El que da, no debe volver a acordarse;
pero el que recibe nunca debe olvidar
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domingo, 24 de febrero de 2013

SE AVECINAN CAMBIOS





Brotando. Fotografía Jesús Aguado

Y puede que no los queramos. Y puede que nos den miedo. O puede que los estemos esperando con ilusión e impaciencia. En cualquier caso los cambios llegan independientemente de nuestros deseos.

A veces he encontrado a personas con mucho miedo al cambio. Gente que se aferra a un clavo ardiendo, aunque se queme, por no decir adiós a lo viejo y estar dispuesta a recibir lo nuevo. Su inseguridad les hace creer que cualquier cosa conocida es mejor que lo que vaya a venir. Cierran los ojos y la escucha a la realidad y se refugian en el pasado. Cuando quieren darse cuenta, esos principios o situaciones o personas a las que se han agarrado con todas sus fuerzas están deshechas en medio de la nada. Y los temerosos descubren que entre sus dedos no hay más que polvo de lo que un día fue su seguridad, porque todo a su alrededor ha ido cambiando aunque ellos no han querido verlo.

También he encontrado a personas que por no enfrentarse a las dificultades y a los problemas cambian continuamente. En su huída desesperada de cualquier conflicto cambian de amigos, de casa, de trabajo de ciudad.... Antes cambiar que aceptar lo que no gusta. Los cambios son su salvación, si la huída puede considerarse como tal.

Parto de la base de que los cambios son inevitables – por mucho que nos guste el verano, o la luz del día ¿podemos retrasar la llegada del invierno o la oscuridad de la noche?- con lo cual, lo mejor que podemos hacer es aceptarlos tal como vengan y adaptarnos a ellos con nuestra mejor disposición.

Siempre lo nuevo tiene un punto atrayente y un inicio de aprendizaje. Y lo viejo no habrá sido en balde. Forma parte de nosotros y nos deja sus enseñanzas. Quedémonos con ellas y permitámonos fluir.


La Escribana del reino
M.E.Valbuena

sábado, 23 de febrero de 2013
viernes, 22 de febrero de 2013

¿QUÉ ESTOY HACIENDO CON MI VIDA?



Escrito a pie de obra, desde los grupos de autoayuda: ¿Qué estoy haciendo con mi vida?

Hay una persona a la que quiero mucho, que hace tiempo me dijo que yo no tenía problemas y por eso tenía una alta autoestima. Quizá tenga razón. Actualmente tengo un trabajo que no me quita mucho tiempo ni me da preocupaciones excesivas. Cuento con mucha gente que a la que quiero, me quieren y los tengo cerca. Vivo en un buen piso, en un barrio que me ofrece buenas oportunidades de ocio, y además no tengo que cambiar de hogar ni de ciudad desde hace mas de dos años. Esto no ha sido así siempre.

De pequeño me educaron mis padres, el colegio y la sociedad, en el seno de una familia acomodada de 4 hermanos, en un colegio que se puede clasificar de los mejores de León, al menos desde el punto de vista de las personas acomodadas, y en una sociedad perteneciente al primer mundo. El punto de partida ha sido bueno, no me puedo quejar, pero el camino por el que he transitado hasta llegar a lo que soy no fue ni fácil ni llano.

Nací con un defecto en la pierna, pues al dar a luz mi madre salí con los pies por delante y al dar un tirón el médico me interrumpió el crecimiento en una pierna, con lo cual llevé aparatos ortopédicos hasta los 8 años, lo que no me permitía hacer con soltura las actividades de esa edad.

Años después comencé a correr, y no he dejado de correr, cuando el tiempo me lo ha permitido. Nunca he ganado ninguna carrera, nunca he competido, pero siento una gran satisfacción cada vez que salgo a correr, entre otras cosas porque compito contra mí mismo.

En el colegio no destacaba en nada, ni en el deporte, ni en los estudios. Era bastante nervioso y uno más del montón, pero desarrollé con el tiempo un extraño afán de superación, y una inquietud por hacer de este mundo algo mejor a través de mis actos.

A los 16 años, los amigos del barrio comenzaron a consumir drogas. Primero alcohol, luego porros, después anfetas, hasta llegar a la heroína. Yo me quede tímidamente en los porros, y cambié de amigos, no sin antes ver en lo que se quedaba aquello: un montón de desastres de salud y problemas que iban desde la hepatitis a la delincuencia.

A veces creo que no sé cómo me libré, pero unos padres a los que hice un poco de caso y una búsqueda de pasarlo bien por otros medios, y con otra gente, me hizo remontar a un nuevo mundo lleno de posibilidades. Conocí en el instituto a los amigos que después de más de 20 años forman aún una parte muy importante de mi vida y que me han querido, sobre todo, que me han apoyado siempre, que fueron fundamentales para encauzar mi nueva situación . Uno de ellos en una ocasión me dijo con fuerza y decisión que yo no era un perdedor. Desde entonces, nunca más me compadecí por lo que había vivido y decidí totalmente dejar mi experiencia con aquellos amigos anteriores atrás, y me concentré en ser voluntario en el mundo de la prevención de drogas, hasta terminar la carrera.

Mis padres quisieron a toda costa que hiciera una carrera, en concreto, la misma que había hecho mi padre. A mí no me llamaba en especial la atención, pero suspendí la Selectividad y decidí guiarme por su consejo. Años más tarde, esta lucha se convirtió en una lucha constante. Me costó muchísimo esfuerzo personal sacarla, y luego durante mi vida laboral sufrí mucho a causa de unos objetivos que no me sadisfacían, de unas responsabilidades que me afectaban más personalmente que los que conlleva un trabajo, y desarrollaron en mi una personalidad desarraigada, independiente, sin ideales, mercenaria y hasta vagabunda. Lo único que buscaba era sobrevivir, pero no ser feliz. Con unos horarios eternos, unas misiones difíciles (estuve en varias empresas que había que sacar de números rojos), y un trato cuanto menos asocial, sobreviví. Incluso gané bastante dinero.

Pero un día surgió la pregunta: ¿Qué estoy haciendo con mi vida? Cuando surgió la mínima oportunidad de emprender el camino a casa no lo dude, y así volví a León, al lugar que a veces dejó de ser mi hogar, regresé junto a mi familia y mis amigos, pasando de ser "Juan sin Tierra", a reencontrarme con todo, con mi vida.

No ha sido fácil adaptarme. Venzo cada día los miedos y los problemas de pensar si llevo la dirección indicada. La consecuencia de tantos años de soledad implica reacomodarse a tanto tiempo, a tanta gente y a tantos nuevos pensamientos... Pero creo, por encima de todo, estar haciendo lo correcto, y volver a darme esa oportunidad que me había negado durante tantos años, de merecer lo mejor y de atreverme a venir a buscarlo.

He vuelto a un punto de partida con la ilusión de que no importa lo que ocurra: importa lo que puedes hacer con lo que ocurra.

                                                José M., desde los grupos de autoayuda
 

jueves, 21 de febrero de 2013

LA DISOCIACIÓN




LOS MECANISMOS DE DEFENSA: La disociación


Los mecanismos de defensa son las estrategias psicológicas inconscientes e involuntarias que los seres humanos utilizamos como respuesta a un acontecimiento interno o externo intenso, estresante, que produce angustia. La persona se siente amenazada y reacciona para tratar de mantener el equilibrio. Con ello se trata de minimizar las consecuencias dolorosas de ese hecho. El propósito de los mecanismos de defensa del yo es proteger a la persona de la ansiedad o de sanciones sociales y/o para proporcionar un refugio frente a una situación a la que uno no puede hacer frente por el momento.

En general todos los mecanismos de defensa, que utilizamos desde la infancia, nos hablan de problemas ocultos, problemas sin resolver que merecen nuestra atención y consideración.

Los mecanismos de defensa alivian la ansiedad pero lo hacen negando o distorsionando la realidad. No la afrontan cara a cara. Le dan la espalda.

¿Cómo reacciono ante un acontecimiento estresante que me provoca angustia?.


10.- La disociación.

A través de esta defensa se consigue que los aspectos de la personalidad que resultan insoportables, se rechacen y se coloquen en compartimentos estancos del psiquismo, favoreciendo la división interna. Vivir disociados es lo mismo que vivir divididos, fragmentados, escindidos. Es lo contrario de vivir integrado, unificado.

El caso típico de disociación nos lo presenta la novela de Stevenson, que recoge la historia entre el doctor Jekill, un médico entusiasmado con la investigación y mister Hyde, un psicópata asesino. En la doble personalidad los compartimentos están tan escindidos y separados que la personalidad primaria del doctor Jekill desconoce por completo la existencia y las actividades de la personalidad secundaria, mister Hyde. Hay verdadera amnesia entre las personalidades disociadas.

A través de este mecanismo las personas viven con profundas incongruencias, con profundas contradicciones.

La disociación es una respuesta defensiva evasiva – una huida psicológica- que suele tener de fondo ciertos traumas o situaciones de estrés (orgánicos o psicológicos, o ambos), que al individuo le resultan intolerables. Es un mecanismo psicótico que se encuentra también en la neurosis histérica (tipo disociativo) o en personalidades “borderline” (casos límite entre neurosis y psicosis)

Ejemplos:

- Amnesia respecto a un abuso sexual en la infancia

- La doble vida de algunas personas: una oficial, adecuada al status y otra totalmente opuesta, a través de la cual expresa todo lo que reprime o lo supone un conflicto. Estas personas pasan de una faceta a otro sin resistencia alguna, sin lucha interna y sin reflexión. Ej. El político conservador que se opone visceralmente aborto y su mujer aborta en otro país; el sacerdote defensor a ultranza de la castidad y que convive abusando de menores o visitando burdeles.

Un día el mecanismo de la doble vida dejará de funcionar y la persona tendrá que afrontar su verdadera realidad.

Lo negativo forma parte de nosotros mismos. Si uno lo niega, lo obvia, lo rechaza y lo trata como si fuera un algo monstruoso y lo mete en el desván, acabará saliendo de alguna manera. Por ello es fundamental integrar toda nuestra personalidad, con todas las caras y asumir aquel dicho clásico: “sé tú mismo, no importa lo que seas”.

Amigo bloguero, te animamos a que escribas en “comentarios” alguna experiencia tuya o conocida por ti de la disociación .

La redacción del blog

miércoles, 20 de febrero de 2013

¡¡PADRES MALOS!!



Gabriel, nieto de Puri y Jesús: ¡¡guapo!!

El siguiente texto fue entregado por el profesor de Ética y Ciudadanía de una escuela de Brasil, el Sr. Roberto Candelori, a todos los alumnos de su clase, para que lo entregasen a sus padres. La única condición solicitada por el profesor fue que cada alumno permaneciera al lado de sus padres hasta que ellos terminaran la lectura.

El texto fue publicado recientemente debido a lo ocurrido en Brasil, las muertes estúpidas de Tarcila Gusmao y Maria Eduarda Dourado, ambas de 16 años, en Maracaípe, Porto de Galinhas.

Después de 13 días de desaparecidas, las madres confesaron desconocer a los dueños de la casa donde sus hijas habían ido a pasear el fin de semana.

La tragedia acaparó la opinión pública y el crimen aun permanece sin respuesta.

PADRES MALOS

" Un día, cuando mis hijos estén lo suficientemente crecidos para entender la lógica que motiva a los padres y madres, yo habré de decirles:

* Los amé lo suficiente como para haberles preguntado a dónde iban, con quién iban ya a qué hora regresarían.

* Los amé lo suficiente para no haberme quedado callado y para hacerles saber, aunque no les gustara, que aquél nuevo amigo no era buena compañía.

* Los amé lo suficiente como para haber permanecido de pie dos horas, junto a ustedes, mientras limpiaban su cuarto, tarea que yo habría hecho en 15 minutos.

* Los amé lo suficiente para dejarles ver además del amor que sentía por ustedes, la decepción y también las lágrimas en mis ojos.

* Los amé lo suficiente para dejarlos asumir la responsabilidad de sus acciones, aún cuando las penalidades eran tan duras que me partían el corazón.

* Y ante todo, los amé lo suficiente para decirles NO, cuando sabía que ustedes podrían odiarme por eso (y en algunos momentos sé que me odiaron).

Si, nuestros padres eran malos. Eran los padres más malos del mundo….Los otros chicos comían golosinas en el desayuno y nosotros teníamos que comer cereales. Los otros chicos bebían gaseosas y nosotros comíamos frutas y verduras. Mamá y Papá insistían en que le dijéramos con quién íbamos a salir, aunque demoráramos una hora o menos. Ellos nos insistían para que le dijéramos siempre la verdad. Y cuando éramos adolescentes, no sé cómo, hasta conseguían leernos el pensamiento. Nuestra vida si que era pasada!!!

A los 12 años todos podían volver tarde por la noche, nosotros tuvimos que esperar como hasta 16 o 17 años para poder hacerlo, y aquellos pesados se levantaban para saber si la fiesta había estado buena (sólo para ver en qué estado nos encontrábamos al volver).

Por culpa de nuestros padres, nos perdimos inmensas experiencias en la adolescencia. Ninguno de nosotros estuvo envuelto en problemas de drogas, actos de vandalismo, violación de la propiedad, ni estuvimos presos.

TODO FUE CULPA DE ELLOS !!!! Ahora que somos adultos, honestos y educados, estamos haciendo lo mejor para ser PADRE MALOS, como fueron nuestros padres.

YO CREO QUE ESTE ES UNO DE LOS MALES DEL MUNDO DE HOY: NO HAY SUFICIENTES PADRES MALOS !!!!
martes, 19 de febrero de 2013

¿POR QUÉ NO HACERLO CUANDO ELLO NOS LIBERA?





Son ya varios los cursos que llevo hechos aquí en el Teléfono, y en cada uno de ellos he aprendido una cosa diferente, las cuales me han servido, bien para cambiar ciertos comportamientos que no me gustaban pero aún así no tomaba o no sabía tomar medidas para cambiarlos, o bien para afrontar con otra actitud ciertos aspectos de mi vida o situaciones difíciles, a las que me enfrento con más regularidad de la que quisiera.

Una de esas cosas la he visto en este último curso de Crecimiento Personal, y la considero de suma importancia por lo trascendental que resulta en muchos casos y la repercusión que conlleva, pues para mí así ha sido, se trata de la experiencia del perdón, que no deja de ser todo un reto para muchos de nosotros.

Fue en Valladolid en una de las dinámicas de grupo que propuso María Guerrero, donde empecé a experimentar por primera vez en mi vida yo creo, el alivio, el descanso y la sensación de paz interior, que para mí supuso perdonarme primero a mí mismo ciertas cosas del pasado, y segundo perdonar a ciertas personas que debido a sus comportamientos, me habían hecho muchísimo daño tiempo atrás.

Durante mucho tiempo había pensado que sería imposible poder perdonar totalmente a una persona la cuál como dije antes, me hizo muchísimo daño, pero pensándolo bien, ¿para qué sirve llevar todo ese rencor dentro de ti, todo ese resentimiento?, solamente para una cosa, para revivir una y otra vez todos aquellos episodios los cuales yo quería olvidar, por tanto la mejor opción es perdonar.

Este curso ha resultado ser algo diferente a los que yo había hecho anteriormente, debido entre otra cosas al número de personas que lo formábamos, 13 más el coordinador, lo cual no quiere decir que haya sido una mala experiencia sino todo lo contrario, ha resultado interesante y enriquecedor por la variedad de testimonios que ha habido y la intensidad que se ha reflejado en alguno de ellos.

Por otra parte, referente a los temas de estudio del seguimiento, tengo que decir que yo fui uno de los que se quejó y protestó por no resolverse en algunas sesiones, las preguntas tal cual estaban planteadas en el cuestionario, pero es cierto que seguir el guión propuesto según viene de Murcia para la resolución de algunos temas, aunque ello implique no hacer uso de lo que se trae escrito de casa y te descoloque un poco, no deja de ser otra forma distinta de afrontar el tema a tratar, la cual resulta en ocasiones más natural, intuitiva y con la que afloran a veces los verdaderos sentimientos, es por ello que lo considero muy positivo a pesar de mis quejas iniciales.

No podría despedirme sin mencionar la incansable labor de escucha y dialogo por parte de Esther, coordinadora en este curso, la cual por su simpatía e implicación ha resultado ser como una compañera mas del grupo, y cómo olvidar a Geles, otra coordinadora que sólo estuvo una o dos sesiones con nosotros pero de la que guardo un grato recuerdo por su atención y entrega, pues la tuve de coordinadora en el grupo pequeño de Valladolid, y por supuesto muchísimas gracias a todos mis compañeros a los que he visto durante 12 semanas, por la paciencia que han demostrado en algunos casos y el apoyo recibido.

Marcos Díaz.
lunes, 18 de febrero de 2013

¿HOJA DE RECLAMACIONES U HOJA DE AGRADECIMIENTO?





Hace unos días cenando con unos amigos surgió el tema de la necesidad de protestar, y dejarlo por escrito, cuando nos sintiéramos maltratados por un dependiente, un médico o cualquier funcionario. Alguien enfatizó la necesidad de exteriorizar nuestro malestar cuando algo nos molestara, pues esto potenciaba nuestra autoestima y fortalecía nuestros derechos ante los demás. La conversación derivó en mil y un ejemplo en los que los comensales expresaban su “valentía” al haber protestado ante el retraso del autobús, la atención en la consulta médica y en muchas más situaciones. Parecía como si el que más protestara o denunciara fuera más auténtico, más poderoso o más persona. En un extremo alejado de la mesa una mujer que hasta ese momento no había abierto la boca, dijo de forma sencilla: “Por mi parte, cuando acudo a un centro comercial o a un taller o a un hospital, etc. siempre que me siento bien atendida procuro recompensar a mi interlocutor con una sonrisa y además después hago una llamada al Servicio de Atención al Cliente del centro para expresar mi agradecimiento…” Se produjo un tenso silencio como si un extraterrestre hubiera entrado en la sala.

Hoy al recordar esta anécdota considero que hemos pasado de un asumir todo lo que nos ocurre (no protestar por nada, propio de una sociedad dictatorial) a protestar por todo (en una sociedad democrática). Esto último, considero que es sano: ser capaz de protestar y denunciar cuando consideramos que nuestros derechos han sido pisoteados, pero recordando la cena con mis amigos, considero que el mundo sería mejor, si junto a la Hoja de reclamaciones existiera una Hoja de agradecimiento, por el buen trato recibido.

Es más, imaginaos como sería el mundo si en la familia, en el trabajo, en la relación con los amigos, en el contacto diario con el panadero, carnicero o el barrendero de nuestro barrio, por poner solo unos ejemplos, existiera una Hoja de agradecimiento por la buena comida que nos ha sido preparada, o por la sonrisa con la que nos vende el periódico o la carne o el pescado o por lo limpia que está la calle, por poner solo unos ejemplos. Estaríamos en un mundo más humano.

Al finalizar la cena, donde había sido tratado con gran profesionalidad y con gran amabilidad, miré a nuestro camarero y con una gran sonrisa exclamé: “Gracias, por su agradable atención”. Entonces pensé que la revolución de la Hoja de agradecimiento había comenzado.


Alejandro Rocamora Bonilla
Psiquiatra

domingo, 17 de febrero de 2013

AMANECER


Amanecer. Fotografía, Jesús Aguado
A algunos de los que estamos obligados a madrugar más de lo que quisiéramos el invierno nos pesa, y mucho. Esos negros amaneceres y esas largas y oscuras tardes acortan la vista y la vitalidad.

No sé si a los demás les ocurre, pero a mí me entristece salir de noche por las mañanas, llegar al trabajo también de noche y regresar a casa, en algunos casos, igualmente de noche. Me entristece y me resta optimismo.

Por eso, desde que hace unos días empiezo a vislumbrar el horizonte rojo del amanecer por el Este, camino del trabajo, y llego a él de día, las mañanas me parecen más llevaderas y los quehaceres más livianos.

Ver amanecer es ver nacer el día, ver que poco a poco la luz se va imponiendo a la oscuridad, pasar del negro al rojo, de éste al naranja y finalmente al blanco. Y ello me aporta serenidad y esperanza.

Es como si creyera que lo peor ya está pasado. Que con la luz los fantasmas se van y no asustan. Que las cosas con luz y a las claras son más fáciles de abordar y las soluciones más rápidas en aparecer. Me tranquiliza pensar y comprobar que no hay noche, por larga y oscura que sea, en que no amanezca; que no hay mal tiempo que no acabe; que no hay problema sin solución.

Y tarareo mientras tanto la canción de Luz: “Quiero ver el rojo del amanecer. Un nuevo día brillará. Se llevará la soledad…”

La Escribana del reino
M.E.Valbuena

sábado, 16 de febrero de 2013
viernes, 15 de febrero de 2013

LA REGRESIÓN




LOS MECANISMOS DE DEFENSA: La regresión

Los mecanismos de defensa son las estrategias psicológicas inconscientes e involuntarias que los seres humanos utilizamos como respuesta a un acontecimiento interno o externo intenso, estresante, que produce angustia. La persona se siente amenazada y reacciona para tratar de mantener el equilibrio. Con ello se trata de minimizar las consecuencias dolorosas de ese hecho. El propósito de los mecanismos de defensa del yo es proteger a la persona de la ansiedad o de sanciones sociales y/o para proporcionar un refugio frente a una situación a la que uno no puede hacer frente por el momento.

En general todos los mecanismos de defensa, que utilizamos desde la infancia, nos hablan de problemas ocultos, problemas sin resolver que merecen nuestra atención y consideración.

Los mecanismos de defensa alivian la ansiedad pero lo hacen negando o distorsionando la realidad. No la afrontan cara a cara. Le dan la espalda.

¿Cómo reacciono ante un acontecimiento estresante que me provoca angustia?.

10.- La regresión.

La regresión es un mecanismo de defensa a través del cual las personas vuelven a utilizar comportamientos o reacciones ya superadas en etapas muy anteriores de su propio desarrollo.

No hay que olvidar que esta defensa surge ante situaciones que a la persona le provocan estrés o angustia o le suponen una amenaza. La vuelta hacia etapas pasadas envuelve a las personas en una esfera de seguridad y protección.

De esta forma los problemas no se resuelven, al contrario regurgitan nuevamente y de la forma más inesperada.

Son múltiples los ejemplos de esta defensa. Algunos botones de muestra:

• Con el nacimiento de un hermano es frecuente que el príncipe o princesa destronada vuelva a chuparse los dedos, a hacerse pis, a querer mamar o adoptar conductas ya superadas para atraer la atención de los padres.

• Joven que se casa y a la primera frustración o bronca con su pareja regresa a la casa paterna a buscar calor,seguridad y comprensión, en vez de afrontar sus problemas de pareja.

• Las pataletas, cambios de humor, malas contestaciones de adultos que no soportan no ser el centro de atención en cualquier reunión o encuentro, porque les produce malestar pasar desapercibidos.

• Joven que regresa a casa después de sus estudios universitarios fuera del domicilio de los padres y se comporta que no supiera hacer nada, de forma totalmente dependiente de sus progenitores.

Amigo bloguero, te animamos a que escribas en “comentarios” alguna experiencia tuya o conocida por ti de regresión conocidos por ti.


La redacción del blog

jueves, 14 de febrero de 2013

ENAMORARSE




En vísperas del día de los enamorados este blog se fue a dar un paseo por las calles que acompañan el Río Bernesga en la ciudad de León. Las pintadas anunciaban que estaba cerca este día 14 de enero.




 
Enamarse siempre trastoca y deja a uno bailando alegremente con la vida.

Es un momento para gozar y dfisfrutar. Un milagro de la vida. Ya sabemos que pasajero.

Necesario. Tanto que hay que gritarlo y escribirlo en las paredes de nuestras ciudades.

Amigos/as de este blog. ¿Cuáles son vuestros amores?. ¿Qué te parece si los compartes y los escribes en nuestra pizarra de comentarios?.
 

miércoles, 13 de febrero de 2013

LEO: LA VIDA CEDE ANTE LOS ANIMOSOS Y LOS VALIENTES




Era verano, concretamente el mes de julio de hace diez años. La tarde-noche animaba al paseo y a la animada conversación por la ciudad. Nunca sabré qué fue lo que llevó esa tarde mis ojos hacia una de las ruedas de un coche aparcado en la otra acera. Aparentemente nada reclamaba mi atención, pero allí dirigí mi mirada y me encontré con el par de ojos azules más brillantes y bonitos que había visto nunca. Un asustado y escuálido cachorro felino me miró en ese momento y comenzó un lánguido y triste maullido. Me fascinó aquella indefensa criatura que se escondía en aquella rueda y, obedeciendo a otro extraño impulso, crucé la acera y me acerqué con cuidado, llamándole. Él se escondió un poco más, pero a ver mi llamada amistosa, poco a poco se fue acercando, hasta que lo tuve olisqueando mis dedos. Era un cachorro completamente blanco, a excepción de las orejas y ligeras manchas de color crema en la cola, y con unos ojos azules impresionantes. Evidentemente no era un gato callejero. Evidentemente había sido abandonado y presentaba signos de haber sufrido algún tipo de mal trato a pesar de su corta existencia. Sin embargo, a pesar de haber conocido lo más cruel del ser humano, confió de nuevo en esa extraña especie que es la nuestra y permitió que lo cogiera en brazos para llevármelo a casa.

Fue en el mes de julio, a finales, muy cerca del día de mi cumpleaños. Fue sin duda un regalo de la vida que acogimos en la familia y que bautizamos con el signo que correspondía a esa época del año: Leo.

Desde el primer día el animal se mostró encantado. Con las debidas visitas al veterinario y los buenos cuidados, recuperó la planta que le correspondía por naturaleza y comenzó a convertirse en un gato bello y arrogante. Y es que Leo, a pesar de poseer una bondad y una ternura insólita en un felino, conserva esa libertad propia de los de su raza. Libertad que en su caso se traduce en una curiosidad sin límites y en un afán exploratorio que ya quisieran para sí muchos pioneros de la Historia. Convirtió la casa en jardín de juegos. Vencida la primera debilidad y alcanzada la salud óptima, se lanzó a oler, investigar, descubrir y jugar con todo lo que se le pusiera por delante. Pronto se hizo evidente que había que apartar de su alcance multitud de objetos susceptibles de ser destrozados por su empeño travieso y también pronto fue necesario ponerle ciertas restricciones, con broncas incluidas, que, si bien moderaron un poco su carácter inquieto, no detuvieron su impetuoso empeño.

Nadie sabe lo que guarda en esa preciosa cabecita, pero, a su manera, Leo ha tenido siempre objetivos… ¡sueños de gato!. Y esos “sueños” consisten en conocer, descubrir, explorar y jugar. Y la terquedad humana en conservar intactos ciertos objetos materiales no ha detenido nunca su empeño juguetón. Su única frontera insalvable fueron los cajones y los armarios. Pero incluso esa frontera fue derrotada cuando sus patas le proporcionaron la suficiente fuerza. Aquellos artilugios de madera que se interponían entre los tesoros que imaginaba detrás y él, cedieron en cuanto encontró la forma de abrirlos para acceder a su interior. Las amonestaciones sólo servían cuando estaba acompañado, pues en cuanto se quedaba solo no había cajón o pequeña puerta que quedara a salvo de sus ataques, con el consabido despliegue de objetos por el suelo.

Hubo que recurrir a una solución drástica: sellar puertas y cajones con esos cierres que la humana inteligencia inventó para los niños. ¿Sirvió esto  para algo? Evidentemente Leo se encontró de pronto con un muro aparentemente insalvable y su decisión fue vencer ese muro. Cada noche, durante horas nos mantenía en vela el estruendo que producía en puertas y cajones sus denodados intentos por abrirlos.

Cualquiera pensaría que tras varias noches de inútiles intentos le acabaría pasando lo mismo que aquel elefante del cuento que acostumbrado a permanecer atado a una estaca de pequeño, crece creyendo que jamás podrá deshacerse de esa condena. Pero Leo no es el elefante del cuento. Lo intentó de forma insistente y casi obsesiva muchas noches y al ver que el obstáculo se mantenía renunció a la obsesión, desde luego, pero jamás al sueño. Hace tres años que tuvimos que blindar la casa de cierres “anti-Leo”, pero cada noche, inasequible al desaliento, el gato travieso, inspecciona cajón por cajón, puertecilla por puertecilla, sin duda con la esperanza de encontrar un cierre sin echar o que se encuentre en un estado más débil que el resto. Sin duda Leo tiene presentes en su pequeña cabecita todos los “tesoros” que encierran esos malditos cierres e insiste sin desanimarse porque  sabe que finalmente la vida cede ante los animosos y los valientes.

Yo quiero ser como Leo. Este increíble animal es un gran ejemplo de vida, pues los seres humanos nos parecemos más a elefante triste que permanece amarrado a su minúscula estaca, olvidando que hay otros caminos, otras aptitudes; olvidando que los muros o los cierres entre nuestros sueños y nosotros pueden ser defectuosos, débiles o incluso la vida puede olvidarse esa noche echarlos.

Yo quiero ser como Leo y seguir insistiendo, probando cada puerta, cada cajón porque quizá, quién sabe…

Yo quiero ser como Leo y saber, desde lo más profundo que la fortuna está siempre del lado de los que se arriesgan e insisten.

Mª José
martes, 12 de febrero de 2013

¡QUÉ PERRA CON EL BACINILLA!



Anoche tuve un sueño. No era al estilo de Luther King frente al capitolio: “Mi sueño es que un día, en las amarillentas colinas de Georgia, los descendientes de los esclavos de otrora y los de sus antiguos propietarios se encuentren juntos, sentados en la mesa de la fraternidad..”. No. no, era algo más prosaico y liviano.

Aparecía en escena un hombre con cara de boxeador y vestido de yuppy. Manejaba una amplia y generosa chequera que iba repartiendo entre allegados, conocidos, sabelotodos y detentadores del poderío. Un fiel escribiente iba anotando en una libreta roja: “a éste mil, al otro quince mil, al más alto cincuenta mil..” y así hasta terminar una mañana agotadora entre apretones de manos y sonrisas forzadas. Todos parecían estar conformes con el reparto y el que no lo estaba se le extendía un segundo cheque con un par de decimales más. No había voces discrepantes. El clan permanecía unido.

Cuando estaba empeñado en descubrir la cara de ese personaje fuerte y poderoso, alguien al oído me dijo que era un tal Badanas o Barcias, al que apodaban el bacinilla o el orinal, por eso de que los cheques los sacaba de tal recipiente y eran todos marrones, pero auténticos como los del Banco España.

Cuando se lo conté a mi vecina, me dijo: “Pues puestos a soñar, mejor con la María Dolores o con la Peñépole, pero ¿mira que soñar con un tipo tan feo?. A mi me provoca algo de escalofríos...”. Por eso duerme con patucos, pensé para mi.

Mi vecina tiene razón y así se lo dije a mi inconsciente, pero éste ufano y atrevido me contestó: ¿Es que te quieres cargar en un momento el primer principio de la revolución francesa, que es la libertad?. ¡Dios me libre, le contesté, tú sigue soñando lo que quieras o yo sacaré mis propias conclusiones.

A lo que iba. El tal bacinilla salía a la calle como en plan chulesco. Le esperaba un coche de alta gama, con su respectivo chofer con gorro de plato y de plata. ¡A Suiza!, le decía. ¿Cuántos orinales llevamos esta vez?,le preguntaba el conductor. “Los diez que me han sobrado”, le replicaba, “que hoy ha habido muchas visitas de alta construcción”.

Los de la tribu del bacinillas se jactaban de tener con ellos hombre tan listo, respetable y embaucador. “Es el mejor recaudador de impuestos extraoficiales que existe allende los mares”. Con él corría el champán y los dispendios: “no hagas con dos lo que puedes hacer con cuatro y al que le pueda sacar diez no le saques ocho. Que ya vendrán tiempos peores”. ¡Qué prohombre!.

Estando casi al despertar le vi sentado en la parte más noble y amplia de un avión. Repartía billetes y fiestas de cumpleaños, confetis y gominolas. Y el pueblo abajo, rodeaba el avión, las pistas de despegue, los alrededores del aeropuerto, pidiendo trabajo y poco más. A él se le oyó decir a su jefe: “Cada vez nos cuesta más acallar la voz del populacho y nos es más caro arrancar su voto. No se conforman con mecheros, bolígrafos, camisetas, que piden un trabajo y bien remunerado. Algunos exigen que firmemos nuestros compromisos ante un notario. ¡No sé que tendremos que hacer!”.

A mi daba por escupir y vomitar y tantas veces lo hice que rompí la cadena del water. Sería por la rabia y la ira acumulaba en los riñones. Como dicen los del Teléfono de la esperanza que lo que no se saca se pudre dentro, pues yo, dócil de mi, a echar a fuera a patadas mi malestar. Que no es poco.

Uno de estos días, al encender la televisión, descubrí que el Barcias ese ocupaba toda la pantalla y que su Jefe, algo desmejorado y canoso por tanto granizo como está expectorando el cielo, murmuraba para sus dientes: “Nunca, hasta no se sabe cuando, hablaré una mal palabra de este hombre”. ¡Qué forma de hablar!.

Vuelvo a mi vecina y a su último consejo: “¡Qué así no vamos bien, vecino!. La próxima vez sueña conmigo, tontorrón”.

“Sí, le dije, contigo o con Luther King”.

V.T.M.

lunes, 11 de febrero de 2013

DESPERTAR


Para despertar, busca toda la ayuda que puedas, lee los libros que encuentres, asiste a los encuentros que te inviten, medita, respira y espera. Todo ayudará…, pero finalmente solo tú harás la alquimia, pues nada puede precipitarla, solo tu intención de que suceda. Y aún si no hicieras nada de nada, espera tranquilo, igual ocurrirá...

Si ya has despertado y ves cómo duermen los demás a tu alrededor, entonces camina en puntillas, respeta su sueño y descubre la perfección de sus propios tiempos, así como fueron perfectos los tuyos.

Cuando ellos abran sus ojos, el fulgor de tu brillo los ayudará a despertar sin necesidad que hagas nada. Si aún duermes, relájate y disfruta tu sueño, estás siendo arrullado y cuidado.

Despertar no es un acto de magia, aunque llenará de magia tu vida.

Despertar no tiene nada que ver con tu mundo externo, aunque todo lo que te rodea parecerá tener un nuevo brillo.

Despertar no cambiará tu vida, si bien sentirás que todo ha cambiado.

Despertar no borrará tu pasado, pero al mirar atrás lo percibirás como la historia de alguien muy querido que aprendió muchas cosas, y sentirás que ese alguien ya no eres tú.

Despertar no despertará a tus seres queridos, pero ellos se verán mas divinos ante tus ojos.

Despertar no sanará todas tus heridas, pero ellas dejarán de gobernarte.

Despertar no solucionará tu situación financiera, pero te sentirás millonario.

Despertar no te hará más popular, pero ya no volverás a sentirte solo.

Despertar no te embellecerá ante los ojos de los demás, pero te hará perfecto ante tu propia mirada.

Despertar no te dará mas poder, pero descubrirás el poder que tienes.

Despertar puede que no disuelva los barrotes de tus cárceles, pero te dará la libertad de ser tú mismo.

Despertar no cambiará el mundo, te cambiará a ti.

Despertar no quita responsabilidad, muy por el contrario te dará conciencia de las consecuencias de tus actos y elecciones.

Despertar no te hará tener siempre la razón, más bien ya no sentirás deseos de tenerla.

Despertar no traerá caudales de amor a tu vida, descubrirás que ese caudal habita en ti.

Despertar tiene poco que ver con lo que imaginas y tiene todo que ver con el amor.

Despertar es amarte a ti mismo, con tus límites y con tus experiencias, es amar al otro como parte de tu ser y es amar a la existencia... Sí, amar esta bella vida tan sorprendente y variada en todos sus matices.

Permítete disfrutar de la experiencia de ser el maravilloso Ser que ya eres. Tu vida es un acto sagrado pues es la creación del Dios que hay en ti.

(Anónimo)
domingo, 10 de febrero de 2013

UNA OBSERVACIÓN





El otro día amaneció nevando en mi ciudad. Era una nieve suave y floja que, a todas luces, no iba a cuajar. Salió el sol. Y no cuajó.

Volvió a nevar, esta vez con más fuerza. Copos grandes y algodonosos que iban acumulándose y dando una tonalidad blanca a las calles y los tejados. Pero volvió a salir el sol. Y volvieron a disolverse las manchas blancas de nieve.

De nuevo el cielo se encopetó, tapó al sol y escupió nieve con mucha más fuerza y en mayor cantidad. Esta vez parecía haber ganado la partida. Los prados, jardines, árboles y tejados ya estaban cubiertos y los copos de nieve, cayendo alocados y espesos, dificultaban la visión. Finalmente apareció el sol y su calor disolvió lo que parecía que ya estaba instalado.

¿A dónde quiero llegar con todo esto?

A que el calor puede con la nieve, por dura, espesa y fría que ésta sea. Aunque hubiera cuajado más y hubiera cubierto todo de blanco la fuerza del sol habría acabado fundiéndola.

Del mismo modo que el calor del cariño, la aceptación incondicional y el sentimiento de sentirse querido acaban fundiendo las resistencias internas y los bloqueos personales que nos aíslan y nos dañan.

Una vez escuché a un médico decir que, para la salud anímica, era más eficaz una sonrisa y un abrazo que una pastilla. Tal vez parezca exagerada la afirmación, pero todos los que nos sentimos queridos sabemos la fuerza y el calor que proporciona este sentimiento. Más que cualquier otra cosa.

Si sentimos frío, si la nieve acampa en nuestra alma, si nuestro interior es un paisaje inhóspito y helado, dejémonos calentar por el calor del sol, dejémonos disolver por su luz, dejémonos querer.

La Escribana del Reino
M.E.Valbuena

sábado, 9 de febrero de 2013

YA ESTÁN AQUÍ LAS CIGÜEÑAS






Por San Blas volvieron las cigüeñas.

El 3 de febrero.

Y este blog es testigo de que así fue 

¿Volverá el trabajo a ser de todos

y la honradez al alma de cada uno?

¿La esperanza a no ser incierta?
 


Si pinchas en las fotografías las verás mejor
viernes, 8 de febrero de 2013

SENSIBILIDAD CON LO QUE ESTÁ OCURRIENDO

Nos ha llegado a la redacción del blog este mensaje de gran crudeza, desde la India, invitándonos a todos a la solidaridad. Es nuestro granito de arena con esta causa, que es de todos:

"Tenía 23 años y sólo unos meses de casada. Fue violada por seis hombres, salvajemente golpeada y arrojada de un autobús en movimiento. Jyoti, la mujer que se convirtió en "la hija de la India" murió hace unos días en un hospital en Delhi.

La periodista india Namita Bhandare conoce el miedo constante de muchas mujeres en Delhi, la "capital de la violación". Como las demás, ella ha creído durante mucho tiempo que nada podía cambiar. Hasta ahora.Porque la explosión nacional de ira por el caso le hace creer que este puede ser un punto de inflexión para empezar a proteger a las mujeres de la India como ella.

La tragedia ha provocado vigilias y protestas, y más de 100.000 indios firmaron en sólo unos días la petición de Namita dirigida al Primer Ministro. Pero la historia de la “hija de la India” sigue resonando y apareciendo en los medios de todo el mundo. Ahora, la presión internacional puede forzar al Gobierno de la India a tomar medidas para evitar casos como este. Y es que la reputación del Gobierno de la India está en entredicho ante la mirada internacional. Por eso tú, desde España, también puedes ayudar a que casos de violencia contra mujeres como este no vuelvan a suceder en la India.

La historia de "la hija de la India" ha provocado profundo dolor y rabia en toda la India. Dolor por lo terrible de lo sucedido, y rabia por cómo los políticos han ignorado durante tanto tiempo el problema de la violencia sexual contra las mujeres en el país.

De acuerdo con estadísticas de la delincuencia en la India, una mujer es violada cada 22 minutos, y la mayoría de los violadores no son nunca procesados. Las mujeres se culpan a menudo por sus propias violaciones, la policía se niegan a escuchar los informes de las víctimas, incluso algunas mujeres reportan ser acosadas por las mismas autoridades que esperan que las protejan.

Los políticos se están enfrentando ahora a estas verdades incómodas. Pero Namita está segura de que si no se aprovecha este momento de conciencia nacional, se perderá la oportunidad de cambiar esta realidad en su país. Por eso está solicitando el apoyo mundial: quiere demostrar a la clase política india que el mundo entero les está observando".

Remitido por David y el equipo de Change.org

jueves, 7 de febrero de 2013

LA REPRESIÓN



LOS MECANISMOS DE DEFENSA: La represión

Los mecanismos de defensa son las estrategias psicológicas inconscientes e involuntarias que los seres humanos utilizamos como respuesta a un acontecimiento interno o externo intenso, estresante, que produce angustia. La persona se siente amenazada y reacciona para tratar de mantener el equilibrio. Con ello se trata de minimizar las consecuencias dolorosas de ese hecho. El propósito de los mecanismos de defensa del yo es proteger a la persona de la ansiedad o de sanciones sociales y/o para proporcionar un refugio frente a una situación a la que uno no puede hacer frente por el momento.

En general todos los mecanismos de defensa, que utilizamos desde la infancia, nos hablan de problemas ocultos, problemas sin resolver que merecen nuestra atención y consideración.

Los mecanismos de defensa alivian la ansiedad pero lo hacen negando o distorsionando la realidad. No la afrontan cara a cara. Le dan la espalda.

¿Cómo reacciono ante un acontecimiento estresante que me provoca angustia?.

8º.- La represión.

A través de esta defensa, la más importante para el psicoanálisis, la persona saca del consciente las ideas, sentimientos, experiencias, sensaciones, recuerdos ..etc que le provocan malestar o displacer. ¿Qué hace con esa carga de angustia que reprime?. La expulsa al inconsciente. Por eso se habla de este mecanismo como el de los olvidos selectivos. Los contenidos rechazados, lejos de ser destruidos u olvidados definitivamente por la represión, mantienen su efectividad psíquica desde el inconsciente. Lo reprimido constituye para Freud el componente central del inconsciente. Pero con un problema añadido que reflejaba el creador del psicoanálisis: "Lo reprimido se sintomatiza". Lo expulsado al inconsciente acaba saliendo fuera, a través de los sueños, de los lapsus, de enfermedades psicosomáticas..etc. Lo reprimido en el inconsciente es una bomba de relojería que terminará explotando a través de diversas formas y/o somatizaciones.

Lo razonable sería afrontar nuestros problemas y asumir inteligentemente la parte angustiosa de los mismos.

Para Freud, con carácter general, la represión está provocada por nuestra cultura y por la educación recibida: todo lo que socialmente no es bien visto se remite al inconsciente, pero el inconsciente nos lo devuelve a través de sus propios mecanismos; por eso vivimos en una sociedad enferma que invita más a reprimir que a afrontar, a sacar de nuestra vista lo que aparentemente la afea que a mirarlo a la cara.

Frente a la represión, autenticidad, valentía, coraje y hacernos cargo de toda nuestra vida, recuerdos, experiencias, sentimientos, deseos e ideas.

Algunos ejemplos:

• En una pareja uno desea hacer una cosa y otro otra. Uno de los dos reprime su deseo y le aflora a través del insomnio.

• Una persona ha vivido una infancia gris y triste. Recodarla le produce angustia. La remite al inconsciente para intentar no evocar nada, a través de olvidos expresos. El malestar le saldrá a través de los sueños o con enfermedades psicofísicas.

• Un estudiante es maltratado por sus compañeros y esto le provoca agresividad. Al no permitirse expresarla la remite al inconsciente. Su malestar saldrá a través de una depresión o rechazo al instituto.

• Un joven desea mantener relaciones sexuales con su novia. Debido a su formación muy tradicional no se lo permite hasta que su relación la considere asegurada y reprime su deseo. Su malestar sale a través de sueños pornográficos u otros canales de expresión.

Amigo bloguero, te animamos a que escribas en “comentarios” alguna experiencia tuya o conocida por ti de represión conocidos por ti.

La redacción del blog

miércoles, 6 de febrero de 2013

DECLARACIONES DE AMOR




Los redactores de este blog llevan varios años rastreando las calles de diversas ciudades en busca de pintadas inteligentes a través de las cuales nuestros convecinos de forma libre y fresca expresan sus deseos y sus preocupaciones.


Las calles de nuestras ciudades maldicen los recortes, la sangrante crisis que han creado unos pocos y pagamos la mayoría, el paro que incendia depresiones y desánimos, los abusos y mentiras de una clase política empeñada en tratarnos a los ciudadanos como tontos o idiotas, mientras ellos se reparten favores y sobres bajo cuerda y más y más cosas.

El deseo más extendido en calles y plazas tiene que ver con declaraciones de amor, de afecto, de ternura, de grandeza del alma, como la que hoy recogemos en nuestra entrada.

Amigos/as de este blog, hoy os pedimos que en nuestro apartado de comentarios escribáis vuestra pintada preferida, esa frase corta que os gustaría grabar en las calles más céntricas de vuestra ciudad, salida de vuestro corazón.

Gracias a todos los que cada día abrís esta puerta, entrais en la casa y os servís a discrección. Este blog no pretende otra cosa que ser un lugar de encuentro, de cercanía y de salud.

Pasa sin llamar. Te estamso esperando.
martes, 5 de febrero de 2013

CURSO DE CRECIMIENTO PERSONAL



En un viaje hace unos días, al elegir la música que me iba a acompañar en el trayecto opté por buscar entre algunos DVD que hacía años que no escuchaba y en uno de mi admirado y en otros tiempos muy escuchado Silvio Rodríguez, reencontré esta canción (Fabula de los tres Hermanos, 1994)que ahora comparto con todos vosotros y en el que baso mi reflexión tras haber finalizado el curso de Crecimiento Personal hace apenas unos días.

Este curso es la continuación del de Conocimiento de Sí Mismo. Podría escribir mucho de lo que ha supuesto en mí, pero lo resumiría diciendo que he tomado conciencia de que lo que soy, es el resultado de mi educación, mi entorno y la manera de relacionarme con él. Me ha servido para descubrir las lagunas que existen en mi personalidad y las cosas que tengo que cambiar o potenciar ya que soy el único responsable de mi proyecto de vida. Reconozco también lo afortunado que soy, por todas las personas buenas que han dejado su huella en mí.

Pero ciñéndonos a la canción querría resaltar el error que como los tres hermanos, se pueden cometer con mucha facilidad en cada vida,

 el primero es vivir el pasado como si fuera el presente, empeñándonos en recordar y revivir situaciones y diálogos que ya pasaron, y que no son mas que una historia que no puedes cambiar,

 el segundo, el hacer planes continuamente a largo plazo, utilizar el cuando... (cuando tenga,... cuando vaya,..., cuando sea...) sin darnos cuenta que ese “cuando” lo debemos forjar desde el ahora,

 el tercer error es proyectar y buscar ansiosamente un futuro igual (por lo bueno) a lo vivido, o totalmente diferente al trauma que ya has pasado, mezclando lo que fuiste y lo que seras, sin darte cuenta de que la vida y principalmente tú, estás cambiando en este preciso momento.

No debes lamentarte por el pasado

No debes preocuparte por el futuro

El presente esta pasando

Por eso al levantarme reafirmo “El día de hoy es el único que voy a tener mi vida y tengo que aprovecharlo, ya que mañana será otro día diferente”, y aunque hoy no lo veas muy claro,...

porque estés convaleciente de tu operación,

porque sigas tratando de salir de esa depresión que siempre ha vestido tu existencia,

porque la falta de trabajo te obligue a irte fuera de tu ciudad,

porque en tu nueva relación tengas dudas tras la experiencia anterior,

porque estés cansado de estar siempre disponible hacia los demás,

porque los maltratos sufridos de niño aun te pesen,

porque sigas luchando junto a tus hijos tras la separación,

porque aun recuerdes la fría relación con tu familia,

porque el trabajo te robe el tiempo que necesitas dedicarte a ti,

por lo complicado que sigue siendo gestionar tu soledad,

por lo difícil que es hacerte a una nueva ciudad,

por lo duro que es superar esas adicciones,

por como llevar esa viudedad, etc....

hemos de tener muy presente que... somos seres únicos e irrepetibles en constante crecimiento personal.

Y aunque en momentos resulte difícil yo apuesto porque la felicidad sea nuestra elección en la vida y en el hoy, porque igual... HOY...

…. es nuestro primer día de trabajo o el ultimo... si nos espera otro destino mejor,

…. aunque hoy no luzca el sol y llueva o haga frío... tenemos 24 horas para... nosotros,

…. es un día para compartir con nuestra pareja, o... para encontrarla,

…. podremos tender nuestra mano para pedir todo lo que necesitamos o para compartir aquello que queramos,

…. es el momento de aceptar nuestras limitaciones y aprovecharlas al máximo,

…. es la fecha fijada para perdonar y soltar lastre,

…. he decidido decirle a esa otra persona lo que siento y dejar ya de callarme,

…. nos vamos a permitir un lujo con nosotros, y darnos un capricho,

…. despedimos definitivamente a quien se fue,

…. por fin vamos a reírnos de nosotros mismos,

…. nos vamos a abalanzar a abrazar a quien nos apetece,

…. guardaremos nuestro orgullo y hablaremos de lo que pasó,

…. es el día elegido para empezar a cuidarnos físicamente, o...saltarnos el maldito régimen,

…. igual hoy es mi aniversario e incluso mi cumpleaños ¡FELICIDADES!,


...hoy es un buen día y hemos de felicitarnos porque con la ayuda del T.E. y nuestro esfuerzo, vamos caminando hacia ese plan de vida que poco a poco vamos descubriendo.

Infinitas gracias a Esther, Mª Jesus, Charo, Toní, Carmen, Lourdes, Mariaje, Sonia, Yolanda, Adela, Jovita, Camino y Marcos por vuestro acompañamiento, respeto y apoyo en estos cursos, por esos momentos vivenciales y de interiorización compartidos, y también por esos ratos distendidos y de gran alegría que hemos pasado juntos. Espero seguir compartiendo con vosotros parte de mi vida, por todo ello eso os mando un abrazo sincero desde el corazón.

Angel

Aquí te dejo la canción de Silvio Rodríguez, -Fábula de los tres hermanos- que me ha servido de inspiración para esta reflexión:   
 
lunes, 4 de febrero de 2013

VIVIR SANAMENTE EL FUTURO





Veamos un caso frecuente de la vida cotidiana. Recuerdo que cuando me estaba sacando el carnet de conducir mi escena temida era que tuviera un pinchazo, en plena noche de invierno y en una carretera desértica. ¿Cómo solucionar ese problema? La realidad es que después de casi treinta años de conducir he sufrido varios pinchazos pero ninguno en la situación temida y lo más curioso es que siempre he encontrado alguna solución: un taller mecánico próximo, la ayuda de un buen samaritano y en el último pinchazo yo mismo me decidí a cambiar solo la rueda. El futuro se había hecho presente pero entonces mi mente se puso en movimiento y encontró una buena salida. La moraleja de todo esto es que cuando el problema futuro se hace presente siempre tenemos más recursos personales y psicológicos para solucionarlos que cuando simplemente lo fantaseamos. Y esto se puede aplicar a una enfermedad, al despido del trabajo, a la muerte de un ser querido y a “mil y un problema” que imaginamos pero cuando se producen las consecuencias no son tan letales.

El peso del futuro

Sin futuro, no habría presente; el presente tiene un pasado pero necesita un futuro. Sin futuro dejaríamos de existir. Ahí reside la fuerza, pero también el riesgo del mañana: debe ser acicate para seguir viviendo, pero no causa de angustia como cuando el sujeto quiere como atrapar lo que va a pasar. Es lo que le ocurre al padre o a la madre que sienten angustia por el devenir de los hijos, en un intento por controlar lo incontrolable: su trabajo, pareja, número de hijos, etc.

Tampoco podemos contemplar el futuro como solución a los problemas del presente: “esto se solucionará cuando tenga un piso, consiga un empleo estable, me case o tenga un hijo”, se suele decir para amortiguar la angustia presente. Pero la dura realidad es que esa es una manera de hipotecar nuestra felicidad con situaciones que a lo mejor no se producen, e incluso el hecho de que se produzcan no garantiza nuestro bienestar. Es una manera de paliar nuestro malestar presente poniendo la solución en el futuro.

Vivir sanamente el futuro no es compatible con una programación exhaustiva y hasta el último detalle del mañana, sino más bien partiendo de un proyecto abierto ir desarrollando todo el recorrido como si de una larga escalera se tratara, con peldaños de diferentes alturas, hasta llegar al último piso: la felicidad.

Además no debemos contemplar el futuro como si fuera el cuento de la lechera de Samaniego, al revés. Es decir, existen personas que su forma de pensar y actuar es ir encadenando acontecimientos negativos hasta llegar a la enfermedad terminal, la ruina o la muerte. Por ejemplo piensan: voy a tener un accidente y perderé las dos piernas y entonces no podré trabajar y mis hijos se morirán de hambre y mi única salida será el suicidio. Esto es el cuento de la Lechera, pero al revés, pues el final no es el éxito sino el fracaso.


Alejandro Rocamora Bonilla
Psiquiatra

domingo, 3 de febrero de 2013

EL OLMO JAMÁS HA DADO PERAS


Lo sabemos de sobra y sin embargo demasiadas veces seguimos esperando de él un fruto propio de otro árbol. Hasta ahora –salvo posibles experimentos transgénicos que desconozco- las peras sólo las da el peral.

El olmo adorna campos, caminos y plazas, acompaña nuestros paseos, nos da sombra y nos deleita la vista, destacando sobre todo por la calidad de su madera fuerte y resistente. Ha enfermado y ha sido objeto de poesía en boca de Machado. Hasta ahí.

El peral, mucho más enclenque y menos ornamental, proporciona escasa sombra y pobre madera. Pero da peras. Unas mejores que otras.

¿Por qué seguimos esperando que, a nuestro capricho, la naturaleza se distorsione? ¿Por qué no aceptamos al olmo como es, aprovechamos lo que nos da y disfrutamos sin más? ¿Por qué nos empeñamos en pedir lo que no puede dar?

Y lo peor de esta absurda historia es que le cargamos con la culpa de no darnos lo que queremos. Alucinante.

Así, mientras la culpa la tenga el olmo por no dar peras, no cambio mi dirección ni mi pretensión. Y además podré quejarme del pobre resultado, que lo de dar pena tiene muchas compensaciones.

Ojalá fuéramos valientes para llamar a las cosas por su nombre, para ir por aquello que realmente queremos, para luchar y para no sentarnos a esperar (y a exigir) que otros modifiquen su vida para arreglarnos a nosotros la nuestra.

Si queremos peras vayamos al peral. No confundamos la dirección.


La escribana del Reino
M.E.Valbuena

sábado, 2 de febrero de 2013

EL PAPAGALLO CON VIAGRA



Un papagayo se traga un comprimido de Viagra que su dueño había dejado distraídamente a su alcance. Cuando el dueño se percata de lo que había pasado, decide meter al papagayo en el congelador para calmar sus impetus.

Una hora más tarde, el hombre abre la puerta del congelador y encuentra al papagayo empapado en sudor.

- ¿Pero cómo puedes estar sudando en el congelador?

Y el papagayo responde:

- ¿Y tú crees que es tan fácil abrirle las patas a una gallina congelada?
viernes, 1 de febrero de 2013

TÚ QUE ERES YO.YO QUE SOY TÚ


Un buen día dejé todos mis sueños olvidados en un cajón. Fue el día en que me perdí y olvidé quien era. Fue el día en que me olvidé de mí, del mundo y de ti; el día en el que olvidé tu sombra, tu magia y tu poder; el día que me retiré a vivir en el oscuro y desierto limbo de los tristes y de los incapaces.

Yo no lo sabía entonces, pero tú estabas esperando, entre las brumas de mi angustia, paciente y sereno, a que surgiera mi momento. Y cuando tropecé, cuando se hundió todo, apareciste de pronto a través de la luz de la razón, esa que con tanto orgullo enarbolo. Sólo con ella podías acercarte entonces, ciega como estaba al sentimiento. Sólo con ella podías mostrarme una nueva ruta: el sendero de vuelta a casa. Dudé al principio, ¿qué pinta alguien como tú en compañía de esa sobria y ampulosa señora? “Pesadilla absurda”, pensé. “Tonterías de ese subconsciente que tanto cantó Freud”.

La diosa razón es poderosa, pero supiste minarla poco a poco. Ya estabas aquí y no pensabas marcharte. Ya podía verte, ya podíamos ser uno. Ya estabas conmigo en cada tropiezo convertido en mi fuerza y en mi voluntad. Ganaste por suerte y te has hecho fuerte y poderoso en mí. Ahora ya puedo volar hacia el infinito, pues en cuanto dudo vuelves a colgarme las alas que necesito; vuelves a llamarme con fuerza para que inicie la ruta desde el último golpe.

Porque tú eres yo. Tú eres todo. Yo soy tú, el díos que vive en mí. Tú eres la humana que duda y llora. Yo soy el dios que sabe y que puede. Somos uno y caminamos este largo camino. Yo tropezando y rodando varios metros hacia atrás, tú levantándome con alegría y esperanza.

No importa cuantas veces caiga; no importa cuanto sangren mis heridas. Tú estás, yo estoy, tú eres yo, yo soy tú y contigo puedo, valgo y sé. Yo, la humana que tropieza, que llora y que se queja, dejo todo cuanto hago, todo cuanto soy, todo cuanto siento en tus manos, pues tú sabes hacerlo mucho mejor que yo.


María José Calvo Brasa, participante en los grupos de auto ayuda del T.E