Por el lado de la sombra
Como animales de costumbres que somos solemos repetir hábitos sin ser conscientes de ello y sin plantearnos otras posibilidades. Por ejemplo, yo suelo ir a mi lugar de trabajo por el mismo lado de la calle, controlo los baches y baldosas sueltas, los semáforos y las zonas de encuentro. Así, voy pensando en otras cosas porque, a fuerza de repetir, ya sé lo que la calle da de sí.
Sin embargo, un día la calle estaba cortada por una avería y tuve que tomar otra vía alternativa. Entonces comprobé que la superficie de la acera era menos rugosa que la que normalmente piso y se caminaba mejor. Descubrí también una nueva esquina hasta entonces inadvertida. Y vi desde otra perspectiva los baches, baldosas, semáforos y zonas conocidas.
El cambio me hizo pensar en todas las cosas que me pierdo por aplicar hábitos rutinarios de forma automática. Que no digo que esté mal aplicar hábitos, sino el utilizarlos para dejar de prestar atención al momento presente.
Pero, sobre todo, esta situación me hizo agradecer la irrupción de lo inesperado en lo cotidiano. Quiero decir que gracias a un contratiempo (una avería en la calle) descubrí el otro lado de la misma.
Trasladando este ejemplo a la vida: los contratiempos nos ayudan a descubrir alternativas. No son fracasos, son oportunidades. Sin ellos nuestra visión se recortaría y hasta se estancaría, nos haríamos un poco más perezosos y nuestra curiosidad languidecería por falta de uso.
En resumen, gracias a lo inesperado avanzamos.
Y si lo inesperado es doloroso? También es una oportunida, escribana?
ResponderEliminarTambién. El dolor despierta y nos hace buscar nuevos caminos.
EliminarLa escribana
Lo inesperado , el contratiempo, lo doloroso ... aunque no lo parezca nos abre la mente. Gracias . BlueBoy
ResponderEliminarNo me voy a cambiar de acera
ResponderEliminarAllá tú!
EliminarAsí es!, Doy las gracias a lo que no espero porque aunque no me guste a veces, cuando lo he aceptado, puedo ver la otra cara de la moneda.
ResponderEliminarPara cambiar la perspectiva de la mente, podemos observar sentarnos en distintos sitios de un salón y mirar algo fijo,si estamos atentos, cambia-mos.
Gracias.
Trato de ver los fracasos como oportunidades y me cuesta mucho, pero sé que así. Gracias por recordarlo.
ResponderEliminarCuando soy capaz de ver a un lado y a otro, de ver la imagen completa(no sólo desde mi punto de vista) es cuando descubro y valoro la grandeza de las cosas, y ¡lo que me queda por descubrir!. No puedo tener miedo a enfrentarme a nuevos caminos.
ResponderEliminarJF
Tus exposiciones me encantan. De que forma más sencilla nos das la enseñanza de que no debemos cerrarnos a ver las cosas desde otra perspectiva. Tener la mente abierta, y así nos ayuda a aceptar los cambios que vayan surgiendo en nuestra vida. Pepi
ResponderEliminarAplausos. Millones de aplausos para "La Escribana del Reino". Con cariño PEPI.
ResponderEliminarMe gusta mucho cambiar de caminos o las calles por donde me muevo, pero a la hora de aplicar esta realidad a mi manera de ser, me gusta lo conocido, lo que domino, lo que por costumbre uso, me produce tranquilidad, antes que lo desconocido, pero sino queda más remedio, reconozco que me lleva mucho tiempo acostumbrarme.
ResponderEliminarOXO
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