Sé feliz… si puedes, si quieres y si te dejan

El rincón del optimista

Juan

En cada despedida, más si estamos como ahora en estas señaladas fechas de Navidad, deseamos a los demás que lo pasen bien, que sean felices, que tengan salud, etcétera, etcétera. No te tomes las palabras tan al pie de la letra. No es un mandato, es un simple deseo. Pero debes recordar, al menos es lo que yo opino, que no estás obligado a ser feliz, ni a pasarlo bien, ni a gozar de todas las bondades de la Navidad. Tienes derecho a sentirte mal, a sentirte triste, sin disimulos. Tu vida es sólo tuya. Porque, ya lo sabes de otros años, estas fiestas tienden a sentir melancolía, pues son muchas las personas que nos faltan. Cada vez son más.

Lo que sí puedes es pasarte a la parte activa. Si quieres que el otro sonría y que sea feliz, sonríele tú, échale una mano, escucha sus demandas y dedícale un momento para aliviarle la carga. Lleva su mochila por un rato.

Y ahora llega un nuevo año, cuando nos toca renovar defectos y virtudes. Igual que yo hoy te doy la bienvenida (mantengo el privilegio de estrenar los apuntes del año), te volverán a bombardear con peticiones de que seas feliz, que brindes por el nuevo año, por la nueva vida (ya sabes lo que dice el refrán) y de nuevo te rondará por la cabeza ese pensamiento que te dice NO, que no estás obligado a sonreír siempre. Puedes esforzarte, pero no forzar.

El optimista te recuerda que también él tiene derecho a verlo negro, a ser pesimista. ¿O no? Recuérdalo por si alguna vez no encuentras en mis palabras el empujón que buscas en la lectura de cada principio y mediados de mes. Aun así te deseo que tengas buen año 2018 y que seas feliz… si puedes, si quieres y si te dejan los demás. Vive como eres y haz lo que piensas, pero nunca sigas mis palabras al pie de la letra. Conserva tu criterio, que para eso es tuyo y solo tuyo.

Asín sea.