Resistiendo bajo la nieve |
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Un pulso –
Ocurre
a veces que la vida nos echa un pulso en el que, desde el principio, parece que estamos destinados a perder por
falta de fuerza o de resistencia.
Me
refiero a esos acontecimientos que nos cambian nuestra cotidianidad, que dan un
vuelco a nuestra normalidad. Las demandas se multiplican y donde siempre había
una exigencia resulta que ahora hay tres; donde tomábamos una decisión, ahora
tomamos cuatro; donde controlábamos los altibajos, ahora es un descontrol.
A
falta de tiempo atendemos las “obligaciones” y cumplimos con nuestros
“deberes”, pero olvidamos o dejamos de lado aquellas cosas y momentos que nos
nutren y nos alimentan el alma, por ejemplo, la lectura, el baile, los paseos
en el silencio de la Naturaleza o los encuentros con los amigos. Nos limitamos
a sortear los días, tirando de nuestra despensa emocional, sabiendo que la
estamos desmantelando.
Si
a ello se une un invierno largo, duro y frío (como debe ser) y unos días que
sólo nos regalan tonos grises y opacos, tenemos el terreno abonado para la
tristeza, esa mancha sutil e invisible que impregna nuestra existencia y nos
come la fuerza y la ilusión.
Con
la despensa emocional bajo mínimos y la
tristeza a la vuelta de la esquina escudriñando cualquier rendija que la
permita colarse, no nos queda otra alternativa que resistir, ya que –en este
pulso- la fuerza parece haberse rendido.
En
ello estamos.
M.E.Valbuena
No dejes que se cuele la tristeza. No permitas que "esa mancha sutil e invisible" invada tu vida. No pierdas tu alegría.
ResponderEliminarMe gusta eso de las rendijas. Me gusta en cualquier realidad, por oscura que sea, centrar mi atención en las rendijas de luz.. y respirar
ResponderEliminarEso no te puede ocurrir, lo primero porque te estás dando cuenta de ello, y es un paso muy importante, deja que esa pena de invada y no te resistas a vivirla, después de una gran tormenta acaba brillando el sol con una fuerza y un resplandor mágicos.
ResponderEliminarElena.
Poner nuestra fuerza en resistir, agota. No se puede ir contra lo que sientes y es real.
ResponderEliminarPero, tampoco abandonarnos en la "comodidad" de un sentimiento duradero y que también nos debilita. Si se instala por tiempo, algo hay que hacer:
¿Qué te hacía sonreir y disfrutar? HAZLO ,y permanece en ello aunque al principio cueste.
No se puede vivir de rentas por mucho tiempo, pasa factura.
Siente un gran abrazo, que también nutre. Un beso.
Comprensible la debilidad cuando la vida trae consigo situaciones dramáticas. Es necesario que los momentos duros vayan debilitándose. O encontrándole otra explicación. Todo ello, con aceptación. Duro, claro, duro...es así. Norecic
ResponderEliminarPepi siempre debe estar atenta a su "despensa emocional", porque de esta manera tendrá más fuerza para resolver todas las situaciones negativas, y contrariedades que se le presenten en su vida.
ResponderEliminarGracias Escribana del Reino. Te mando un afectuoso abrazo como el que ayer tuve la dicha de darte.
¡Cómo me gustan siempre tus reflexiones!.
ResponderEliminarOtros días se me podrá pasar echar un vistazo a esta página, pero siempre saco un momento para buscar tus comentarios de los Domingos.
Créeme, te apreciamos, te queremos, y todos sabemos que "siempre que llovió, escampó".
Todos queremos poner nuestro granito de arena para que escampe cuanto antes...
Un abrazo muy fuerte.
P.D. Me gustó mucho el corto de Paco León. Gracias.
existen muchas situaciones que aun vividas a tu alrededor, solamente alcanzas a comprenderlas cuando realmente las notas en tu propio ser. Agradezco como semana tras semana compartes con nosotros todos tus sentimientos, ...tu alma.Yo necesité forzarme a volver a retormar mis aficiones, mis ilusiones, mis amistades, en resumen... mi vida y por ende... MI FELICIDAD. Espero verte pronto recobrando tu sonrisa. W
ResponderEliminarLa vida es como un juego al escondite en el exterior, en la calle: no sabes qué o a quién te vas a encontrar al doblar la esquina y si podrás llegar antes que él a la meta. Yo he doblado una esquina y me he encontrado algo inesperado, brutal por lo inesperado (¿hay algo esperable en la vida?).
ResponderEliminarFuera puede hacer frío, estar nublado o lloviendo... pero sigue siendo vida... así es la vida: grandiosa, terrible, inesperada, maravillosa. Podemos encontrar una flor entre la nieve, un herrerillo rebuscando comida en el suelo helado... pero debajo hay vida... y encima se acerca la primavera. Le pregunté al almendro: háblame de Dios... y el almendro floreció.
detrás del invierno, detrás de la oscuridad... siempre hay primavera.
Un abrazo. Paco