El rincón del psiquiatra
Alejandro Rocamora Bonilla
Psiquiatra
En la anterior entrega a este mismo blog hablamos del riesgo como un elemento necesario para el crecimiento como persona. No obstante, en este proceso psicológico podemos describir algunos “dogmas” impresos en nuestra cultura, que no favorecen el crecimiento sino más bien contribuyen al estancamiento o la paralización. He aquí algunos de esos “dogmas”:
- “Mas vale pájaro en mano que ciento volando”: este dicho popular pone de manifiesto cómo la mayoría de las personas buscan la seguridad de lo concreto y lo conseguido, sin ver que también el riesgo les puede llevar a tener más cultura, dinero, amigos, etc. Hay diversos estudios que ponen de manifiesto este “dogma”: por ejemplo, si proponemos a un grupo de personas que ganarán de forma segura 500 € si hacen una acción o bien que tendrán la posibilidad del 50% de ganar 1000€ si hacen otra, está comprobado que la mayoría elegirá la primera opción. Esta experiencia se puede aplicar a la decisión de elegir un trabajo menos retribuido pero más seguro: así, hoy damos más importancia a un trabajo permanente en una empresa fuerte, si es del estado mejor que mejor, que el hecho de ganar más pero con menos seguridad de permanencia.
- “Posición optimista”: tendemos a pensar que a nosotros no nos va a pasar lo mismo que al vecino, al panadero de la esquina o a nuestro amigo íntimo, por poner algunos ejemplos. Por esto, podemos seguir fumando dos cajetillas de tabaco todos los días, pues el cáncer de pulmón no nos afectará, o ir a 250 Km/h. pues los accidentes de coches les ocurren a los demás... Pero la cruda realidad es otra: el cáncer de pulmón es más frecuente entre los fumadores y está comprobado que a mayor velocidad mayor riesgo de accidentes mortales.
- “Sarna con gusto no pica”: existe la convicción de que la conducta que produce placer no puede ser negativa y por lo tanto no es nociva para el sujeto: así el heroinómano o el alcohólico, por la situación de “bienestar” que esas conductas le producen, tienden a minimizar sus riesgos.
- Somos más sensibles con los riesgos de los demás: hijos, esposo/a, padre/madre, etc.: Ejemplo tipo es el caso del padre o de la madre que no se vacunan contra la gripe, pero no permiten que no lo hagan los hijos; o los padres que no permiten a sus hijos fumar pero ellos fuman, etc.
El riesgo como catalizador
El “riesgo fantasma”, presumir de cualidades personales, económicas o laborales, que no se tienen, se hace no para crecer psicológicamente sino para impresionar al otro, conseguir su aplauso o compensar un gran sentimiento de inferioridad; este riesgo si es negativo para el individuo, pues puede llevar a acciones que se vuelven contra él. Sin embargo, el riesgo, dentro de un orden, puede ayudar a ir progresando en el trabajo, en la convivencia o en la misma posición social y económica. El riesgo, pues, es como un catalizador. El catalizador, en una reacción química, es la sustancia que puede acelerar o retrasar el proceso; en este sentido afirmamos que la vivencia de riesgo, por si misma, implica una posibilidad de crecimiento para el individuo, siempre que sepa convertir ese riesgo en un nuevo escalón de ascenso hacia la propia felicidad del sujeto.
Me apunto a esta idea: " el riesgo, dentro de un orden, puede ayudar a ir progresando en el trabajo, en la convivencia o en la misma posición social y económica".
ResponderEliminarGRACIAS PSIQUIATRA
Está muy bien esta enseñanza. Me recuerda el refrán: "El que no se arriesga no cruza el rio".
ResponderEliminarPepi piensa; que la persona positiva, optimista etc. es más arriesgada, en contra de la persona negativa y pesimista, que busca más la seguridad.