En su sitio. Fotografía Mariaje
Hace aproximadamente doce años mi madre enfermó. Fue una cruel, indigna y devastadora enfermedad que desestabilizó mi vida interna y externamente.
Por aquel entonces yo acababa de leer la autobiografía de Ernesto Cardenal, monje, místico, poeta y ministro de cultura de Nicaragua durante el gobierno sandinista. Tres tomos de unas quinientas páginas cada uno. Pues bien, entre tanta confesión, anécdotas, palabras y pensamientos, hubo una frase que resaltó por encima: “Todo es perfecto”.
Al principio me chirrió enormemente. No la entendía y la rechacé de plano. Luego, como no dejaba de darle vueltas, busqué argumentos lógicos e ilógicos para combatirla. ¿Cómo iba a ser todo perfecto en aquella situación, entre tanto sufrimiento y desamparo? No necesitaba nada más que la enfermedad de mi madre para demostrar su falta de sostenibilidad.
Pasaban los días y, de tanto pensar en ella, se acabó convirtiendo en un mantra. No entendía, pero repetía. Y ello me serenaba, me restaba ansiedad, me hacía ver un poco más allá de mi triste realidad. Me la acabé creyendo, como se cree en el Padre Nuestro cuando te lo enseñan de pequeña: irracionalmente.
Necesité años para entenderla de verdad y hacerla mía. Y necesité aún más tiempo para expresarla públicamente, por miedo al rechazo y a ser considerada una estúpida.
Ahora, que me la creo y la comparto con frecuencia, me siento feliz cuando encuentro a alguien que también se la cree, cuando no tengo que explicarla ni convencer porque hablamos un mismo lenguaje: aquel que nos enseñó el dolor. El que aprendimos de nuestros propios sufrimientos.
Creo en lo que dices Escribana, pero me cuesta, espero estar en el proceso de aceptación y poder hacer de esta frase mi mantra. Muchas gracias.
ResponderEliminarEscribana, esa frase es algo mas que un recurso psicológico para tiempos de crisis? Una huida de la realidad que nos golpea?
ResponderEliminarYa digo que me costó entender su significado. Hoy sé que puede ser un recurso psicológico como apuntas. Pero nunca una huida de la realidad. Más bien todo lo contrario: una aceptación de la misma. Te aseguro que la frase ni te quita el dolor ni las lágrimas, simplemente los pone en su sitio. Es mi experiencia.
EliminarLa escribana
Escribana, cuando se habla el mismo lenguaje,comparto frases "así esta bien" "todo es perfecto..." GRACIAS
ResponderEliminarTodo es perfecto cuando ha pasado y lo analizas, pero mientras sucede no veo la perfección por ningún lado, ¿será que tengo que confiar mas en el abrazo de la vida?
ResponderEliminarEn el mismo sufrimiento esa frase es cuando más sentido tiene . Todo es perfecto .
ResponderEliminarJusto iba a decir lo mismo que el comentario anterior. Es en el sufrimiento cuando más palpable es el "todo es perfecto".
ResponderEliminarCuando contemplas esta maravillosa fotografía piensas que todo es muy bonito, que todo es perfecto.
ResponderEliminarPero, el día a día es complicado y sólo si se leer, aceptar, acoger y confiar lo que la vida me va queriendo decir, a través de distintas circunstancias,es cuando yo puedo decir que todo es perfecto.
JF
¡´Qué lección! ¡Toda la vida para aprenderla! Jairo
ResponderEliminar"Todo es perfecto". Es el equivalente a decir; ¿las cosas surgen cuando tienen que surgir, y por tanto una aceptación de las mismas?.
ResponderEliminarEsta frase es una nueva lección para Pepi.
Todo es perfecto María Elena. Así es.
ResponderEliminar¡ Y si no lo es, qué?
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