MODELOS PARA UNA CRISIS
I
¡Amigos,
esto se hunde! Por si alguien aún no se ha enterado, habemus crisis, y de las
gordas. La economía se nos ha averiado, la gente es mala; va a lo suyo; los
políticos se dedican al pillaje y al corso, (lo que en estos tiempos de finura
dialéctica se viene a llamar “corrupción”)… Y en medio de este fregao, algunos
estamos en plena crisis de los cuarenta, cuarenta y uno o cuarenta y dos…
Angustiada me hallo pues no sé cómo saldremos de esta…
Bromas
aparte, lo anterior bien podía ser un resumen de las noticias que soportamos en
la actualidad. Los medios de comunicación nos bombardean constantemente con una
suerte de modernos jinetes del Apocalipsis: pesimismo, depresión, egoísmo y
decepción, todos ellos capitaneados por una señora con muy mala leche a la que
llaman “Crisis” y que aparece ya hasta en los anuncios. O bien nuestros
periodistas se han apuntado al club de los cenizos, o existe una inexplicable
mala idea de amargarnos a todos la vida.
Prefiero
por prudencia no responder a esta pregunta, ya que por fortuna en medio de este
caos, existen otras voces más sensatas y optimistas, como es la del Teléfono de
la Esperanza, que hablan de posibilidades, de esfuerzo, de voluntad y de
esperanza. Sinceramente creo que es mejor
escuchar estas voces y no prestar demasiada atención a esos agoreros
empeñados en verlo todo negro. Es bueno recordar siempre que hay diversas
tonalidades de color y, sobre todo, que hay posibilidades.
Recientemente
asistí en Madrid a un acto organizado por un grupo de mujeres empresarias que
también han decidido mirar la realidad con otros ojos. Y, a través del
testimonio de varias personas que han logrado crear una empresa de la nada o
que ocupan cargos muy elevados, quieren demostrar que hay luz al final del
túnel . Tengo que reconocer que la mayoría de testimonios hablaban de una
infancia feliz, motivadora, motivadora y llena de confianza en las propias
posibilidades. Pero también hubo quien encontró en su vida todo tipo de trabas
y al final, insistiendo y confiando, contra todo pronóstico, alcanzó su meta.
Fue
una mañana muy interesante y rica en reflexiones, pero las organizadoras nos
reservaron el plato fuerte para la tarde. En el programa simplemente aparecía
“entrevista con deportista de élite”, título poco atractivo, por lo que a punto
estuve de no ir. Pero, gracias a Dios, la curiosidad pudo más y fui.
De
nuevo en el escenario apareció María Escario, la excelente presentadora del
evento. Nos habló de una deportista, la mejor de este país y la que más
medallas ha logrado. Cuando dijo su nombre me quedé en blanco. Como no soy
seguidora de los eventos deportivos, me pareció lógico, aunque una vez que
salió al escenario y nos contó su historia, ya no me lo pareció tanto. Lo que
nos contó y cómo lo contó me impactó de tal manera que me gustaría ahora hacer
un inciso para lanzar una pregunta al aire: ¿conocéis a Teresa Perales? Sin
buscar en la red de redes ¿sabe alguien quién es esta deportista? ¿los medios
pesimistas que tenemos nos han hablado de ella y de su historia?
Me
gustaría saber si soy la única que desconocía ese nombre o si el
desconocimiento es general, así que, tras este inciso de reflexión, seguiré con
la historia de la deportista de élite y estrella de la vida Teresa Perales.
Mª. José
Gracias MªJosé. Sin duda, es un testimonio que merece ser conocido.A mi también me impactó cuando ví una entrevista suya en TV.
ResponderEliminarNo creo que la mayoría la conozcan pues importan mucho más las olimpiadas y la gente "normal", sin desmerecer su esfuerzo por estar en la élite que no es fácil seguramente.
Cuanto más en su caso...
Yo me quedo con las enseñanzas que recibo cada día del Teléfono de la Esperanza.
ResponderEliminarDesde aquí felicito a Teresa Perales por su capacidad de lucha, valentía, coraje etc.etc.etc. que a sus 19 años tuvo que empezar aprender a vivir con una gran limitación.
Pepi no conocía a Teresa Perales, pero entró en Google para informarse.
Yo tampoco la conocía.
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