La risa y la sonrisa
La
risa nada tiene que ver con la
razón. Nos reímos porque sí. No hacen
faltan motivos para reír. Solamente hay que dejarse llevar por el sentimiento y
permitir que “el niño que llevamos dentro” se manifieste. Los sujetos más razonadores son los que menos ríen pues temen
perder el control. Por eso los niños y
las personas deficientes son los que más ríen pues no les importa lo que
piensan los otros, ni tienen que buscar explicaciones a su risa. Pero además,
la risa es una buena manera de fortalecer los vínculos sociales y es entonces
cuando se convierte en sonrisa. Una persona risueña facilita la
expresión de los sentimientos en el otro, pues
no genera agresividad ni tampoco recelo.
No
necesariamente van unidas. Una no lleva a la otra. Tienen mecanismos diferentes
de producción y significan cosas distintas. Y esto pese a que el diccionario
Casares afirme que sonreír “es reírse un poco o levemente, y sin ruido”. La
risa puede comenzar y terminar en sí misma. Y lo mismo ocurre con la sonrisa.
La
risa, también, nos sitúa en un estadio primitivo donde lo que predomina es la
emoción. Es un mecanismo regresivo donde el sujeto se parapeta ante una
situación excesivamente alegre (la risa ante el éxito) o ante una situación
dolorosa (la “risa tonta”), ante la muerte de un familiar, una mala noticia o
el diagnóstico de una enfermedad mortal. En estos casos la risa es un refugio
ante una vivencia que nos desborda tanto por el extremo positivo como por el
negativo.
La
sonrisa, por el contrario, no necesita de situaciones excepcionales. Brota sin
esfuerzo y no es respuesta a ningún estímulo intenso. Es la expresión de un
estado satisfactorio consigo mismo y con los demás. Es una manera de
interrelacionarnos y de transmitir apoyo y acogida a nuestro interlocutor.
La
sonrisa es una manera de comunicación no verbal que transmite amabilidad y
respeto hacia el otro. La persona que no sonríe se mostrará recelosa,
maleducada o pasota ante los demás. Sonreír es decir que “me gusta estar aquí”
y “me satisface hablar contigo”. Es, pues, una actitud que nos facilita la
comunicación y nos hace más personas.
Beneficios de la risa
Reír
y sonreír son signos de salud mental. Y reírse de uno mismo es un signo de
conocimiento de las propias posibilidades y también de las limitaciones. Reírse
de uno mismo es higiénico porque posibilita que las críticas de los demás
lleguen demasiado tarde y por lo tanto que no nos destruyan. Yo diría que este
es el principal beneficio de la risa.
Estamos
hablando de la risa auténtica, de esa que brota de lo más profundo del ser y es
la consecuencia de un equilibrio psicológico personal y de una sensación de
bienestar con uno mismo, no de la risa superficial y forzada, que se produce
para conseguir algo o para dar una imagen de felicidad, que en el fondo no se
tiene.
Pero
también, se consiguen beneficios en el plano fisiológico: la risa moviliza la
mayoría de los músculos del abdomen y cara y dilata los bronquios y por lo tanto facilita la función respiratoria; también mejora la digestión y al favorece el tránsito
intestinal lucha contra el estreñimiento.
Según
algunos estudios, la risa libera endomorfinas celulares, que actúan sobre el
dolor y aumenta la secreción de la serotonina, por lo que ayudaría a
neutralizar la ansiedad y la depresión: también disminuye el estrés y favorece
el sueño. Es la base de la risoterapia. Técnica que a través del juego, la
danza y los ejercicios respiratorios, nos ayuda a comprendernos mejor,
relativizar los acontecimientos cotidianos y llenarnos de ilusión para afrontar
los problemas de la vida diaria.
Alguien
ha comparado a la vida con un inmenso corazón, con su sístole (problemas,
disgustos, sufrimientos, etc.) y diástole (risas, sonrisas, alegría, etc.). Los
dos movimientos son imprescindibles para que el organismo no muera; los dos
movimientos son necesarios para progresar en la propia salud mental. La vida
nos lleva por la corriente de las dificultades y angustia, que tenemos que
compensar con el otro movimiento: reír y sonreír.
Alejandro Rocamora Bonilla
Psiquiatra
Que agradable es ver a las personas con una SONRISA en su rostro.
ResponderEliminarY que beneficioso es REIR, a nuestra salud la beneficia tanto; física como psíquicamente. Pepi