Miguel Hernández
Pintada, no vacíapintada está mi casadel color de las grandespasiones y desgracias.Regresará del llantoadonde fue llevadacon su desierta mesa,con su ruinosa cama.Florecerán los besossobre las almohadas.y en torno de los cuerposelevará la sábanasu intensa enredaderanocturna, perfumada.El odio se amortiguadetrás de la ventana.Será la garra suave.Dejadme la esperanza.
Me ha gustado mucho. Para Pepi es un canto a la esperanza.
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