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Reencuentros –
Septiembre
siempre ha sido para mí un mes de reencuentros. Acaba el verano y con él las
vacaciones. Reiniciamos nuestras tareas ordinarias. Volvemos al trabajo, al
cole, a los cursos de formación, a las múltiples actividades que normalmente
nos traemos entre manos… Nos reencontramos con nuestro pasado después del
paréntesis del descanso.
Y puede
que nos cueste, que no nos guste mucho. O puede que sí.
Volver a
encontrarnos con los compañeros de trabajo o con asuntos dejados pendientes
puede ser una bendición o un infierno, una alegría o una sobrecarga. En
cualquier caso, inevitable.
Si los
reencuentros son satisfactorios (de esos que deseamos y nos llenan de alegría)
agradezcámoslos y sintámonos felices por ellos. Si son de los otros (de los que
nos crean ansiedad) agradezcámoslos también. Posiblemente la vida nos está
mostrando aquello que en cada momento necesitamos para crecer, aprender y
avanzar.
Como soy
de los que creen que nada es por casualidad, entiendo que cada encuentro y
reencuentro es significativo. Y si no son satisfactorios, algo nos querrán
decir.
Detrás de
cada reencuentro no deseado ni buscado hay una oportunidad de conocimiento y de
exploración emocional, hay un aprendizaje pendiente, hay un desafío. Por ello,
aunque cueste admitirlo, hay que agradecer que estos sucedan.
Estemos
abiertos a la vida y a los detalles que ésta nos va mostrando. Seamos
receptivos a sus enseñanzas. Dejémonos fluir. No se me ocurre otra manera mejor
de encarar el futuro.
M.E.Valbuena
me gUSTA APRENDER A fluir
ResponderEliminarBienvenidos el encuentros y los reencuentros, volver a donde nos va bien es fenomenal, volver donde hemos dejado algo inacabado es compromiso, volver donde quieres volver es autenticidad, volver donde inevitablemente han de hacerlo es aceptación. Norecic
ResponderEliminarMuy bueno el comentario
EliminarM.Elena
Me gusta reencontrarme con algunas personas, me dan vida, ilusión, ganas, arranque..
ResponderEliminarMe ha encantado la convivencia que se hizo el sábado en el Monte San Isidro. Fué para mí un reencuentro muy agradable, tanto con las personas que había visto como las que hacía tiempo que no veia, siempre recibo una palabra agradable, una enseñanza, y además nunca falta la cordialidad, la alegría el buen humor.............En definitiva que Pepi fue muy feliz.
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