Todo sucedió cerca de Mansilla de las Mulas, en la carretera N-VI. Un hombre, cuyas iniciales eran
A.J.M., conducía bajo los efectos del alcohol, cuando fue obligado a detenerse
por una patrulla de la Guardia Civil que estaba llevando a cabo un control rutinario
de alcoholemia.
Mientras la pareja de
guardias civiles le estaba pidiendo la documentación, tuvo lugar muy cerca de
allí, a unos escasos 300 metros, una colisión entre dos vehículos.
Dicho acontecimiento
obligó a los agentes a alejarse durante unos minutos de allí para socorrer a
los accidentados.
Aprovechando la
circunstancia, el conductor, que presuntamente estaba bebido, se dio a la fuga.
Cuando A.J.M. llegó a
su domicilio, y tras meter el coche en el garaje y cerrar éste con llave, le
dijo a su mujer que, si alguien preguntaba, dijera que él había pasado toda la
noche en casa.
Le pidió, en
definitiva, que mintiera para salvarlo de la pérdida de seis puntos.
No obstante, tres
horas después aparecieron dos agentes de la Benemérita en su puerta.
Tanto el conductor
como su cónyuge aseguraron que habían estado juntos toda la noche en casa.
Juraron y perjuraron,
hasta que los agentes les dijeron que les mostrasen su garaje.
Allí estaba, solo y
con las luces superiores aún encendidas: El coche patrulla.
Ja,ja,ja,ja,,,,,,,,,,,, Pepi os recuerda el refrán: "Se pilla antes a un mentiroso que a un cojo",
ResponderEliminarVaya tajadada!!!!! ajajajaja
ResponderEliminar¡Vaya yo que creía que se había librado! Y llevaron el cuerpo del delito.¡Qué mala suerte! Será cosa del vino. Norecic
ResponderEliminarSi, si, lo leí en el periódico, pero no era la N-VI, era la N-601. Pero fue así mismamente. Al final no le quitaron 6 puntos, creo que le aplicaron el descuento del borracho del día y se lo dejaron en 3.
ResponderEliminarjijiji, jajaja.
ResponderEliminar