Entre los trastornos psiquiátricos relacionados con la comida sobresale uno: la anorexia. Se ha denominado de varias maneras: “adoradores de la delgadez”, “fobia a gordura” o “una forma de seguir siendo niña/o”. Lo cierto es que la anorexia parte del culto al cuerpo y a la moda imperante en nuestra sociedad, e incluso quiere dar signos de fortaleza precisamente a través de la fragilidad del cuerpo.
Las personas que padecen este trastorno generalmente son adolescentes con buenos rendimientos académicos, muy responsables y muy autoexigentes consigo mismos; pero, eso sí, tienen miedo a engordar, pues lo asemejan a algo feo, descalificador o poco femenino, les gusta la delgadez, pero no saben poner límite entre el peso saludable y el patológico.
Un ejemplo entre miles es el de Ana. Tiene 15 años y desde hace unos meses sufre trastornos de la “regla” y los padres se quejan de su extraña conducta con la comida: “no come casa nada, y en alguna ocasión ha llegado a provocarse el vómito cuando a su juicio había comido demasiado; tiene conductas extrañas como por ejemplo ir todos los días andando al colegio (tarda casi una hora); a veces, ha llegado a esconder la comida en los armarios de su habitación para “demostrar” que se había comido todo…Es muy nerviosa y fuma sin parar”. En pocos meses ha perdido varios kilos de peso.
A veces, estas conductas alimentarias están justificadas con “razonamientos” mas o menos convincentes: temor a engordar, falta de apetito, estrés, trastornos digestivos, etc. Pero, en una lectura en profundidad siempre encontramos un rechazo al propio yo y, en definitiva, un rechazo a su adultez. Por esto algún autor a este trastorno alimentario le ha llamado el complejo de Peter Pan. Estos adolescentes, ante la inseguridad que les supone el ser y actuar como adultos, intentan mantenerse en la “seguridad infantil”, y por esto se niegan a toda posibilidad de crecimiento, incluso en el aspecto físico. Es una de las teorías que intentan explicar este tipo de trastorno de la alimentación.
Una conducta acogedora y no sancionadora por parte de los adultos les podrá posibilitar el tomar conciencia de su conducta, y a través de una ayuda psicoterapéutica (en ocasiones también farmacológica) podrán neutralizar sus miedos y crecer de forma sana.
Una de las teorías que intenta explicar este tipo de trastorno: "El rechazo al propio yo y, en definitiva, un rechazo a su adultez....Estos adolescentes, ante la inseguridad que les supone el ser y actuar como adultos, intentan mantenerse en la "seguridad infantil", y por esto se niegan a toda posibilidad de crecimiento incluso en el aspecto físico".
ResponderEliminar´Me ha resultado muy interesante esta información. Gracias Alejandro. Pepi
Psiquiatra, hablas muy claro. Se te entiende muy bien
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