El rincón del psiquiatra
Alejandro Rocamora Bonilla
Psiquiatra
Un humorista estadounidense decía que “uno de los trucos de la vida consiste mas que tener buenas cartas, en jugar bien las que uno tiene” (Josh Gillings). En la vida cotidiana, desgraciadamente en muchas ocasiones estamos más preocupados por conseguir cosas (cultura, posición social, etc.) que en aprender a manejar y utilizar nuestras capacidades, que son las cartas con las que jugamos nuestra peculiar e intransferible partida de la vida. Otra consecuencia es que no podemos estar toda la vida quejándonos de las malas cartas que hemos tenido (familia disfuncional, graves conflictos infantiles, etc.) sino que siempre podemos ganar (disfrutar de la vida) con las capacidades que tengamos.
Pasos para el cambio
Considero que toda persona, sobre todo en la infancia y juventud, tiene capacidad para ir modificando su actitud ante la vida e ir modificando los aspectos de su personalidad que más le provocan rechazo o malestar.
El primer paso es que el sujeto debe tomar conciencia de su deficiencia y tener claros deseos de cambiar: debe constatar que su forma de ser (dependiente, introvertido, celoso, etc.) es una fuente de sufrimiento para sí mismo y para los demás, esta es la premisa imprescindible para que se produzca el cambio.
En segundo lugar darse tiempo: los cambios no se pueden producir de la mañana a la noche (aquí podemos recordar el dicho: “vísteme despacio que tengo prisa”; un exceso de ansiedad por cambiar nos puede bloquear y también sorprender a nuestros familiares y amigos).Las prisas por modificar nuestra conducta puede provocar un freno en nuestro deseo de cambio.
En tercer lugar, pedir ayuda psicológica si comprobamos que no podemos, sobre todo cuando los rasgos de nuestra personalidad son tan pronunciados que se convierten en un trastorno psíquico propiamente dicho. En este caso la petición de ayuda no significa deficiencia sino más bien el asumir que no tenemos fuerzas necesarias para conseguir el cambio propuesto.
Y en último lugar, el cambio no debe ser para parecerse a fulanito o menganito sino para desarrollar al máximo las posibilidades que cada uno tiene: “siempre es mejor ser un mal original, que una buena copia”, como le suele gustar decir a un viejo amigo. Por esto, afirmamos que toda persona tiene derecho a ser uno mismo, con la única barrera del respeto a los demás.
Termino, también, con un pensamiento del humorista John Billings, que dice, “aquel que obtiene una victoria sobre un hombre es fuerte, pero aquel que obtiene una victoria sobre sí mismo es poderoso”. Posiblemente el gran reto de cada ser humano es posibilitar el derecho a ser uno mismo y en todo caso estar abierto al cambio. En eso consiste la gran victoria sobre la vida.
....."Posiblemente el gran reto de cada ser humano es posibilitar el derecho a ser uno mismo y en todo caso estar abierto al cambio". En eso consiste la gran victoria sobre la vida.
ResponderEliminarEs el mejor regalo que puede conseguir cada ser humano. Pepi
Jugar las propias cartas...
ResponderEliminarTendencia siempre a imitar, y es cierto que es mejor ser un mal original que una buena copia.
ResponderEliminarMuchas gracias por recordar que podemos jugar con nuestras cartas