El que da, no debe volver a acordarse;
pero el que recibe nunca debe olvidar
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domingo, 11 de septiembre de 2011

EL VIAJE



Viajar es estupendo.

Nos aporta nuevos conocimientos. Nos obliga a salir de nosotros mismos y a relacionarnos o simplemente hacernos entender por otros. Nos libera del estrés de lo cotidiano y nos relaja, alejándonos de horarios y compromisos laborales. O nos sube la adrenalina, según se den las cosas, y nos sentimos especialmente pletóricos y optimistas, capaces de alcanzar los más altos retos.

En cualquier caso revuelve nuestra existencia y desestabiliza nuestras seguridades internas siempre tan recurrentes.

Si al viaje, ya por sí solo provocador de efectos, se añaden una buena compañía, un clima estupendo, unas buenas vibraciones de los nuevos lugares descubiertos y una ausencia de conflictos, dichos efectos son más que especiales. Casi podríamos calificarlos de alucinógenos (por aquello de flipar).

Y claro, ya se sabe lo que ocurre tras vivir con tal intensidad: que luego la realidad de nuestros días se nos hace cuesta arriba, anodina, sin brillo. Seguimos con la cabeza y el sentimiento allí y con nuestro cuerpo, desmadejado, aquí. Y así no se puede.

Lo importante y efectivo de los viajes, buenos y malos, -para que no sean puro escapismo- es integrarlos en nuestra vida. Analizar las enseñanzas que nos ofrecieron, agradecerlas e incorporarlas a nuestro presente y a nuestro futuro.

Y seguir.


La Escribana del Reino
M.E.Valbuena

Tenemos 5 comentarios , introduce el tuyo:

  1. Viajar, entre otras cosas, nos enseñan a ser tolerantes y a ampliar nuestra mirada y nuestras ideas

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  2. El viajar nos enseña muchas cosas, y más cuando tienes que convivir con otras personas que no conoces, pero a mi, también me ha ayudado a conocerme a mi misma.
    ¡Pepi desea que paseis un feliz domingo!

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  3. Sra. Escribana del Reino, El último párrafo de su artículo me parece muy importante, y si yo estuviera en lugar de vd. y sus compañeros de viaje, trataría de ponerlo en práctica,como muy bien dice: "incorporarlos a nuestro presente y a nuestro futuro."
    Sigo muy de cerca sus escritos, me imagino a las golondrinas y otras cosas que le leo .

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  4. Viajar...a veces no es necesario irse muy lejos, ir hacia afuera sino adentro.¿Encontraremos profundidad si nos arriesgamos a viajar por esos recobecos extraños que aún desconocemos?
    La mochila mejor vacía o con cosas esenciales...Buen viaje!

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  5. A mí también me encanta viajar. Si es con buena compañía, mucho más. Porque los compañeros son los que hacen diferentes los viajes.

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