Frida
El darme cuenta, ser consciente de casi todo: del sol pegándote en la cara, del aire que te toca suavemente, del olor a hierba recién cortada, de ese olor a café que emana de la cafetera cuando somnolienta te despiertas por la mañana, de todo lo bueno que puede pasar en un día cualquiera…qué es tanto… y también de esas sensaciones raras que percibes a veces y piensas que eres tú, con tus rarezas y que cuando te trabajas, les vas poniendo nombre y de esa amiga que te acompaña …sí aquella que creías perdida con tanto malestar y que de repente reaparece y te recuerda y te pide que le hagas caso porque ella no suele fallar…. ¡ay amiga intuición, qué alegría tan grande que estés ahí y ojalá nunca me abandones!
El darme cuenta que hay personas que no conoces de nada pero que una vez entran en tu vida es difícil que salgan (qué curioso) y en su opuesto, las que creías que iban a estar ahí para siempre y te das cuenta que cuando creces, vives… las tienes que dejar atrás porque ya no te llenan, no te aportan y te apartan de tu camino, su realidad no es la tuya ya, quizá porque no se vibra en la misma frecuencia… el universo es sabio.
Y esto último cuesta, te duele, no paras de darle vueltas porque se trata de renunciar; aprender a soltar es duro pero todo está bien como está ahora: soltando, fluyendo, dejándote sorprender por esta nuestra vida.
Salir de la zona de confort no es fácil, pero sí necesario y descubrir que sales fortalecido ayuda; al principio el miedo aprieta y los pensamientos se agolpan en tu cabeza dando vueltas a la espera de un milagro que solucione el problema... Y te vuelves a dar cuenta que ya no eres la misma, eres esa persona que has querido ser siempre; aquella que prefiere el SER al estar, los abrazos a las disputas y el corazón al intelecto.
Nota de redacción. Gracias a este participante del Taller de Autonomía Afectiva por esta invitación a "darnos cuenta".
De gran aprendizaje esta exposición.
ResponderEliminarProfundizando sobre la misma, lo que la resulta doloroso, triste... e inclusive la crea inseguridad, inestabilidad... es cuando; bien por lo que le dice su interior , o por contratiempos del exterior, "volver a encajar todas las piezas del puzle en su vida", pero a Pepi la resulta imprescindible resolverlo, e inclusive aceptar que no se puede llegar a la situación que la gustaría.
Hermosas palabras
ResponderEliminarQue bonito ! Y cuanta razón. Gracias. BlueBoy
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