El que da, no debe volver a acordarse;
pero el que recibe nunca debe olvidar
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viernes, 23 de marzo de 2018

Camino de Santiago de Esperanza

Javi Fidalgo

De La Robla a Poladura de la Tercia
Iniciamos este nuevo trayecto del Camino de Santiago que nos va a ir llevando hasta Oviedo. Ya teníamos ganas de vernos de nuevo y de compartir un nuevo día juntos.
Aquí están estos valientes del Teléfono de la Esperanza dispuestos a desafiar al tiempo, que nos anuncia de todo, menos un buen día meteorológico…. Si esperamos encontrar el día ideal, no lo vamos a encontrar nunca, siempre hay algún “pero” que nos impida seguir avanzando en esta actividad y en nuestro día a día.
Iniciamos esta etapa en La Robla deseándonos un buen día y un buen camino. Damos la bienvenida a los que hoy nos acompañáis  por primera vez y esperamos que disfrutéis con nosotros de este día y os sintáis a gusto. Y también nos acordamos  de los amigos que hoy no han podido acompañarnos, os llevamos en nuestro corazón… la vida muchas  veces cambia nuestros proyectos y nuestros planes y hay que aceptarlo así.
Comenzamos nuestro caminar,  siguiendo los pasos de la otra persona,  en silencio, todos juntos. No solamente es caminar, es también compartir, es hablar, es interiorizar, reír, contemplar…. Ha sido una etapa dura pero preciosa, muy, muy bonita… con un paisaje espectacular, caminando  entre  montañas y senderos muy empinados que nos hacen sentir  lo pequeñitos que somos.
El tramo de las Forcadas de San Antón nos resulta un poco más  dificultoso, pero son impresionantes sus vistas, contemplamos el valle de Buiza al fondo, todo ello rodeado de un sinfín de montañas, el fluir de los manantiales y cascadas con su agua clara. El camino no es fácil, cuesta, pero siempre que vamos juntos, acompañados, todo resulta más sencillo.  Este grupo es una familia y cuando alguien se siente más débil, se le espera y se le ayuda para llegar todos juntos a la cima.
Al ir descendiendo, nuestra sorpresa  fue  encontrarnos toda la senda cubierta de nieve, disfrutamos jugando como niños pequeños… así llegamos a la hora de la comida, donde nos habían reservado un salón en la ladera de la montaña, con unas rocas que nos servían de mesas y de sillas, rodeados de nieve y tocando prácticamente la montaña ¡un paisaje idílico!
A lo largo de este día y a través de la lectura de varios poemas, hemos querido seguir ensalzado a todas las mujeres, destacando su labor y su importancia en nuestra vida.
Al concluir esta etapa nos sentimos con fuerzas renovadas para seguir afrontando nuevos retos en este Camino y en nuestro día a día.
Un abrazo y hasta la próxima, amigos.

Tenemos 1 comentario , introduce el tuyo:

  1. Javi te felicito por tú exposición. Al leerla he sentido como si la hubiera vivido.
    Me alegro fuera tan fenomenal y disfrutarais de este gran día. PEPI

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