Quiero compartir, a modo de resumen, con
todos lo danzado el fin de semana, 30 noviembre y 1 de diciembre, con un cielo
precioso y con gente más hermosa todavía.
DANZAR LA TERNURA, ¿Es posible?, sí, la
danza rompe la barrera entre lo interior y lo exterior, arriba y abajo, tu y
yo… Nos permite expresar emociones diversas, alegría, paz, comunión….
La ternura es el rostro del amor, es una
acogida incondicional, sin preguntas, y es la entrega que damos sin ahorrarnos,
sin replegarnos, regalando. Así, es como va siendo realidad la comunicación y
la comunión, la benevolencia, o dicho de otra forma, el querer el bien
queriendo bien.
Con la ternura abrazamos la existencia
con asombro, con delicadeza, con afecto. Y lo mejor de todo, es que todos
podemos ser ternura, si somos fuertes con nuestro carácter fuerte y si somos
frágiles, con nuestra fragilidad….
La ternura es de todos y para
todos si la elegimos como una opción en nuestra vida. Y lo hacemos
cuando somos transparentes, estando menos pendientes de vender imagen que de
ser auténticos. Cuando somos empáticos y salimos de nosotros mismos para hacer
un hueco al otro, olvidando un tiempo la frialdad, la impaciencia, los
cálculos….. Cuando somos libres y con alegría va sonando esa sintonía de los
latidos del corazón propio y ajeno sonando juntos.
Entonces, gritamos gracias: Gracias por
el regalo que son aquellos que amamos, con quienes compartimos si nos sentimos
débiles y necesitados y con quienes compartimos también esos otros momentos de
felicidad. Gracias por el continuo proceso de ser quienes somos y por la
aventura de la vida que nos reta y estimula. Gracias porque vemos que nuestros
dones crecen en el trabajo compartido. Gracias porque vamos aprendiendo que es
hermoso el camino de la humildad a la que la ternura nos empuja.
La ternura nos plantea elegir, pero si
elegimos ir por su senda, nos orienta a una manera de vivir respetuosos con la
VIDA, la propia y la de los otros, la de la tierra y el universo del que
formamos parte. Así, descubrimos que hay gente que va desnudando el tiempo de
prisas y alborotos para sentarse a saborear y saborearnos, gente que con
sólo dar la mano, rompe la soledad, pone la mesa y coloca guirnaldas, gente que
aún con el dolor grabado en la planta de los pies consigue que la vida, como
una semilla, salga de lo más profundo para purificar cada instante, gente
que no se cansa de recolectar luces en el camino como eternos buscadores.
Son estas personas las que nos enseñan
que el mundo está lleno de almas buenas, gotas de amor con una santidad
manchada de tierra… Tú, una de ellas
Muchas gracias por el regalo de vuestra
compañía y vuestra danza. Gracias por el regalo que es la esperanza y la
escucha que el TE reparte.
Paz y bien
Mª Antonia Fernández,
coordinadora del Taller de Danza
contemplativa
Bonita reflexión de una persona llena de ternura. Me he emocionado al leerlo. Porque, ¡qué hermosa es la ternura! Norecic
ResponderEliminarUna actividad muy entrañable. ¡Cómo se notaba el buen clima!.
ResponderEliminarQué agradable recuerdo me queda de la tarde del sábado y el domingo por la mañana.
ResponderEliminarGracias Toñi, por enseñarnos desde unas sencillas danzas, el ser transparentes, el salirnos de nosotros mismos y sobre todo saborear esa pincelada de ternura que demuestras tener.
Que maravilloso recuerdo tengo dentro de mí, gracias a tí Toñi, además a Pepi la has ayudado a encontrarse consigo misma, llenándose de paz, serenidad, sosiego, tranquilidad, y por tal motivo siempre termina muy emocionada.
ResponderEliminarTe mando otro afectuoso abrazo, como el que nos dimos al despedirnos.
ResponderEliminarToñi, gracias a ti que hiciste que fueran una tarde y mañana de emociones y alegría compartidas.
Un abrazo
Jovita
Toñi, de verdad que rebosas ternura y sonrisas, con las danzas nos contagias de esas bonitas actitudes.
EliminarGRACIAS!!!
Un abrazo lleno de ternura
Es un lujo contar con personas como Toñi: generosas, tiernas, inteligentes... aunque sólo sea en un corto espacio de tiempo de fin de semana. Me alegra saber que forma parte de mi vida desde hace más de 20 años. Un beso y miles de gracias.
ResponderEliminarM.Elena