La Escribana del Reino
M. E. Valbuena
Esa llamada que hemos esperado ansiosamente algunas veces, la que nos hace mirar el móvil de forma compulsiva cada cinco minutos, la que nos provoca insomnio en la noche, inquietos por si no oímos el sonido del teléfono.
Esa llamada que esperamos tras una discusión, un malentendido, un cruce gélido de palabras o un “ya veremos”, que nos mantiene en vilo, que no nos deja descansar ni estar tranquilos, que nos hipoteca la vida.
Esa llamada que nosotros no estamos dispuestos a hacer en ningún momento pero que esperamos (exigimos) del otro, que imaginamos mil versiones de cómo podría ser y preparamos incluso la respuesta a lo que, estamos seguros, vamos a escuchar.
Esa llamada, cuya espera disimulamos pero que nos vuelve vulnerables, irritables, exigentes, inseguros, revestidos de la absurda dignidad que nos brinda nuestro maltrecho orgullo…
Esa llamada, probablemente, no va a llegar nunca.
Porque nuestro apego ansioso a ella, nuestra dependencia emocional, nuestro querer por encima de todo va a alejarla de nuestro alcance. Y a mayor espera, mayor desánimo.
Si no estamos dispuestos a ceder ¿por qué esperamos que cedan? Si no estamos dispuestos a dar ¿por qué esperamos que den? Si nos mostramos inactivos ante la vida ¿por qué esperamos que los demás den el paso que nosotros no damos, que sean activos ante nuestra pasividad, dóciles y sumisos ante nuestros caprichos?
Esa llamada, que no llegará, sí nos puede abrir la puerta a nuevos aprendizajes. Esos que sólo llegan cuando hemos perdido todo lo demás.
La llamada deseada y temida al mismo tiempo...
ResponderEliminarPrefiero pensar que esa llamada es mejor que no se produzca u si no de produce que será mejor así. Nuestra mirada pequeña exige esa llamada. Pero es necesaria escribana para la mirada de largo alcance?
ResponderEliminarDifícil el no esperar . BlueBoy
ResponderEliminarEs necesario olvidar tantos resquemores, tantos porqués a los que no encuentras explicación y que te martillean en tu cabeza constantemente, que no te conducen a nada y que no te dejan disfrutar del momento y contemplar la claridad de un nuevo día.
ResponderEliminarJF
Esperar contra toda esperanza
ResponderEliminarPor los cambios que la vida me ha hecho realizar:
ResponderEliminar-Trato de no adelantarme a los acontecimientos.
-No hacerme ideas irracionales.
-Aceptar la situación que se me ha presentado.
-Pensar en el daño que yo he podido realizar.
-Y cuando me han pedido silencio en un primer momento me ha resultado doloroso, pero yo tome un nuevo rumbo y me ha sido muy beneficioso.Pepi
Hay que soltar, no te puedes aferrar a lo que te hace daño, si esa llamada no llega, mejor, te abre una infinidad de oportunidades sin ella o el.
ResponderEliminarOXO