El sentido de la vida
En Abril comenzaron este curso un grupo de valientes
con edades comprendidas entre 18 y 30 (y algo) años, y han sido tres meses muy
enriquecedores, llenos de emociones, risas, llantos, aprendizaje y SENTIDO.
Aquí tenemos tres testimonios que reflejan cómo de
transformador ha sido el curso y el bien que hace el Teléfono de la Esperanza a
las personas, indistintamente de su edad.
El
Teléfono de la Esperanza, es algo más que un simple número de teléfono, para desahogarse
en los malos momentos de nuestra vida.
Se
imparten talleres, en este caso "El sentido de la vida", donde se
exponen vivencias, sentimientos, miedos, vergüenzas...
Personalmente,
el primer día que fui, estaba un poco nerviosa y agobiada.
Sobre
todo, porque no iba a conocer a nadie. Tenía miedo, temor a no ser capaz
siquiera de presentarme y cuando la sesión finalizó, salí tranquila y relajada.
Aunque
fuésemos personas de diferentes edades, teníamos tod@s algo en
común.
El
no saber, qué o cómo seguir adelante.
Llevar
estancados un tiempo, en medio de la nada, sin rumbo.
En
el transcurso del taller, me he visto reflejada, con algunas situaciones, que
otros compañeros contaban.
Poco
a poco, fui cogiendo esa confianza e ilusión, que había perdido tiempo atrás.
Tenía
ganas de que llegase el siguiente jueves, para ver a esas personas, que eran
desconocid@s y probablemente a día de hoy, sepan algo, de y sobre mí, que
la gente más cercana desconoce.
Nunca
lo hubiese imaginado. Que acabásemos formando una gran
"piña" prácticamente, desde el primer día.
Un
gran equipo, dirigido por una buena y gran entrenadora, que durante el partido,
nos ha enseñado a manejar las situaciones con estrategia, para ganarlo.
Aunque
hubiese momentos de bajón y lágrimas, consiguió que se transformasen en risas,
abrazos .
Si
alguien faltaba, por motivos personales, se le echase en falta.
Ver
una silla vacía en la sala, era como
“Algo
falla".
Ha
sido algo increíble.
Encontrar
apoyo, compañerismo, sinceridad, empatía.
Ante
todo, hemos sido grandes compañeros, que opinando siempre con
respeto, nos hemos ayudado mutuamente.
Aprender
a reconocer cualidades, valores, de ti misma, que nunca se te habían pasado por
la mente.
Sentirte
vacía, desanimada al contar un hecho ocurrido o tener miedo a uno futuro,
descubrir, que quienes están escuchándote, te digan que eres una persona
valiente, luchadora y te apoyen.
Lograr
cambiar el "chip”, ver algo en mí misma, que nunca se me hubiese pasado
por la mente.
Transformar
una vivencia negativa, en positiva o conseguir al menos, entresacar algo
bueno, de todo lo malo .
Saber
encontrarnos, reconocernos, buscar muchas respuestas, a preguntas, que
uno mismo, a veces no sabe o no se atreve a buscar, por miedo a la
posible respuesta.
He
aprendido a manejar situaciones, coger con fuerza el timón del barco,
estancado en medio de la nada y zarpar contra viento y marea, hasta
llegar a buen puerto o al menos intentarlo, ya que entes no era capaz, a vivir
en "el hoy " y no centrarme tanto en el pasado ,ni vivir en la
incertidumbre del mañana, disfrutar de cada momento.
Laura
Me ha parecido una gran acierto en el T. de la E. el iniciar: "Curso para Jóvenes.". Pepi
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