El que da, no debe volver a acordarse;
pero el que recibe nunca debe olvidar
Blog
martes, 6 de diciembre de 2016

Carta al Teléfono de la Esperanza

José Manuel Ballesteros Pastor
Escritor






Querido amigo: Te hablaré del Teléfono de la Esperanza. Fue la otra noche, en lo más hondo de la desolación de mi alma, a solas con la lluvia y el silencio; a esa hora en que, si no duermo, parece que se me ha detenido el tiempo y que estoy sola en la vida, que no hay nadie más en el mundo y que nunca más volverá a amanecer. Entonces, en una de tantas vueltas, pensé en el Teléfono de la Esperanza. Busqué el número. 957 470 195. Al otro lado de la noche, una voz. De mujer. Sentí lo que debe de ser el cobijo de una madre. Sentí una emoción profunda y lágrimas en los ojos. Hablé. Hablé de mi soledad, de mi tristeza, del silencio, de las lágrimas... ¡Vivo tan sola estos sentimientos, aquí, en lo más callado de mi corazón! Al otro lado había silencio, pero un silencio lleno de vida, porque yo sabía que mi alma era escuchada por amor, sin ningún otro interés. Había encontrado otra alma en el fondo de mi noche; alguien que esperaba dispuesta a escuchar lo que fuese, hasta el dolor más inhumano; este dolor insoportable que me produce el estar lejos de la persona amada; este dolor que me arrasa, que me ahoga de desolación y de tristeza, y me abre tanto vacío a solas que me arranca del pecho el corazón y vuelve a colocarlo para arrancarlo una vez más; que me convierte en lágrimas cualquier cosa que miro; que me apaga la sonrisa; que le quita la vida a mi vida: si como, si trabajo, si me despierto en la noche y no hay nadie, sólo lluvia y más lluvia, silencio y más silencio, y miedos, y desolación, y ansias de que alguien me acoja y me cobije; pero no hay nadie, solo soledad y más silencio; y el tiempo no pasa; y tiene que venir un nuevo día, esconderme del dolor, aparentar como que puedo seguir viva sin ayuda. Yo seguía hablando, y sentí que un alma me acariciaba el alma. No sé cuánto tiempo duraron mis palabras, pero pasó en un soplo. Colgué y, después de tantas noches, me volví acompañada a la cama. Y esta vez lloré de agradecimiento. Nunca esa voz sabría quién era yo, ni siquiera mi rostro; ni yo sabré nunca quién es esa voz. Lloré de esperanza, porque había palpado el amor; porque en esta vida hay ángeles entre nosotros, escondidos dentro de personas que practican la bondad. Si no fuera por ellas, no amanecería nunca en este mundo».
lunes, 5 de diciembre de 2016

A NUESTROS VOLUNTARIOS



L@S VOLUNTARI@S EL ALMA DEL TELÉFONO DE LA ESPERANZA

El Teléfono de la Esperanza celebra su 45 aniversario. Han sido años de intenso servicio a la sociedad española. Los voluntarios atendieron más de cinco millones de llamadas de personas en crisis. Al otro lado del teléfono se escuchan los llantos de la soledad, la depresión, la enfermedad mental, la crisis familiar o el maldito paro. La desesperanza culmina en la ideación suicida, las autolesiones, las múltiples adiciones o la automedicación.

Al otro lado del auricular alguien te escucha, te acompaña y te entiende. La compañía aligera el dolor y al colgar un mensaje queda en el aire: NO ESTOY SÓLO. Miles de personas, a lo largo de estos años, han transitado de la desesperación al convencimiento del propio poder para afrontar la vida.

La llamada de teléfono rompe la soledad, pero, a menudo, los problemas exigen un abordaje complementario. Los voluntarios psicólogos, abogados, trabajadores sociales o mediadores familiares aportan su pericia profesional para dotar a los llamantes de las habilidades personales que les permitan afrontar el dolor y abordar la crisis.

 En su dilatada historia los voluntarios del Teléfono de la Esperanza asesoraron y ofrecieron terapia de forma gratuita a más de doscientas mil personas y en nuestras bases de datos constan más de un millón de entrevistas terapéuticas.

El encuentro y la amistad son medicinas eficaces para el dolor y la soledad. El camino hacia la esperanza se transita uniéndonos a otros para compartir los problemas, buscar juntos soluciones, abordar el empeño común de dotarnos de las habilidades necesarias para superar la crisis.

Los grupos de autoayuda, más de diez mil en estos cuarenta cinco años, son la mejor prueba de la capacidad curativa del grupo. Cada voluntario se emociona y entusiasma al ver levantarse al caído acompañado por el grupo.

¿Se pueden prevenir el dolor y la crisis? ¿Se puede capacitar a las personas para afrontarla con dignidad? ¿En medio de la tempestad es posible mantener la calma? ¿Podemos alcanzar la felicidad? Los voluntarios del Teléfono de la Esperanza afirman con fe: SI SE PUEDE.

 El camino es la “Promoción de la salud emocional y mental de la población”. En estos años, este ha sido un objetivo prioritario del trabajo realizado por nuestra ONG y más de medio millón de personas se han beneficiado del mismo.

En fin, han sido cuarenta y cinco años de trabajo y servicio. Más de quince mil voluntarios, personas como tú y como yo, han puesto sus vidas al servicio de los demás sin más salario que la satisfacción de la ayuda prestada.

La fecunda historia del Teléfono de la Esperanza se ha construido gracias a la entrega de los voluntarios.

Hoy día cinco de diciembre se celebra el Día Internacional del Voluntariado. Un día alegre y festivo para todos aquellos que, desde la gratuidad, ofrecen una parte de su vida a los demás.


En este día tan especial, queremos reconocer la deuda que la sociedad española tiene con su más de cuatro millones de voluntarios y gritar fuerte y claro: MUCHAS GRACIAS.
domingo, 4 de diciembre de 2016

La luna más grande

La Escribana del Reino
M. E. Valbuena

Hace unos días hemos asistido a un espectáculo inusitado. Hemos podido ver la luna más grande de lo habitual debido a su punto de colocación en relación con la tierra, algo que ocurre pocas veces y que, por eso mismo, se anunció prolijamente para que nadie se lo perdiera.
La verdad es que se la veía grande y luminosa, cierto. Pero yo, que no conozco del tema, no me atrevería a decir cuánto más grande o cuánto  más luminosa. A mí me pareció tan grande y luminosa como otras veces la he visto. Y la miro mucho, que conste.
Lo que me pareció grande, pasmoso y luminoso fue el fenómeno social desencadenado por la noticia. La ansiedad generada y fomentada por sacar la mejor foto, en el mejor momento, acreditando el tan manido “yo estuve allí”.
Me hacía gracia escuchar a los compañeros cómo iban a ir a no sé qué lugar para obtener la foto. O a los medios de comunicación insistiendo en la “gran”  noticia una y otra vez. U observar, de regreso a casa, cómo había personas congregadas alrededor de puntos clave para fotografiar el evento.
Me llamó la atención tanta movilización, tanta energía activada, tanto interés despertado. En algún momento pensé en lo del palo y la zanahoria. Nos hablan de algo inusitado, asombroso, llamativo, extraordinario… y ahí nos posicionamos todos, obedientemente, como si se nos fuera la vida en ello, viendo lo que “hay que” ver.
Si somos tan dóciles con algo tan efímero ¡cuánto más no seremos con otras cosas! El tema da para pensar. Y para sacar conclusiones.
sábado, 3 de diciembre de 2016

Reírse
es muy bueno




- Cariño, ¿quieres que los dos pasemos un fin de semana perfecto?
- ¡Vale!
- Pues nos vemos el lunes...

- ¿Que tal? ¿Nervioso?
- Si, un poco...
- ¿Es tu primera vez?
- No, ya había estado nervioso antes...

- Venía por la oferta de trabajo...
- ¿Habla usted inglés?
- Si señor...
- ¿Nivel?
- Level...

Invitamos a nuestros amigos a que nos cuenten algún chiste 
o simplemente a que se rían y si es a carcajadas mejor. 
¡¡Sienta muy bien!! 
viernes, 2 de diciembre de 2016

Una nueva etapa del Camino de Santiago, entrando en Burgos

Rosa

El  Camino de Santiago o camino a la verdad, al entendimiento a la confianza puesta en compañeros, dando gracias a la vida por tener la oportunidad de compartir con ellos experiencias tan simples y con tanta verdad que a uno le hace sentirse en otro mundo diferente al actual.
Me quedo con esta etapa de mi vida que me da serenidad, una serenidad basada en el cambio, en la apertura de mis sentimientos que estando encerrados durante parte de mi vida han vuelto a fluir.
Hace pocos meses la vida me puso aquí, con vosotros, con vuestras formas de decirme “todo está bien, te respeto, te acepto, con compasión” ha sido un regalo que os he de devolver, devolver de la misma forma y entrega que habéis puesto desinteresadamente en mi. 
Solo pido Pasión y Fuerza para encarnar una Realidad, la realidad de Amar y dar lo mejor de mí y recordando que amar es comprender la particularidad de nuestra persona, desnudándose de todo tipo de prejuicios, proyecciones y falsas creencias que hasta hace poco vivían conmigo.
Tengo la edad adecuada para ser feliz y la energía justa para hacer de mi vida una aventura inspiradora. Y por ultimo quiero dar las gracias a aquellos que se pasan la vida persiguiendo la felicidad y a otros que se dedican a crearla y a regalarla, pues de ellos he aprendido. AMOR Y BUENA SUERTE.
despert@r2016
Espero con ansia e ilusión la llegada de una nueva etapa del Camino de Santiago. Siento la magia a cada paso que doy. Me llena de energía, me conecta conmigo misma. Me llena de Paz. Me río mucho, deseo que no termine nunca, todo me emociona. Y lo mejor es que él, esa persona especial en mi mida, también está ahí.
Me apetece escuchar voces que transmiten tanta sabiduría, abrazar y que me abracen, compartir el silencio, del que tanto tengo que aprender.
Me apetece disfrutar de la naturaleza, de las sensaciones que me transmite mi cuerpo que me indican que estoy viva, que solo tengo este momento.
Me apetece compartir este camino, correr la aventura de dejarme fluir para reencontrarme, sentir cada latido y nacer de nuevo a la vida.
Me apetece reír, hablar con la gente, y también me apetece, y mucho, agradeceros que me hayáis hecho ver el escenario que tengo a mis pies, ese en el que empiezo a darme cuenta que soy la protagonista, interpretando el papel principal de mi vida.
Me apetece, jugar y cantar, como niños y como adultos y volver a compartir una nueva etapa de este camino, sí me apetece.
jueves, 1 de diciembre de 2016

Pies rectos

El rincón del optimista
Juan


Por mis frecuentes problemas de espalda acudí hace poco tiempo a la consulta de un osteópata leonés que considero muy bueno para ver si mitigaba los dolores lumbares que sufría y sufro aún. Ya me había tratado en otras ocasiones con muy buen resultado. Mientras me estiraba y ‘colocaba’ huesos y músculos que estaban fuera de su sitio me iba preguntando para intentar averiguar cuál podía ser el origen de ese dolor de espalda. Lógicamente el hecho de que trabaje en un puesto de oficina, con ordenador y sentado, contribuye a que por las posturas incorrectas la espalda acabe sufriendo las consecuencias. Pero cuando le dije que trabajaba a 90 kilómetros de casa y que tenía que conducir mi coche cada día durante dos horas (una de ida y otra de vuelta) me preguntó cómo llevaba los pies mientras conducía. Efectivamente le confesé que siempre los llevaba hacia fuera, en ángulo de 45 grados. Me confesó el especialista que esa postura era muy mala para la espalda, sobre todo para la zona lumbar y que era mucho mejor que los pies fueran rectos, enfrente de los pedales.
Ese consejo me hizo realizar a partir de ese momento una conducción más consciente y darme cuenta que cuando llevo los pies girados debo corregir postura y ponerlos rectos. Pero lo que me ha llevado a reflexionar esta circunstancia es que llevo conduciendo desde hace más de 30 años y seguramente no haya caído nunca en la cuenta hasta ahora que he estado todo este tiempo colocando mal los pies. Y más importante aún, que después de todo ese tiempo transcurrido puedo y quiero cambiar la postura, lo que me lleva a concluir que siempre que quiera puedo, estoy capacitado para cambiar hábitos, costumbres, vicios, por mucho tiempo que haga que llevo realizándolo. Es decir, todos podemos cambiar a cualquier edad y en cualquier circunstancia. En resumen: me doy cuenta, corrijo y asumo los cambios. Sólo hace falta querer, claro está.
Asín sea.
miércoles, 30 de noviembre de 2016

¿Cómo se puede ser realmente feliz?

Pax Vostrum
Beatriz


Nos pasamos la vida en busca de esta felicidad. Es nuestro objetivo vital. 
Somos los eternos buscadores de la felicidad y lo hacemos a través de fórmulas de lo más variopintas.   Y esto no es algo de ahora, algo que esté de moda, sino que llevamos toda la historia de la humanidad con el mismo objetivo. 
¿Por qué hemos sido capaces de conseguir tantas y tantas cosas a todos los niveles y en este sentido seguimos con tantos impedimentos? 
Te voy a contar una bonita y clásica fábula que puede darnos alguna “pista”. 
“Al principio de los tiempos, “los dioses” se reunieron para crear al hombre y a la mujer. Lo hicieron a su imagen y semejanza hasta que uno de ellos dijo: 
- Un momento. Si vamos a crearlos a nuestra imagen y semejanza, si van a tener un cuerpo igual al nuestro y una fuerza e inteligencia igual a la nuestra, entonces estamos creando nuevos dioses. Tenemos que pensar en algo que los diferencie de nosotros. 
Después de mucho pensar, uno de ellos dijo:
- Ya lo sé, ya lo tengo. ¡Vamos a quitarles la felicidad!
- Pero, ¿ y dónde vamos a esconderla? - respondió otro.
- Vamos a esconderla en la cima de la montaña más alta del mundo.
- No creo que sea una buena idea. Los hombres con su fuerza y con su tesón acabarán por encontrarla. Y una vez que uno la encuentre se lo contará a los demás y muchos subirán a por ella. 
- Entonces... podemos esconderla en el fondo del océano.
- No. Recuerda que les hemos dado inteligencia, con lo cual, tarde o temprano construirán una máquina o un aparato que pueda descender a las profundidades del océano.
- ¿Por qué no la escondemos en otro planeta que no sea la tierra?
- Tampoco creo que sea buena idea, porque llegará un día que desarrollarán una tecnología que les permita viajar a otros planetas. Entonces conseguirán la felicidad y serán iguales a nosotros.
Uno de los dioses, que había permanecido en silencio todo el tiempo y había escuchado con interés las ideas propuestas por los demás dijo:
- Creo saber el lugar perfecto para esconder la felicidad, ese lugar donde nunca la encuentren.
Todos le miraron asombrados y le preguntaron:
- ¿Dónde? Venga, dinos cuál es ese lugar. 
- Allá va.  La esconderemos dentro de ellos mismos. Sí, dentro de ellos mismos. Estarán tan ocupados buscándola fuera, que nunca la encontrarán.
Todos los dioses estuvieron de acuerdo. Y desde entonces el hombre se pasa la vida buscando la felicidad fuera, sin darse cuenta que la lleva consigo.
¿Qué te parece? ¿Conocías esta fábula? Sabios, filósofos, psicólogos, estudiosos, eruditos nos han dicho lo mismo. Que la fórmula para alcanzar la felicidad que realmente dura, esa que realmente nos hace sentirnos bien, esa que nos trae paz, serenidad y nos hace sentirnos plenos es aquella está dentro de nosotros y viene de la construcción de una mente feliz.
Lo de fuera sí, nos da una felicidad momentánea por supuesto. Pero poco más. Cuando las circunstancias nos son favorables, cuando lo que fuera coincide con lo que yo quiero o con “lo que me han contado” socialmente que es ser feliz, me siento bien, “voy tirando”…, pero en lo profundo sigo sintiendo un vacío, un “algo” que me impide estar en paz totalmente.  Siempre hay algo que falta, hay una sensación de que hasta que no llegue “X” o “Y” o hasta que no se solucione “X” o “Y” yo no voy a poder ser feliz de verdad. Esta es una creencia muy extendida. 
Pero ahora sabemos que no hay mayor felicidad que la que emana de dentro. Nada ni nadie puede quitarnos esa felicidad, incluso en las “peores circunstancias”. 
Como dice Viktor Frankl en su obra más conocida “El hombre en busca de sentido”:
“Al hombre se le puede arrebatar todo salvo una cosa: la última de las libertades humanas – la elección de la actitud personal ante un conjunto de circunstancias para decidir su propio camino”. 
La definición de felicidad que da Matthieu Ricard, un monje budista al que se le ha otorgado el título del hombre más feliz del mundo es la siguiente: 
“El bienestar (el prefiere llamarlo bienestar por la cantidad de connotaciones que tiene la palabra felicidad) no es meramente una sensación de placer, sino una sensación de profunda serenidad y realización; un estado que impregna y subyace a todos los estados emocionales y a todas las alegrías y penas que se atraviesan en el camino”. 
Como ves, el bienestar nada tiene que ver con mi estado emocional. Puedo sentirme realmente triste, puedo estar pasando por una época de enfermedad, puedo haber tenido alguna pérdida y sentirme bien, vivir con el sentimiento de confianza en la vida, de aceptación y de profunda serenidad. 
lunes, 28 de noviembre de 2016

Autoestima,
¡qué importante!

Participante del GDP Autoestima

Salgo a buscar a esa niña que nació en un pueblo pequeño pero con muchos niños. 

Mis padres me quisieron, mis hermanos también, mi primera maestra también…

Entonces,… ¿qué sucedió  a lo largo de mi vivencia  para que no me sienta reconocida como persona valiosa?

El día que hice la primera comunión, ¿qué me impidió recitar poesías como los demás?  ¿Fue rabia, vergüenza, creía que no lo sabía hacer bien,  fue envidia porque los otros lo hacían mejor,…?

Comencé primaria en León y repetía lo mismo; me ponía nerviosa frente al libro; y al empezar el instituto, más de lo mismo, no lograba centrarme para estudiar.  A medio curso lo dejé, sintiéndome mal por ello. Me quedé sin ilusión y retraída. 

Comencé a coser con mi hermana que tampoco puso demasiado entusiasmo. Otra hermana religiosa me llevó al colegio por si quería ser religiosa yo también,  pronto me di cuenta que no. Eso no era lo que buscaba.

¿Qué me pasa, porqué me rechazo? Hoy reconozco haber vivido sin entusiasmo hasta los sesenta y nueve años.

He vivido refugiada en el miedo. ¿Por qué?  Porque era cómodo, así no haría las cosas. No quiero  problemas, pero me siento mal.

Me casé con treinta años. No estaba enamorada de mi marido. He vivido cerrada y sin entusiasmo, triste por todo, cerrada en mi círculo, sin expresión, sin confianza, sin satisfacciones. He cerrado mis emociones, mis valores. No encuentro respuesta para esta niña, ¿por qué lo hizo?, necesito, dándome cuenta, postrarme de rodillas en la tierra y así en un abrazo absoluto permanecer en ella hasta no sufrir.

Amor con amor se paga. Moriré sino me amas, siempre soñé que el amor es más fuerte que todo.

Se han hecho demasiados nudos en la garganta para poder hablar.

Ahora necesito deshacer y deshacer tantos… Una torpeza, un sufrimiento sin sentido, un no decir, un fracaso, un no tener en cuenta, un no saber amar, un no saber disfrutar; ese llanto reprimido, demasiados silencios retenidos en mi garganta “para poder hablar”.

Sospecho que rechazo todas las vivencias que me han tocado vivir a lo largo de mi existencia.

Ahora, siento la necesidad de instalar en mí:

· la voz que me anima

· mi puente de apoyo

· mi mano amiga

· mi sentimiento de amor

· mi mirada luminosa

Creo en mí, por eso estoy aquí.

domingo, 27 de noviembre de 2016

En proporciones similares

La Escribana del Reino
M. E. Valbuena

A veces la vida parece regodearse en nuestro sufrimiento, haciéndonos pasar por situaciones límite o por acusaciones que hieren como cuchillos o por desprecios que nos hacen sentir que somos nada o por indiferencia que ignora que existimos o por incomprensión de los que creíamos incondicionales.

A veces la vida es cruel. O nosotros, al menos, la percibimos así.

Y como todo es para aprender y para entender, en esas situaciones nos toca callar, observar, aguantar y captar finalmente al aprendizaje que todo dolor lleva consigo.

Mientras tanto –para que las cosas sean más llevadoras y se amortigüe el sufrimiento– la vida también da.

Da, por ejemplo, miel, para suavizar la garganta, coger defensas y tomar energía. O da bombones, para endulzar el sabor amargo que nos toca tragar. O, incluso, una bufanda, que nos calienta y nos protege del frío exterior e interior. O ratos de escucha. O abrazos.

Y también aprendemos así, a fuerza de cariño y compañía.

Mi abuela decía que las pastillas para el dolor se tomaban mejor en el postre, con un poquito de dulce. Eso es lo que nos da la vida: sufrimiento y dulzura, ambos a la par.

No nos quedemos enrocados en el sufrimiento, que siempre tiene un sentido, pero que no es, desde luego, sufrir por sufrir. Acojamos lo que nos quiere enseñar y dejémoslo ir. Tomemos al mismo tiempo lo que nos ayuda a soportarlo y envolvámonos en ello (en su calor, en su color, en su textura…) que siempre es bueno sentirnos queridos y funcionamos mejor.

Gracias desde aquí a los que habéis aportado miel, bombones, bufandas, escucha y abrazos a mi vida.

sábado, 26 de noviembre de 2016

Entrevista de trabajo





El Psicólogo le dice a la aspirante al puesto:
- Le voy a realizar un test final para su admisión.
- Perfecto, dice la candidata.
Entonces el Psicólogo le pregunta:
-  Usted está en una calle oscura y ve a lo lejos dos faros viniendo en su
dirección, ¿Usted qué piensa que es?
- Un Coche, dice la candidata.
- Un Coche es muy poco, ¿Qué tipo de coche? ¿Un BMW, un Audi, un Volkswagen?
- ¿Y cómo lo voy a saber?
- Hummm..., dice el Psicólogo, y continúa: le voy a hacer otra pregunta:
- Usted está en la misma calle oscura y ve sólo un Farol viniendo en su
dirección, ¿qué es?
- Una moto, dice la Candidata.
- Si, pero ¿qué tipo de Moto? ¿Una Yamaha, una Honda, una Suzuki?
- Pero si es una calle oscura cómo lo voy a saber? (ya medio nerviosa)
- Hummm..., dice el Psicólogo. Aquí va la última pregunta:
-    En la misma calle oscura usted ve de nuevo un solo farol pero más
pequeño y percibe que viene más lento, ¿qué es?
- Una Bicicleta.
- Si, pero ¿qué tipo de bicicleta?, ¿una Benotto, una Magistroni?
- No sé !!.
- Lamento informarle que ha sido descalificada para el puesto! - Dice el
psicólogo.
Entonces la candidata, medio triste con el resultado, dice al psicólogo:
-  Aunque he sido descalificada, el test me ha parecido    muy interesante.
-  ¿Puedo hacerle una pregunta, en la misma línea de razonamiento?
Y el Psicólogo muy seguro de sí mismo responde, ¡claro que puede!
-  Usted señor, va esta noche en una calle mal iluminada.
- Ahí ve una mujer muy maquillada, con un vestido rojo muy corto,
contoneándose y moviendo el bolso, ¿qué es?
- Ah! - dice el psicólogo - Es una Puta...
- Si, pero ¿qué Puta? ¿Su Hermana? ¿Su Hija? ¿Su Mujer? ¿Su prima?
....
¿Os animáis a compartir una moraleja?
viernes, 25 de noviembre de 2016

Así fue la presentación del libro "Cartas del alma desnuda"
de Raúl Rodríguez



Raúl Rodríguez y Valentín Turrado. Una fotografía de Javier Casares.

Más de diez preguntas sueltas


La presentación del nuevo libro "Cartas del alma desnuda" en León fue muy dinámica, la verdad es que tuvo mucha chispa, creo que esa chispa nació porque Valentín, el amigo que presentó el acto, lo hizo con total entrega, nada nuevo en él porque es así como hace siempre las cosas. Aquí van a modo de resumen las preguntas que él hizo, así como las respuestas aproximadas que yo pude hacer, y digo aproximadas porque éstas no corresponden a una grabación sino que son una recreación que he hecho en estos últimos días, una recreación elaborada a partir de lo compartido con el público de León el pasado 11 de noviembre.
-Hola Raúl, leo que en la carta 112 dices: “Soy un agricultor de la escritura. Tantas veces me veo aquí en la casa caminando con paso lento, tantas veces me veo haciendo las cosas con el mismo tesón y con el mismo porte de los campesinos a los que tanto admiro.. ¡Tantas veces! ¡Tantas!. Porque un día decidí hacer las cosas sin prisa. Con paciencia me siento a escribir. Con la misma paciencia con la que los viticultores van a podar sus viñas. Haga bueno o haga malo, siempre estoy a la tarea. Sigo el surco. Sembrar a pesar de todo. Meter en el surco las palabras, que ahí mueran. No depende de mí que broten en el corazón de la gente. No depende de mí. De mí no depende nada. Nada en absoluto”. En realidad, ¿qué depende de ti? ¿Qué es lo que pones tú en el surco?
-Parece que las cosas dependen de uno, pero en realidad no es así, todo depende de la Vida, es la Vida la que lo va haciendo todo.
-Sin despertar interior no se puede hacer nada, dices en la carta que escribes a Fran. ¿Qué es estar despiertos?
-Creo que no hay propiamente despiertos y dormidos. No es que por un lado estén los despiertos y por otro los dormidos. Hasta el más despierto muestra signos claros de estar dormido, y por supuesto que el más dormido de todos muestra también signos de estar un poco despierto. En realidad estamos todos “despertando”. Es necesario decir que lo real no es nunca lo que sucede, y es que por debajo de lo real viaja siempre un río escondido, es ese río escondido el flujo de la Vida Verdadera, es ahí donde hay que situarse cuando hablamos del despertar. No está despierto el que anda muy espabilado en el mundo de la forma, el más despierto es el que ha contactado con ese río escondido, es decir con su ser interno, el ser real e inamovible.
-Escribes una carta a tus abuelos y dejas en esa carta una pregunta para que ahora te la pueda hacer yo también esta tarde: ¿Cuál es para ti el mayor aprendizaje en tu paso por la Vida? 
-El mayor aprendizaje es sin duda hacer las cosas a través de la Conciencia Profunda. Y es que hay dos tipos de conciencia, la conciencia superficial y la Conciencia Profunda, la mayoría de las cosas las hacemos a través de la conciencia superficial. El verdadero significado de la vida no es otro que contactar con esa Conciencia Profunda.
-Escribes una carta a una mujer que no podía dormir por las noches. Parece que lo que nos quita el sueño en el fondo es el miedo a morir, el miedo a desaparecer. ¿Qué te hace a ti dormir a pierna suelta?
-Cuanto más control intentamos tener sobre las cosas, más miedo tenemos. Lo que te hace dormir a pierna suelta es precisamente dejar de tener el control sobre las cosas, eso no quiere decir que no estemos sobre lo que hay que hacer en el día a día, lo que quiere decir es que no hay que obsesionarse con nada.
-Es en la carta a Felipe donde hablas que no existe un yo individual, que todo pertenece a una única identidad cósmica, infinita, inabarcable. ¿Cómo has llegado hasta ahí? 
-Hay algo que para mí es muy importante, y es que la paz profunda, la paz del corazón, no se alcanza nunca a través del pensamiento, descubrir eso tiene que ver con darse cuenta también de que no existe un yo individual.
-En la carta a Mónica completas la pregunta anterior. ¿Cómo siendo uno nos experimentamos duales y nos vivimos en una continua dualidad, en continua separación? ¿Hay alguna forma de romper esta dicotomía?
-La dualidad hay que vivirla de forma completamente relajada y natural. Venimos a este plano dimensional también para vivir la dualidad. Estar partidos en varios cachos forma parte de esta aventura de la vida en la forma. La vida en la forma que se nos muestra está siempre dividida, partida, troceada, no así la vida en la esencia que permanece pura e inalterable, esa vida en la esencia no es afectada nunca por nada. La misma idea de la reencarnación nace porque nos sentimos separados. Salimos de la dualidad cuando dejamos de identificarnos con personas, con cosas, con situaciones. Y es que nosotros no somos las cosas externas que nos rodean. Pero repito, no hay que obsesionarse con intentar salir de la dualidad del mundo de la forma, a veces cuanto más intentas salir, más dual y contradictorio te vuelves. O lo digo mejor de esta otra manera: la vida en la forma, la vida externa de las cosas corrientes es siempre dual, esa es su naturaleza.
-“Ahora puedo hablar de la angustia de forma serena, sosegada”, dices en la carta que escribes a Ana María. ¿Hubo otras épocas en las que no pudiste? ¿En dónde andabas? ¿Qué te impedía acoger la angustia como una compañera, una aliada en el camino? 
-El miedo más grande llega a nosotros cuando pensamos que en un determinado momento se nos puede borrar la manera en la que ahora percibimos eso que llamamos 'la realidad'. Mi miedo desapareció aprendiendo a dormir, y es que cuando te duermes en realidad te mueres. Quien aprende a dormir aprende a morir. Y se aprende a morir dejando de tener control sobre las cosas, sobre las personas, sobre las situaciones de la vida. Duerme más y mejor el que se encomienda a la Vida con total inocencia. Confiar en la Vida como lo hace un niño, ese es el secreto.
-¿Has necesitado mear muchos miedos, tal y como expresas en la carta a tu tío Pepe? ¿Qué meas ahora? 
-El miedo se concentra mucho a nivel físico en la zona de los riñones, también en la vejiga; la cistitis en las mujeres y la prostatitis en los hombres es, sobre todo, miedo y también culpa. Cuando orinamos podemos hacer un ejercicio espléndido de expulsar el miedo, yo lo hago a diario desde hace muchos años, y si además lo haces junto a un árbol o un rosal, el beneficio que se experimenta es mucho mayor, la razón es que el árbol y el rosal emiten plasma y ese plasma te sana. Con esto no estoy diciendo que haya que abolir todos los cuartos de baño...ja, ja, ja.
-Hay en ti sentimiento muy profundo de escapar de la mediocridad, tal y como expresas en la carta a tus viejas libretas. 
-Escapo de la mediocridad si me hago del todo consciente del estado de mi mente; lo que importa es que en todo momento vea su estado, si está rota esa mente he de reconocer que está rota, si está llena de dudas toca también reconocer que hay dudas. Y es muy importante darme cuenta de que las imágenes que construyo de mí mismo me separan de la esencia que soy. La esencia que soy no puede ser construida a través de ninguna imagen externa.
-“Durante años me han martilleado pensamientos repetidos y obsesivos, algunos aún están presentes. Todos tenemos fobias y miedos inexplicables que llevamos encima año tras año”, dices en la carta que escribes a Mauricio.
-Para quitarse las fobias y los miedos no hay nada mejor que reírse. Los monjes zen en Japón comienzan su día riéndose, lo primero que hacen al levantarse de la cama es pasarse cinco minutos riéndose, sin duda una magnífica forma de comenzar la jornada. ¿Y de qué o de quién te puedes reír recién levantado de la cama? De ti mismo. Cuando eres capaz de reírte de ti mismo el ego queda aniquilado; te ríes de que el ego es en realidad un aparato mental puramente teatralizado, de eso te has de reír. Reírse de los demás es siempre algo perverso, sin embargo reírse de uno mismo es pura humildad. Si tienes la tentación de reírte de los demás recuerda esto: ríete de las situaciones que la vida propicia, nunca de las personas.
-Dominar el sexo es una de las mayores dificultades de la vida. Gandhi hizo varios compromisos serios de castidad y de la misma forma los rompió. Háblanos del sexo y qué hacer para integrarlo, vivirlo de forma hermosa o trascenderlo. Esta pregunta está relacionada con la carta que escribes a tu tío Pepe.
-Yo admiraba a mi tío porque digamos que era una especie de ser asexuado, seguramente por eso disponía de una inocencia tan increíble. Él miraba las cosas del mundo sin los resortes del sexo que siempre están presentes, su mirada me llenaba a mí de libertad. En realidad el sexo no se puede dominar. Los monjes tampoco han dominado el sexo, digamos que han intentado domesticarlo. Muchos monjes han intentado dejar el sexo fuera del convento sin darse cuenta de que el sexo entraba también con ellos dentro de los muros de ese convento. Lo mejor para llevarse bien con el sexo es vivirlo con completa naturalidad. Todos los que no viven el sexo de forma natural acaban enfermando.
-Dices en la carta a los indecisos: “No formo parte de ningún partido político, de ninguna religión, de ningún grupo organizado”. ¿Cómo te llevas con la política, la religión o los grupos organizados?
-La política actual está más muerta que viva; las religiones establecidas están casi todas agonizantes. Lo nuevo que está naciendo nace precisamente de seres que se están desprendiendo de la vieja política y de las viejas religiones. La iglesia católica atesora tres veces el dinero que haría falta para socorrer a todos los pobres del mundo. Otra cosa que me parece inquietante de la iglesia es que aún piensan que hay que salvar a alguien; si tú piensas que tienes que salvar a otro en realidad lo que haces es pervertir tu vida, además no eres libre porque lo que haces es perseguir una idea. Ya no es preciso salvar a nadie, y es que por el hecho de vivir estamos ya todos salvados; al estar inscrito en la Vida, en el Existencia, estás salvado ya; tú no tienes que hacer nada especial para salvarte, formar parte de la Vida te ha salvado ya.
-“Yo nunca he sido un hombre del montón. Mi naturaleza y mi ser me lo han impedido. He sido muy criticado por hombres y mujeres del montón”, dices precisamente en la carta a los hombres y mujeres del montón. ¿Qué es ser un hombre del motón? ¿Qué no soportas de esta actitud? 
-Esos hombres y esas mujeres del montón son los que pudiendo hacer algo en la vida en realidad no han hecho nada, y no lo han hecho porque no han querido, es un problema de desidia, de falta de voluntad. Los hombres y las mujeres del montón en definitiva son los que se dejan manipular.
-“El camino espiritual no se puede acelerar”, dices en la carta que escribes a Montse. ¿Qué medios tienes tú para no entorpecer ese camino? ¿Hay algo que hacer?
-Sin prisa todo llega. La meditación y la contemplación pausadas nos llevan siempre al punto que necesitamos. La vida no tiene reloj. La espiritualidad es un camino que nunca se puede acelerar ya que tiene muy marcados sus propios tempos. El camino hacia Dios corre sin agobios de ningún tipo. Los procesos profundos son eternos y no están ligados al tiempo y al pensamiento. Sin planificar nada, todo acontece.
-“Sueña con fuerza, no seas un soñador corriente”, dices en la carta que le escribes a tu hijo Miguel. Si tuvieras que pedir algo, ¿qué pedirías?
-Ahora mismo pediría cosas sencillas, y desde luego no hablo de pedir cosas materiales, por ejemplo pediría que se me diera la posibilidad de darme cuenta de que cuando llegan a nosotros el dolor y el sufrimiento, no llegan para aniquilarnos sino que llegan para transformarnos. Después de una enfermedad y después de una muerte de alguien cercano, podemos comprobar que en la mayoría de las ocasiones nuestra vida ha cambiado para bien. Siempre cuesta admitir que es a través del dolor la forma en que la vida nos va afinando.
-“Llegar a ser santo es llegar a ser nosotros mismos”, escribes en la carta que escribes a Fabio.“Saber vivir es descubrir qué es lo esencial y qué es lo anecdótico”, escribes en la carta a Estefanía. ¿Qué es eso esencial y qué es lo anecdótico? 
-Respondiendo a la primera cuestión: querer ser santo es una ambición como otra cualquiera; ser santo no es otra cosa que ser verdaderamente tú mismo, y ese tú mismo es no intentar aparentar lo que no eres. Ser santo es ser alguien de verdad, es santo el que vive sin ningún aspaviento, siempre fiel y leal al Espíritu que habita en su interior; en realidad el santo es el que ya no interpreta ningún personaje. Y respondiendo a la segunda cuestión, es preciso decir que descubrir lo esencial es enfrentarse a lo real, lo real acontece cuando todo lo circunstancial desaparece.
-Rául, ¿tú eres un triunfador? Esta pregunta viene por la carta que escribes a los que no saben si tú has triunfado o no has triunfado. 
-Claramente mi triunfo no tiene que ver con nada exterior, me refiero a un triunfo basado en conseguir casas, coches, dinero y un largo etcétera, tampoco con el prestigio, y mucho menos con la fama. Mi triunfo es un triunfo hacia dentro. Mi triunfo no se ve. Cuando verdaderamente alguien consigue brillar, algunos lo aceptan naturalmente y le apoyan y le protegen, otros en cambio van a decir que lo único que ha hecho ese que brilla es construir un personaje, entonces se pondrán en su contra. ¿Y por qué se ponen en su contra? Seguramente por envidia, y es que actualmente hay más muertos a causa de la envidia que a causa de las armas de guerra. Cuando comencé a vender libros hubo gente que me dejó de hablar, me dejaron de hablar porque pensaron que yo me había vendido al mercado, y yo nunca me he vendido a nada ni a nadie; ellos pueden tener sus trabajos y cobrar su dinero a través de sus nóminas, sin embargo no ven de la misma manera que tú te ganes la vida con los libros que vendes. Pero yo no se lo tengo en cuenta. Quiero decirles a ellos y de paso también a todos que la paz del corazón no se alcanza nunca a través de ningún triunfo personal, de lo que se trata es de habitar en la paz del corazón, una paz que no conoce cifras ni datos, una paz que está al margen de cualquier circunstancia externa.
-¿Qué se siente Rául cuando un amigo se dirige a ti al final de sus días para decirte: “Mi físico se acaba, sin embargo me voy contento porque soy alguien que ha amado mucho?”, es lo que cuentas en la carta a Andrés.
-Lo que cuento en la carta a Andrés es que de la tierra de su tumba en el cementerio creció un árbol, concretamente un frutal; su viuda me ha contado hace unos días que ha vuelto a nacer de su tumba otro árbol, la verdad es que no me extraña que de un hombre tan fecundo crezcan árboles fecundos. Amar es la clave. La medida del amor se comprueba en la entrega. A más amor, más entrega, y a más entrega, más amor.
-Dice Pedro Casaldáliga: "Al final del camino me dirán: ¿has vivido? ¿has amado? Y yo, sin decir nada, abriré el corazón lleno de nombres".
-Muy bello eso que dice Casaldáliga. A veces los literatos y los poetas balbucean algo parecido a la propia trascendencia, pero pocos se atreven a dar el paso. Muchas veces en una novela de cuatrocientas páginas encuentras solamente una frase que merezca la pena, con lo que la cosecha es muy escasa. En muchos poemas se anda rondando la trascendencia pero no se la nombra porque muchos poetas aún tienen miedo. Hay poetas temerosos aún de vivir a Dios, piensan que si viven a Dios se ablandan y que la gente va a pensar que se han convertido a algún rito particular y que eso les va a hacer aparecer como ridículos delante de los demás. Un poeta que no vive a Dios en su corazón no es un poeta completo ya que no dispone de todos los registros que la vida le ofrece.   
-Dices en un momento dado: ¡Qué importante es ser feliz con nada! ¡Qué importante es ser feliz sin consumir nada! ¡Qué importante es ver la vida sin tener que aparentar ser nada ni nadie! ¡Qué importante!
-Así es. 
-¿Quieres añadir algo para terminar?
-Sí, que hay que ser valientes para denunciar el mal, muchas personas que conozco no denuncian el mal porque temen perder su estatus. También quiero decir que sin amor al prójimo es imposible construir nada que merezca la pena. Es imposible.
Tomado de: 
jueves, 24 de noviembre de 2016

Fortaleza

Jose María Doria
Texto perteneciente al libro del autor: "Inteligencia del alma"
Juega la partida que te toca. 
Puede ser dolorosa pero debes jugarla.
James Brady
¿Traemos acaso un pliego de experiencias que "por narices" nos toca vivir? ¿Se trata de algún extraño plan prenatal que nuestra supuesta entidad espiritual ha planeado para el tratamiento de sutilización? ¿Podemos escapar del laberinto emocional que parece habernos íntimamente tocado? Son preguntas que la humanidad, conforme se ha visto enfrentada a situaciones incómodas y dolorosas, ha venido haciéndose de forma sistemática y cuyas respuestas no se plantean en clave racional. La intuición termina por insinuar sutilmente a cada cual que existen áreas de pesadumbre no tan fluidas como otras y que, al parecer, es nuestro llamado Karma el que nos demanda experimentarlas con todas las consecuencias que conllevan.
¿Nos toca ser padres de hijos con defectos que atribuimos a nuestros excónyuges?, ¿nos toca trabajar con un jefe insoportable y déspota?, ¿acabar el proyecto en que nos hemos visto metidos?, ¿aplazar nuestra gratificación placentera para un momento más adecuado?, ¿quedarnos una noche en vela?, ¿cuidar de esa persona que nos "cayó en el lote" al nacer?, ¿ sentir dolor por el sufrimiento de alguien con el que nos sentimos irrenunciablemente vinculados?, ¿nos toca esperar y esperar?
Pesadumbres variadas que parecen saldarse en alguna etapa del camino a través de procesos que no podemos soslayar y que tememos nos acompañen "de por vida". Sin embargo, con el paso del tiempo, las aparentes cruces que parecieron llegar a nuestras vidas por una desgraciada lotería cósmica, son precisamente los resortes de un futuro salto de conciencia por el que se supera un modelo mental caduco y se accede a una nueva expansión de conciencia.
¿Nos toca aguantar a compañeros o socios que sentimos "ponen menos"?, ¿nos toca vivir un período de estrechez económica?, ¿aceptar un cuerpo que no nos gusta?, ¿nos ha tocado una familia que nos abruma?, ¿hemos vivido ocasiones en las que hemos deseado morir y, que al parecer, todavía no era el tiempo?, ¿nos toca soportar una pérdida tras otra?, ¿nos toca enfrentar la soledad? Son momentos de dolor que conllevan la certeza de un nuevo y esperanzado ascenso. Y bien es cierto que, mientras éste aprieta, la sabia aceptación del mismo rebaja la dolencia en grado sumo.
El dolor aceptado conduce al alma a reinos insospechados. Cuando un ser humano se siente motivado por el correcto juego de sus cartas y por terminar la partida con dignidad y nobleza, en realidad, está elaborando la competencia emocional que madurará su persona y abrirá la puerta del sentido de su vida. Cuando transmutamos aspectos tales como lo puedan ser la cólera, el sentimiento de injusticia, el deseo de venganza, la codicia, la envidia y otras muchas miserias personales, convirtiéndolas en amplitud mental y desapegada templanza, estamos haciendo aflorar al alquimista interno que encontró plomo en su interior y terminó por transformarlo en oro. El oro de la lucidez y la conciencia despierta.
En pleno dolor, el hecho de seguir adelante, aceptando sin resistencias, supone encender un cohete hacia planos de amor y lucidez que, más pronto o más tarde, endulzan el alma de ternura y grandeza. Una actitud que recuerda las palabras del lúcido: En Tus manos encomiendo mi Espíritu.
miércoles, 23 de noviembre de 2016

El placer

Khalil Gibrán
Entonces, un ermitaño, que visitaba la ciudad anualmen­te, se adelantó y dijo: Háblanos del Placer.
Y él respondió, diciendo:
El placer es una canción de libertad, pero no es libertad. Es el florecer de vuestros deseos, pero no su fruto.
Es una llamada de la profundidad a la altura pero no es lo profundo ni lo alto.
Es lo enjaulado que toma alas, pero no es el espacio con­finado.
¡Ay! en verdad verdadera, el placer es una canción de libertad.
Y yo desearía que la cantárais con plenitud de corazón, pero no que perdiérais el corazón en el canto.
Algunos jóvenes entre vosotros buscan el placer como si lo fuese todo y son juzgados por ello y censurados.
Yo no los juzgaría ni censuraría. Los dejaría buscarlo. Porque encontrarán el placer pero no lo encontrarán solo; Siete son sus hermanas y la peor de ellas es más hermosa que el placer.
¿No habéis oído del hombre que escarbaba la tierra buscando raíces y encontró un tesoro?
Y algunos mayores entre vosotros recuerdan los placeres con arrepentimiento, como faltas cometidas en embriaguez. Pero el arrepentimiento es el nublarse de la mente y no su castigo.
Deberían ellos recordar lus placeres con gratitud, como lo harían de la cosecha de un verano.
Sin embargo, si los conforta el arrepentirse, dejad que se arrepientan.
Y algunos hay, entre vosotros, que no son ni jóvenes para buscar, ni viejos para recordar.
Y, en su miedo a buscar y recordar, huyen de todos los placeres para no olvidar el espíritu u ofenderlo.
Pero esa renuncia misma es su placer.
Y, así, ellos también encuentran un tesoro, escarbando con manos temblorosas para buscar raíces.
Pero, decidme, ¿quién es el que puede ofender al espí­ritu?
¿Ofende el ruiseñor la quietud de la noche o la luciér­naga ofende a las estrellas?
Y ¿molestan al viento vuestro fuego o vuestro humo? ¿Creéis que es el espíritu un estanque quieto que podéis enturbiar con un bastón?
A menudo, al negaros placer, no hacéis otra cosa que guardar el deseo en los recesos de vuestro ser.
¿Quién no sabe que lo que parece omitido, aguarda el mañana?
Aun vuestro cuerpo sabe de su herencia y su justa nece­sidad y no será engañado.
Y vuestro cuerpo es el arpa de vuestra alma.
Y sois vosotros los que podéis sacar de él dulce música o confusos sonidos.
Y ahora vosotros preguntáis en vuestro corazón: " ¿Cómo distinguiremos lo que es bueno de lo que no es bueno en el placer?"
Id a vuestros campos y a vuestros jardines y aprenderéis que el placer de la abeja es reunir miel de las flores.
Pero es también el placer de la flor el ceder su miel a la abeja.
Porque, parada abeja, una flor es fuente de vida.
Y, para la flor, una abeja es un mensajero de amor, Y para ambos, abejas y flor, el dar y el recibir placer son una, necesidad y un éxtasis.
Pueblo de Orfalese, sed en vuestros placeres como las abejas y las flores.
martes, 22 de noviembre de 2016

El amor nunca puede ser amenazado

La vida está llena de caricias
Juan Fernández Quesada
Psicólogo y voluntario del T.E. de León


Tener libre albedrío significa que puedes elegir lo que quieres aprender en cualquier momento dado. En este mundo tu misión es aprender y no otro, de ahí que quien dice que ha terminado su aprendizaje en él, es como si hubiera decidido acabar su existencia, es lo que también, de otra manera dice Viktor Frankl, “dar sentido a la vida”.
Lo real en nosotros nunca puede ser amenazado si somos conscientes de que somos seres energéticos, no anclados a un cuerpo. La física cuántica se ha encargado de demostrarnos que esto es así. Te aconsejo veas el experimento del Dr. Quantum de la “Doble ranura”: pincha aquí .  La materia no existe, ese es el mundo que construyó nuestra Fuente, energético, de ahí que tu paz esté asegurada por tu Fuente.
El amor es la energía que une absolutamente todo. Cuando tienes pensamientos amorosos, no son otra cosa que pensamientos que producen milagros. El Dr. Bernie Siegel ha escrito un libro titulado “El amor medicina milagrosa”. Como Siegel dice “Se trata de conocer la importancia que los pensamientos y los sentimientos que albergamos pueden tener en nuestra curación”. Y cuando hablamos de curación, no hablamos de otra cosa que de dejar de sentirnos separados, separados de nuestra Fuente, separados de los demás, separados del universo.
Un pensamiento incondicional de amor, es una expresión máxima de amor, no tiene grados. Es cuando surge de una conexión total con todo. Cuando no sientes división. Lo que procede del amor es un milagro.
Sólo hay vida, porque eso es lo que es nuestra Fuente, Vida, y Su creación no puede ser otra cosa diferente. Eso es lo que Wayne Dyer expresa como ejemplo en la película de El Cambio. “Si de un pastel de manzana extraes un trozo del mismo, lo extraído es igual a su origen”.
Cuando no expresas amor (milagros, expresiones de amor) en tu vida, es que algo anda mal, porque has dejado u ocultado a tu verdadero Ser. Sentirse amoroso es sentirse pleno, no sentirse así, es sentirse carente. Albert Ellis, uno de los padres de la psicología cognitiva lo expresó muy acertadamente cuando dijo que todo conflicto está ligado a un proceso de Necesidad-Perturbación. Siempre que te encuentras mal es porque te has generado una necesidad o carencia indebida o inexistente en tu vida.
Te seguiré contando mucho más en nuestro próximo encuentro, mientras tanto recibe mis pensamientos amorosos, milagrosos.
Un abrazo.
lunes, 21 de noviembre de 2016

Prohibido disfrutar o el placer por el placer

El rincón del psiquiatra
Alejandro Rocamora Bonilla
Psiquiatra


Opuestamente a lo que se piensa, lo contrario del placer, no es el displacer, sino la frustración. En la raíz de la imposibilidad de gozar se encuentra el fracaso por alcanzar  las metas propuestas o fantaseadas, o no cumplir con las expectativas que los otros (padres, profesores, etc.) habían puesto sobre cada uno de nosotros. El malestar sería como un tributo por la "falta cometida" (no llegar donde los otros o uno mismo proyectaba llegar).
Mas en la evolución de ese potencial de placer, que en todo ser humano  se presupone, puede ocurrir que se produzca una atrofìa o bloqueo. Daría como resultado, lo que se ha  venido en llamar, las neurosis. El neurótico, en definitiva, es toda persona incapaz de amar y de disfrutar de las cosas cotidianas de la vida. No puede gozar, porque su motor de disfrute está reprimido. Como consecuencia se produce la culpa cuando aparece una brizna de placer: el éxito en el trabajo,  la mirada feliz de uno de tus hijos o simplemente la contemplación de un escaparate. Y aquí surge la frustración (deseo no satisfecho  o pérdida incomprensible) como contrapunto del placer.
Incluso en algunos casos clínicos, esto se manifiesta de forma palpable, aunque   invertida. Es lo que podríamos llamar la incapacidad para gozar: son las personas que hacen suyo este lema: prohibido disfrutar.
Así ocurría con Manoli. Mujer de 54 años. Hace cuatro años que su hijo de 23 años murió "en un estúpido accidente de coche" (según sus palabras). A partir de entonces Manoli se siente incapaz de disfrutar (de sus nietos, de sus flores, etc.). Nos dice: "no puedo sentirme bien, y me fastidia que mi marido se vaya todos los días a jugar la partida con los amigos. Me siento culpable si descubro en algún momento del día   cierto bienestar. Mi vida debe ser sufrir y sufrir".                
En el otro extremo están los que hipertrofian el placer. Es el caso de las "personalidades hedonistas" donde el placer se convierte en principio y fin de su existencia. Aquí no existen límites, ni cortapisas para conseguir el disfrute. No se piensa en el otro sino solamente en el placer por el placer.
El fundamento de la filosofía hedonista consiste en una obsesión por conseguir el paraíso aquí en la tierra, sin tener en cuenta los derechos de los demás. Se constituye como ley última y absoluta la satisfacción inmediata de los sentimientos, sin tener en cuenta los medios para conseguirlo. Es el placer por el placer, con la sola finalidad de disfrutar.
Como dijo  Max Scheler  el individuo o sociedad, que se rige por estos comportamientos, es un signo de decadencia, no de progreso, pues sería un indicador de que la fuente de placer se agota y hay que apurarla al máximo. Lo mismo que hace el alcohólico crónico que consume la última gota de alcohol como último remedio para mitigar su angustia y sufrimiento. Como ejemplo se encuentran la decadencia de los grandes imperios, que se  disolvieron entre orgías y la transgresión de las leyes más elementales. Solamente les importaba el disfrutar y gozar como último recurso a su desmoronamiento. Lo mismo ocurre en el individuo. Como ejemplo cotidiano, y de nuestros días, tenemos las adicciones (heroinómanos, alcohólicos, etc.) en que la búsqueda de placer se convierte al mismo tiempo en la fuente de sufrimiento: solamente se vive por y para la droga.
Final 
Termino con un pensamiento de Freud: "al fin y al cabo hemos de comenzar a amar para no enfermar, y enfermaremos en cuanto una frustración nos impida amar". Es decir, en el origen de toda patología psíquica se encuentra alguna alteración de la vida afectiva, de los sentimientos, y solamente a través de una ayuda psicoterapéutica (por la transferencia) podremos  llegar a la curación. Los sentimientos, pues, no solamente son el motor de la vida sino que constituyen el armazón imprescindible para la propia existencia.
domingo, 20 de noviembre de 2016

El otro lado de la calle

La Escribana del Reino
M. E. Valbuena

Por el lado de la sombra 

Como animales de costumbres que somos solemos repetir hábitos sin ser conscientes de ello y sin plantearnos otras posibilidades. Por ejemplo, yo suelo ir a mi lugar de trabajo por el mismo lado de la calle, controlo los baches y baldosas sueltas, los semáforos y las zonas de encuentro. Así, voy pensando en otras cosas porque, a fuerza de repetir, ya sé lo que la calle da de sí.

Sin embargo, un día la calle estaba cortada por una avería y tuve que tomar otra vía alternativa. Entonces comprobé que la superficie de la acera era menos rugosa que la que normalmente piso y se caminaba mejor. Descubrí también una nueva esquina hasta entonces inadvertida. Y vi desde otra perspectiva los baches, baldosas, semáforos y zonas conocidas.

El cambio me hizo pensar en todas las cosas que me pierdo por aplicar hábitos rutinarios de forma automática. Que no digo que esté mal aplicar hábitos, sino el utilizarlos para dejar de prestar atención al momento presente.

Pero, sobre todo, esta situación me hizo agradecer la irrupción de lo inesperado en lo cotidiano. Quiero decir que gracias a un contratiempo (una avería en la calle) descubrí el otro lado de la misma.

Trasladando este ejemplo a la vida: los contratiempos nos ayudan a descubrir alternativas. No son fracasos, son oportunidades. Sin ellos nuestra visión se recortaría y hasta se estancaría, nos haríamos un poco más perezosos y nuestra curiosidad languidecería por falta de uso.

En resumen, gracias a lo inesperado avanzamos.   

sábado, 19 de noviembre de 2016

Hoy nos reímos a carcajadas




AVISOS PARROQUIALES*
Estos son avisos parroquiales, reales todos ellos, que seguramente fueron hechos con toda la buena voluntad, inocencia y total respeto... Son imperdibles. 
* Para los que tienen hijos y no lo saben, tenemos en la parroquia una zona arreglada para niños.
* El próximo jueves, a   las cinco de la tarde, se reunirá el grupo de las mamás. Cuantas señoras deseen entrar a formar parte de las mamás, por favor, se dirijan al párroco en su despacho.
* El grupo de recuperación de la confianza en sí mismos se reúne el jueves por la tarde, a las ocho. Por favor, para entrar usen la puerta trasera.
* El viernes, a las siete, los niños del Oratorio representarán la obra "Hamlet" de Shakespeare, en el salón de la iglesia. Se invita a toda la comunidad a tomar parte en esta tragedia.
* Estimadas señoras, ¡no se olviden de la venta de beneficencia! Es una buena ocasión para liberarse de aquellas cosas inútiles que estorban en casa. Traigan a sus maridos.
* Tema de la catequesis de hoy: "Jesús camina sobre las aguas". Catequesis de mañana: "En búsqueda de Jesús".
* El coro de los mayores de sesenta años se suspenderá durante todo el verano, con agradecimiento por parte de toda la parroquia.
* Recuerden en la oración a todos aquellos que están cansados y desesperados de nuestra parroquia. 
* El torneo de basquet de las parroquias continúa con el partido del próximo miércoles por la tarde ¡acompañenos a derrotar a Cristo Rey!
* El precio para participar en el cursillo sobre "oración y ayuno" incluye también las comidas.
* Por favor, pongan sus limosnas en el sobre, junto con los difuntos que deseen que recordemos.
* El párroco encenderá su vela en la del altar. El diácono encenderá la suya en la del párroco, y luego encenderá uno por uno a todos los fieles de la primera fila.
* El próximo martes por la noche habrá cena a base de guiso de frijoles en el salón parroquial. A continuación tendrá lugar un concierto.
*Recuerden que el jueves empieza la catequesis para niños y niñas de ambos sexos
*El mes de noviembre terminará con un responso cantado por todos los difuntos de la parroquia.
viernes, 18 de noviembre de 2016

Nawal al Saadawi

Tomada EL MUNDO, 2016
La voz feminista que lucha contra la mutilación genital de la mujer

Cuando Nawal al Saadawi (Kafr Tahl, 1931) tenía ocho años, comenzó a preguntarse por qué ella siempre se quedaba con su madre cocinando. Mientras su hermano, un año mayor que ella, no hacía nada ya que sus padres no le dejaban mover un dedo en el hogar.
- Papá, ¿por qué no hace nada mi hermano en la casa?
- Porque es un chico. Es lo que dice Dios.
Esa respuesta la enfureció tanto que se encerró bajo llave en su habitación y le escribió una carta a Dios. "Querido Alá, mi abuela me ha contado que eres justo, así que no entiendo por qué prefieres a mi hermano, que es un vago, antes que a mí". Así comenzaba la misiva que no llegó a enviar por miedo. Finalmente, la quemó dado que no sabía en qué dirección vivía Dios, según relata a EL MUNDO la feminista egipcia en la habitación de un hotel situado en la arteria principal de la capital española.
Nawal participó este martes en un coloquio titulado "Feminismos en el mundo árabe" celebrado en Casa Árabe junto a la especialista argelina en temas de género, Wassyla Tamzali, y las dos profesoras españolas Nieves Paradela y Eva Lapiedra. Abordaron durante esta mesa redonda la compleja situación en la que viven las mujeres en las sociedades árabes actuales y la lucha por sus derechos.
"El feminismo islámico no existe. Es una contradicción", asevera la doctora al igual que asegura que "el hiyab [el velo islámico que cubre la cabeza] es un símbolo claro de opresión". Lanza una cuestión para defender esta afirmación: "¿Por qué los hombres no se cubren con un velo?". Y es que, según comenta, "las mujeres siempre se han cubierto las partes inferiores por pudor a insinuar la sexualidad femenina pero, ¿por qué tenemos que taparnos la cabeza? Ahí se encuentra nuestro conocimiento por lo que no debe cubrirse. ¿Es que acaso significa una vergüenza enseñar al mundo nuestro conocimiento?". Durante la entrevista, recuerda a la escritora Fátima Mernissi, una de las voces pioneras del feminismo musulmán, fallecida el pasado verano: "Era una gran amiga mía pero en sus últimos años tendía a apoyar el islam".
- ¿Pero usted no defiende el islam?
- "Nunca podré defender el islam. De hecho, no defiendo ninguna religión. Son todas iguales. He leído el Corán muchas veces y lo he comparado con otros libros sagrados de otras religiones y son similares. ¿En qué? En que todos están en contra de las mujeres".
La definición de feminismo no supone un quebradero de cabeza para la escritora egipcia: "Es un concepto bastante simple. Cuando eres capaz de enfrentarte a la justicia y de cambiar la mente de algunas personas, ya formas parte del feminismo".

La segunda de nueve hermanos, Nawal al Saadawi creció entre dos clases sociales: la obrera de su padre y la burguesa de su madre. Cuando sólo tenía seis años, sufrió la mutilación de su clítoris, una herida que queda abierta para siempre. En 1972, cuando publicó una serie de libros titulados "La mujer y el sexo", tuvo que luchar para condenar estas agresiones en un país donde más de 27 millones de mujeres egipcias, la mayoría en edad fértil, han sufrido esta práctica.
Además, ha pagado el precio de luchar. Un año en prisión por ir en contra del Gobierno del ex presidente egipcio Anuar al Sadat. Allí, escribió sus memorias en varios trozos de papel higiénico. "Existe un feminismo gubernamental, propio de las organizaciones internacionales, con el que se hacen ricos. No es lo mismo si no has sufrido por ser feminista", afirma la doctora que fue profesora visitante en la Universidad de Duke, aunque siempre quiso ser bailarina.
Autoproclamándose "revolucionaria", Nawal achaca toda la opresión que sufre la mujer árabe y en países musulmanes al colonialismo acaecido en estos últimos siglos. En el caso de Egipto, culpa a los colonialistas británicos de "utilizar la religión como medio de separación entre el pueblo" y como consecuencia, "han detenido el desarrollo de estos países". "Mi madre era mucho más libre de lo que es ahora mi hija", ratifica.
En un universo donde "no existen las fronteras", le molesta que se hable en términos de "la mujer en el islam" o "la mujer árabe". "Todos somos iguales. Estamos en el mismo bote", afirma considerando que no debe existir esa separación entre Oriente y Occidente.
Aunque nunca se haya unido a un partido político, intentó fundar uno en Egipto formado únicamente por mujeres donde el feminismo fuese su única ideología. Sin embargo, se lo prohibieron: "En el Gobierno egipcio donde reinaba un dictador [llama a todos los líderes políticos mundiales de esa manera] no me permitieron formar mi propio partido. Lo peor de todo es que los salafistas sí tienen su partido político", añade la escritora galardonada con varios premios internacionales.
A sus 84 años, Nawal al Saadawi se ve rodeada a diario de jóvenes, como el joven agente que le acompaña durante todos sus viajes alrededor del mundo, que han leído sus libros y han acudido a ella descontentos por la situación que atraviesa el país del Nilo. Coqueta y con una mirada cegadora suelta su melena canosa clamando que la revolución que comenzó en la mítica plaza de Tahrir no caiga en el olvido.
jueves, 17 de noviembre de 2016

La verdad



¿Qué es la verdad?
¿Cómo me acerco a la verdad?
¿Dónde está la verdad?

Hoy llenamos la reflexión de preguntas...esperamos las respuestas en comentarios... y sobre todo en la vida de cada uno...