Hay momentos en la vida en que coincide un sinfín de tareas a desarrollar en poco tiempo, por lo que nos agobiamos y andamos de un lado a otro con esa áspera y rugosa sensación de abarcar mucho y no llegar a casi nada.
El inicio de curso es uno de esos momentos. Las horas del día (y casi de la noche) se van programando tareas, temporalizando materias, estructurando grupos, fijando horarios, buscando información y recursos, dividiendo tiempos, ajustando actividades… casi sin tiempo para respirar.
En estos días se pierde gran cantidad de energía de forma tan rápida que ni llegas a percibirla y el cansancio se pega a nosotros casi permanentemente, quitándonos las ganas de hacer algo distinto a dormir y descansar.
¡Menos mal que son momentos puntuales! Porque lo que realmente cansa, desanima y nos deja sin fuerzas es estar siempre en el futuro (programando) o en el pasado (revisando).
Si logramos hacer las tareas una a una y en poco tiempo, volveremos de nuevo a la calma que proporciona el ir viviendo cada día como se presenta. Si alargamos los momentos de agobio o –lo peor que puede ocurrir– no somos capaces de dejar de pensar en el futuro y el pasado, perderemos el presente, que es lo único que en realidad tenemos y podemos vivir.
Que no se nos olvide vivir el aquí y el ahora en medio de tiempos de agobio. Que seamos capaces de hacer pausas en medio del trajín que recuerden que lo único existente es el momento presente. Que el futuro y el pasado no tapen lo real.
Y lo digo yo, que llevo días inmersa en el agobio.
Un día tienes que hacernos un listado de herramientas y tareas para trabajar el aquí y el ahora. Un abrazo . BlueBoy
ResponderEliminarEso no es más que los efectos secundarios del compromiso y la responsabilidad, en unas semanas se pasan.
ResponderEliminarOXO
Eso pasa. Son más duros otros agobios internos
ResponderEliminarRecuerda lo que tú me dijiste: esto también pasará. Y pasó.
ResponderEliminarLos agobios no son buenos compañeros. Nos agotan, nos debilitan, nos maniatan, no sabemos como responder. Es difícil sosegarse, respirar despacio y volver a tomar aliento y hacer lo que ahora tengo entre manos y después ya se hará lo demás.
ResponderEliminarJF
Los agobios para mi pueden llegar al estrés; y hay que aceptarlos, admitirlos, resolverlos y así cuanto antes volver a nuestra estabilidad, bienestar etc. Pepi
ResponderEliminarHay que ser paciente y saber esperar.
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