Cuento tomado del libro escrito por José Carlos Bermejo, titulado: “Regálame más cuentos con salud”.
Cuentan que, a media noche, hubo en la carpintería una extraña asamblea. Las herramientas se habían reunido para arreglar las diferencias que no las dejaban trabajar.
El Martillo pretendió ejercer la presidencia de la reunión, pero enseguida la asamblea notificó que tenía que renunciar:
- No puedes presidir, Martillo –le dijo el portavoz de la asamblea-. Haces demasiado ruido y te pasas todo el tiempo golpeando.
El Martillo aceptó su culpa, pero propuso:
- Si yo no presido, pido que también sea expulsado el Tornillo, puesto que siempre hay que darle muchas vueltas para que sirva para algo.
El Tornillo dijo que aceptaba su expulsión, pero propuso una condición:
- Si me voy, expulsad también a la Lija, puesto que es muy áspera en su trato y siempre tiene fricciones con los demás.
La Lija dijo que no iría, a no ser que fuera expulsado el Metro. Afirmó:
- El Metro se pasa todo el tiempo midiendo a los demás según su propia medida, como si él fuera el único perfecto.
Estando la reunión en tan delicado momento, apareció inesperadamente el Carpintero, que se puso su delantal e inició su trabajo. Utilizó el martillo, la lija, el metro y el tornillo. Trabajo la madera hasta acabar un mueble. Al terminar su trabajo. Se fue.
Cuando la carpintería volvió a quedar a solas, la asamblea reanudó la deliberación. Fue entonces cuando el Serrucho, que aún no había tomado la palabra, habló:
- Señores, ha quedado demostrado que todos tenemos defectos, pero el carpintero trabaja con nuestras cualidades; son ellas las que nos hacen valiosos. Así que propongo que no nos centremos tanto en nuestros puntos débiles, sino en la utilidad de nuestros puntos fuertes.
La asamblea valoró que el Martillo era fuerte; el Tornillo unía y daba fuerza; la Lija era especial para afinar y limar asperezas; y observaron que el Metro era preciso y exacto. Se sintieron orgullosos de sus fortalezas y de trabajar juntos.
- Quizás evoco algún grupo al que pertenezco y me siento semejante a alguna de las herramientas.
- Algunas características de los demás me resultan más difíciles de aceptar para trabajar en equipo.
- Creo que yo podría mejorar mis relaciones si aceptara mejor algunos límites de los demás, tales como…
Capacidades y habilidades . BlueBoy
ResponderEliminar¿Seré capaz de ver en los demás sus capacidades y aligerar sus defectos? ¿Seré capaz de poner esa mirada en mi? Lo voy a intentar. Jairo
ResponderEliminarPrecioso cuento con mucha enseñanza, para aplicárnosla a cada uno de nosotros; ver lo positivo tanto en nosotros, como en los demás. Pepi
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