El que da, no debe volver a acordarse;
pero el que recibe nunca debe olvidar
Blog
jueves, 8 de septiembre de 2011

TESTIMONIO EMOCIONADO DE UNA ORIENTADORA T. E. LEON: "LA VIDA HAY QUE VIVIRLA Y ACEPTARLA TAL COMO VENGA"



A veces en la vida hay sorpresas, unas positivas y otras negativas.

Hace cuatro años, cuando fui a mi ginecóloga a pasar la revisión anual, me llevé una sorpresa, pero de las negativas.

En las mamografías que me realizaron, detectaron en una de las mamas, un nódulo. Rápidamente me enviaron al cirujano para ser intervenida quirúrgicamente y extirpar ese nódulo.

En ese momento me sentí, preocupada, me entró miedo, pensé lo peor, me dije, tengo un cáncer, toda clase de sentimientos negativos afloraron en mí. Unos días después ingresé en la clínica y me operaron. Ese día no se me puede olvidar, era el cumpleaños de mi marido, pensé, buen regalo le hago, pero me lo hizo el a mi, dándome su cariño y sobre todo animándome y en esos momento a ser positiva, a no hundirme.

En la intervención me seccionaron una parte importante de mama, lo mandaron analizar para diagnosticar si el nódulo extirpado era benigno o maligno. Gracias a Dios, era benigno, me lo comunicaron y quedé un poco tranquila y sosegada, pero no obstante seguía preocupada. Al día siguiente y sobre las ocho de la mañana, se presentó en la habitación el cirujano, estaba alterado y preocupado porque no había aparecido, cuando analizaron el nódulo, un pequeñito arpón que me habían clavado antes de la operación para señalar donde estaba dicho nódulo, pensaba que se había quedado en la mama, rápidamente me hicieron una nueva mamografía para localizarlo, con resultado negativo.

Esto hizo que desapareciese en mi esa relativa tranquilidad y sosiego que tenía y acrecentó más la preocupación. Según el cirujano, el arpón debió quedar enganchado en una de las gasas desechadas que utilizaron durante la intervención. El susto y la preocupación, me duró bastante tiempo, hasta que pasé la primera revisión y vieron que todo estaba normal. Estuve ingresada en la clínica dos días, tenía drenajes puestos y muy molestos. Cuando me hacían las curas y quitaban las gasas y me veía la mama que faltaba una parte importante de ella, sin pezón, me sentía acongojada, me daba rabia.

Durante una temporada estuve alterada, se me notaba la falta y no sabía cómo taparla, entonces recurrí a los fulares para disimular dicha falta, hasta hace poco, que decidí poner una prótesis que me costó aceptarla, pero en la actualidad es una parte de mi cuerpo, es mía.

Cuando todo esto sucedió me encontraba realizando uno de los cursos del Teléfono de la Esperanza. Estoy agradecida a mis compañeros los ánimos que me dieron, la ayuda psicológica que recibí, la tranquilidad, serenidad que sentí gracias a ellos y la aceptación de lo que estaba pasando.

Todos los sentimientos positivos de serenidad, alegría, sosiego, animo, etc., no duraron lo bastante como para seguir con ellos. Hace ahora un año, tuve que pasar de nuevo por el quirófano. En la revisión anual, me detectaron un pólipo endriometrial, me lo extirparon y, menos mal, no había nada maligno. Quedó todo en un nuevo susto.

El pasado 4 de Julio, pasé la revisión ginecológica, para ver como estaba todo, con resultado positivo. Una vez finalizada la revisión y visto todos los resultados, mi ginecóloga me dijo: “Este año, eres libre como un pájaro”.

Estas experiencias, me han hecho ver que la vida hay que vivirla, aceptando todo lo que venga, sea positivo o negativo, que no debo hacer castillos de un granito de arena, que tengo que ser positiva, alegre, optimista, etc., que en la vida estoy de paso, que es corta, que debo darme a los demás y transmitirles todo lo bueno que tengo en mí.

Y a raíz de esto último que expreso, quiero poner un dicho de origen australiano que he leído recientemente:

“Todos estamos de visita en este momento y lugar.

Solo estamos de paso. Hemos venido a observar, aprender, crecer, amar y volver a casa”


Una orientadora del T.E. de León.-



Desde este blog queremos agradecer este testimonio en carne viva y desear a nuestra orientadora larga y hermosa viva en plenitud. GRACIAS.

Tenemos 8 comentarios , introduce el tuyo:

  1. Muchas gracias orientadora anónima por tu sinceridad, claridad y esperanza. Una organización que cuenta con voluntarias de este calibre tiene mucho futuro.

    ResponderEliminar
  2. Pepi te felicita y se alegra mucho de que: "estes libre como un pájaro"; para seguir disfrutamdo de la vida.
    Una vez más y en este caso con tu testimonio, me estás indicando que haya que vivir el presente; EL AQUI Y AHORA, como muy bien nos dice siempre Maria Guerrero, y saber disfrutar hasta de las cosas más sencillas.
    Además es cierto que: "la vida hay que vivirla y aceptarla tal como venga", y en los momentos malos con la mayor entereza posible, reconociendo los sentimientos que nos afloran; de miedo, tristeza, dolor etc, pero tratando de ver una LUZ, una ESPERANZA, de que vamos a poder seguir disfrutando de la vida.
    También me parece necesario tener presente, que aquí estamos de paso, y reconocer que a lo mejor es el comienzo del fín de nuestra vida.
    A través de este maravilloso blog, te envio un gran abrazo; cariñoso, entrañable, sincero, de esos que nos han enseñado a dar en el Teléfono de la Esperanza.

    ResponderEliminar
  3. Un gran abrazo para tí y mucho ánimo.Desde luego estas cosas dan un bagage que sólo quien pasa por algo parecido puede trasmitir.MUCHAS GRACIAS.

    ResponderEliminar
  4. ¡Qué testimonio tan auténtico y maravilloso! En ese "observar, aprender, crecer, amar y volver a casa", te observo, aprendo de tí, crezco con tu experiencia compartida y te acojo en mi corazón. Que tengas una larga y feliz vida junto a tu marido y tus seres queridos.

    ResponderEliminar
  5. Un testimonio más de tanta buena gente, valiente y con agallas, que sabe encajar los golpes, del Teléfono de la Esperanza. Así aprendemos todos, porque antes o después cada uno tropezaremos con nuestras propias piedras. Inevitablemente. Y si hemos aprendido, sabremos encajar el golpe. Creo yo, vamos.

    ResponderEliminar
  6. Me alegra formar parte, de alguna forma, de la vida de personas como tú: sinceras, valientes, cercanas, generosas... Gracias.

    ResponderEliminar
  7. Una gran luchadora, si señor, un ejemplo a seguir, me alegro mucho de haberos conocido cuando mas lo necesite, ahora seguire aprendiendo mas de mi misma y de la vida. un fuerte abrazo. Rocio

    ResponderEliminar
  8. Un testimonio lleno de esperanza, lo que nos falta cuando nos comunican malas noticias, sean de la indole que sean. Gracias por compartirlo con todos nosotros.

    ResponderEliminar