LA ILUSIÓN ES LO QUE MUEVE A CUALQUIER GRUPO A METAS QUE
PARECÍAN IMPOSIBLES.
El día 3 de septiembre se celebró la convivencia asamblea
de comienzo de curso 206/2017 del Centro del Teléfono de la esperanza de León.
La asistencia no fue tan numerosa como hubiera sido deseable, porque no todos
podemos los mismos días, pero seguro que todos los orientadores/as ausentes
también estaban allí con el corazón.
El lugar fue un entorno entrañable y cuidado especialmente
para la ocasión: una casa solariega, aunque no blasonada, una huerta
esmeradamente segada, una acequia de agua fresca donde refrescar los pies, una
sombra amiga donde descansar, y unas viandas preparadas con cariño y sencillez.
Cada uno aportó según sus posibilidades y su buen hacer. Que no faltó una
alegre parrillada.
Hubo un tiempo dedicado a la reflexión y a la toma de
decisiones, para escuchar los cambios propuestos por la Presidenta del T.E.,
para acoger los nuevos miembros del consejo de Centro y para escuchar al nuevo
equipo de psicólogos del centro - ¡la cosa promete y mucho! - y poner en marcha
los próximos cursos y talleres.
La danza silenciosa y contemplativa tuvo su espacio, como
lo tuvo el cambio de impresiones sobre el sentir de cada persona y los
recuerdos - siempre bellos- de aquellos familiares que se han despedido de esta
realidad que no es toda la realidad. Aunque ya no están siguen estando en el
aire que respiramos y en sol que nos calienta.
Antes de irse algunos decidieron hacer una nueva etapa del
camino de Santiago, de la ermita, que da lo mismo y todos llenaron la alforja
de ilusión y de esperanza.
BUEN CAMINO
Deseo para todos energía, ilusión y entusiasmo en este nuevo curso. Y como dice la entrada Mirar para adelante.
ResponderEliminarJF
Qué buenas sensaciones me transmite ese encuentro, y ver esas caras tan queridas.
ResponderEliminarOXO
No sé como expresarme, porque he recibido tanto a nivel de sentimientos, que no soy capaz de transmitir todo la alegría, satisfacción, gozo etc. etc.; que viví y recibí.
ResponderEliminarAsí que nuevamente infinitas gracias; acompañados de besos y abrazos a José María y Mercedes, por abrirnos su maravillosa casa.
Y que donde sea, a lo largo del curso se realicen más convivencias, porque para mí los resultados siempre han sido extraordinarios a todos los niveles. Pepi