La Escribana del Reino
M. E. Valbuena
Jugando al despiste. Foto Jesús Aguado |
No siempre tenemos la misma inspiración para escribir, esculpir, cocinar o, en definitiva, crear. Hay veces que nos descubrimos pastosos, nebulosos, apáticos y sin ningún brío artístico.
No siempre tenemos la misma paciencia para aguantar las mismas cosas, las mismas bromas, las mismas situaciones y hasta a las mismas personas. Y nos sale eso de “¡No puedo más!” con bastante soltura.
No siempre tenemos clarividencia para analizar y percibir lo esencial, para ver más allá, para captar el mensaje oculto de la vida. Nos mareamos de dar vueltas y vueltas a un aparente sinsentido y no llegamos a una lógica solución (como si las soluciones de la vida fueran lógicas).
No siempre estamos alegres, ni optimistas, ni encaramos la vida con flexibilidad y apertura. Es más, la mayor parte de las veces, queremos controlar tanto que nos auto-asfixiamos y nosotros mismos generamos una malla de amargura. No vemos, ni queremos ver, otra cosa que aquella que confirme nuestra posición.
No siempre salen las cosas según nuestro planteamiento, lo que no significa que no salgan de la mejor forma.
No siempre nos dejamos querer ni acompañar en el dolor. Al contrario, encubriendo nuestra vulnerabilidad, nos lanzamos –compromiso en ristre y sonrisa formal– a salvar a quien no necesita serlo, justificando así nuestro papel en el mundo. La autosuficiencia nos envalentona y nos aleja de lo que en verdad necesitamos.
No siempre confiamos, y ahí radica gran parte de nuestro sufrimiento.
No siempre nos salen motivos de agradecimiento, pero siempre, siempre, siempre, los hay.
No siempre vemos lo que tenemos delante de los ojos. No siempre entendemos.
ResponderEliminarMe veo muy identificado en este texto y la mayor parte de las veces no sé cómo actuar, estoy perdido.
ResponderEliminarJF
Mi vida es asi, tal cual....
ResponderEliminarLa mía, parecida.
ResponderEliminarMe identifico prácticamente con toda tu fabulosa exposición Mª Elena
ResponderEliminarLa foto de Jesús me encanta, para Pepi ha unido; belleza y originalidad.
"No siempre salen las cosas según nuestro planteamiento, lo que no significa que no salgan de la mejor forma." Muy cierto, a veces lo que vemos como una desgracia, y nos hace sufrir absurdamente, es en realidad un regalo de la vida que todavía no hemos abierto. Gracias Maria Elena, tus escritos son siempre valiosos regalos.
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