El que da, no debe volver a acordarse;
pero el que recibe nunca debe olvidar
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domingo, 28 de mayo de 2017

Rojo pasión

La Escribana del Reino
M. E. Valbuena

Destacando. Foto Jesús Aguado

Tan sólo hace unas semanas que aparecieron las primeras amapolas de la temporada y tan sólo hace unos días que me percaté de sus existencia.

Di por hecho que de la dura y tardía helada, que acabó con casi todas las flores y quemó árboles y cultivos, también se había llevado las tempranas amapolas, tan frágiles y delicadas como son. No fue así.

Las pude ver a las orillas del camino campestre, en las cunetas de carretera y entre las espigas aún verdes. Y las vi de un rojo más intenso que nunca (mi madre lo llamaba rojo pasión). Un rojo que llama poderosamente la atención y que atrapa la mirada.

Me parecieron preciosas, salteadas majestuosamente entre tonos verdes, estiradas con su frágil tallo para destacar por encima de las espigas, invencibles, flexibles y dinámicas ante el zarandeo de un persistente viento. Parecían gritar desde su color que estaban allí, pese a las inclemencias, para ser lo que siempre han sido.

Me recordaron a esas personas que, superando obstáculos, se hacen fuertes y bellas; que resisten los golpes de la vida y se dulcifican con ellos; que transforman sus fracasos en oportunidades de aprendizaje y mejoran con cada experiencia vivida. Esas personas tienen un color y una luz especial.

Posiblemente sea su lucha, su resistencia, su pasión por la vida lo que explique esa luz que emanan. O puede que sea el sufrimiento pasado que, dando sentido a un presente de aceptación, lo va tiñendo todo del color de la serenidad.

Lo cierto es que esas personas atraen la atención, atrapan la mirada y despiertan la admiración, del mismo modo que las amapolas con su rojo pasión.

Tenemos 6 comentarios , introduce el tuyo:

  1. Me gustan las personas amapolas, apasionadas

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  2. De nuevo en vivir con pasión está la diferencia.

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  3. Yo no las veo a primera vista, me gusta contemplar mucho, conocer y descubrir ese brillo. Conozco muchas amapolas por suerte.
    OXO

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  4. Cuando contemplo un campo lleno de amapolas me fijo en su belleza, en su color intenso y al mismo tiempo en su fragilidad y veo que la vida es así: BELLA Y FRÁGIL.
    JF

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  5. Admiro a esas persona que ante las vicisitudes de la vida; se enfrenta para superarlas y aprenden de ellas. Pepi

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  6. Parece sencillo...BlueBoy

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