Patri
Llegué a este curso de manera casual, a través de una compañera de trabajo.
La verdad es que cuando leí el nombre del curso “Ayuda a tus hijos a crecer” no me lo pensé, me lancé directa a apuntarme.
Había leído mucho sobre el tema de los hijos y he ido a varias intervenciones sobre como imponer normas, límites, como negociar…., algunas me han gustado y otras las borraría.
Cuando llegué aquí no traía ninguna expectativa, como te he dicho, había visto, leído y oído tanto… pero el curso me encantó y además me enganchó, la dinámica es totalmente distinta a otros cursos que había hecho.
Sobre todo me he dado cuenta de que no soy un bicho raro, sino que yo cuento mis problemas o mis situaciones tal y como las vivo y tal y como son, y hasta ahora, salvo mi madre (por eso una madre siempre es una madre…), nadie, absolutamente nadie, me entendía, o al menos eso me decían, y yo hoy me pregunto, ¿por qué?, pues porque cada uno adorna su verdad y sus historias para que quede bien de cara a la sociedad.
Sin embargo, aquí encontré una ayuda extra, me hacía falta, no estaba en mi mejor momento, la verdad que tampoco estoy ahora al 100% pero me ha ayudado mucho este grupo, sobre todo todas y cada una de las aportaciones de mis compañeras que son estupendas y la monitora que con cada intervención da luz. Aquí es donde he visto vidas reales, con sus alegrías y sus penas.
He aprendido que todo sigue un ciclo y que no lo puedo cambiar, el cambio tengo que hacerlo yo, desde dentro, porque cada niño tiene su ritmo, no son todos iguales y no podemos cortarles las alas y que sean “pequeños adultos”, en este sentido me he relajado muchísimo, he aprendido a relajarme.
Mis sentimientos están a flor de piel, me emociona casi todo y la verdad es que no me siento tan tensa y enfadada, “lo que viene conviene” se está convirtiendo en mi lema de vida.
Las normas y los límites forman parte de la convivencia pero tengo que ser firme y coherente con lo que hago y con lo que le pido a los demás, he aprendido que debo escuchar al otro para comprender la situación poniendo acento en las cosas positivas y en cuanto a las negativas recordar siempre cuanto les quiero pero que este hecho en concreto me disgusta.
Si bien el refuerzo positivo lo practico con mi hija quiero llegar a hacerlo con los demás es muy beneficioso para ambas partes y suaviza mucho el conflicto.
Conflictos que son necesarios para el desarrollo de la personalidad del niño pero que también nos ayuda a los padres para ir creando un clima de confianza a través de las soluciones que busquemos siempre conjuntamente.
Lo que he aprendido es que aún tengo mucho que aprender pero aquí me han facilitado herramientas para poder lograr un buen trabajo.
El mayor descubrimiento del Curso Ayuda a tus Hijos a Crecer; ha sido conocerme a mí misma mejor, nunca me pare a pensar sobre cómo podría resolver un conflicto o lo importante que es alabar a la otra persona, escuchar activamente, conectar con mi niña interior (sigo en ello…).
Este grupo me ha aportado maduración y progreso en esta relativamente nueva faceta de mi vida que es la de madre.
Antes de realizar este curso, pase por malos momentos, los niños no traen libros de instrucciones ni manuales, y yo parecía que no sabía hacerlo, mi error, mirar a los demás, hablar demasiado, y creerme todo lo que me decían sobre lo maravillosos que eran los hijos de los demás…
Aquí descubrí que hay gente con mis mismos problemas u otros diferentes, que ríen pero que también lloran, que también sienten impotencia en algunos momentos, que son sinceras al contar sus problemas, cristalinas, sin adornos, sin medias tintas, y ese ha sido mi mayor descubrimiento ¡VOSOTRAS!, porque habéis conseguido que me encuentre mucho mejor y sea consciente de muchas cosas tanto de las positivas como de las negativas.
Muchísimas gracias.
Un bonito testimonio para empezar el día
ResponderEliminarQué maravilla, ver un grupo de madres, educándose a sí mismas para luego hacerlo con sus propios hijos. Una vez más: nadie da lo que no tiene, este grupo ¡quiere dar más!
ResponderEliminarEs un papel muy difícil esto de ser madre o padre, pero muy muy gratificante.
ResponderEliminarTambién soy madre, y comparto perfectamente todo cuanto cuenta Patri con este comentario. Primero en cuanto sus dudas como madre, y después como alumna de un curso de El Teléfono de la Esperanza, donde la primera lección se centra en aumentar la autoestima, porque tiene más valor del que creemos.
ResponderEliminarTestimonios como este expresan con claridad el valor del trabajo que realiza tanto el TE como sus coordinadores y la importancia tan relevante que tienen los participantes y su total confianza en el grupo.Todos somos uno...entre todos se consigue el resultado final, todos aportan , todos colaboran, todos dan, todos reciben.
ResponderEliminarPara mi la clave de los resultados de un grupo es ir abierto,transparente, sin miedo a expresar, sin careta, sin medias tintas como dice Patri... Enhorabuena peque!! ( es la mas joven del grupo)
17 de mayo de 2016, 11:54
Los cursos son de una gran riqueza.
ResponderEliminarMuy sabia la forma de proceder de Patri. Fue al curso sin ninguna expectativa, y ha sido una gran inmensidad todo lo que ha recibido. Pepi
Nada es casual, querida Patricia. Todo llega cuando tiene que llegar,cuando estamos preparadas para recibirlo.
ResponderEliminarEs bueno no tener expectativas, como tú, para no sentirse decepcionado/a y para saborear lo encontrado "casualmente", porque a los hijos/as hay que saborearlos, abrazarlos, escucharlos y sobre todo, sobre todo decirles lo mucho que los queremos, cuán importantes son para nosotros, no dejar que sean adivinos. Porque no es lo mismo que les queramos a que se sientan queridos, no es lo mismo.
Poner normas y límites es importante, pero hay que saber manejarlo con verdadero arte y ahí sigo un poco verde,o ¿será reflejo del color de esta página?
Queda mucha tela que cortar y que coser en este tema y eso me lleva a pensar que aún tenemos que seguir conociéndonos a través de nuestros hijos, "con" ellos, porque ellos son una oportunidad para crecer. Aunque a veces nos vemos mermadas, es solo un encogimiento temporal que el tiempo se encarga de volver a enderezar.
Gracias, Patricia, por tu testimonio, por tu presencia, por tu sonrisa, por tu... ¡riquííísima tarta! y por las que aún te quedan por hacer.