sé que funciona…lo he experimentado…, pero a veces me quedo dormida… y tengo que estar muy atenta para no dejarme llevar por lo que es la pasión de mi eneatipo: la pereza interior…,  narcotizarme.
Y así el sábado, en otra dinámica con Eduardo, mi corazón me despertó  golpeando fuerte: “despierta, aquí hay mucho AMOR al que no estás dando salida…” (parecía decirme) ACCIÓN AMOROSA…
Hoy lunes, cansada como estaba y revuelta del fin de semana tan intenso, el despertador que tengo en mi cabeza ha sonado a las 6, lo primero que vino a mi mente fue: ACCIÓN AMOROSA y me dije: “pues ala,  arriba! que hay mucho por hacer”, me levanté y empecé a escribir esto que estáis leyendo.
Ahora me siento con mucha armonía, calma, tranquilidad y confianza básica,  pero también soy consciente de que el camino es largo... y  habrá subidas y bajadas pero sé que se puede… lo que hace falta es no perder de vista la “ determinada determinación” en la presencia plena.
Hoy el día esta precioso, la primavera empieza a DESPERTAR y yo también… pero esta vez ha sido de una pequeña siestecita…
miércoles, 27 de abril de 2016

Sobre los niños



Y una mujer que sostenía un niño contra su seno pidió: Háblanos de los niños.
Y él dijo:
Vuestros hijos no son hijos vuestros.
Son los hijos y las hijas de la Vida, deseosa de sí misma. Vienen a través vuestro, pero no vienen de vosotros.
Y, aunque están con vosotros, no os pertenecen.
Podéis darles vuestro amor, pero no vuestros pensamientos.
Porque ellos tienen sus propios pensamientos.
Podéis albergar sus cuerpos, pero no sus almas.
Porque sus almas habitan en la casa del mañana que voso­tros no podéis visitar, ni siquiera en sueños.
Podéis esforzaros en ser como ellos, pero no busquéis el hacerlos como vosotros.
Porque la vida no retrocede ni se entretiene con el ayer. Vosotros sois el arco desde el que vuestros hijos, como flechas vivientes, son impulsados hacia delante.
El Arquero ve el blanco en la senda del infinito y os doblega con Su poder para que Su flecha vaya veloz y lejana. Dejad, alegremente, que la mano del Arquero os doblegue. Porque, así como El ama la flecha que vuela, así ama también el arco, que es estable.
(Khalil Gibrán fue (aparte de pintor) poeta, novelista y ensayista. Nació en Líbano, aunque escribió su obra en inglés, ya que gran parte de su vida residió en Estados Unidos 
El profeta es un libro que mezcla espiritualidad, sabiduría y poesía en prosa. Está dividido en varias partes, en las que Almustafá (el profeta), con tono sentencioso y a la vez poético, va tratando diferentes temas esenciales del Hombre, como "el amor", "el matrimonio", "la alegría y el dolor", "la libertad", "el conocimiento"... )
martes, 26 de abril de 2016

Sobre la ira

La Vanguardia 04/2016


Cómo enfadarse sin perder los papeles
La ira es una reacción relacionada con la resolución de problemas, pero ¿sabes controlarla?
El enfado y la ira son emociones normales del ser humano (Jakob Helbig - Getty)
Tensión muscular, incremento del ritmo cardiaco y dientes e incluso puños apretados. La imagen descubre un enfado que ha alcanzado su manifestación física.
Enfadarse es algo inherente al ser humano:“Es muy importante subrayar que el enfado o la ira, como lo denominamos en psicología, es una emoción normal, que todos tenemos”, afirma Inés Magán, doctora en psicología, profesora en la Universidad Camilo José Cela de Madrid y coautora del libro La Ira (Ed. Grupo 5, 2016). Pero, ¿eres capaz de mantener esta reacción en la línea saludable?
La ira puede ser positiva
El enfado es una alarma que se activa cuando algo no funciona adecuadamente (Jacquie Boyd - Getty)
Sin embargo, y aunque resulte extraño, la ira es una emoción relacionada con la resolución de problemas.
Aunque este estado desencadene sensaciones negativas en nuestro organismo, es una alarma que se enciende cuando algo no funciona. “Que se asocie a malestar no quiere decir que sea mala en sí misma, pensemos en el dolor físico, genera malestar pero nos avisa de que algo puede estar mal en nuestro organismo. En este sentido, la ira es problemática solo si es muy intensa, frecuente, en definitiva, si es desproporcionada o las consecuencias son muy negativas”, continúa la experta.
Buenas prácticas del enfado
De su proporción, ajuste con la realidad y tiempo depende que el enfado sea una herramienta o se transforme en un tormento. De hecho, existen varios tipos de ira: una adaptativa y otra disfuncional.
La ira disfuncional es la que tiene consecuencias negativas para uno mismo”
“La primera es la ira saludable, la que nos ayuda a resolver conflictos con otras personas, manifestar aquello que se desea cambiar, defender nuestros intereses o derechos…”, señala la psicóloga. Esto se cumple siempre que se exprese desde el respeto, la calma y la firmeza.
La segunda, la disfuncional, “es aquella que tiene consecuencias negativas para uno mismo y para las personas que nos rodean y el entorno”, añade. Esta comienza cuando, coloquialmente, nos sacan de nuestras casillas. Algo que, lamentablemente, solemos ver cuando alguien pierde los nervios al volante. ¿Resultados? Gritos, insultos e incluso golpes o peleas.
1. Huir de la represión
Cuando se suprime la expresión del enfado la reacción posterior suele ser desproporcionada (Mike Kemp - Getty)
Maquillar los sentimientos negativos que ha podido generar una situación, poniendo una sonrisa rígida, es contraproducente.
La supresión del enojo puede desembocar en lo que se denomina estilo pasivo-agresivo. “Cuando se suprime la expresión del enfado hasta que un día no se puede más y se estalla habitualmente de forma muy desproporcionada en relación con el suceso que ha generado ese enfado”, resalta la doctora.
Dependiendo del grado en que nos afecte la situación, existen varias tácticas para afrontarla. “No se trata de reprimirlo, porque no es sano, es preferible relativizarlo y no darle importancia. Si es algo importante para nosotros, hay que planificar qué decir, cómo, cuándo y dónde”, señala a especialista.
2. El caso del tardón
Son múltiples las situaciones que desatan la ira cotidiana, pero las reacciones suelen ser las mismas.
“Tan inadecuado es no decir nada, pero estar cortante, como decir no puedo más”
Inés Magán. Doctora en psicología, profesora en la Universidad Camilo José Cela de Madrid
El conflicto puede estallar, por ejemplo, cuando el concepto de puntualidad inglesa tiene significación solo para una de las personas que han fijado una cita. “Tan inadecuado es no decir nada, pero estar cortante, como decir: ¡no puedo más, siempre estás igual!”, dice Magán.
Expresar el malestar sí, pero sin culpar y agredir. Lo mejor es contextualizar y ser concretos: “sé que últimamente no tienes tiempo, pero no me gusta estar esperando a que llegues. Me gustaría que intentemos ser más puntuales y, así, yo pueda organizarme mejor, ¿te parece?”, recomienda.
3. Objetivo: frenar la discusión
Lo importante es no entrar en el juego (Image Source - Getty)
Aunque sobre el papel parezca sencillo redirigir las emociones, si la situación ha desembocado en un estado de rabia y desasosiego el enfrentamiento está servido.
“Obviamente, si no vamos a ser capaces de hacer esta crítica de manera calmada y asertiva, es mejor posponerlo para tomar perspectiva. Manifestar el enfado cuando se está alterado puede ser contraproducente, puesto que podemos decir cosas de las que luego nos arrepintamos”.
Pero, si somos nosotros quienes nos exponemos a una persona iracunda, ¿cómo desarrollar el encuentro reduciendo al máximo los daños colaterales?
Lo primero es evitar entrar en el juego. “Hay que indicarlo sin perder las formas ni la compostura. Si la persona persiste, puede ser necesario que salgamos de la situación, avisando siempre claro, y que indiquemos que se habla todo cuando se esté más tranquilo”, concluye la experta.
domingo, 24 de abril de 2016

In memoriam

La Escribana del Reino
M. E. Valbuena
Fotografía de Mariaje

Nacimos el mismo día del mismo año. Estudiamos juntas durante diez años en el mismo centro y en la misma aula. Compartimos pupitre doble algunas temporadas debido a nuestros apellidos. Pasamos gran parte de nuestra infancia y pubertad juntas, con todos los descubrimientos, decepciones y alegrías que estos años aportan a la personalidad.
Nunca fuimos amigas ni tuvimos amigos comunes, pero nos llevábamos bien, sin estridencias ni exageración.
A partir de los catorce años cada una siguió su camino y sólo coincidimos muy de vez en cuando, aunque, debido al pequeño tamaño de nuestra ciudad, siempre supimos una de la otra, me consta.
La última vez que la vi la encontré muy cambiada físicamente. No lo di demasiada importancia, dado que estamos en esa edad en que las mujeres pasamos de ser miradas a la invisibilidad ambiental y, a partir de ahí, ya se sabe… Lo achaqué todo al paso inexorable del tiempo.
Me contó entonces que laboralmente tenía problemas, que podía incluso perder el trabajo. Nada extraño tal como están las cosas. Tampoco lo di importancia. Por lo demás, todo bien.
Si de aquella se encontraba mal lo supo disimular perfectamente, pues no percibí nada extraño en ella. No capté vibraciones diferentes a las que siempre me llegaron de su persona. De hecho, percibí las mismas pero con más años encima.
Me he enterado de su muerte. Las noticias corren y las malas más. No sé qué ocurrió, si estaba enferma o fue muerte repentina, si el sufrimiento se le hizo insostenible o la vida perdió sentido para ella. No lo sé.
Lo que sí sé es que ahí, en puntos suspensivos, quedan sus sueños, sus proyectos, sus ilusiones. Y ya nadie podrá concluirlos.
sábado, 23 de abril de 2016

Sonríe


Estés donde estés,
pases por lo que pases,
sonríe, sonríe
pon la cara bonita,
te sentirá muy bien.
A esto nos invita la canción de Rosana.
Que tengas un día de sonrisas.