Manolo García Carretero
Voluntario
Salón de Plenos Ayuntamiento de León. Reconocimeinto a los voluntarios. 5-12-2016
Nota de la redacción. El día 5 de diciembre, celebramos el día del voluntariado. La carta que sigue es un reconocimiento a esa labor altruista de tanta gente que quiere estar cerca de los demás. Como lo hacen los voluntarios del Teléfono de la Esperanza de León. Va por ellos. Para que sigan entregándose en esa bella labor.
Desde 1985 venimos celebrando cada 5 de diciembre el Día Internacional de los Voluntarios, Día Internacional del Voluntariado, como lo denominamos normalmente.
Es cierto que ya existe un "Día para todo", sin embargo, lejos de que se diluya en "lo cotidiano" me gustaría tomarlo como una oportunidad más para reflexionar sobre esta bendita tarea de hacer voluntariado, y para animar a los que ya lo hacen (hacemos) y a quienes están en el "piénsalo" a punto de decidirse, y para agradecer a quienes contribuyen de cualquiera de las maneras a facilitarlo y apoyarlo.
Es ocasión para refrescar los motivos que nos mueven a seguir " comprometidos con nuestro compromiso", actualizándolos, desechando viejos motivos e incorporando otros nuevos que van apareciendo en nuestras vidas.
Hacer voluntariado nos pone de novios con la vida, dando sentido a nuestra tarea, a nuestro esfuerzo y a nuestro deseo de contribuir a crear un mundo mejor.
Las personas con quienes decidimos estar, a quienes tendemos nuestra mano, con quienes sonreímos, nos ilusionamos, consolamos, trabajamos......, que nos hacen testigos privilegiados de sus progresos en este difícil camino de retomar las riendas de sus propias vidas, gracias en parte a la dignidad que han podido reponer en sus vidas caminando juntos: ellos y nosotros. Estas personas nos confirman día a día que estamos en el camino adecuado; la injusticia, la exclusión, la desigualdad, la discriminación, la incomprensión, la falta de salud -del cuerpo y del alma-, la soledad y el olvido que padecen, nos hablan alto y claro de lo necesario de nuestra existencia, de nuestra presencia y de nuestra actuación.
Construyamos un compromiso serio y responsable, aunque flexible. Serio y responsable que nos lleve a cumplirlo, y flexible para que podamos adaptarlo a nuestras obligaciones personales -familia, trabajo, estudios, amigos, aficiones, etc.-. A buen seguro que hará posible y coherente nuestro deseo de contribuir a ese mundo mejor que todas las personas deseamos.
Contrarrestemos la fuerza de esa gran parte de esta sociedad, que se guía por criterios mercantilistas, competitivos, demasiado "comodones", y que se vuelve insensible a las ruinas y fracasos que crean nuestra "manifiestamente mejorable" manera de vivir.
La crisis socioeconómica nos ha llevado a cambiar estructuras, actitudes y estrategias, y el Voluntariado ha sabido, no sin dificultad, afrontar e interpretar adecuadamente las nuevas situaciones. La resistencia a las frustraciones , la capacidad de rehacerse ante la desgracia, la ruina o el fracaso, entender que, a pesar de todo, sigue habiendo esperanza e ilusiones cada día, que las personas, por mal que se encuentren, siguen teniendo capacidades para seguir adelante, nos hace seguir ahí, en lo cercano, en el cuidado, acompañando...
Cierto es que, al no ser ni sentirnos superhéroes de nada, sabiéndonos gente corriente con nuestras capacidades y nuestras limitaciones, necesitamos el apoyo, la complicidad y la ayuda, en todos los sentidos, de todas las personas, de todas las instituciones, de lo público y de lo privado, para, desde nuestra debilidad, seguir generando los espacios donde se recuperan la salud, la justicia, la inclusión, la dignidad, el sentido de la vida, la sonrisa.....
Como nos decía Gloria Fuertes, sigamos siendo artistas, no pintando un cuadro, no haciendo una escultura, no escribiendo una partitura musical, sigamos haciendo cada día una obra de arte con nuestro tiempo libre, con el tiempo que decidimos dedicar a nuestro voluntariado. Falta sigue haciendo.
Te felicito. Me ha encantado tu exposición. Pepi
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