

Hay fachadas de casas y de otros edificios totalmente cubiertos de hiedra, de esa enredadera vegetal que nos atrae la mirada y hasta podíamos emitir frases de admiración por la belleza del verde o por la red del ramaje que el invierno deja al descubierto. Pero a mí siempre me ha parecido agobiante, me ahoga la simple imaginación de lo que supone que una planta, un ser vivo, se aferre de ese modo a la superficie de la pared para alargar sus tentáculos en busca de la luz que alimente las hojas. Ya no digo nada si hablamos de la lapa a la roca. Qué modo de pegarse, de buscar protección a costa de otro. ¿Intentamos hacer traslación a las personas? Vamos a ello.
¿Cómo te suena esta frase?: ‘La fuerza que une una verdadera amistad es comparable a la fuerza con la que está unida la hiedra a la pared’. Fuerte, ¿no? Un poco de ayuda para trepar no viene mal, pero si necesitas del otro para trepar entonces te conviertes en… un trepa, un parásito. Si te agarras tan fuerte a la pared del vecino para ascender es que tienes miedo a caer. Lógico, pero estar tan fuertemente agarrado al otro cansa mucho, pero mucho, mucho. Acabas agotado, tanto o más que la espalda del otro en el que te apoyas. Y además… ¿cuándo aprenderás a ser independiente, a lograr las cosas por ti mismo? Afloja el puño que se te van a quedar sin sangre los tarsos.
Y luego el peligro que tiene el árbol de morir por culpa de la gran fuerza que ejerce la hiedra que se ha adherido a él. Ese riesgo lo corren las personas también, pues cuando exprimes a alguien tanto a cada minuto, a cada hora, acaba cansado, harto, estragado de ti. Bueno, no pretendo dar lecciones de psicología. Eso se lo dejo a los profesionales. Yo me conformo con que cuando veas la próxima vez una hiedra tan pegada a ‘su’ pared te acuerdes de mí y de este ratico de lectura sosegada.
Asín sea.
Ese apego que describes se antoja dañino, enfermizo...me gusta la libertad, la autonomía...desde la relación. Jairo
ResponderEliminarMe sale decir: ¡¡¡quiero respirar!!!!
ResponderEliminarMe gusta el "apego" donde quepan ESPACIOS donde el aire fresco entre y fluya con LIBERTAD
ResponderEliminar"un trepa" Hay muchos pero muchos trepas por la vida.
ResponderEliminarLa verdadera confianza en uno mismo, el saber con certeza que eres de capaz de conseguir cualquier cosa, no necesitas absolutamente ayuda de nadie ni agarrarte a nadie.
ResponderEliminarMe ha gustado tu exposición. Ha sido una buena comparación.
ResponderEliminarLo más sano es ser libres como el viento, y no depender de nada ni de nadie. Pepi