
pero el que recibe nunca debe olvidar
martes, 31 de enero de 2017
Testimonios del Taller de Meditación

lunes, 30 de enero de 2017
El hombre,
¿lobo o cordero?

domingo, 29 de enero de 2017
Historia
de un tostador
Cómodamente a la sombra
Durante años he tostado el pan en una sartén por aquello de no acumular trastos en la cocina. Cada vez que se quemaba un poco –prácticamente todos los días– me decía que ya era hora de comprar un tostador. Pero la pereza me podía y así seguía.
Hasta que un día me ofrecieron uno que no pude rehusar. No era para mí en un principio. Luego me quedé con él y le busqué un sitio adecuado.
Lo gracioso del tema es que cada vez que lo encendía saltaba el diferencial de casa. Sólo en mi casa. En la tienda y en otras casas funcionaba bien. Lo llevé a arreglar pero seguía igual. Finalmente me deshice de él y compré otro. Esta vez fui yo a comprarlo.
A día de hoy ambos tostadores funcionan perfectamente. El primero, en la casa a la que estaba destinado en un principio. El segundo comprado, en mi casa.
Aprendizaje:
A veces echamos en falta algo en nuestra vida. Nos gustaría tener o hacer algún cambio, pero nos puede la pereza, la dejadez, el posponer… y pensamos que así como estamos, estamos bien. Nos autoconvencemos de nuestras limitaciones y nos enrocamos en nuestra posición.
Pero un día aparece algo o alguien que nos resuelve la carencia y nos enganchamos ahí, sin darnos cuenta de que no ponemos nada de nuestra parte. Simplemente nos subimos al burro. Y el burro se va o nos tira sin más.
Si queremos algo, vayamos por ello. Si queremos cambios, demos pasos acordes a nuestros deseos. Ninguno de nuestros logros suelen ser gratuitos. Todos implican un esfuerzo. Aunque sea algo tan nimio como ir a comprar un tostador.
sábado, 28 de enero de 2017
Carta de un profesor a sus alumnos
viernes, 27 de enero de 2017
Sobre el perdón

jueves, 26 de enero de 2017
No creo
No creo en el amor...porque tal vez amar no he sabidoy no creo en el perdónporque perdonarme no he podido.No creo en míporque sólo sé llorarescribir y dibujary decirte bajito:“amor... que sueñes con los angelitos”.
miércoles, 25 de enero de 2017
Llegar a una mentalidad recta
martes, 24 de enero de 2017
Taller de Meditación

lunes, 23 de enero de 2017
Valentín Turrado: Sobre la meditación
La meditación es dar cauce al anhelo infinito que reside en el corazón humano
domingo, 22 de enero de 2017
Psicoanálisis
a pie de calle
Charlando
Me ocurrió hace poco más de un mes. Tenía que resolver un problema en el garaje que fue de mi hermano y quedé con un profesional, al que no conocía, allí mismo.
El hombre llegó puntual y comenzó diligentemente su trabajo, pero al poco rato, empezó a decirme que, tal como yo tenía la espalda, estaba cargando con más peso emocional del debido y que era hora de aliviar el dolor y el sufrimiento que llevaba encima. Me sorprendió cómo hablaba porque no me sentía observada especialmente. Él parecía estar a lo suyo y, sin embargo, me estaba radiografiando al mismo tiempo.
Como yo no daba muchas explicaciones, me empezó a hablar de su desastrosa vida personal. Al final, me invitó a dar un paseo o tomar algo para charlar un rato. Rehusé. Ni me apetecía en ese momento, ni le conocía de nada. Pagué su trabajo y nos despedimos. Supongo que no volveré a coincidir con él.
Desde entonces no dejo de pensar en dos cosas.
Primera: somos transparentes –probablemente unos más que otros–. Y lo que arrastramos se nos nota a poco que nos miren más allá de la mera apariencia. Si creemos que disimulamos, vamos listos.
Segunda: hay mucho aficionado a resolver vidas ajenas cuando la suya está totalmente revuelta. Tal vez ver el dolor ajeno y tratar de aliviarlo sea un mecanismo bastante usual de huir del nuestro. ¿Realmente pensamos que así arreglamos las cosas? ¿Mirando a otro lado y cayendo en un absurdo activismo?
Quizás lo que más me haya molestado de todo esto es que alguien haya visto mi vulnerabilidad de forma tan clara y se haya atrevido a decírmelo, aun desconociendo los motivos.
sábado, 21 de enero de 2017
Decálogo para formar delincuentes
viernes, 20 de enero de 2017
Crecimiento personal
Hay personas que se cruzan un día en tu vida y a cuyos ojos quieres asomarte una y otra vez cada día, continuamente.
Puede que sea su forma de ver la vida que enriquece la tuya misma, que te alientan y estimulan.
Puede ser su forma de estar en el mundo, que te abre nuevos horizontes o amplifica los que tú ya tenías.
Puede ser su forma de acercarse a ti que te hace sentir como si te encontraras en un sitio seguro, por su honestidad , su afecto , su buen hacer.
Puede ser su forma de transmitirte que la vida es algo extraordinario y que tenemos que vivirla como tal.
Puede ser que sus valores sean los tuyos, los que tienes, los que quisieras desarrollar mas o aquellos que aún tienes por descubrir.
Puede ocurrir que no sea una persona , sino un grupo o incluso un lugar, un lugar de encuentro.... , un punto de partida para realizar un camino de crecimiento personal, o incluso puede que sea un amplificador, sí, algo así , porque te ayuda a escuchar mejor, mas alto y claro, a escucharte a ti en silencio y con profundidad, a los demás con amor y aceptación, y al mundo en general con mayor sabiduría y agradecimiento.
Hay, pues, personas, grupos, lugares, .... que una vez que los encuentras no quieres dejar ir, al menos hasta que te enseñan todo lo que tienen para ti y hasta que te muestran que estamos en el mundo para algo mas que ir tirando, estamos para disfrutar sencillamente de todo lo que nos rodea, con alegría; y si nos sentimos capaces de ello estamos también para compartir cada descubrimiento con los demás, sobre todo con aquellos que necesitan una mano amiga y atenta, un corazón abierto y una escucha generosa e incondicional .
Hace ya mas de un año que empecé los cursos de conocimiento, crecimiento y relación de ayuda . Ahora, al terminarlos, quisiera aportar lo que soy y lo que tengo, mientras sigo aprendiendo y nutriéndome cada día y estoy convencida de haber encontrado personas, grupos y un lugar al que quiero asomarme una y otra vez.
Me siento infinitamente agradecida.
jueves, 19 de enero de 2017
Podría
miércoles, 18 de enero de 2017
Autoestima
martes, 17 de enero de 2017
Taller de danzas contemplativas
lunes, 16 de enero de 2017
¡Oh Glorioso San Santón!


domingo, 15 de enero de 2017
De puntillas
Foto Jesús Aguado
Hay personas y situaciones que se cuelan en nuestra vida de puntillas, sin darnos cuenta y, casi de repente, avistamos en qué parte del camino estamos y quién nos acompaña en él. Somos conscientes de ello cuando ya estamos inmersos.
Algo así pasa con el invierno.
Llega cada año silenciosamente, sin grandes celebraciones, camuflado en medio de fiestas y sorteos de la suerte. No lo esperamos con alegría, como a la primavera. Ni con ansiedad, como al verano. Ni con nostalgia, como al otoño. Yo creo que ni lo esperamos. Pero llega y se instala.
Y un día, después del agotamiento festivalero de diciembre, caemos en la cuenta de que el aire es más cortante, de que los árboles parecen más pelados, de que la escarcha inaugura nuestros días, de que necesitamos más capas de abrigo, de que apetece estar en casa leyendo o compartiendo conversación… Y es entonces cuando somos conscientes de que estamos viviendo en invierno. Pero ya ha pasado casi un mes.
El invierno, en su afán de recluirnos en casa, nos invita a vivir desde el interior, a no buscar fuera lo que tenemos dentro, a parar y sentarnos, a recargar pilas, a mirar de otra forma. Lo hace sibilinamente, sin aspavientos, sin grandes anuncios.
Hay que estar agradecidos al invierno. Si él no llegara, probablemente nunca encontraríamos momentos para parar, de tan mecanizados que estamos en el engranaje de nuestra vida. Si no fuera duro y frío, no apreciaríamos la calidez de las otras estaciones. Si no nos obligara a protegernos de las inclemencias, no experimentaríamos la alegría de lo que es vivir sin ellas.
sábado, 14 de enero de 2017
¿Cuál es la diferencia entre propósito y PROPÓSITO con mayúsculas?
viernes, 13 de enero de 2017
Tres visiones
de la vida



En estos días al comenzar un nuevo año, con frecuencia se potencia la reflexión sobre el sentido de la vida y la necesidad de aprovecharla. Y así surgen los nuevos propósitos para el nuevo año: dejar de fumar, apuntarse a un gimnasio, hacer dieta, comenzar a estudiar inglés, y un largo etcétera. Por otra parte, en estos días no es que el tiempo corra más de prisa sino que en el paso de un año a otro parece como si la vida se nos fuera de las manos, como el agua en una cesta. La realidad es que los días siguen durando veinticuatro horas y las semanas tienen siete días. La vivencia del tiempo, pues, es más psicológica que cronológica.
jueves, 12 de enero de 2017
Mindfulness
miércoles, 11 de enero de 2017
Entrevista a
María Oquendo
martes, 10 de enero de 2017
Fotos para contemplar y sentir
lunes, 9 de enero de 2017
Gracias
Hace mucho tiempo que conozco el Teléfono de la Esperanza, a través de una AMIGA-HERMANA, ella siempre me animó a ir a cursos a hacer voluntariado, pero yo en aquella época estaba en otra situación, solamente vivía para trabajar, familia, ¨amigos¨, con muchos problemas, pero siempre intentando salir adelante sin ayuda y sin hacer caso a la única amiga verdadera en ese momento.
Mi amiga hermana hace más de tres años, justo el día de mi cumpleaños me llama y me dice que está hospitalizada y aparece la palabra CÁNCER, ella lucha contra esta enfermedad durante más de un año y al final muere. Fue horrible el sufrimiento que tuvo, pero la fuerza que mantuvo durante todo ese tiempo, sin perder nunca la sonrisa y siempre dando ánimos a los demás.
Cuando por fin muere y digo por fin porque se acabó su sufrimiento y el de toda su familia y amigos, yo sigo con la vida que llevaba, me centro sobre todo en el trabajo, abandono a mi familia, principalmente a mis hijos, y sobre todo me abandono a mí misma sin darme cuenta.
Al final rompo con todo, me voy pensando que sin ayuda iba a salir adelante y entonces caigo, caigo en una depresión que llevo guardada desde hace muchos años, tantos como la muerte de mi hermana de sangre, justo a la misma edad que mi amiga, y con muchos más acontecimientos familiares muy duros que casi no quiero ni recordar.
Con la ayuda de mis hermanos y sobre todo el cariño y perdón de mis hijos, acudo a profesionales y poco a poco fui saliendo adelante, luchando con todas mis fuerzas por sobrevivir, echando siempre de menos a mi amiga-hermana, que sabía que si ella estuviera viva, sería la que más me ayudaría, y fue ella precisamente quien me empieza a ayudar, solo pronunciando su nombre, acudo a los servicios sociales, y comienzo a recibir algo de ayuda.
Después de un tiempo de todo esto, yo pensando siempre en el Teléfono de la Esperanza, incluso dando publicidad por las redes sociales, siempre con mi hermana-amiga en el corazón, me decido a solicitar ayuda de un profesional de este centro, yo sabía que iba a ser duro para mí porque allí me iba a reencontrar con muchos recuerdos de mi amiga hermana, de la que aún no he superado su muerte.
Lo primero que me encuentro cuando estoy esperando a la profesional que me iba a atender, es una revista con la foto de mi amiga, cuando sale la profesional la digo que si por favor me puedo quedar con la revista y la explico por qué. No sé si a alguien le ha pasado, pero cuando se lo explico nos echamos a llorar, porque las dos sentíamos el mismo dolor, de la perdida de una amiga-hermana.
Y ahí empieza mi historia con EL TELÉFONO DE LA ESPERANZA, una de las decisiones más duras que he tomado porque sabía que lo iba a pasar mal, pero el paso más importante que he realizado para empezar a curarme.
Comienzo con la ayuda de mi psicóloga Esther que por supuesto me ha ayudado muchísimo, con sesiones cada quince días y en septiembre me recomienda comenzar con el curso de Autoestima. Para mí ha sido uno de los mayores empujes para salir del pozo en el que me encontraba.
Ahí conocí a Carmen coordinadora del grupo, profesional, admirable, encantadora, hermana,... en fin no tengo palabras suficientes para describirla y con un grupo de amigos cada uno con sus problemas, que me han abierto la vía suficiente para salir de mi enfermedad.
Hoy no puedo decir que estoy curada totalmente, pero recomiendo a todo el que lo necesite que acuda al Teléfono de la Esperanza, allí encontrarás los mejores profesionales voluntarios, que ayudan a todo el que acude a salir adelante a través del teléfono las 24 horas del día los 365 días del año, de consultas psicológicas y de cursos como el que acabo de terminar y que no será el último, ya que para mí ha sido la luz después de un túnel en el que estaba metida y no acababa el fin.
GRACIAS SOLE, GRACIAS CARMEN, GRACIAS ESTHER, GRACIAS A TODO EL GRUPO, GRACIAS AL TELÉFONO DE LA ESPERANZA, Ahora sé que EXISTO, QUE VIVO SIN MIEDO, QUE ME ACEPTO COMO SOY, QUE ME PERDONO MIS ERRORES COMETIDOS EN EL PASADO PORQUE NO SOY PERFECTA, SOY YO, PIENSO EN EL PRESENTE, EN EL DÍA A DÍA, INTENTANDO SER LA PERSONA QUE SOY, YO MISMA, ME QUIERO, ME APRUEBO ME ACEPTO TAL COMO SOY. Y SEGUIRE LUCHANDO PARA CONSEGUIR SER FELIZ.
domingo, 8 de enero de 2017
El inicio
Foto Jesús Aguado
Un momento bonito éste. Bonito, intenso y apasionante.
El inicio de una relación –que nunca se sabe lo que va a dar de sí– nos sitúa en un estado de gracia, de ensoñación, de ilusión y de alegría que ya quisiéramos que durara tiempo. Vivimos entre nubes, negándonos a aterrizar, para alargar lo más posible la borrachera de felicidad.
El inicio de la actividad laboral –que, en muchos casos, tampoco sabemos lo que va a dar de sí- nos lanza de lleno a una realidad que tenemos que ir construyendo día a día. Nos equivocamos, aprendemos, volvemos a equivocarnos, seguimos aprendiendo… pero con la ilusión que implica lo nuevo y la dignidad que nos confiere nuestra aportación a la sociedad.
El inicio de una jubilación, por muy esperada y deseada que sea, no deja de ponernos al otra lado. Ese otro lado en el que, a pesar de la dedicación a nuestras aficiones tantas veces desatendidas, a los viajes, a la lectura… sentimos que vamos en un vagón de cola, que otros tiran de nosotros, que nuestro protagonismo social concluyó.
El inicio de una enfermedad –nunca querido- nos abre las puertas a aspectos nuestros ocultos o ignorados durante años, a nuevos enfoques de la vida ante una realidad dura, distinta, amarga, pero inevitable. Y hay quien da gracias a la enfermedad por haberle hecho descubrir y desarrollar capacidades hasta entonces desconocidas.
El inicio de cualquier cosa está lleno de inquietud, de miedo a veces, de incertidumbre, pero también de ilusión, de exploración, de experimentación… Cada día es un inicio a la vida.
sábado, 7 de enero de 2017
Los milagros son pensamientos amorosos
Pensar de forma amorosa genera una vida milagrosa. Cuando nos quedamos en los niveles corporales, no somos capaces de ver el espíritu, nuestra parte creadora.
Se renace cuando nos transformamos, cuando dejamos atrás los pesares y lamentaciones. Un pensamiento amoroso cancela el pasado y nos libera hacia el futuro.
Pensar de forma amorosa es la única verdad, porque así nos hicieron, todo lo demás son ensoñaciones y fantasías. Además nos lleva a la convicción.
Debemos consagrar todo nuestro tiempo a los pensamientos amorosos. Un tiempo sin pensamientos constructivos es un tiempo perdido. Cuando no necesitemos aprender, nuestro tiempo cesará.
Dar amor aumenta la fortaleza del que lo da y la del que lo recibe. Produce curación porque sana todo conflicto y todo sentimiento de carencia.
Al dar amor reconocemos nuestra valía y la de los demás. Nos pone en línea con una verdadera relación que beneficia a toda la humanidad.
El Amor hace que las mentes sean Una con nuestra Fuente, nos lleva a la filiación, a la unión de todos en un proyecto común. Refleja las leyes de la eternidad, no las del tiempo.
Los pensamientos amorosos despiertan la conciencia de que el espíritu, no el cuerpo, es el altar de la verdad. Cuando el espíritu toma las riendas de nuestro ser, la curación se lleva a cabo.
Los pensamientos amorosos son expresiones naturales de perdón. Nuestra Fuente siempre nos perdona y mediante el amor, perdonamos a los demás y a nosotros mismos.
Cuando niegas la visión espiritual y no la de los ojos, te impides llegar a la unión con el Todo, con el Universo, con lo que eres.
La enfermedad es resultado de confusión de niveles. Significa básicamente ver los atributos del nivel espiritual (la verdad, nuestra identidad, el amor, la intimidad y la felicidad) residiendo en el ámbito de lo material. La base fundamental de la curación es la aceptación del hecho de que la enfermedad es una decisión que la mente ha tomado a fin de lograr un propósito para el cual se vale del cuerpo. La verdadera responsabilidad de la enfermedad reside en la mente, no en el cuerpo.
Pensar de forma amorosa te da el poder de curar y resucitar muertos, ya que la enfermedad y la muerte es una invención nuestra.
Tú mismo eres un milagro, capaz de crear a semejanza de tu Creador. Lo que se hace con inspiración es creación, lo demás es fabricación.
Sólo existe la luz, la oscuridad es una ausencia de luz, por lo tanto mientras ilumines todo estará bien.
Los errores puestos en manos del Espíritu, son corregidos de forma adecuada, porque sirven al propósito de aunar todas las mentes, al servicio del Amor.
Los milagros (pensamientos amorosos) deshacen el miedo, te liberan del rencor, de la angustia, de la culpabilidad, del dolor, de la tristeza.
No creas, por lo tanto, amigo, hermano, que lo que piensas no tiene influencia en tu vida y en el mundo, antes bien, recuerda que todo es energía y que, por lo tanto, pensar de forma amorosa afecta más de lo que crees a todo y si haces un gran ejercicio personal de curar tu mente, habrás participado en la curación del mundo.
Un fuerte abrazo y feliz año 2017.