Luis Arias
El yo auténtico, el yo social, el yo negado. Las "sombras", las "máscaras".
Mandatos y prohibiciones. Mensajes positivos o permisos. El guión de nuestra vida. El plan de vida (desesperación o esperanza). Los sentimientos, las emociones. La clasificación de los sentimientos.Los "rebusques". Estructura familiar de origen, "la persona se constituye como persona en el encuentro con otras personas", no nos relacionamos según sabemos o queremos, nos relacionamos según somos. La "autonomía emocional", La figura de "apego", el "desapego", el "apego ansioso". Los "modelos de vinculación". Los límites físicos y emocionales. La autoestima se manifiesta en el autodiálogo. La culpabilidad. Seguridad, decisión, creatividad, sentido del humor...
Los seres humanos, al nacer, llegamos a una barca donde van otros pasajeros (padres, hermanos, abuelos, tutores...), Este medio ambiente emocional y sentimental (el conjunto de permisos y prohibiciones) con el que comenzamos a navegar nos va marcar el resto de nuestra vida.
Tomar conciencia de que somos seres únicos y especiales.
Que merezco toda mi atención.
No podemos vivir sin comunicarnos.
Siempre estamos decidiendo.
Somos seres valiosos.
Respetar la persona que somos.
Ser responsables de nuestro yo.
Ser nuestro mejor amigo (auto-alianza).
Ser amigo de ti mismo. Y podrás amar al prójimo.
Vamos a tirar hacia adelante (el cielo es el límite).
Debemos mirarnos en varias dimensiones (no solo en la del fracaso).
Debemos mirar el elefante completo (no sólo la pata, la oreja, la trompa...).
No debemos tener prisa. Hay que tener paciencia (paz y ciencia), al servicio de la mejora de nosotros mismos..
No debemos perder la ocasión de conectar con nuestros sentimientos. Debemos quitar el miedo a sentirlos y expresarlos.
Las capacidades están, las tenemos.
El águila, que fue criada como un pollo, quiso arrancar a volar y voló como un pollo en los dos primeros intentos, a la tercera vez voló como el águila que era.
Se acabó el cuento.
Esta relación de conclusiones, recogidas en Villagarcía de Campos, son un ramo de preciosas flores con las que sería aconsejable adornar el florero de nuestro día a día.
El Curso en el que he participado no ha estado exento de dureza. Para mi, con doble dirección, en mi condición de hijo que ha llegado a una barca (ver las influencias recibidas de mi familia). Y, en mi condición de padre (la barca en la que yo viajaba cuando llegó mi hija y las influencias que yo he podido transmitir). Esta mirada atrás, a estos dos ámbitos decisivos de la persona no siempre proyecta satisfacción. Tal vez, si sólo proyectara satisfacción no estaríamos hablando de la vida. En la vida va lo negro y lo blanco, la alegría y la tristeza, lo bueno y lo malo, lo positivo y lo negativo, el acierto y la equivocación... Todo va en un pack, no se puede adquirir por separado.
Ha sido una experiencia enriquecedora y positiva. Reflexionar, conversar y opinar sobre aspectos tan fundamentales.
Quiero dar las gracias, por lo que me han aportado esas horas, a Yaiza, Mª Jesús, Maite, Paz, Yolanda, Mª Jesús y Blanca. Gracias por vuestra sinceridad, por vuestra comprensión, por todo. Gracias a Manuel (coordinador en Villagarcía) y a Elena, por la dedicación de tu tiempo, por tu esfuerzo, por tus conocimientos y por tu coordinación. Cuando yo decidí inscribirme en el siguiente Curso de enriquecimiento, a pesar de que oí que, "tiene su dureza" también, no lo dudé. Con esta compañía y esta coordinadora, yo: Me apunto.
Y seguimos navegando .... seguimos en un viaje que no terminará nunca porque es un viaje hacia nosotros mismos , con sus oleajes , tormentas , mareas y calmas , y siempre , siempre , ... con un paisaje de fondo espectacular.
ResponderEliminarCuánto me alegro de poder leer estos testiminios que sin mas me huelen a presente.
ResponderEliminarY nunca te arrepentirás de haber asistido a tan extraordinarios cursos, ante todo y sobre todo; por lo que ayudan a conocerse a sí mismos, y como consecuencia a los demás.
ResponderEliminarLuis deseo que sigas teniendo esas fuerza interior, para continuar en ese viaje que has iniciado, que tiene sus vivencias también: duras, tristes, dolorosas... pero muy beneficiosas. Pepi