Miguel Hernández
Hoy estoy sin saber yo no sé cómo,hoy estoy para penas solamente,hoy no tengo amistad,hoy sólo tengo ansiasde arrancarme de cuajo el corazóny ponerlo debajo de un zapato.Hoy reverdece aquella espina seca,hoy es día de llantos de mi reino,hoy descarga en mi pecho el desalientoplomo desalentado.No puedo con mi estrella.Y busco la muerte por las manosmirando con cariño las navajas,y recuerdo aquel hacha compañera,y pienso en los más altos campanariospara un salto mortal serenamente.Si no fuera ¿por qué?... no sé por qué,mi corazón escribiría una postrera carta,una carta que llevo allí metida,haría un tintero de mi corazón,una fuente de sílabas, de adioses y regalos,y ahí te quedas, al mundo le diría.Yo nací en mala luna.Tengo la pena de una sola penaque vale más que toda la alegría.Un amor me ha dejado con los brazos caídosy no puedo tenderlos hacia más.¿No veis mi boca qué desengañada,qué inconformes mis ojos?Cuanto más me contemplo más me aflijo:cortar este dolor ¿con qué tijeras?Ayer, mañana, hoypadeciendo por todomi corazón, pecera melancólica,penal de ruiseñores moribundos.Me sobra corazón.Hoy, descorazonarme,yo el más corazonado de los hombres,y por el más, también el más amargo.No sé por qué, no sé por qué ni cómome perdono la vida cada día.
Los poemas de Miguel Hernández no envejecen bien, demasiado nudo sentimental, demasiado forzado el lenguaje, se ve que era una persona joven cuando escribió todo esto. Tenemos muy mitificado a Miguel Hernández. No por forzar el lenguaje sale un poema, muchas veces cuando no se fuerza nada es cuando el poema nace espontáneo y libre. Es verdad que este poema hay que entenderlo dentro del drama que vivió MH, pero las lágrimas y el dolor no siempre son garantía para la Belleza.
ResponderEliminar¡Uff!. Me gustaria que hoy no leyeran este poema las personas que estén pasando por un momento; triste, doloroso... en su vida. Aunque al final a mi me trasmite un rayito de luz, esperanza...Pepi
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