NO
HAY DOLOR MÁS GRANDE
No
hay dolor más grande que el desamor con una misma. No hay angustia mayor que el
auto olvido. No hay mayor ignorancia que desconocerse en lo más profundo del
propio ser.
¿Qué
es este hambre voraz que ningún alimento calma? ¿Cómo llamar esta sed eterna
que ni un océano llena? La condena de Tántalo, la angustia eterna y el vacío
más negro es el corazón que no se ama a sí mismo… Nada te llena, nada te calma,
nada te vale.
Es
un corazón errante, vacío, anhelante de un sol que le ilumine. El Universo
entero se le vuelve pequeño en su eterna búsqueda de un astro rey, y cuando
cree encontrarlo, gira y gira en torno a él ignorando o negando su propio
brillo. Y así, el corazón, vacío de luz, olvida su capacidad de volverse sol.
¡Que
triste el corazón que no se ama! Pierde su lugar en el cosmos en un estéril
intento de llenarse con otros.
Ansiedad
de todo, satisfacción por nada. Hasta no encontrar la luz que brilla en lo más
profundo del pozo, no será el corazón capaz de llenarse con el agua de su
propio amor sanador. No puede venir nada de fuera, porque hasta un torrente de
agua fresca se perderá irremediablemente por las grietas de un pozo enfermo.
Sólo encontrando la propia luz se verán esas grietas para repararlas y
sanarlas.
No
hay dolor más grande que la ausencia de amor propio. No hay mayor angustia, ni
hambre más insaciable, pues en ausencia del propio amor y respeto, nada,
absolutamente nada, será valioso para el corazón que no se ama a sí mismo.
Mª José Calvo Brasa
Gracias Mª. José por recordármelo
ResponderEliminarBella reflexión. Me quedo con el comienzo: no hay amor más grande que el propio corazón. Porque es desde ahí desde donde el amor podrá extenderse: doy d elo que tengo. Mejor aun: doy lo que soy: amor. Norecic
ResponderEliminarMuchas gracias, Hoy necesitaba escuchar esto.
ResponderEliminarMe ha gustado la exposición.
ResponderEliminar¡Pobre de la persona que se encuentre así!: "Ansiedad de todo, satisfacción por nada".
Gran enseñanza recibió Pepi al indicarla: Que todo nuestro potencial esta dentro de nosotros.
Preciosa reflexión M. José, "Que triste el corazón que no se ama! Pierde su lugar en el cosmos en un estéril intento de llenarse con otros".
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