pero el que recibe nunca debe olvidar
jueves, 31 de enero de 2019
miércoles, 30 de enero de 2019
Entrevista a
Lujan Comas
martes, 29 de enero de 2019
Te hablo
lunes, 28 de enero de 2019
Ten paciencia...

domingo, 27 de enero de 2019
En un lugar perdido
Una de estas mañanas frías y luminosas que el tiempo invernal nos regala, di un paseo hasta un rincón mágico, de esos que suele haber en muchos lugares. Rincones abiertos y visitados, pero íntimos, donde imperan el silencio y el respeto.
Allí me encontré, sobre una piedra, una caléndula y una pequeña vela que el aire no había conseguido extinguir. Ninguna presencia humana a la vista.
Desde entonces esta imagen me visita de forma recurrente y, cada vez, me conmueve.
¿Quién colocó ahí la flor y la vela? ¿Por qué motivo? ¿Sería una ofrenda? ¿Un recuerdo? ¿Un agradecimiento? ¿Qué había pasado allí para querer honrar ese sitio? Si me dejo llevar por mi imaginación las respuestas serían múltiples y variadas, pero nunca sabré la verdad del gesto.
Y ahí está su grandeza.
Independientemente de su significado real y del motivo por el que surgió, este pequeño detalle demuestra la sensibilidad de quien preparó el diminuto altar y el valor universal de la emoción provocada por los pequeños gestos de ternura.
Sin llegar a conocer el porqué o el para quién, me adhiero a este gesto, a esta comunicación sin palabras, que ha hecho bailar mi emoción y mis sentimientos, que conmueve, que cuestiona.
No hacen falta grandes obras ni majestuosos altares. Tampoco explosivos aspavientos de tristeza o exageradas muestras de alegría. Ni siquiera ningún tipo de concentración. Bastan una humilde flor campestre y una pequeña vela para iluminar el día, sacarnos de nuestro raquítico reducto, y dejarnos con la boca y la emoción abiertas.
sábado, 26 de enero de 2019
viernes, 25 de enero de 2019
Sofía
Todo sucedió en una mañana lluviosa en un Madrid otoñal. En una habitación destartalada, de un viejo hospital, y en una ambiente con carga positiva por los padres, tía y abuelo, pero también con una carga negativa de una profesional seca, tajante y distante, naciste a la vida. Aquello parecía la Gran Vía una tarde navideña con entradas y salidas constantes de los profesionales, en una escenificación donde parecíamos invitados de piedra. Ni siquiera el padre o la madre se atrevieron a formular ninguna pregunta. Por la habitación pululaban palabras sueltas (cabeza, dimensiones, espalda, etc.) que como un murmullo invadían mi mente y en ocasiones aceleraban el corazón, al considerar que algo no era lo esperado. Era una de tus primeras fotografías: una ecografía.
Quiero pensar que esta imagen es una metáfora de la vida: amor y malestar, temor y esperanza, miedo y fortaleza, salud y enfermedad, son algunos de los parámetros por los que discurre la vida. Y ahí surgió como un susurro: es una niña. Sofía comenzó a existir. Es verdad que ya existía antes pero como “algo” indeterminado, sin sexo y sin nombre. El nombre le dio existencia, se convirtió en persona.
Sofía, pues fue nombrada y comenzó a existir. Fue su verdadero nacimiento. En una habitación destartalada, de una lluviosa mañana madrileña, pero arropada por el amor de sus padres, tía y abuelo. Y la “loca de la casa”, la fantasía comienza a dar forma al bebé, a la niña, a la adolescente, a la adulta Sofía, y en todos esos momentos surge el monstruo del sufrimiento, de la maldad, de la angustia, pero también el Hada madrina del amor, de la comprensión, de la empatía. Mi deseo es que Sofía sepa neutralizar el malestar, el sufrimiento, etc. con el amor de sus padres, abuelos y tías, principalmente.
Sofía, me gustaría que te encontraras un mundo lleno de solidaridad, de paz y armonía, donde pudieras desarrollar tus capacidades de amor.
Sofía, es cierto que nuestro mundo está lleno de dificultades, de zancadillas, de competición desleal, pero también vivimos en un mundo donde la solidaridad es patente y el sufrimiento del otro, en muchas ocasiones se convierte en nuestro propio sufrimiento.
Sofía, ya vislumbro tu sonrisa, tus ganas de vivir, y agradezco a la vida este regalo.
Tomo conciencia de mi nueva condición de abuelo y pienso:
“Ser abuelo”, es como decir que he completado el círculo de mi existencia: fui hijo, hermano, tío, sobrino, esposo, padre, y por último abuelo. Es como una gran medalla que me impone la vida.
“Ser abuelo” supone que puedo disfrutar de Sofía, de su sonrisa, de sus primeros pasos, de su ternura, de sus chantajes emociones… y un largo etcétera que de alguna manera dará luz y color a mi vida. Porque ser abuelo es tener la misma responsabilidad de ser padre pero centrándose más en el disfrute que en la censura o el castigo.
“Ser abuelo” implica contemplar la vida como por el retrovisor de otra existencia mas fresca, mas vital y mas festiva.
“Ser abuelo” inyecta una gran dosis de vida en una existencia que tiene un largo recorrido. Es un brindis al futuro injertado en la nueva vida del nieto/a.
¡¡Soy abuelo!! Gracias Pau y Javier por este regalo a mi vida, a nuestras vidas, y espero, que a pesar del lado oscuro (profesionales distantes, amargados, etc.) sepamos transmitir el amor y cariño de unos abuelos felices. GRACIAS.
jueves, 24 de enero de 2019
Gracias Manus


miércoles, 23 de enero de 2019
Hipatia

martes, 22 de enero de 2019
lunes, 21 de enero de 2019
Tengo una cita
domingo, 20 de enero de 2019
El deseo
de no desear

sábado, 19 de enero de 2019
viernes, 18 de enero de 2019
“No te deseo un año maravilloso…”
En estos primeros días del nuevo año, el saludo entre familiares o amigos siempre está cargado de un deseo de dicha: “te deseo un próspero año”, “te deseo felicidad para el 2019”, etc. Pero la felicidad no se consigue por arte de magia sino que es consecuencia de nuestra actitud ante los hechos “buenos” o “malos” de nuestra vida cotidiana.
Entre las diversas felicitaciones, que en estos días han llegado a mi correo electrónico, está este texto de Mirta Medici (psicóloga), que quiero compartir contigo, querido lector, con el deseo de que en 2019 seamos capaces de ir construyendo nuestras vidas y encontrar el sentido en cualquier situación de los siguientes 365 días del año. Eso es la felicidad.
Texto de Mirta Medici
“No te deseo un año maravilloso donde todo sea bueno. Ése es un pensamiento mágico, infantil, utópico.
Te deseo que te animes a mirarte, y que te ames como eres.
Te tengas el suficiente amor propio ara pelear muchas batallas, y la humildad para saber que hay batallas imposibles de ganar por las que no vale la pena luchar.
Te deseo que puedas aceptar que hay realidades que son inmodificables, y que hay otras, que si corres del lugar de la queja, podrás cambiar.
Que no permitas los “no puedo” y que reconozcas los “no quiero”.
Te deseo que escuches tu verdad, y que la digas, con plena conciencia de que solo es tu verdad, no la del otro.
Que te expongas a lo que temes, porque es la única manera de vencer el miedo.
Que aprendas a tolerar las “manchas negras” del otro, porque también tienes las tuyas, y eso anula la posibilidad de reclamo.
Que no te condenes por equivocarte; no eres todo poderoso.
Que crezcas, hasta donde y cuando quieras.
No te deseo que el 2019 te traiga felicidad. Te deseo que logres ser feliz, sea cual sea la realidad que te toque vivir”.
jueves, 17 de enero de 2019
El Teléfono de la Esperanza de León celebró la Navidad








miércoles, 16 de enero de 2019
¿Pareja de hecho o matrimonio?
Esta vez, acogiendo la petición de un lector del blog, trataremos del tema de las parejas de hecho, que en la actualidad están aumentando considerablemente en detrimento de las uniones matrimoniales.
Al contrario del matrimonio, en el ordenamiento jurídico español no existe una normativa de ámbito estatal que regule esta figura, cada Comunidad ha dispuesto su propia legislación e incluso existen distintas denominaciones (pareja de hecho, unión de hecho, unión estable de pareja…) por lo que el concepto jurídico resulta difuso, aunque se podría definir como una unión estable de dos personas que conviven de forma libre, pública y notoria, durante un tiempo determinado, y entre las que existe un vínculo afectivo similar al de un matrimonio. Esta unión puede ser de carácter heterosexual u homosexual.
El matrimonio, debe registrarse en el Registro Civil. Sin embargo, la pareja de hecho, deberá ser inscrita en el Registro de Uniones de Hecho de la Comunidad Autónoma correspondiente a la residencia de sus componentes.
Algunas Comunidades Autónomas han aprobado leyes sobre parejas de hecho. Castilla y León, entre otras, no tiene ley como tal y se regula mediante decreto (Decreto 117/2002, de 24 de octubre, por el que se crea el Registro de Uniones de Hecho en Castilla y León y se regula su funcionamiento) y las disposiciones que lo desarrollan.
Los requisitos, exigencias, condiciones y procedimientos para inscribirse en cada registro pueden ser muy variables según su normativa específica. En nuestra Comunidad los miembros de la pareja deberán cumplir los siguientes requisitos a la fecha de presentación de la solicitud en el Registro:
- Convivencia que implique una relación de afectividad entre los solicitantes análoga a la conyugal, actual y durante al menos los seis meses inmediatamente anteriores, o durante seis meses continuados.
- Residencia actual en la Comunidad de Castilla y León.
- Ser mayores de edad o menores emancipados.
- No tener relación de parentesco por consanguinidad o adopción hasta el segundo grado.
- Ser su estado civil el de soltero/a o viudo/a o divorciado/a.
- No formar unión de hecho con otra persona.
- No estar incapacitado judicialmente.
Ser pareja de hecho le otorga a esta unión una serie de derechos, que son más o menos equiparables a los del matrimonio en función de la normativa de cada Comunidad Autónoma. En Castilla y León los principales son:
Pensión de viudedad: En caso de pareja de hecho no se tiene derecho directo, a diferencia de si existe matrimonio, pero se puede conceder el derecho a pensión a la pareja estable al fallecer su conviviente cuando se den ciertas situaciones:
• Que el fallecimiento sea posterior a 1 de enero de 2008.
• Que se cumplan una serie de requisitos de cotización e ingresos.
• Que la inscripción como pareja de hecho se haya producido con una antelación de dos años como mínimo con respecto a la fecha del fallecimiento.
• Que haya existido una convivencia estable y notoria con carácter inmediato al fallecimiento del causante, con una duración ininterrumpida no inferior a 5 años.
• Que, durante el período de convivencia, ningún componente de la pareja estuviera impedido para contraer matrimonio ni tuviera vínculo matrimonial con otra persona.
Relación padres e hijos: En el caso de que haya hijos en común, no hay distinción en cuanto a derechos y obligaciones, tanto si los padres están o no casados, si son o no pareja de hecho, o si viven juntos o nunca ha habido convivencia.
Régimen patrimonial: las parejas de hecho no están sometidas a ningún régimen económico, ni convencional ni legal, aunque por pacto entre las partes pueden regular sus relaciones económicas.
Impuestos: las personas que formen una unión de hecho no pueden tributar en la opción de tributación conjunta del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), sólo podrán optar a efectuar la declaración en modalidad individual.
Herencia: el de los derechos sucesorios es uno de los puntos donde mayores diferencias existen entre el matrimonio y la pareja de hecho, ya que los compañeros sentimentales no son herederos forzosos, por lo que no pueden heredar entre sí a no ser que se haya otorgado testamento en tal sentido.
Permiso laboral: el parentesco por afinidad se constituye con el matrimonio, por tanto en el caso de parejas de hecho no se tendría derecho al permiso por fallecimiento, accidente o enfermedad grave, hospitalización o intervención quirúrgica sin hospitalización de parientes, salvo que se reconociera en el convenio colectivo de aplicación.
Los funcionarios tienen derecho al permiso de 15 días de descanso tras el matrimonio o la inscripción como pareja de hecho en el correspondiente registro público. En las empresas privadas dependerá de cada caso, el permiso matrimonial retribuido se contempla en el artículo 37.3 del Estatuto de Trabajadores del siguiente modo: “Quince días naturales en caso de matrimonio”, por tanto sólo los disfrutarán cuando el convenio colectivo, y esta es la tendencia creciente, tras acuerdo entre empresarios y trabajadores, incluya en la redacción de sus acuerdos el reconocimiento de este permiso vacacional al inscribirse como pareja de hecho. De igual modo se puede observar en la jurisprudencia de los Tribunales Superiores de Justicia la tendencia a reconocer la concesión de estos permisos basándose, fundamentalmente, en la no discriminación de los trabajadores que optan por esta opción y en aras a proteger la conciliación laboral y familiar.
Arrendamiento: en contratos de arrendamiento de vivienda posteriores al 1 de enero de 1995, en el caso de fallecer el titular del contrato puede subrogarse en el mismo la persona que hubiera venido conviviendo con el arrendatario de forma permanente en análoga relación de afectividad a la de cónyuge, con independencia de su orientación sexual, durante al menos los dos años anteriores al tiempo del fallecimiento, salvo que hubieran tenido descendencia en común, en cuyo caso bastará la mera convivencia. No es necesario que la pareja de hecho esté inscrita en ningún registro, sólo demostrar la convivencia con certificado de empadronamiento, convivencia, etc.
martes, 15 de enero de 2019
Frío

lunes, 14 de enero de 2019
Encauzando las emociones

domingo, 13 de enero de 2019
Huecos

sábado, 12 de enero de 2019
viernes, 11 de enero de 2019
La magia

jueves, 10 de enero de 2019
Crecimiento y desarrollo personal

miércoles, 9 de enero de 2019
Reacciones ante ataques de ansiedad

martes, 8 de enero de 2019
Pensar y atender: diferencias

lunes, 7 de enero de 2019
Amaneciendo
domingo, 6 de enero de 2019
Va por ellos

Cuando era pequeña creía en los Reyes Magos, porque la magia y la posibilidad de ver cumplidos los deseos me hacían muy feliz. Me emocionaba sólo con verlos llegar en sus carrozas cargadas de juguetes, imaginando que alguno de ellos era para mí. Incluso cuando empecé a cuestionarme su existencia (a eso de los siete u ocho años) me negaba a admitir que fueran una invención comercial.
Después, al crecer, llegué a renegar de tales inventos porque me sentía engañada. Aquellos personajes no eran más que un cuento, no regalaban nada ni hacían posible lo imposible. Un fiasco, vamos.
Pasados los años he decidido creer en ellos. Y celebro la noche de los Reyes Magos, recreando la inocencia, ternura y esperanza que supuso, esa noche, en los primeros años de mi vida. Ellos representan fundamentalmente ilusión, magia, detalles, cariño… y a eso me aferro tanto antes como ahora.
La tradición habla de hombres que vieron algo más que otros no vieron y fueron capaces de dejar su entorno, su zona de confort, para salir en busca de ese algo más. Sólo por eso sus figuras son ilusionantes y valen la pena.
Hoy, también existen seres que ven más allá de lo aparente, que dejan su comodidad y salen a buscar lo que para ellos es su razón de vivir. No ostentan ningún título real, pero sí hacen magia cotidiana con su visión de la vida y su forma de estar en ella. Magia que contagia y reparte felicidad en el entorno. Magos que convierten el detalle en un arte y el compartir en un hábito.
Por eso –y por ellos– celebro esta noche, jugando, de paso, a imitarlos.
sábado, 5 de enero de 2019
viernes, 4 de enero de 2019
“El día que
deje de ser”

jueves, 3 de enero de 2019
Los frutos
de la atención
- De marionetas de los movimientos mentales y emocionales a la libertad interior, libertad que únicamente garantiza la atención.
- De la reactividad a la ecuanimidad: la mente (el yo) nos lleva a reaccionar ante los estímulos; la atención permite “tomar distancia” para no reaccionar, sino responder.
- De la creencia de la separación a la comprensión no-dual, de la consciencia de separatividad a la consciencia de unidad: la mente nos hace creer que todo es una suma de objetos separados; la atención nos muestra la realidad de la no-separación.
- De la resistencia a la aceptación: la mente se resiste contra aquello que la frustra; la atención acepta, posibilitando la acción adecuada.
- Del juicio a la bendición: pensar significa juzgar y rechazar lo que no le agrada; la atención, alineada con lo que es, bendice.
- De la avidez a la gratitud: la mente es apropiación y el “yo” insatisfacción, de donde brota la avidez insaciable para tratar de compensar el vacío; la atención, al revelarnos que somos plenitud, hace vivir en gratitud.
- De estar “perdidos” a “volver a casa”: la mente es radicalmente incapaz de comprender qué somos, por lo que desde ella resulta imposible salir de la ignorancia; la atención nos hace comprender que somos esa misma atención –en cuanto estado de consciencia– y que esa es nuestra “casa”, de la que nunca nos habíamos alejado.
- Del “yo” a la Vida: para la mente soy solo este “yo separado” que ella puede delimitar y percibir, un yo que, momentáneamente, tiene vida; la atención me muestra que soy Vida, expresándose en la forma de este “yo”.
- Del estado mental al estado de presencia: esta es la clave que explica todos los “pasos” mencionados en los números anteriores; la atención, al silenciar la mente pensante, posibilita que sea transcendido el estado mental y que emerja el estado de presencia, con las consecuencias –los “frutos”– antes señalados.