M.ª Jesús
Impresiones sobre el Curso de Villagarcía de Campos los días 27, 28 y 29 de noviembre
El último fin de semana de noviembre, en Villagarcía de Campos, el Teléfono de la Esperanza llevó a cabo un curso intensivo de conocimiento de uno mismo.
Nos reunimos treinta y ocho personas de Salamanca, Zamora, y León. Algunos ya expertos y otros novatos pero unidos por un mismo interés: conocernos para poder hacer cambios efectivos en nuestro vivir, configurando una personalidad madura que facilite una relación armoniosa con nosotros mismos y con los demás.
El ponente, Manuel García desarrolló de manera impecable la estructura del análisis transaccional. Con su forma de exponer facilitó a los que no estábamos familiarizados con esta teoría seguir la explicación sin esfuerzo pese a la intensidad de la materia. Un buen ritmo, un esquema claro y un humor cordobés nos mantuvieron expectantes en todo momento.
Tanto el gran grupo como el pequeño funcionaron con fluidez, si bien en este segundo hubo más cabida para interacciones personales y para el descubrimiento de capacidades que a veces ni nosotros mismos conocíamos.
El lugar, un monasterio jesuítico, arropó esta convivencia. Sus jardines, sus salones, sus habitaciones y todos los que mantienen estos espacios hicieron que nos sintiéramos acogidos e integrados.
En un momento en el que proliferan grupos de toda índole, gurús ofreciendo soluciones mágicas para una vida fácil y teorías deterministas para explicar lo que no funciona, para eximir a nuestro esfuerzo y voluntad de toda responsabilidad, es muy gratificante encontrarse con cursos como este, propiciados por gentes unidas por el deseo de trabajar sin desánimo en una empresa que nunca termina: la formación y la ayuda.
Agradecida a todos, Mª Jesús.
Muchas gracias por compartirlo.
ResponderEliminarMe produce una gran satisfacción que se haya comenzado a hacer este curso por todo el beneficio que a mi me reporto, y esto mismo os lo deseo a vosotros.Pepi
ResponderEliminarEste curso me hizo ver con más claridad, que el conocernos era un trabajo para toda la vida. Pepi
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