El rincón del optimista
Juan
Qué contentos nos ponemos cuando alguien nos dice: “Qué joven te encuentro”; “Parece que por ti no pasan los años”. Esto no deja de ser un poco ilusorio, pues sabemos que el tiempo pasa inexorablemente, que todos envejecemos, que el camino tiene una meta final. Hay que ser conscientes de ello.
Algún libro y guion cinematográfico ha tratado el asunto del envejecimiento invertido, es decir, que naces viejo y con el paso del tiempo vas rejuveneciendo. Qué bonito sería, ¿verdad? A mí me gusta echarle imaginación en este campo y afirmo con rotundidad que la edad no está en el DNI sino en la cabeza. Lo digo sobre todo cuando cumplo años porque, la verdad sea dicha, me sigo sintiendo joven. No me preocupa cumplir años ni tampoco me agobia el paso del tiempo. Más bien disfruto de ello. La mejor prueba de lo que digo es que en muchas ocasiones me olvido de la edad exacta que tengo y me veo en la necesidad de hacer números teniendo en cuenta el año en el que nací y en el que estamos ahora.
La infancia y la juventud fue tan bonita, guardamos tan buenos recuerdos de aquellas etapas (al menos la mayoría, imagino) que tenemos deseos ardientes de regresar a aquellos momentos felices que vivimos. Asumimos que nos estamos haciendo mayores. Lo comprobamos cuando vemos fotos de años atrás. No podemos por menos que comparar los cambios que se han producido en nuestra cara, en nuestro cuerpo, con la aparición de pliegues, de arrugas, de canas…
Insisto en la idea del rejuvenecimiento. Mi tío Pepe leía diariamente las esquelas del periódico y cuando alguien moría con 60 u 70 años decía: “Qué joven”. Sé perfectamente que vamos para viejos, que caminamos hacia la meta de la muerte, pero aun así estoy convencido (espero que tú también) de que nuestra juventud no ha pasado del todo. No es una resistencia a lo inevitable, es simplemente engrasar neuronas, sonreír, mantener la mentalidad positiva/optimista para ‘fabricar’ endorfinas de esas que producen la felicidad, las de la eterna juventud. Y así tendremos la garantía de que moriremos jóvenes.
A lo mejor, optimista, la vida no va hacia la vejez sino hacia la niñez y la película que evocas no es sino una realidad y todo lo demás un sueño
ResponderEliminarA lo mejor la vida es un sueño y los sueños, sueños son. Puede que sí. Puede.
EliminarComparto la enseñanza de mis maestros, coordinadores etc. etc. etc. que para mantenernos jóvenes,( tengamos la edad que tengamos), lo importante es la ACTITUD ante la vida. Pepi
ResponderEliminarYo para nada me siento mayor y eso que mi pelo lo tengo blanco.
ResponderEliminarOXO