La Escribana del Reino
M. E. Valbuena
Señal confirmatoria, foto Mariaje
Cuando caminamos buscamos señales confirmatorias de la ruta. Cuando viajamos, mapas y planos que nos den seguridad. Cuando visitamos lugares nuevos, guías que nos orienten (personales o virtuales, da igual). Cuando exploramos por nuestra cuenta, pistas para no perdernos.
Estamos rodeados de señales. Y las buscamos una y otra vez.
Pero, a veces, buscamos tantas que nos confunden. O están tan claras que nos asustan. O se contradicen. O no las vemos porque son muy pequeñitas o porque no son vistosas. O, simplemente, porque no queremos verlas y preferimos ignorarlas haciéndonos los tontos.
Cierto es que nuestra ansiedad nos juega malas pasadas y puede ocurrir que interpretemos de modo incorrecto las señales que vamos encontrando en nuestro caminar cotidiano. Pero ello no impide volver por el camino fallido una vez que nos hayamos dado cuenta del error. El reconocimiento y el retorno será un nuevo aprendizaje. Y, por mucho que hubiésemos andado, la vuelta no tendrá nada que ver con la ida.
Las señales nos indican, nos confirman, nos dan seguridad o nos la quitan. Siempre nos ayudan. Y es casi imposible no verlas.
Emitimos y recibimos un montón de ellas al día. Miramos, vemos, olemos, tocamos, escuchamos, pensamos, sentimos, transmitimos energía del tipo que sea, sonreímos… No estamos asépticamente protegidos ni nos movemos en territorios neutros. Todo (y todos) a nuestro alrededor son señales
¿Cómo, entonces, somos tan reacios a escucharlas y a tenerlas en cuenta? ¿Por qué las ignoramos o las menospreciamos tan alegremente?
No está nada claro referente a las señales que encontramos, es nuestra propia y particular lectura de esas señales que cada uno interpretamos.
ResponderEliminarY su las malinterpretados? Y si llegamos a conclusiones equivocadas?
ResponderEliminarLlegar a una señal aunque sea equivocada también es señal de camino correcto. Lo importante es no despistar la atención de la señal mientras se la pueda dar significado aunque no sea en el momento que nos gustaría.BlueBoy
ResponderEliminarEstaría bien una asignatura de "Señales", con su propio código y lenguaje para educarnos en esta percepción de las cosas...pero mucho me temo que todo esto tiene un poco de encriptamiento y no se puede limitar a escribirlo en un libro.
ResponderEliminarLas personas somos un misterio rodeados de un universo por descubrir...¡Menuda aventura!, no?jaja
Escribana del Reino. La presentación de hoy, la comparo con mi interior, cuándo siento que algo no va bien y tengo que tomar un nuevo camino, una nueva dirección, y no siempre "las señales me resultan claras" Pepi.
ResponderEliminarEl caminar de cada día en esta vida está lleno de señales, de pistas. Lo importante es descubrir que me está diciendo a mí la vida a través de este hecho, de este detalle, hacia donde me indica seguir.
ResponderEliminarEs relativamente fácil caminar, cuando alquien te guia, vas confiado. Otra cosa distinta es cuando tú tienes que ir diseñando tu ruta y surgen los interrogantes y por donde tiro...
JF
Estoy de acuerdo con el comentario anterior
ResponderEliminarLlevo años siguiendo mi señal y sé que voy por el camino que quiero.
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