pero el que recibe nunca debe olvidar
jueves, 12 de mayo de 2016
Camino de Santiago: Sansol-Ventosa
miércoles, 11 de mayo de 2016
El dar
martes, 10 de mayo de 2016
Solo para mujeres fenomenales
Siempre ten presente que la piel se arruga,
lunes, 9 de mayo de 2016
Camino de Santiago: 11 y 12 de junio
domingo, 8 de mayo de 2016
De héroes
y heroínas
Fotografía, Mariaje
Al filo de una conversación llegué a la conclusión de que hay muchos actos heroicos a nuestro alrededor que pasan desapercibidos. Me bastó mirar por la ventana para corroborar mi tesis.
Allí estaba él, empujando la silla de su centenario padre con gesto afable y enorme paciencia. Él, veterinario, con la profesión prácticamente olvidada por haberse ocupado durante años de la educación de sus hijos y ahora del cuidado de su padre, con la serenidad que siempre lo ha caracterizado, aceptando que la vida le ha puesto delante algo en lo que ocuparse y que él ha asumido libremente.
O ella, la maestra que se olvidó de ejercer para estar con su hija, síndrome de Down, y acompañarla antes al colegio y ahora al centro ocupacional. Siempre de la mano, siempre con la sonrisa puesta en la cara de las dos.
O esa otra ama de casa, sin tiempo para ella, siempre pendiente de los suyos, que a los 56 años necesita conducir para poder visitar cada día a su madre internada y se ha sacado el permiso a la primera. Ahí va, segura y feliz, con el subidón de autoestima que le ha supuesto verse capaz de conseguirlo.
Y la mujer de 52 años que cada día acude en bicicleta a su trabajo –parcial y de jornada partida– a pesar de las “perlas” lanzadas por ávidos y ceñudos conductores sin paciencia ni tiempo que perder.
Cuatro ejemplos de héroes y heroínas (por mal que suene la palabra) de mi entorno más cercano. ¿Cuántos no habrá en otros barrios, otras ciudades y otros lugares?
sábado, 7 de mayo de 2016
¿Qué es el éxito?
viernes, 6 de mayo de 2016
Sonríe
jueves, 5 de mayo de 2016
Sabiduría
de Gloria Fuertes
miércoles, 4 de mayo de 2016
La familia sana
- Saber escuchar: padres e hijos debemos aprender a escuchar, no solamente a oír, a los otros. La familia sana es aquella que permite decir todo lo que siente y también está capacitada para recibir (sin descalificaciones) las opiniones de los demás. En este encuadre, todos los miembros familiares deberían tener como un sexto sentido para poder captar el estado de ánimo del que tiene junto a su mesa. Convivir no solamente es compartir habitación sino estar alerta para detectar los pequeños y grandes sufrimientos del otro.
Por otra parte, este talante de escuchar no se improvisa. El niño lo debe mamar desde la cuna. Debe vivir en un ambiente donde todo se pueda decir y expresar aunque sea negativo: el rencor, el odio, la envidia, etc. Lo patológico no es tener esos sentimientos, sino el no poder expresarlos: Sentir no “es malo”; “lo malo es tener que ocultar o reprimir esos sentimientos. - Dialogar casi siempre va unido a negociar: el diálogo es una manera de expresar una “escucha atenta”. Dialogar y negociar casi siempre van unidos: hay que renunciar a algo para que los demás ofrezcan algo. Este axioma se ve claramente en el diálogo con el adolescente: éste puede aceptar nuestras condiciones (horario, forma de vestir, etc.) siempre que compruebe que ha “vencido en algo”.
- Saber adaptarse a las nuevas situaciones familiares: la familia como tal es una unidad dinámica y cambiante por esencia: salen y entran nuevos miembros, crecen unos, otros envejecen, etc. La familia, pues, es esencialmente cambio, y por lo tanto, todos sus miembros (padre e hijos) deberán hacer un esfuerzo para adaptarse a las nuevas situaciones. Precisamente los conflictos generacionales, entre otros, se producen por la tendencia de algunas familias a permanecer ancladas en el pasado: contemplar a los hijos como eternos bebés, o a los padres como la reencarnación de superman. Ambas posturas en nada contribuyen para conseguir una familia feliz.
- Admitir las limitaciones del resto de los componentes familiares: tanto los padres, como los hijos, deberán exigir a los demás según sus posibilidades reales y no su fantasía, o como forma de satisfacer deseos o sueños no realizados. En muchas ocasiones, la confrontación en la familia se produce precisamente por poner el listón demasiado alto, o bien, demasiado baja. Son los padres, que al margen del hijo, se han imaginado un futuro determinado de éste; o bien, los hijos, que no desean ver las deficiencias de los padres, y siguen adorándolos como a auténticos dioses.
Una de las consecuencias de esta actitud es que los padres aceptan las posibilidades y limitaciones de su hijo. No lo comparan ni con el vecino, ni con el primo, ni con otro hermano, ni siquiera se ponen ellos como modelos. Comentarios como: “mira que buenas notas ha sacado tu hermano...”, o “yo a tu edad estudiaba y trabajaba”, están completamente abolidos. No importa lo que logren los demás. Lo importante es que cada uno desarrolle al máximo sus potencialidades. Ese es el verdadero éxito. Y en ello pone su empeño una “familia sana”, a cada uno se le exige y se le premia según su propio esfuerzo, no por el premiso conseguido. - Por último, generar un clima de amor y seguridad: el verdadero amor consiste en valorar al otro por lo que es, no por lo que tiene o consigue. Una familia feliz, que camina hacia la felicidad, será aquella que cree este clima: soy valioso para los míos. Pero además, el amor debe estar protegido por un aliento de seguridad, que se fomenta desde una información adecuada, hasta el permitir la expresión de sentimientos negativos (como reconocer los propios errores, etc.). De esta forma la familia irá construyendo su bienestar, su propio proyecto de felicidad. Es una tarea ardua, pero no difícil.
martes, 3 de mayo de 2016
Curso de Autonomía Afectiva

lunes, 2 de mayo de 2016
Ellas (I)
Era muy creativa, pero no tenía demasiados pájaros en la cabeza.
domingo, 1 de mayo de 2016
Día de la madre
sábado, 30 de abril de 2016
Experiencia
viernes, 29 de abril de 2016
Entrevista a Boris Cyrulnik, psiquiatra
jueves, 28 de abril de 2016
Curso
"La espiritualidad del Eneagrama" Eduardo Lallana
DESPERTAR
miércoles, 27 de abril de 2016
Sobre los niños
martes, 26 de abril de 2016
Sobre la ira

Cómo enfadarse sin perder los papeles
lunes, 25 de abril de 2016
domingo, 24 de abril de 2016
In memoriam
sábado, 23 de abril de 2016
Sonríe
Estés donde estés,