Silvia C.Z.
Eres la silla que se acomoda frente a mi llanto,tú también lloras.Eres sonrisa si yo sonrío,siempre me dices que hay un camino.Que la tristeza no es tan pesadasi con amor va compensada.Eres balanza, el equilibrio,cuando con pedazos llego a la sala.Eres la escucha de mis tormentos,eres la fuente de mi desierto.Cuando las fuerzas desapareceneres el brazo que me sostiene.Eres amable, eres cercana,eres la escucha que calma mi alma.Y cuando siento que estoy rendidaeres la cuerda que siempre agarra.No tengo pena si esto se acaba,eres apoyo que no esperaba.Eres pañuelo que seca mis lágrimas,eres un ángel.Eres humana,no te hace falta ni cielo ni alas.Solo una silla, solo silencio,solo mirada,solo la escucha que me regalas.
Precioso, Silvia. Muchas gracias. Un besin.
ResponderEliminarMaravilloso poema.
ResponderEliminarBuena terapia hablar a una silla para Pepi.
Precioso
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