
pero el que recibe nunca debe olvidar
miércoles, 30 de noviembre de 2016
¿Cómo se puede ser realmente feliz?

martes, 29 de noviembre de 2016
lunes, 28 de noviembre de 2016
Autoestima,
¡qué importante!

Salgo a buscar a esa niña que nació en un pueblo pequeño pero con muchos niños.
Mis padres me quisieron, mis hermanos también, mi primera maestra también…
Entonces,… ¿qué sucedió a lo largo de mi vivencia para que no me sienta reconocida como persona valiosa?
El día que hice la primera comunión, ¿qué me impidió recitar poesías como los demás? ¿Fue rabia, vergüenza, creía que no lo sabía hacer bien, fue envidia porque los otros lo hacían mejor,…?
Comencé primaria en León y repetía lo mismo; me ponía nerviosa frente al libro; y al empezar el instituto, más de lo mismo, no lograba centrarme para estudiar. A medio curso lo dejé, sintiéndome mal por ello. Me quedé sin ilusión y retraída.
Comencé a coser con mi hermana que tampoco puso demasiado entusiasmo. Otra hermana religiosa me llevó al colegio por si quería ser religiosa yo también, pronto me di cuenta que no. Eso no era lo que buscaba.
¿Qué me pasa, porqué me rechazo? Hoy reconozco haber vivido sin entusiasmo hasta los sesenta y nueve años.
He vivido refugiada en el miedo. ¿Por qué? Porque era cómodo, así no haría las cosas. No quiero problemas, pero me siento mal.
Me casé con treinta años. No estaba enamorada de mi marido. He vivido cerrada y sin entusiasmo, triste por todo, cerrada en mi círculo, sin expresión, sin confianza, sin satisfacciones. He cerrado mis emociones, mis valores. No encuentro respuesta para esta niña, ¿por qué lo hizo?, necesito, dándome cuenta, postrarme de rodillas en la tierra y así en un abrazo absoluto permanecer en ella hasta no sufrir.
Amor con amor se paga. Moriré sino me amas, siempre soñé que el amor es más fuerte que todo.
Se han hecho demasiados nudos en la garganta para poder hablar.
Ahora necesito deshacer y deshacer tantos… Una torpeza, un sufrimiento sin sentido, un no decir, un fracaso, un no tener en cuenta, un no saber amar, un no saber disfrutar; ese llanto reprimido, demasiados silencios retenidos en mi garganta “para poder hablar”.
Sospecho que rechazo todas las vivencias que me han tocado vivir a lo largo de mi existencia.
Ahora, siento la necesidad de instalar en mí:
· la voz que me anima
· mi puente de apoyo
· mi mano amiga
· mi sentimiento de amor
· mi mirada luminosa
Creo en mí, por eso estoy aquí.
domingo, 27 de noviembre de 2016
En proporciones similares
A veces la vida parece regodearse en nuestro sufrimiento, haciéndonos pasar por situaciones límite o por acusaciones que hieren como cuchillos o por desprecios que nos hacen sentir que somos nada o por indiferencia que ignora que existimos o por incomprensión de los que creíamos incondicionales.
A veces la vida es cruel. O nosotros, al menos, la percibimos así.
Y como todo es para aprender y para entender, en esas situaciones nos toca callar, observar, aguantar y captar finalmente al aprendizaje que todo dolor lleva consigo.
Mientras tanto –para que las cosas sean más llevadoras y se amortigüe el sufrimiento– la vida también da.
Da, por ejemplo, miel, para suavizar la garganta, coger defensas y tomar energía. O da bombones, para endulzar el sabor amargo que nos toca tragar. O, incluso, una bufanda, que nos calienta y nos protege del frío exterior e interior. O ratos de escucha. O abrazos.
Y también aprendemos así, a fuerza de cariño y compañía.
Mi abuela decía que las pastillas para el dolor se tomaban mejor en el postre, con un poquito de dulce. Eso es lo que nos da la vida: sufrimiento y dulzura, ambos a la par.
No nos quedemos enrocados en el sufrimiento, que siempre tiene un sentido, pero que no es, desde luego, sufrir por sufrir. Acojamos lo que nos quiere enseñar y dejémoslo ir. Tomemos al mismo tiempo lo que nos ayuda a soportarlo y envolvámonos en ello (en su calor, en su color, en su textura…) que siempre es bueno sentirnos queridos y funcionamos mejor.
Gracias desde aquí a los que habéis aportado miel, bombones, bufandas, escucha y abrazos a mi vida.
sábado, 26 de noviembre de 2016
Entrevista de trabajo
viernes, 25 de noviembre de 2016
Así fue la presentación del libro "Cartas del alma desnuda"
de Raúl Rodríguez

Más de diez preguntas sueltas
La presentación del nuevo libro "Cartas del alma desnuda" en León fue muy dinámica, la verdad es que tuvo mucha chispa, creo que esa chispa nació porque Valentín, el amigo que presentó el acto, lo hizo con total entrega, nada nuevo en él porque es así como hace siempre las cosas. Aquí van a modo de resumen las preguntas que él hizo, así como las respuestas aproximadas que yo pude hacer, y digo aproximadas porque éstas no corresponden a una grabación sino que son una recreación que he hecho en estos últimos días, una recreación elaborada a partir de lo compartido con el público de León el pasado 11 de noviembre.
jueves, 24 de noviembre de 2016
Fortaleza
miércoles, 23 de noviembre de 2016
El placer
martes, 22 de noviembre de 2016
El amor nunca puede ser amenazado
lunes, 21 de noviembre de 2016
Prohibido disfrutar o el placer por el placer

domingo, 20 de noviembre de 2016
El otro lado de la calle
Por el lado de la sombra
Como animales de costumbres que somos solemos repetir hábitos sin ser conscientes de ello y sin plantearnos otras posibilidades. Por ejemplo, yo suelo ir a mi lugar de trabajo por el mismo lado de la calle, controlo los baches y baldosas sueltas, los semáforos y las zonas de encuentro. Así, voy pensando en otras cosas porque, a fuerza de repetir, ya sé lo que la calle da de sí.
Sin embargo, un día la calle estaba cortada por una avería y tuve que tomar otra vía alternativa. Entonces comprobé que la superficie de la acera era menos rugosa que la que normalmente piso y se caminaba mejor. Descubrí también una nueva esquina hasta entonces inadvertida. Y vi desde otra perspectiva los baches, baldosas, semáforos y zonas conocidas.
El cambio me hizo pensar en todas las cosas que me pierdo por aplicar hábitos rutinarios de forma automática. Que no digo que esté mal aplicar hábitos, sino el utilizarlos para dejar de prestar atención al momento presente.
Pero, sobre todo, esta situación me hizo agradecer la irrupción de lo inesperado en lo cotidiano. Quiero decir que gracias a un contratiempo (una avería en la calle) descubrí el otro lado de la misma.
Trasladando este ejemplo a la vida: los contratiempos nos ayudan a descubrir alternativas. No son fracasos, son oportunidades. Sin ellos nuestra visión se recortaría y hasta se estancaría, nos haríamos un poco más perezosos y nuestra curiosidad languidecería por falta de uso.
En resumen, gracias a lo inesperado avanzamos.
sábado, 19 de noviembre de 2016
Hoy nos reímos a carcajadas
viernes, 18 de noviembre de 2016
Nawal al Saadawi
jueves, 17 de noviembre de 2016
La verdad
miércoles, 16 de noviembre de 2016
Espejo
Agua de salsueños de humotiempo banalya sin futurotú y tu rivaltu enfrente tuyo.
martes, 15 de noviembre de 2016
Hoy, 15 de noviembre,
Día de la Escucha

En la muerte
y en la vida

lunes, 14 de noviembre de 2016
El chantaje emocional

domingo, 13 de noviembre de 2016
Soltar
Hojas sueltas coincidiendo
Siempre he creído que soltar es la mejor manera de tener. La experiencia me ha demostrado la veracidad de esta aparente contradicción.
Cuando nos empeñamos en controlar, perdemos. Cuando nos aferramos desesperadamente a una relación, ésta se ahoga y se extingue. Cuando queremos retener, el objeto o sujeto de nuestro apego cada vez se aleja más de nuestro alcance. Como el agua, que puede permanecer en mi mano mientras ésta sirva de cuenco, pero que se escapará irremediablemente si pretendo mantenerla cerrando el puño.
En una de sus novelas, Murakami dice algo así como que lo importante es no soltar aquello que queremos porque, si por algún motivo lo hacemos, nos veremos obligados a dar pasos. Pero el caso es que él suelta y luego, claro, tiene que moverse hacia lo que soltó. Me resultó muy clarificador leer esto.
Es fácil seguir si nos llevan de la mano, si nos marcan los pasos a dar, si nos sentimos amparados, si nos allanan el camino y nos acompañan en él. Lo difícil es estar cuando nada de ello nos obliga, cuando sólo estamos porque queremos estar. Sin buscar nada. Sin esperar nada.
De nuevo la vida pone ante mis ojos la oportunidad de ver quién está y por qué, quién comparte mi camino y quién sólo se cruza en él, quién es capaz de acompañar sin ataduras y quién busca atarse para justificar su acercamiento.
Una vez más compruebo que soltando, tengo. Porque, como escribe Murakami, soltar obliga a dar pasos en algún sentido, pero esos pasos siempre serán libremente elegidos.
sábado, 12 de noviembre de 2016
¡Vaya fecha!

viernes, 11 de noviembre de 2016
La única certeza
jueves, 10 de noviembre de 2016
Cartas del alma desnuda
miércoles, 9 de noviembre de 2016
La oración
martes, 8 de noviembre de 2016
Estamos en manos del destino
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Oda Nabunaga |
lunes, 7 de noviembre de 2016
¿El pasado influye en el presente o al revés?
